A pesar de tener hambre y sed mi mente estaba fija en acosar al idiota ese que se atrevia a abandonarme. No quería morir pero menos quería morir sola.

Interacción: —
Viene de: Estatua Mecánica
Va a: Cornucopia 3/5
Acción: seguir haciendose la dormida
Dados: —

Me levanté una vez que estuvo más lejos y esperé hasta que atravesó para ir por donde yo había venido, al menos hacía creía, la verdad que cuando llegué no había mucha luz y recién ahora podía apreciar mejor el lugar. La verdad bastante triste, con razón estaba tan deprimido y dramático.

Interacción: —
Viene de: Estatua Mecánica
Va a: Cornucopia 4/5
Acción: ser un perrito mojado
Dados: —

Una vez que atravesó, corrí por detrás. Cuando lo viera esta vez le iba a pegar, hace unas horas tenía mucho sueño y habían demasiadas emociones juntas, pero ahora ya no había excusas y me había querido dejar sola.

Interacción: —
Viene de: Estatua Mecánica
Va a: Cornucopia 5/5
Acción: ser un perrito mojado
Dados: —

La tarde avanza mientras las nubes grises copan el cielo. La lluvia se torna densa, así que es momento de buscar refugio.

Estamos en la noche del martes 13 de agosto, 2472.

El himno suena en cada rincón de la arena. El rostro de  @Frederick Booth, del Distrito 06, ilumina el cielo antes de que solo vuelva a escucharse la lluvia.

Poco a poco, la lluvia comienza a menguar. El suelo se encuentra embarrado y la temperatura ha bajado hasta los 20°. Las nubes se han dispersado, pero se ha levantado una pequeña brisa.

Nos encontramos en la mañana del miércoles 14 de agosto, 2472

Las nubes grises empiezan a desaparecer y el sol calienta un poco más. El viento, no obstante, sigue soplando. Por momentos, el suelo parece temblar a lo lejos, como si algo de enorme tamaño estuviese en movimiento. Suerte para los tributos, aún no decide salir de su escondite.


Estamos en la tarde del 14 de agosto, 2472.

Las horas van pasando y el sol se oculta detrás del horizonte. Las vibraciones en el suelo se han detenido y el silencio se hace notar.

Nos encontramos en la noche del 14 de agosto, 2472.

El sol comienza a salir entre los árboles, dándole paso a un nuevo amanecer. Las nubes se apilan para enseñar una mañana nublada y fresca.

Corrí hacia la luz y cuando me quise dar cuenta, estaba en un lugar que reconocía. Aparecí a la espalda de la estatua y cuando quise girarme para ver el lugar del que había venido, este había desaparecido. Esperé a que Winter apareciera detrás de mi, pero no lo hizo. No al menos en le rato que estuve allí. Sacudí la cabeza y recordé lo que le había dicho. Agua y comida.

Se me encendió la lucecita de repente, porque recordé el manzano que estaba cerca del lugar en el que había matado al primer tributo en esta arena.

Interacción: -
Viene de: Refugio subterráneo (pasadizo)
Va a: Manzano 1/5
Acción: -
Dados: -

Busqué alrededor pero mis ojos se fueron directamente, de nuevo, hacia la varita de la estatua. Desde el primer momento que había pisado ese lugar recordé que lo había considerado una trampa, y aún estaban recientes las heridas provocadas por la última cosa que me había metido en problemas, a mi y a Winter, quien además también había salido mal parada mientras luchaba por su vida. Eché un vistazo hacia el cielo para despejar mi mente y empecé a caminar, manteniéndome por el borde, lo más lejos de la estatua. Ya había estado lo bastante cerca una vez como para saber que no se activaba así nada más, pero después de haber estado luchando por mi vida las últimas horas, no quería tentar la suerte.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: Manzano 2/5
Acción: -
Dados: -

Mis ojos se desviaron momentáneamente al lugar en el que el chico del cinco había muerto. Ya no quedaba rastro de nada. Lo único que podía dejarme clara su existencia era las cosas que llevaba encima. Gracias a él, tenía una botella que llenar de agua, o comida para emergencias y esa mochila que ahora colgaba sobre mis hombros. Pensar en él me hizo hacer un recuento mental de cuantas personas quedaban en la arena, pero dentro del refugio me había sido completamente imposible enterarme de nada, y no estaba seguro de si habrían habido o no más caras apareciendo en el cielo durante la noche.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: Manzano 3/5
Acción: -
Dados: -

En el fragor de la batalla, tampoco me había puesto a pensar en si hubo o no cañonazos. Si los hubo, no podía recordarlos tampoco. En lo que a mi respectaba, los 20 tributos podían estar vivos. No, los 20 no, en la cornucopia habían muertos unos cuantos aunque no estaba seguro del número exacto, tampoco había prestado demasiada atención tras ver la cara del tributo del cinco. Quería algo que me diera esperanza de que esto estaba pronto a terminar, y entonces pensé en lo sucedido la noche de antes. ¿El basilisco, ese ataque, había sido solo para nosotros? Recordaba a Jolene decirme que no podías aburrir a los vigilantes y es que, tras la muerte del chico del seis (que momentáneamente había olvidado) apenas había hecho nada más que dormir y comer, y puede que babear un poco por Winter.

