VERANO de 247521 de Junio — 20 de Septiembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Amber J. Pearson
Paul Jefferson
Kennedy Wang
Jack W. Tyler
Nathaniel L. Wright
Kendrick O. Black
Ava E. Ballard
Raven Harkness
Arianne L. Brawn
Viktor R. Carstairs
Ferdia U. Wallace
Riorden M. Weynart
Rose S. Harkness
Annie C. Weynart
Jasper E. Davies
Nicholas E. Helmuth
Ivar Lackberg
21 participantes
Recuerdo del primer mensaje :
Muchas cosas podían salir mal esa mañana, todos lo sabían. Había una tensión en el aire, ambos grupos se preparaban en silencio para lo que habían acordado hacer, a pesar de las miles de dudas que asaltaban sus pensamientos. ¿El plan? Se había enviado un mensaje en código a Annie Weynart, hermana de uno de los ministros secuestrados y jefa del departamento de ciencias, para informarle la intención de un intercambio. Era sencillo, ¿no? Ellos entregaban a sus rehenes sanos y salvos, los otros harían lo mismo, nadie saldría herido. No había necesidad de seguir sumando bajas, a pesar de lo difícil de la decisión.
La respuesta se demoró dos días. El mensaje fue debatido por los altos cargos de gobierno y la duda moral los asaltó por las malas. ¿Valía la pena sacrificar a los suyos por rebeldes, teniendo por fin a los culpables de sus desgracias en sus manos? ¿Debían dejar que el caos terminase por apoderarse del país, si perdían a piezas fundamentales del ministerio? Tardía, la respuesta afirmativa llegó al loft de la Red NeoPanem, donde se mantenían unidos. La cita estaba fijada para el día siguiente, por la mañana. El ministerio quería mantenerlo oculto y solicitó un lugar neutral, los rebeldes lo aceptaron y demandaron que el encuentro se desarrolle en las minas del distrito 12. Harían el intercambio y luego, cada uno seguiría su camino, la guerra podría continuar luego.
La base de seguridad empezó a agitarse al alba. Los prisioneros se hicieron oír desde sus celdas con chiflidos y golpes cuando los caídos rebeldes fueron sacados de sus celdas y atados con cuerda mágicas para llevarlos hacia un traslador. Irían escoltados por gente de seguridad nacional y la misma Weynart del acuerdo, dejando a los ministros en la base, monitoreando la acción mediante pequeños audífonos en las orejas y cámaras en forma de lentillas para aquellos que iban a la misión. Para los rebeldes, todo fue más rústico. Tratando de defender su secretismo, volvieron a vendar los ojos de sus rehenes y el punto de salida fue la prisión improvisada en el departamento de la fallecida Arya Jackson. A su vez, exactamente a las 10 am, ambos bandos aparecieron en la oscuridad de una de las minas más anchas y profundas, enfrentándose cara a cara de una vez por todas. La luz invocada por arte de magia sirvió para que puedan verse a los ojos, ninguno muy seguro de cómo es que aquello podía resultar.
Blood in the writing, stuck in the fighting
Lunes 19 de septiembre, 2468
Muchas cosas podían salir mal esa mañana, todos lo sabían. Había una tensión en el aire, ambos grupos se preparaban en silencio para lo que habían acordado hacer, a pesar de las miles de dudas que asaltaban sus pensamientos. ¿El plan? Se había enviado un mensaje en código a Annie Weynart, hermana de uno de los ministros secuestrados y jefa del departamento de ciencias, para informarle la intención de un intercambio. Era sencillo, ¿no? Ellos entregaban a sus rehenes sanos y salvos, los otros harían lo mismo, nadie saldría herido. No había necesidad de seguir sumando bajas, a pesar de lo difícil de la decisión.
La respuesta se demoró dos días. El mensaje fue debatido por los altos cargos de gobierno y la duda moral los asaltó por las malas. ¿Valía la pena sacrificar a los suyos por rebeldes, teniendo por fin a los culpables de sus desgracias en sus manos? ¿Debían dejar que el caos terminase por apoderarse del país, si perdían a piezas fundamentales del ministerio? Tardía, la respuesta afirmativa llegó al loft de la Red NeoPanem, donde se mantenían unidos. La cita estaba fijada para el día siguiente, por la mañana. El ministerio quería mantenerlo oculto y solicitó un lugar neutral, los rebeldes lo aceptaron y demandaron que el encuentro se desarrolle en las minas del distrito 12. Harían el intercambio y luego, cada uno seguiría su camino, la guerra podría continuar luego.
La base de seguridad empezó a agitarse al alba. Los prisioneros se hicieron oír desde sus celdas con chiflidos y golpes cuando los caídos rebeldes fueron sacados de sus celdas y atados con cuerda mágicas para llevarlos hacia un traslador. Irían escoltados por gente de seguridad nacional y la misma Weynart del acuerdo, dejando a los ministros en la base, monitoreando la acción mediante pequeños audífonos en las orejas y cámaras en forma de lentillas para aquellos que iban a la misión. Para los rebeldes, todo fue más rústico. Tratando de defender su secretismo, volvieron a vendar los ojos de sus rehenes y el punto de salida fue la prisión improvisada en el departamento de la fallecida Arya Jackson. A su vez, exactamente a las 10 am, ambos bandos aparecieron en la oscuridad de una de las minas más anchas y profundas, enfrentándose cara a cara de una vez por todas. La luz invocada por arte de magia sirvió para que puedan verse a los ojos, ninguno muy seguro de cómo es que aquello podía resultar.
Mini Trama
normativa escribió:« Como se les informó, la presente será una mini trama que, se espera, dure solamente este fin de semana. Por eso mismo, se les pide post ágiles y respetar la norma de dos personajes para volver a postear, además de señalar las interacciones en negrita, quote o ambas.
