Había elegido los cuchillos como arma porque no tenía la fuerza suficiente para cargar más cosas. Tenía que practicar un montón si quería servir para algo con una herramienta que nunca había usado. Por eso pasaba la mayor parte del tiempo en eso, apuntando mejor, intentando encontrar una forma en la que mis aciertos superaran a los fallos, pero muchas veces ni siquiera tenía la fuerza para hacer llegar el cuchillo a la diana, lo que me tenía severamente frustrada.

Veía a otros mejorar, pero era distinto para mi, porque carecía de casi todo lo que había que tener. Fue entonces cuando vi a un chico de más o menos mi edad, Nick, era tributo del 4 o del 3, o del 2, no estaba segura, siempre se me confundía todo el mundo. Solo sabía quien era la persona que me haría compañía en la arena representando al distrito cinco y nada más, el resto solo eran caras que en una semana estarían, probablemente junto a la mía, en la lista de exterminados. — Hola — Me acerqué a saludarle. ¿Por qué? no tengo ni idea. Mis pies se movieron antes de que mi cerebro procesara lo que estaba haciendo. Casi al instante me arrepentí. Me removí nerviosa. — ¿Quieres que entrenemos juntos? — Fue entonces cuando caí en cuenta de que tal vez, competir contra alguien con quien no tenía una posible derrota absoluta desde el principio, podía ayudarme a mejorar. — Podemos lanzar hacia el objetivo y el que acierte más cerca del centro gana. — No sabía que tan bueno era él, pero yo, desde luego, ya tenía bastantes problemas solo atinando a la diana.

Estaba enfadado, triste y frustrado. Por que no estaba con Ciel y por que en este sitio con tantas cosas chulas no tenían un tirachinas. Por que?! Los tirachinas eran lo mejor del mundo y a mi se me daban super bien. Si tuviese un tirachinas, seguro que los ganaba a todos en un plis plas. Sin que se tuviesen que preocupar nadie.

Pero claro... como no lo había pues tuve que buscar otras cosas y en esas encontré unos cuchillos super monos. Me recordaban a cuando le tiraba palos a Ciel para que fuese a por ellos. Claro que esto no podría ir a por ello por que eran cuchillos. Pero bueno, era parecido. Y entonces pues yo estaba practicando a tirarlos mientras pensaba en que era un ninja o algo así. Estaría guay si fuesen estrellas de estas ninjas. Pero eran cuchillos y...

Me detuve a medio camino con el cuchillo en alto cuando escuché una vocecita. Bajé el brazo y me giré lo justo para ver a una chica. Sabía que era de otro distrito, era bajita como yo. Pero claro, no sabía de cual era y no se si estaba feo preguntarle. - Hola. - Sonreí un poco, por que siempre me habían enseñado a sonreír a todos, aunque en teoría ella tendría que matarme en unos días. Pero no parecía alguien que fuese a matar a alguien, aunque yo tampoco, ni Freya.

- ¿Los dos? - La señalé y después me señalé a mi. Aunque estaba claro que se refería a nosotros. Por que no había más gente allí mismo. Pero era raro por que casi ningún otro niño me había hablado, normalmente me ignoraban bastante. A ver si me ignoraban igual en la arena esa. - Vale. - Me giré hacia donde decía y entrecerré los ojos como si fuese interesante o importante. Decían que teníamos que parecer duros, pero no mucho, para que no viniesen a por nosotros. - ¿Quieres empezar? - Por que así veo como tira y yo tiro después.

La pregunta de si podíamos entrenar los dos, me hizo recular. Me dio la sensación de que acababa de hacer una pregunta estúpida. Al principio balbuceé una disculpa pero no se entendió nada, estaba demasiado avergonzada para que saliera nada coherente de mis labios hasta que dijo que valía. Alcé la cabeza y lo miré, gratamente sorprendida. Aunque no estaba segura de si me estaba haciendo un favor. Supongo que ya no importaba. Asentí de inmediato cuando me dio la oportunidad de empezar, aunque al mismo tiempo, me puse super nerviosa. Genial, ahora en vez de hacer el ridículo sola, iba a hacer el ridículo con alguien más. — He aprendido hace poco — Dije, par que no tuviera muchas esperanzas en que empezara con algo épico o asombroso. Luego me arrepentí porque tampoco quería que me menospreciara, pero ya era tarde.

Destreza: 3
Defensa: 4
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Acierto.

3 (destreza) - 5 (defensa-Nick) = 0 de daño

La chica se puso nerviosa y no sabía por que a si que arrugué las cejas preguntándome si había dicho algo malo. Yo creía que no, pero ya no sabia. Y si por eso venía su amigo a por mi en la arena? No, no, la gente no es mala. Ella parece buena y yo también lo era. Aunque la pusiese nerviosa. Jope, echaba de menos los comentarios de Ciel.