Me llevé las manos a la cara ligeramente exasperado. Sí, sí que había estado babeando por Winter como un imbécil. Que maldita vergüenza.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: Manzano 4/5
Acción: -
Dados: -

Seguí caminando antes de dejarme hundir en la inmundicia, incluso con el dolor que ahora estaba amortiguado gracias a las pastillas. ¿Por qué rayos la había besado? Bueno, no era idiota, era perfectamente consciente de que en ese momento estaba muy agradecido de que siguiera viva, de que hubiera luchado por su vida pero ¿en serio? ¿tenía que perder el control? — Me odio — Murmuré, avanzando los últimos hacia el manzano.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: Manzano 5/5 (FUERA)
Acción: -
Dados: -

A pesar de que no cae lluvia, las nubes grises son oscuras y copan todo el cielo. La temperatura ha bajado de forma considerable y el viento se levanta con fuerza.

Nos encontramos en la tarde del 15 de agosto, 2472.

Fui dejando el manzano atrás aún pensando demasiado las cosas. Sentía la boca pastosa y por eso me detuve. Tenía la botella llena en la mochila, y la saqué para poder beber algo de agua antes de seguir mi camino. La dejé un par de minutos en mi lengua para quitar la sensación que ya no me aguantaba más y decidí que no iba a volver a esperar hasta llegar al límite, porque incluso, la garganta me había empezado a raspar. No tenía intenciones de acabarla, pero la botella no era muy grande, así que no tardo en terminarme hasta la última gota de esta. Metí la botella vacía de regreso a la mochila y cerré, acomodándome de nuevo para seguir mi camino.

Interacción: -
Viene de: Manzano
Va a: -
Acción: beber agua
Dados: -

El tintineo del paracaídas me hizo levantar la cabeza. Tenía la mano aferrada a un arma por instinto, pero cuando llegó a la altura de mis ojos, reconocí la marca de los patrocinios. Esbocé media sonrisa y me agaché para recogerlo. Se sintió tibio. Despegué el paracaídas y lo abrí para ojear lo que era, el olor a comida inundó mis pulmones y me di cuenta de que no era cualquier tipo de comida, era de mis favoritas. Ni siquiera había pensado en la gente de afuera hasta ese momento, excepto para lamentarme todas las veces que había hecho algo horrible que ellos pudieran haber visto. Ese regalo era la prueba de que me creían ¿verdad? lo que había dicho en la entrevista. Haría lo que fuera para sobrevivir, pero la persona que estaba encerrada en este lugar, no era yo.

Lo guardé en la mochila y me levanté. Me costó ponérmela porque por un instante olvidé la herida del brazo que me punzó de inmediato en cuanto rocé con la tira por accidente. Sin embargo, me reí. Sí, me reí. Aquel regalo me hizo sentir que todo lo que había hecho los últimos días, no había sido en vano. Me besé la mano y lancé ese beso al aire, hacia arriba, hacia el lugar del que el paracaídas había venido.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: -
Acción: recojo mi regalito
Dados: -

Avancé después de eso. La mochila no pesaba tanto a pesar del peso extra de las cuatro manzanas y el nuevo bol con carne asada, lo que era de agradecer. Cualquier cosa que me quebraba la cabeza antes de ese momento pareció esfumarse de golpe. Sabía lo caros que eran los regalos en la arena, y también lo difíciles que eran de conseguir. Así que sí, me sentía de buen humor.

A pesar de estar prestando atención a mi alrededor mientras caminaba y cargar la lanza ahora en mi mano derecha a la que a veces daba vueltas como si necesitara hacer algo con las manos. Sí, estaba de buen humor, pero las horas se me estaban echando encima. Si le había gustado a la gente lo bastante para recibir un regalo ¿por qué el basilisco? ¿Había sido así para todos o solo habían intentado matarnos en general porque estábamos resultándoles aburridos? Había dejado ese tema atrás durante unas horas, pero traído a colación a la mente de nuevo y de repente.

Interacción: -
Viene de: -
Va a: Cornucopia 1/5
Acción: -
Dados: -