« Será una trama sin turnos y, de momento, sin dados. Será guiada por acciones y se evaluará con el desarrollo si interrumpimos con un sistema de combate o no. Estén atentos, de todos modos serán avisados.
« Tienen prohibido atacar por el momento. Tengan en cuenta de que este es un intercambio de rehenes que busca un mutuo acuerdo, no una batalla.
« Los enviados del ministerio llevan, como se dice en la ambientación, cucarachas y lentillas que se comunican directamente con la Base de Seguridad, haciendo que puedan monitorear cada movimiento. Esto significa que los rebeldes que se presentan hoy serán reconocidos por el gobierno, la poca luz solo puede complicar un poco la identificación. Los ministros en libertad que ayudan a manejar la operación serán controlados mediante otros personajes: Viktor Carstairs/Notch Labors - Jack Tyler/Eloise Leblanc - Rose Harkness/Hans Powell. Todos los personajes del gobierno pueden oír y hablar con los personajes en la base de seguridad, para evitar confusiones se pide distinción con diferente color o cursiva para los diálogos de los ministros. Que la interacción quede clara y evite cualquier enrollo.
« Solo los personajes que dieron aviso a la administración pueden ingresar a la trama. De postear alguien que no se inscribió, se le dará el post como inválido. Se da como asumido que todos los inscritos se encuentran presentes. De haberse anotado y no verse en la lista, dar aviso:
- Riorden Weynart
- Nicholas Helmuth
- Ivar Lackberg
- Rose Harkness/Hans Powell
- Matthew Rosier
- Annie Weynart
- Colin Weynart
- Viktor Carstairs/Notch Labors
- Jack Tyler/Eloise Leblanc
- Arianne Brawn
- Jasper Davies
- Bianka Herondale
- Nathaniel Wright
- Jessica Voznesenskaya
- Kennedy Wang
- Ferdia Wallace
- Derian Castle
- Raven Harkness
- Kendrick Duane
- Ava Ballard
- Benedict Franco
- Amber Pearson
- Alice Whiteley
- Paul Jefferson
- Moira Dankworth
« Cualquier duda o consulta, comunicarse con el staff. ¡Mucha suerte!
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Si tuviera que confiar en que esta panda de incompetentes va a cumplir con su palabra me hubiera pegado un tiro yo mismo antes de venir aquí, pero viendo que los míos les doblan en número y probablemente también en inteligencia, dejo que sean ellos quienes tomen las riendas. No es como si yo pudiera hacer nada de todas maneras dadas las circunstancias, así que me limito a mantener los oídos alerta y la boca cerrada por el tiempo que dure en este lado de bando.
El director de servicios sociales es el primero en marcharse, sorprendido de que vayan a ceder tan pronto siendo que, por lo que veo, los del ministerio tienen más papeletas con las que jugar. Lo dejo estar, si han accedido a tener un encuentro con los rebeldes imagino que tendrán un plan y no está en mi palabra decidir qué tan bueno es ese plan. Para cuando menos me lo espero alguien me ataja del brazo, al tiempo que el pelirrojo me deshace de las cuerdas que rodean mis muñecas. Muevo las mismas en cuanto las tengo libres, estirando los dedos y sin cortarme un pelo le lanzo una mirada de desprecio cuando recibo un empujón en la espalda.
Suspiro, enderezando mi compostura cuando doy unos pasos en dirección al grupo que me interesa y al cual pertenezco. Ya apenas siento el dolor que recorre mi cuerpo, producto de la tensión que ocupa mis músculos. Un auror al cual no creo conocer me ayuda a apartarme hacia un lado mientras la conversación entre ambos bandos sigue teniendo lugar y niego con la cabeza acompañándome de un gesto de mi mano ante su pregunta. – No se preocupe, estoy bien, gracias. – Mi cara y mi aspecto dicen otra cosa, pero para eso ya habrá otro momento. Ahora mismo, lo que tiene mayor importancia está teniendo lugar tras mi espala, y no soy consciente de lo que llega a mis oídos porque esto son primeras noticias para mí.
No me interesa tanto el hecho de que no quieran intercambiar al chico como lo hacen las razones para negarse a ello y cuando comprendo de qué va todo esto solo puedo pensar en que las cosas van a ponerse muy desagradables.
El director de servicios sociales es el primero en marcharse, sorprendido de que vayan a ceder tan pronto siendo que, por lo que veo, los del ministerio tienen más papeletas con las que jugar. Lo dejo estar, si han accedido a tener un encuentro con los rebeldes imagino que tendrán un plan y no está en mi palabra decidir qué tan bueno es ese plan. Para cuando menos me lo espero alguien me ataja del brazo, al tiempo que el pelirrojo me deshace de las cuerdas que rodean mis muñecas. Muevo las mismas en cuanto las tengo libres, estirando los dedos y sin cortarme un pelo le lanzo una mirada de desprecio cuando recibo un empujón en la espalda.
Suspiro, enderezando mi compostura cuando doy unos pasos en dirección al grupo que me interesa y al cual pertenezco. Ya apenas siento el dolor que recorre mi cuerpo, producto de la tensión que ocupa mis músculos. Un auror al cual no creo conocer me ayuda a apartarme hacia un lado mientras la conversación entre ambos bandos sigue teniendo lugar y niego con la cabeza acompañándome de un gesto de mi mano ante su pregunta. – No se preocupe, estoy bien, gracias. – Mi cara y mi aspecto dicen otra cosa, pero para eso ya habrá otro momento. Ahora mismo, lo que tiene mayor importancia está teniendo lugar tras mi espala, y no soy consciente de lo que llega a mis oídos porque esto son primeras noticias para mí.
No me interesa tanto el hecho de que no quieran intercambiar al chico como lo hacen las razones para negarse a ello y cuando comprendo de qué va todo esto solo puedo pensar en que las cosas van a ponerse muy desagradables.
