Los primeros años de la vida de Ava, se encuentran un tanto borrosos en su mente. No es que no haya habido momentos memorables, pero al menos hasta la muerte de su padre podría decirse que su vida ocurrió casi sin eventos.

Nacida de la relación entre Iago Eaton y Arleth Ballard, Ava y su hermano mayor Cale, heredan el apellido materno por razones que para una niña pequeña no eran del todo claras. Sin embargo, sabe a ciencia cierta que sus padres la quieren y pasa una infancia bastante tranquila rodeada principalmente de su familia cercana.

La muerte de Iago significó un cambio importante en su vida, y aunque triste por su pérdida, terminó afianzando muchísimo la relación con Arleth a quien se pegaba a cada momento libre que tenía. Cuando su madre comenzó con el oficio de enfermera, Ava se entusiasmó y quiso ella también ser partícipe de la experiencia. Siendo más molestia que otra cosa en un principio, terminó por aprender el oficio a fuerza de voluntad.

La caída de los Black la tomó desprevenida, y aunque ya tenía la edad suficiente como para entender lo que eso implicaba, el dejar toda su vida atrás se asemejó más una aventura que una huida. Omitiendo el viaje en sí, que le pareció una situación tediosa y cansadora, adaptarse a la vida del distrito 14 no le supuso ningún problema.

Pese a su carencia de magia y a su corta edad, su carácter naturalmente activo y su terquedad hicieron que aprendiese y colaborase en todo lo que fuese posible. No tardó en descubrir que disfrutaba sobre todas las cosas el entrenamiento al que los sometía Echo Duane y ni bien tuvo la edad requerida no dudó en formar parte del grupo de exploración. Pasó años como exploradora ansiando las excursiones que le permitían salir del distrito que, si bien amaba, a veces se le hacía claustrofóbico.

El atentado que acabó con la vida de su madre, también dio fin a la vida que había conocido por los últimos quince años. Sobrevivió gracias a su hermano quien la sacó minutos antes de que las bombas cayeran sobre el distrito y durante semanas creyó que habían sido los únicos sobrevivientes. Se habían refugiado en el cinco, en el departamento de Arya Jackson cuando les llegó la noticia de que no eran los únicos. Por fortuna, el grupo de sobrevivientes no hizo más que aumentar, uniéndose a la Red Neopanem en un intento de permanecer con vida y en el anonimato.

Fue tratando de rescatar a Seth cuando todo comenzó a ir en picada. Además de perder a Arya, acabaron por secuestrar a varios de sus compañeros entre ellos a Kendrick quien, sin importar la verdad detrás de su identidad, era prácticamente un hermano para Ava.

La primera vez que se manchó las manos a sangre fría fue tras acabar con la vida de Annie Weynart. Pasó meses tratando de justificarse a sí misma, diciéndose una y otra vez que había hecho lo correcto y que habían podido recuperar a los suyos pero, como más tarde aprendería, su muerte aún le pesa en la conciencia pero no por los motivos que cualquiera quisiera creer.

Su encuentro con Seth Niniadis en las afueras del país fue una casualidad bien recibida en tiempos donde no parecía que nada fuera a mejorar. Tal vez por ese mismo pensamiento es que tan solo días después tuvo que comerse sus palabras. Una redada de dementores en el Norte había terminado con la desaparición de Sophia Niniadis y sus hermanos, Cale y Zenda.

Pese a todo, siempre se mostró fiel a sus creencias y tras la proclamación de Kendrick jamás dudó en seguir al niño que había visto crecer desde su primer día. Es en el ataque al distrito 9 ¾ cuando fue su turno de ser capturada. Sus compañeros ganaron pero ella cayó en manos del Ministerio.

Si alguien le pregunta solo dirá que su tiempo allí fue una tortura, si es que responde. Fue rescatada por Benedict en una especie de intercambio que planearon con ayuda de Kendrick y, si bien no obtuvo su libertad, sí pudo salir de la celda que aún visita en pesadillas. No le ha contado a nadie lo que vivió allí dentro y aunque no está de acuerdo con el sacrificio hecho por Ben, no puede no sentirse agradecida por su rescate.

Vivió allí casi por dos años. Parte del trato que hicieron a cambio de su vida incluó visitas rutinarias al ministerio en donde fue usada como un conejillo de indias aunque, inesperadamente, también se ganó el permiso de la entonces Ministra de Defensa para poder retomar sus entrenamientos. Ella considera que la mujer también la tomó como una especie de experimento pero al menos en ese caso no tuvo nada que objetar. De sus visitas esporádicas al presidente tampoco habla. El único que sabe que era citada con aleatoria iregularidad es Ben, a quien no podía ocultarle ese hecho dado que vivían juntos.

Holly Callahan fue un respiro en medio de ese tiempo difícil. La muchacha, que actuaba como doble agente entre el ministerio y los rebeldes, consiguió que Jenna Helmuth desactivara el chip de rastreo que le pusieron desde su llegada al ministerio otorgándole un poquito de la libertad que creía perdida. De esa forma logró participar en el robo al almacén de los pro-muggles buscando ingredientes para salvar a las personas que habían sido petrificadas luego de un atentado en el nueve.

Sus escapadas no pasaron desapercibidas ante el ministerio, pero para su fortuna fue Hans Powell el encargado de confrontarla. El conocimiento de que la hija del ministro estaba viva y el entregar a Jenna evitó que una situación de por sí complicada, resultara aún peor.

Se vió "forzada" a escapar cuando el gobierno envió aurores a su casa tras descubrir que Benedict estaba implicado en el escape de Deliah Looper. Fue la primera vez en la que verse forzada fue sinónimo de libertad.

Pudo conocer lo que significaba vivir en el nueve como residente, se volvió miembro de defensa del distrito y más tarde la lider del mismo área. Se casó con Ben en una ceremonia sencilla, rodeada de seres queridos y con la creencia de que por fin estaba encaminando su vida de la forma en que deseaba hacerlo.