- Yo también. - Le sonreí para que viese que no pasaba nada por que ahora estábamos en un sitio donde no pasaba nada si te equivocabas. - Nunca había tirado cuchillos pero es divertido sabes. - A lo mejor a ella no le parecía divertido. ¿Que sería divertido para ella? La verdad es que no conocía a la chica a si que no sabía. - Soy Nick. - Sonreí presentándome por si no sabía mi nombre y entonces me preparé para lanzar yo también.

Destreza: 4
Defensa: 5
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Fallo

? (destreza) - 4 (defensa-Becca) = ? de daño

La primera vez no di en el blanco, aunque por suerte, al menos en mi cabeza, me gustó que se acercara un poco. Llevaba lanzando cuchillos un buen rato, pero no con mucho éxito. Estar a punto de conseguirlo, me hizo suspirar gratamente.  — Yo tampoco — Respondí murmurando, aunque no consideraba que lanzar cuchillos fuera divertido. En realidad, ni siquiera lo había pensado.

Miré mi cuchillo mientras él lo intentó y me alivió ver que lidiaba con los mismos problemas que yo. Eso me dio la esperanza de que también los más grandes fueran iguales. — Rebecca. Distrito cinco. Ya sé que eres Nick — Murmuré la última parte, porque sin pensarlo hablé, y al segundo me arrepentí. ¿Sonaría mal si decía que lo primero que hice la noche que llegué fue revisar quienes eran los demás? Quería esperanza de esa lista, pero no me la dio. — Vi la reposición de las cosechas en la madrugada — Murmuré, esta vez incluso más bajo que la anterior. — Aunque no recuerdo de que distrito eres. — Como si eso fuera mejor.

Destreza: 3
Defensa: 4
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Fallo.

Y falle! Nooo por queee. Con lo bien que me había salido entrenando. Bueno, al principio no, al principio fui super mega malo, pero luego me salió mejor. Suspiré cruzándome de brazos antes de dejar de poner cara de enfadado y mirar a la chica. Se llamaba Rebecca y parecía un poco sabionda. Pero a lo mejor era sabionda y simpática. Quizás.

- Pues yo no sabía que eras Rebecca. - Me encogí de hombros, por que no lo sabía. Para mí era la niña pequeña pecosa. Aunque creo que éramos casi iguales de edad. Pero no iguales! Además ella si que parecía así muy de estudiar mucho y saber mucho. Por que se había visto todas las cosechas y eso fue muy raro. O a lo mejor yo era el raro.

- ¿Y había muchos niños llorando? - Por que al final las cosechas eran eso. Niños pequeños o no tan pequeños que los separaban de sus padres y los llevaban a ese sitio feo para... bueno, pero eso. No me gustaba no.- Yo vi un trozo pero luego me aburrí y me puse a hacer otra cosa. - Esa otra cosa fue ir a liarla por el sitio ese donde nos quedábamos buscando algún dulce rico. - Yo soy del distrito 2. - Alcé dos dedos al compás que mis palabras. El 2 así visto también era la V de Victoria. Estaría guay si Freya o yo pudiésemos ganar y así alguien cuidaría de Ciel. - Nunca he estado en el 5. -Como sea me encogí de hombros y lancé otro cuchillo.

Destreza: 4
Defensa: 5
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Acierto

4-1= 3 (destreza) - 4 (defensa-Becca) = 0 de daño

La siguiente vez que intenté lanzar el cuchillo, fallé horriblemente. Ni siquiera se fue en la dirección de la diana y eso fue super triste. Solo lo demostré soltando un suspiro.

Miré hacia otra parte cuando él me dijo que no sabía que era Rebecca. Más adelante confesaría que ni siquiera intentó ver las cosechas enteras. Yo necesitaba analizarlo todo, necesitaba saber con qué iba a encontrarme, tener un control mínimo de lo que estaba pasando para no desquiciarme por completo. Más aún desde que sabía que el mentor de mi distrito no servía para nada. — Algunos — Contesté a lo de la gente llorando, aunque no era eso en lo que yo me estaba fijando. Estaba mirando edades. Estaba mirando si tenían cara de querer vivir o estaban desolados. Algunos de ellos parecían solo resignados a morir, por eso las personas como Bram me habían dado tanto miedo. Él tenía en sus ojos el "voy a volver a casa" y yo sabía que, cuando ese monstruo despertara por completo, arrasaría con todo a su paso, incluida yo. — Sí que son aburridas — Dije, aunque no sé por qué, porque para mi no lo fueron. Era información. La información era útil. Las dosis de realidad también.