Mini trama
Mención: todos en general
Interacción: Ben, Jackito
Interacción: Ben, Jackito
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Las voces resonaban demasiado cerca de sus oídos, pero mucho más aquellas que rebotaban en las paredes de la mina en la que se encontraban. Sus ojos tardaron en adaptarse a la tenue luz pero, cuando lo hizo, vió demasiados rostros conocidos. Alice, Benedict y otros que recordaba de su fugaz visita al Distrito 14. Observó en silencio, inclinándose levemente en dirección a Jasper apunto de pronunciar una pregunta cuando las acusaciones comenzaron de un lado para otro. Lejos de parecer una negociación, un intercambio, se asemejaba más a una discusión.Su suponía que ellos dos estaban allí para controlar que no se produjeran más incidentes de los que ya se estaban cometiendo, no se llegaran a más irregularidades. Pero era demasiado complicado teniendo en cuenta las personas de las que estaban rodeados; cazadores y aurores a los que poco les importaba los métodos que usar. Sus ojos se movían de un lado para otro, enfocándolos en los rostros cuando hablaban, pero no parándose en ninguno más del tiempo exclusivamente necesario. “Vaya, así que de ahí ha sacado ese malhumor” quiso pronunciar, dándole un leve codazo a Jasper. —Allí— susurró con un ligero movimiento de cabeza en dirección a la mujer castaña. Dio un paso hacia atrás, chocando su espalda con Jessica, a la cual miró apenas unos instantes. —Los vencedores vuelven a ser un trofeo— le dijo en tono bajo entonces a ella. ¿Cuántos había allí en aquel momento?
Mini trama
Interacción: Jasper y Jessica
Mención: Alice, Benedict y Kendrick
Mención: Alice, Benedict y Kendrick
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
De un momento a otro, me pierdo completamente y no comprendo nada de lo que está pasando. No entiendo por qué un adolescente repentinamente es tan importante, y cuando descubro por qué, casi que preferiría no haberlo hecho. Y aun así, aunque se supone que debería sentir desprecio hacia el chico por la sangre que corre por sus venas, no lo hago. No es solo porque desde mi punto de vista es un crío que ha nacido en una familia que él no ha escogido y porque ha sido criado por un grupo de personas cuyos métodos dejan mucho que desear. Va más allá de eso.
Me mantengo al margen en todo momento, y cuando Arianne comenta que ha visto a esa tal Alice, desvío la mirada hacia donde dice. — Haced un retrato robot de cómo serían los que constan en el listado de fugitivos y desaparecidos y comparad el resultado con las caras que estáis viendo. Quizá encontremos algo útil — comento para la gente que está al otro lado, viéndolo todo desde la base de seguridad. Han pasado demasiados años, y si se conoce el aspecto de Benedict es porque yo di la alarma en su momento y se actualizó su archivo con una foto de cómo está actualmente. Si no fuera por eso, tendríamos todavía la foto de cuando tenía 15 años, y supongo que no será el único caso.
Vuelvo a concentrarme en lo que está pasando, pero no puedo evitar escuchar el comentario de Ari hacia Jessica sobre los Vencedores. — ¿Alguna vez hemos dejado de serlo? — pregunto de manera sarcástica. Cuando eres humano te ven como un objeto más valioso; cuando eres mago como a alguien de quien sacar provecho por una fama que nadie pidió. Mi caso es diferente, pero mediático porque se suponía que mis Juegos iban a ser diferentes.
Mini trama
Interacción: Ari, base de seguridad y Jessica
Mención: Kendrick, Alice y Ben
Mención: Kendrick, Alice y Ben
Icono :
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
No sé qué es peor, si lo que sale de su boca o darme cuenta del peligro que eso significa. Siento el cerebro trabajar a toda velocidad, buscando una solución valiosa a pesar de que Amber intenta negociar y yo lo único que consigo hacer es mirar a Ken en cuanto lo oigo reaccionar, sin decir ni una palabra. Solo me conformo con una mueca que provoca una reacción en su rostro que solo puedo identificar como traición. Esto es todo. Casi dieciséis años de secreto tirados a la basura y de la peor forma posible.
Mi silencio se mantiene en una respiración cautelosa mientras me doy cuenta de que todos parecen haberse puesto inquietos. Entonces lo sé, sin siquiera ponerlo a dudas, porque ellos estaban al tanto de qué carta jugar para aceptar nuestro trato y ganar con ello — Nunca iban a hacer un intercambio completo — es increíble como pudimos haberlo pensado y quiero reírme de mi propia estupidez. ¡Como si esta gente tuviese un mínimo de nobleza! Mis ojos miran alrededor, observando las paredes oscuras de una cueva que nosotros hemos sugerido por seguridad, pero que puede usarse de dos formas diferentes. Aquí nadie sabrá lo que ha pasado, no hay testigos — Es una trampa — farbullo. Dejaron bien en claro que no les importa perder ministros o no. Esto es un juego de poder.
Hay un veneno particular en mí cuando ni lo pienso y tomo rifle, levantandolo en alto con una velocidad que delata mi repentina decisión — Si no habrá trato, es un cambio de planes — quizá estoy siendo un irresponsable y un estúpido, pero aquí estamos. Ya no hay mucho que hacer — Kendrick viene con nosotros y no hay razones para matar a nadie. Tienes diez segundos — y sin más, levanto una mano para que me vean contar en silencio.
Mini trama
Interacción: General
Mención: Kendrick, Amber
Mención: Kendrick, Amber
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Me sorprende lo tranquilo y relativamente civilizado que está siendo el intercambio, y no puedo evitar soltar un suspiro de alivio al pensar que de verdad va a ser así. He visto demasiadas películas de acción y todos sabemos que este tipo de negociaciones suelen esconder algún tipo de artimaña detrás. Los principios de la gente desaparecen cuando se meten con sus firmes ideologías, así que sólo me queda esperar que nuestros enemigos sean, al menos, fieles a su palabra. Mientras pienso todo esto una alarma se enciende en mi interior. Es exactamente la misma sensación que cuando vas andando por la calle y puedes notar en la nuca que alguien te está siguiendo.
Instintivamente mi mirada da una vuelta por las minas, esperando encontrar algo amenazador para mí o para mi grupo. Acabo encontrando algo tan inofensivo como una mirada. Una de las mujeres del bando rebelde se queda observándome durante unos segundos con el ceño fruncido, lo que me hace imitarla, esperando que la razón no sea que se haya enamorado perdidamente de mí y no sepa cómo pedirme una cita en una situación tan poco oportuna. No tarda mucho en apartar la mirada, y no puedo evitar pensar que realmente me es familiar, aunque no sabría decir por qué.
Antes de que me dé cuenta la situación parece torcerse, y tengo que concentrarme para intentar enterarme de cuál ha sido el problema. Tras escuchar atentamente todas las intervenciones, comienzo a atar cabos y aunque no reacciono de manera visible, el chico me da incluso pena, supongo que no es la mejor forma de conocer tus orígenes. Puedo notar la tensón que se suma al ambiente y sé lo que acabará ocurriendo, así que me preparo para lo peor. La presión de la espalda de Arianne contra la mía me hace adoptar la misma posición, sonriendo al igual que Jasper ante sus palabras. - Casi van a lograr que me sienta halagada - Les digo a ambos.
Aprieto los labios y no pierdo ni uno de los movimientos enemigos, pero mucho menos el que podría estropear todo hasta el punto de que todos aquí muramos. A pesar de que soy consciente de que sólo soy un mero peón en la operación y no tengo la potestad de decidir nada, intervengo por primera vez, fruto de un impulso que probablemente no vaya a servir de nada. - Vamos, no seas ingenuo. Nosotros podemos desaparecer de aquí antes de que te des cuenta y dejar el trato como está, sólo conseguirás que muera más gente - Me dirijo directamente hacia Benedict Franco, alzando ambas manos en un intento de parecer conciliadora y civilizada aún cuando no estoy en posición de serlo.
Mini trama
Interacción: Ari, Jasper, Ben.
Mención: Alisia, Kendrick.
Mención: Alisia, Kendrick.
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Ben tiene razón: nunca pensaban cumplir con su palabra. En el mismo momento en el que descubrieron quién es realmente Kendrick, todo estuvo en nuestra contra y ellos tenían las de ganar. Mientras haya un Black vivo, no podrán estar tranquilos porque lo verán como una amenaza, incluso aunque sea un adolescente de quince años que hasta hoy mismo desconocía cuál era su origen.
Uno del grupo de aurores, cazadores y demás gente, comenta algo sobre un reconocimiento facial, y aunque por un instante me planteo decirle algo al respecto, al final no comento nada. No sé quién es ni por qué hace esto, más allá de que parece estar en el bando contrario que yo y habla con alguien que sí que conozco, que es Arianne. Supongo que Ben se equivocó cuando dijo que podíamos confiar en ella, aunque es algo que intuí desde el principio.
Si el ambiente ya estaba tenso, lo está incluso más cuando Ben coge el rifle. Por un instante el silencio reina en la cueva mientras mi mejor amigo cuenta, y la primera en hablar es una mujer que reconozco como la última superviviente de los antiguos Juegos de los Black. — Nosotros también podríamos desaparecernos con vuestro querido Ministro. Le debes la vida, ¿no? El hombre que lideraba aquel escuadrón que te sacó de la Arena... — le respondo, y ruedo los ojos. Recuerdo perfectamente el día en que los Black cayeron y las vidas de toda una población cambiaron, para bien en algunos casos, y para mal en muchos otros. Yo fui una de las desafortunadas, como es obvio. Para que vean que no vamos de farol, alzo la varita contra Riorden y le lanzo un Sectum en el costado izquierdo. — Se os agotan los segundos.
Mini trama
Interacción: Jess, Riorden y todos en general
Mención: Jasper y Arianne
Mención: Jasper y Arianne
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Me sonrío cuando Riorden, incluso en su situación, logra burlarse de la propia idiotez de sus capturadores. Sabe lo que vale el niño, sabe el peligro que representa, y sabe que no hay forma de que lo soltemos, incluso aunque eso sea a costa de su vida. Admiro su determinación y creo en cierta forma, que si nuestras situaciones fueran a la inversa, no habríamos actuado tan diferente. Es la única satisfacción que me permito tener siendo que todavía se encuentra en las manos ajenas.
Una mujer que no había hablado antes osa callar a mi hermano y la miro con incredulidad en la cara, luego le sigue la otra que sigue empecinada en negociar, y para cuando Franco se pone en pose amenazante, secundado por la morena, ignoro lo que sea que están hablando por cucaracha y me pongo por delante de todos.
- Estamos tratando de ser civilizados. Les dimos las chances de negociar, y son ustedes los que están negando la posbilidad a alcanzar un acuerdo que nos beneficie a todos. - Se me escapa una mueca de dolor cuando noto como atacan a Riorden, y empuño la varita con fuerza en lo que la mantengo en alto. - ¿Desaparecer? ¿Vivir en tranquilidad? ¿Y qué me dicen del centenar de personas que pereció en la gala de Diciembre? ¿De los dos escuadrones de aurores caídos? - ¿Se estaban escuchando? - Todavía no terminamos de contabilizar nuestros muertos del último atentado. Gente inocente que había ido a pasar una noche tranquila en un festival… Son unos terroristas y aún así esperan que cedamos sin inconvenientes a dejarlos ir así porque sí.
Se me escapa una risita francamente histriónica y me es imposible no rodar los ojos ante su cinismo. - Lo único que estuvieron hablando estos últimos minutos es de cómo quieren rescatar al niño sin importar que todavía tenemos a dos prisioneros más, ¿y creen que los dejaremos ir tranquilos solo con su palabra de que no van a actuar en nuestra contra? No somos estúpidos. El niño se que-
Mini trama
Interacción: Todos
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La expresión de Kendrick me destroza y, por más de que quiero, no encuentro la voz para responderle. ¿Cómo todo nuestro mundo se podía desmoronar con tanta rapidez? ¿Qué tan difícil era entender que lo único que queríamos en la vida era estar viviendo en paz junto con los nuestros? Nada más. No éramos terroristas, y a duras penas calificamos como ladrones menores. Qué tan difícil era comprender que toda la guerra, sin importar si era la de los Black, la de los Niniadis o la de quien sea era un absurdo en sí mismo.
Los magos, los humanos, las criaturas, todos podíamos vivir en paz con un mínimo de comprensión y el catorce hubiera sido la mayor prueba de ello si no lo hubieran destruído por el simple capricho de una maniática. Ben tenía razón, esto era una trampa y nunca nos dejarían en paz.
El discurso de la mujer Weynart es la gota que rebalsa el vaso, y solo necesito de sus palabras, y del recuerdo de la grabación en la que se ve cómo asesinó a Arya para levantar el rifle y terminar la cuenta que mi hermanastro había comenzado. - Cero. - Apretar el gatillo es sencillo, y sé que mi puntería fue excelente cuando se hace el silencio y el cuerpo de Annie Weynart cae desplomado delante de nosotros. - ¡Amber! - Es un grito desesperado que implora que actúe con rapidez, no me importa si es para lanzar un hechizo protector, o para lanzarse de lleno a atacar, pero teníamos que actuar con rapidez.
Mini trama
Interacción: Annie, Amber.
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¿Cómo es que terminamos así? No dejo de parpadear como si algo se me hubiera metido en los ojos, tratando de que no se me caiga la mandíbula cuando los hilos cobran sentido y comprendo las razones por las cuales el chico es más importante que un antiguo vencedor y un rebelde que ha podido luchar con seis personas diferentes y seguir de pie. ¿Los Black no estaban extintos? ¿Hay un heredero que ponga en peligro el sistema? Las amenazas no tardan en llegar, saben que están perdiendo y puedo escuchar a Hans pidiendo calma, pero ignoro su vocecita mandona para alzar la varita con firmeza, incluso cuando veo que Riorden empieza a perder sangre. Solo una orden, eso basta…
Y la mano de Benedict no termina de llegar a cero, porque un disparo corta el aire y puedo ver el cuerpo de mi amiga caer al suelo en una bomba carmesí, silenciándose de golpe — ¡ANNIE! — olvido el protocolo y mi entrenamiento, porque mi cuerpo se gira al ver como básicamente le han volado la cara. No hay manera de que siga con vida, pero el pitido en mis oídos me indica que no puedo aceptar que la han matado. Oigo un jadeo en mi oreja y los gritos no tardan en aparecer — ¡Tienen permiso para usar maleficios imperdonables, por todos los cielos! Si tienen que volar la puta cueva, v-u-e-l-e-n-l-a — y ahí se acabó el intercambio pacífico. Las órdenes alteradas de Hans dejan en claro que en la base no van a quedarse en shock y miro con rapidez a mis compañeros — ¡Alcen un protego! — exclamo, antes de girarme y sacudir la varita en dirección a las rocas — ¡BOMBARDA!
Mini trama
Interacción: Todos
Mención: Annie, Ava, Ben
Ministro: Hans
Mención: Annie, Ava, Ben
Ministro: Hans
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
La cuenta atrás de Benedict me pilla tan de imprevisto, que ni siquiera soy capaz de decir nada al respecto. Debe de ser cosa de su altura, que de tener las neuronas tan altas, el cerebro no le funciona bien. Si no es eso, de verdad que no entiendo cómo piensa que esto va a funcionar. Los míos les superan en cantidad, por no hablar de que probablemente hayan planeado esto bien por mucho que me haya parecido mal en un principio. No sabía que tenían el as bajo la manga de haber encontrado al hijo de Orion Black, pero eso lo ha cambiado todo.
La misma mujer que me ha agarrado antes utiliza el hechizo Sectumsempra contra mí, lo que provoca que me retuerza de dolor en el suelo como puedo, sin ser capaz de apretar la herida para cortar la hemorragia por culpa de esas estúpidas ataduras. El dolor es tan molesto, que ni siquiera presto atención a lo que mi hermana dice... hasta que escucho el disparo. Para cuando alzo la vista, el cuerpo de mi hermana pequeña está tendido en el suelo.
No sé de dónde saco las fuerzas para levantarme y girarme hacia la culpable, quien todavía empuña el rifle. — Te mataré. Recuerda mis palabras. — No sé cómo ni cuándo porque ahora mismo podrían acabar conmigo, pero es la verdad. He perdido a tres hermanos en tres situaciones completamente diferentes. Y estoy harto.
Mini trama
Interacción: Ava
Mención: Amber y Annie
Mención: Amber y Annie
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¿Que el enano es un Black? Me giro hacia él, tratando de verlo con el ojo hinchado, porque no sé cómo reaccionar. Es un niño, pero no puedo creer que tuve la respuesta a nuestros problemas al lado todo este tiempo y nadie me lo dijo. ¿Kenny lo sabía? Algo me dice que no, que es una ignorante más en este complicado juego y que ahora, nadie saldrá con vida de esta. Un niño que puede hacer tambalear todo un gobierno y ni siquiera lo sabíamos…
Y así, sin más, todo se va a la mierda. Las amenazas llevan a la acción y me enderezo todo lo que puedo, seguro de que la cuenta regresiva jamás llegará a cero. No lo hace, claro que no. Annie Weynart cae al suelo sin vida y los gritos se alzan retumbando en toda la cueva. Sé que debo actuar, pero estoy lejos de irme con todos. Que me lo perdonen, supongo. Gran parte de todo esto es mi culpa y mi instinto es el que me incorpora de un salto, aprovechando la confusión y, como me encuentro atado y sin varita, mi única opción es usar la fuerza y el entrenamiento. A la mierda todo.
Al grito de guerra, salgo corriendo hasta chocar contra el cuerpo gigante del auror que sostiene a Kendrick Black y ambos caemos al suelo, lo que me permite golpearlo con mi codo en el abdomen — ¡SAL DE AQUÍ, CHICO! — le grito, rogando que reaccione rápido y tome esta oportunidad — ¡AHORA! — no tendrá tiempo, las rocas ya tiemblan y, justamente a él, no lo podemos perder.
Mini trama
Interacción: Kendrick
Mención: Annie, Ben
Ataque: Jack
Mención: Annie, Ben
Ataque: Jack
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Que complicadas eran las personas, por eso mismo había decidido ir por las inocentes criaturas y jamás se le pasó por la mente convertirse en auror.
Toda la amable conversación e intercambios terminaron cuando el pelirrojo levantó el arma, otra de las rebeldes conjuró un hechizo hacia el ministro de defensa y la rubia disparó contra Annie. —¡Colin!— Le gritó en advertencia a su compañero de trabajo.
Bianka reaccionó a lanzar un hechizo protego para evitar que nuevas balas impactaran contra los primeros de la fila y al escuchar el permiso de atacar a través de las fastidiosas cucarachas, comenzó a correr hacia la última rehén liberada.
No soltó su varita en ningún momento, mas al notar que la chica intentó escapar, arrojó su propio cuerpo para caer juntas al suelo.
La cazadora se concentró en intentar inmovilizar a la joven, sin herirla. —¡Quieta!— Gritó enfadada, sobretodo cuando Rose lanzó un bombarda, ¿Acaso no notó que ya estaban bajo tierra? Todos terminarían enterrados.
Mini trama
Interacción: Colin y Raven
Mención: Ben, Ava, Amber, Annie.
Mención: Ben, Ava, Amber, Annie.
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Me cruzo de brazos y me recargo contra una de las paredes de la cueva mientras escucho las voces en la cucaracha y en el lugar. Ya no hay tiempo para bromas pues las revelaciones llegan y me pongo serio al momento en que escucho el apellido Black. Me pica la garganta por pasar tanto tiempo callado pero lo hago ¿Por qué demonios no me dijeron que era el sobrino de Stephanie? No habría sugerido cambiarlo así como así... Menos mal que los demás tampoco parecían estar muy enterados pues habría parecido un idiota.
Llevo mi mano al bolsillo en donde tengo la varita y aguardo en posición hasta que las cosas se salen completamente de control, primero un ultimatum y luego un ataque directo a Riorden, no solo eso sino que cuando pongo los pensamientos en orden el cuerpo de Annie Weynart cae desplomado sin vida a solo unos metros de mi posición. La orden de ataque de Powell me importa dos cominos a decir verdad y aprovecho el bombarda de Rose para ir directo a Ivar Lackberg y Nicholas Helmuth para ponerlos a salvo - y a mi también.
-Llevo a los prisioneros al hospital - informo aunque sé que nadie prestará mucha atención a eso. Una cosa es luchar contra un dementor, otra es entretener a dos niñas intentando hacerles el menos daño posible, pero ni con tres damajuanas en la sangre me pondría a pelear con un grupo entero de rebeldes, que los aurores y cazadores se encarguen.
Sin más los tomo a ambos y pienso en mi destino.
Mini trama
Interacción: Ivar Lackberg y Nicholas Helmuth
Mención: Todos
Mención: Todos
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BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
Todavía tengo dedos en alto cuando Ava dispara y me deja helado, porque sé que ahí se fue nuestra oportunidad de negociar — ¡Que no era en serio! — le grito a mi hermanastra, furioso porque se ha cargado los minutos que nos quedaban para que tomen una verdadera decisión, en especial con Riorden desangrándose. No tengo tiempo de putearla, porque las minas se convierten en un campo de batalla y puedo ver como un bombarda estalla a un lado, haciéndome tambalear hacia atrás. Tengo que cubrirme la cabeza para evitar que las rocas grandes hagan más que rasparme y puedo ver con claridad como Ferdia ataca a un auror, en un sacrificio noble o estúpido por sacar a Kendrick de aquí — ¡Ava, reacciona! — ella es más rápida, podrá alcanzar al chico.
Esquivo una roca cuando salgo disparado hacia delante, seguro de que el túnel no tardará en derrumbarse. Me tambaleo, pero aprovecho la confusión para tomar a Derian del brazo y sacarlo de la línea de fuego — ¡ATRÁS, ATRÁS! — son órdenes alteradas a mis compañeros — ¡Si nos quedamos, quedaremos enterrados! — solo nos queda correr y desaparecer. Pero como están las cosas a nuestro alrededor, dudo que sea tan sencillo.
Mini trama
Interacción: Ava, rebeldes
Mención: Annie, general
Rescate a Derian
Mención: Annie, general
Rescate a Derian
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No hay segundo en el que hable Annie que aparte mi vista de su rostro, todo lo que dice me tiene pendiente de la resolución de este encuentro, que creímos un intercambio y que se está convirtiendo en el escenario de un par de revelaciones que jamás creí que se expondría de esta manera ante agentes del ministerio y rebeldes del norte. El más jóven de los rehenes toma un valor que se coloca incluso por encima de mi hermano, que todos los vencedores y el invocar a Stephanie Black es inútil. Tengo mi momento de duda de si nos iremos de esta mina sin Riorden, porque Annie parece tener un plan que desconocemos la mayoría. Y es el diálogo con los rebeldes que veo a una de las cabecillas contrarias atacar a mi hermano, eso le ha valido que la tenga como primer objetivo a quien atacar cuando se de la orden, porque sé que sucederá. Es la partida como la conocemos, con las viejas reglas, se acabó la falsa tregua, nunca fue real. Creo saber qué viene a continuación, tengo mi varita... y todo pierde sentido. Todos los rostros se vuelven difusos para mí salvo aquel que apunta a Annie con un rifle y dispara. No lo voy a olvidar nunca y lo buscaré por siempre. Es el grito de bombarda de una de las aurores que me hace responder de la misma manera, más en una reacción por instinto que por pensarla. Podría volar toda la maldita mina ahora mismo, mientras salto y abandono mi posición al margen para recoger el cuerpo de Annie, protegido por el escudo que conjura una de las cazadoras. No sé qué estoy haciendo, en el shock vuelvo a apuntar al techo por encima de las cabezas de los rebeldes para truncar su salida.
Mini trama
Interacción: Annie
Mención: Riorden, Amber, Ava, Rose y Bianka
Mención: Riorden, Amber, Ava, Rose y Bianka
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Si antes comprendía poco todo lo que estaba pasando, ahora lo entiendo aún menos. ¿Desde cuándo Orion Black tuvo un hijo? Recuerdo algo de un compromiso, pero lo cierto es que son cosas que tengo muy difusas porque era muy pequeño cuando todo aquello pasó. Si soy sincero, ni siquiera sé con quién estaba prometido, por lo que no tengo ni idea de quién es la madre del niño prodigio.
El pelirrojo alto rebelde que debe de ser Benedict Franco empieza una cuenta atrás como ultimátum, pero antes de que llegue a cero, el Ministro de Defensa termina con varios cortes profundos en el costado izquierdo, y Annie Weynart, su hermana, muerta por un disparo. Mi primera reacción es lanzarme contra los rebeldes para sacar a mi jefe de ahí antes de que termine muerto también. Con el caos del bombarda, consigo hacerme paso y puedo agarrarle por los brazos para alejarlo lo suficiente y acercarlo a una de las personas que estaba aquí para controlar que todo fuera pacífico. — Sácalo de aquí antes de que se desangre y poneos a salvo — le digo. No es un auror, ni tampoco cazadora, por lo que está en desventaja, viendo el panorama actual.
Justo termino de hablar cuando la chica de fan de aquella estúpida novela pasa por mi lado. No sé qué pretende, pero tampoco dejo tiempo a nada porque aquí uno no puede fiarse ni de su propia sombra: — ¡Depulso!
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Interacción: Riorden, Arianne y Moira
Mención: Ben y Annie
Mención: Ben y Annie
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¿Realmente habían hecho una cuenta atrás para aquello? El golpe seco que provocó el cuerpo de Annie desplomándose hizo que se volviera hacia ella apenas unos segundos antes de que todo se convirtiera en el caos que estaba destinado a ser desde el segundo cero. Sacó su varita, conjurando un protego que la protegiera a ella y a los que la rodeaban, Jasper y Jessica, de las grandes piedras que comenzaron a caer después de una bombarda. Ahora iba a morir todos allí aplastados. Sabía que acabaría así desde que Benedict los apuntó con el arma, una cosa eran los ataques verbales y otro aquello. —Jasper— llamó alcanzando su brazo con la mano libre y dispuesta a desaparecer de allí. Otra bombarda resonó y en sus oídos comenzó a resonar un agudo pitido. Tomó su mano con fuerza, dispuesta a marcharse, cuando un auror trajo hasta ellos al malherido Ministro de Defensa. Su claro mirar se alternó entre ambos, asintiendo con la cabeza y arrodillándose en el suelo para alcanzar su brazo, visualizar su destino y desaparecer antes de que las rocas los enterraran vivos.
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Interacción: Jasper, Nathaniel y Riorden
Mención: Jessica, Ava y Annie
Mención: Jessica, Ava y Annie
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El instinto hace que dé un paso hacia adelante cuando Ava golpea a Moira, por una milésima de segundo creo que voy a golpear a la rubia pero me recuerdo a mi misma que estamos en una situación tensa y no es momento para pelear entre nosotros. Tanta información junta hace que me maree por un momento. Teníamos al niño Black en el loft y no lo sabíamos, charlé con él y no lo sabía, tuve a los aurores reaccionando de manera extraña y no me dí cuenta... ¿Cómo pudo escaparse algo así de mis sentidos? ¿Qué clase de periodista de pacotilla soy? Pero ya no importa, lo único que hago es largar un gruñido y sostener la mano de Jeff para mantener la compostura.
No me gusta el rumbo que está tomando todo esto y cada dos segundos desvío los ojos hacia mi familia buscando una respuesta sobre qué hacer a continuación. Quizás lo mejor es intentar acordar lo mejor posible y salir de aquí pues la tensión va en aumento y de seguro terminaremos perdiendo más si nos quedamos... Pero poco puedo hacer ya que en pocos segundos hay un cadáver del otro lado, rocas cayendo sobre nosotros y pierdo de vista a Moira.
La veo correr y tomo de la mano a Jeff una vez más para que hagamos lo mismo, pero el más joven del otro grupo le lanza un depulso a mi ahijada y simplemente no puedo tolerar eso. Me acerco a él por un costado y lanzo una patada directo a sus costillas - Si vas a pelear lo haces conmigo, deja a mi hija en paz - se me escapa entre los dientes y me pongo en guardia para esquivar lo que lance como sea, sé que no estoy en condiciones de pelear pero... De todas formas tenía pensado morir.
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Interacción: Nathaniel, Jeff
Mención: Moira y el caos
Mención: Moira y el caos
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¿Es que no era evidente que esto iba a salir mal? No sé en que momento se nos ocurrió la brillante idea de confiar en el enemigo, no tenían ningún interés en hacer un trato justo, todos lo sabíamos, y aun así, accedimos. Hemos caído de pleno en su trama, en un lugar donde no hay opción a una retirada sin perder ninguna vida de por medio, más cuando veo a Ben alzar el rifle en su dirección. Mis ojos vuelan hacia él, después hacia el grupo contrario y nuevamente se posan sobre la figura pelirroja de Ben. No mucho tiempo después Amber ataca al ministro, quien empieza a desangrarse por el suelo a una velocidad alarmante.
Todo pasa demasiado deprisa. Annie Weynart comienza un nuevo discurso sobre lo jodidos que estamos, y concuerdo con ella, estamos en clara desventaja, lo que no me espero es que una bala atraviese su cabeza irrumpiendo su palabrería. Muevo el cuello inmediatamente hacia Ava, que es de donde ha procedido el sonido, pero no tengo tiempo a reaccionar antes de que todo se vaya a la mierda. Bueno, supongo que esto no puede ir a peor, ¿verdad?
Un bombarda provoca que una de las paredes de la mina se venga al suelo y estalle por los aires, retumbando en el suelo al punto de que me cuesta mantener los pies en la tierra. Ya no solo es que nos doble en número, sino que también en varitas y el hecho de que se estén cargando el lugar no ayuda a nuestro escape. Entre el polvo que cae del techo y las rocas que aún se mueven desperdigadas por ahí, me es imposible ver más allá de la primera fila de aurores. Toso sobre el brazo cuando el polvo me atraviesa la garganta, al igual que el mismo se acumula en mis ojos. No le presto importancia porque con un rápido movimiento me coloco en posición de disparar, a una figura morena que se encuentra en el suelo a brazos de Weynart. Es el mismo cazador con quien tuve un encuentro desafortunado hace unas semanas, de manera que tendré que devolverle el favor. Disparo contra su hombro para obligarle a soltar la varita con la que está haciendo que todo se venga abajo, y, para mi sorpresa, al segundo intento, creo que le doy.
Todo pasa demasiado deprisa. Annie Weynart comienza un nuevo discurso sobre lo jodidos que estamos, y concuerdo con ella, estamos en clara desventaja, lo que no me espero es que una bala atraviese su cabeza irrumpiendo su palabrería. Muevo el cuello inmediatamente hacia Ava, que es de donde ha procedido el sonido, pero no tengo tiempo a reaccionar antes de que todo se vaya a la mierda. Bueno, supongo que esto no puede ir a peor, ¿verdad?
Un bombarda provoca que una de las paredes de la mina se venga al suelo y estalle por los aires, retumbando en el suelo al punto de que me cuesta mantener los pies en la tierra. Ya no solo es que nos doble en número, sino que también en varitas y el hecho de que se estén cargando el lugar no ayuda a nuestro escape. Entre el polvo que cae del techo y las rocas que aún se mueven desperdigadas por ahí, me es imposible ver más allá de la primera fila de aurores. Toso sobre el brazo cuando el polvo me atraviesa la garganta, al igual que el mismo se acumula en mis ojos. No le presto importancia porque con un rápido movimiento me coloco en posición de disparar, a una figura morena que se encuentra en el suelo a brazos de Weynart. Es el mismo cazador con quien tuve un encuentro desafortunado hace unas semanas, de manera que tendré que devolverle el favor. Disparo contra su hombro para obligarle a soltar la varita con la que está haciendo que todo se venga abajo, y, para mi sorpresa, al segundo intento, creo que le doy.
Mini trama
Mención: muchos
Ataque: Colin
Ataque: Colin
BLOOD IN THE WRITING, STUCK IN THE FIGHTING
- Tu deberías sentirlo, eres el que va a morir - digo a Benedict al pelirrojo cuando paso a su lado y sin mirar atrás camino hacia el fondo de las filas. Con las manos en los bolsillos escucho y mientras tanto analizo el lugar buscando la mejor forma de salir de aquí, lo último que quiero es terminar perdida en las cuevas. Debería conocerlas mejor por ser alguien del 12 pero... Supongo que la minería no es lo mío.
Comienzan la cuenta atrás y me acerco a Jefferson para murmurarle - Si me necesitan estaré en el sur con mi padre - y dicho esto comienzo a caminar tranquilamente en dirección opuesta al grupo pero me paro en seco al escuchar un disparo y luego de eso las piedras comienzan a caer del techo.
Pego un salto para esquivar y pronto lo que era la última línea en la fila de los rebeldes está incluso más lejos que yo por la retirada. Me levanto de un salto y comienzo a correr hacia la salida pero una rubia me tira al suelo de un tacle y maldigo en voz alta - ¡Se está desmoronando la puta cueva! ¿En serio vas a ponerte a pelear conmigo, estúpida? - pregunto enseñando los dientes y la aparto de un empujón.
Mini trama
Interacción: Benedict, Bianka, Jeff
Mención: -
Mención: -
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+17
Amber J. Pearson
Paul Jefferson
Kennedy Wang
Jack W. Tyler
Nathaniel L. Wright
Kendrick O. Black
Ava E. Ballard
Raven Harkness
Arianne L. Brawn
Viktor R. Carstairs
Ferdia U. Wallace
Riorden M. Weynart
Rose S. Harkness
Annie C. Weynart
Jasper E. Davies
Nicholas E. Helmuth
Ivar Lackberg
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