Hice un ruidito afirmativo cuando me dijo que era del dos, pensando en si después de aquella conversación sí lo recordaría. — No te pierdes nada, es bastante feo. — Comenté cuando dijo que no había estado en el cinco. — Yo tampoco he estado en el dos nunca. De hecho, esta es la primera vez que salgo de mi distrito — Conforme lo decía, me di cuenta. Soñé con viajar a sitios lejanos a los 4 años, antes de ser plenamente consciente de mi pobre realidad; y al menos ese era un sueño que había conseguido cumplir, aunque fuese así.

Destreza: 3
Defensa: 4
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Fallo.

Y acerté. Ja. Di un par de saltos en el sitio sonriente mientras miraba a al contraria para que viese que había acertado el primero. Eso era guay por que era el primero que acertaba. Ahora a acertar más! Y bueno, ella dijo que algunos niños si habían llorado a si que... Eso era bueno, por que significaba que les daba miedo o algo así. Yo no lloré, mucho. No, no lloré, solo tomé aire y me puse triste por que claro era normal, pero no iba a llorar por que mi papá siempre dijo que la gente no merecía verme llorar.

- Muy aburridas. - Hice hincapié en eso para que supiese que de verdad eran aburridas. Aunque ella las había visto todas. Que rollo. - Es mejor aprovechar para hacer otras cosas. - Como lanzar cuchillos con ella, seguro que era mucho más divertido que lo otro.

- ¿Es feo? - Arrugué la nariz y me rasqué esta unos segundos después. - Yo creo que cada sitio tiene sus cosas bonitas. - A mi por lo menos me parecía eso y a algunos distritos que había ido pues me habían parecido guay. Pero claro ella dijo que nunca había estado en ninguno a si que... vaya, eso era más triste. - ¿Nunca? - Suspiré. A ver, algunos distritos tenían menos cosas lo mismo ella pues no se.

- Yo si he ido a algunos. El distrito 4 es super guay. - A mi me gustó mucho por que fuimos a la playa y Ciel y yo llenamos a todos de arena y luego huimos. Y le quitamos el bañador al tonto de Peter. Fue muy divertido verlo correr desnudo medio tapándose y llorando. Que tonto. - Tiene playa y mar. Y unas casitas así pequeñas muy bonitas. - Asentí despacio aunque entonces arrugué la nariz. - Aunque huele mucho a pescado. Eso no está tan guay. - Me encogí de hombros como si solo fuese un comentario, pero es que a veces me emocionaba y hablaba de más. Pero bueno, yo lancé otro cuchillo.

Destreza: 4
Defensa: 5
Vitalidad: 50/50
Resultado:  Acierto

4-1= 3 (destreza) - 4 (defensa-Becca) = 0 de daño

Yo había sacrificado parte de mi sueño por las cosechas, por lo que en realidad sí le daba la razón a eso de que podía haber hecho algo mejor que solo ver a un montón de chicos llorando. Pero él no sabía mi necesidad de mantener las cosas bajo control. Esa ansiedad me había mantenido con vida mucho tiempo, y también a mis hermanos, porque mientras podía controlar las cosas, también podía reaccionar a estas. El punto era que la vida no era así, la vida solo eran un montón de cosas que no podías controlar y que te aventaban a la cara la realidad constante de que 12 años no son suficientes para salvar a nadie. — ¿Playa? — Le vi acertar y me dio un poco de envidia al ver que tomó la delantera. Podía alcanzarlo si se me diera mejor, pero aún dependía mucho de mi suerte. — ¿Qué es una playa? — Pregunté. Esa era otra de las tristezas de mi vida, ignorancia más allá del cinco, soñando con lugares inmensos y maravilloso con la imaginación de una niña que no sabía nada sobre el mundo. Luego, había tenido que crecer, olvidarme de todo, reducir mi realidad al distrito cinco, porque era todo a lo que podía aspirar.

Me avergonzó hacer esa pregunta, así que cuando salió de mis labios fue apenas un murmullo. Me pareció mejor hablar de por qué el cinco era feo. — Está abandonado y se ve todo seco y horrible. Algunas casas se caen a pedazos. — Expliqué, y lancé otro cuchillo, Con la mente en otra parte, no usé la suficiente fuerza y el cuchillo cayó al suelo perdiendo velocidad antes de llegar a la diana. De nuevo me dieron ganas de refunfuñar.

Destreza: 3
Defensa: 4
Vitalidad: 50/50
Resultado: Acierto

3 (Destreza) - 5 (defensa-nick) = 0 de daño jajajaja doy asco

Abrí mucho los ojos mientras me la quedé mirando con un nuevo cuchillo en la mano. ¿No sabía lo que era una playa? Como no sabía lo que era una playa? Pero, pero, ¿por que no sabía lo que era una playa? Que fuerte. A la. - ¿No lo sabes de verdad? - Entrecerré los ojos por que a lo mejor me estaba mintiendo y si lo sabía y entonces pues eso no estaba bien. Pero no me gusta pensar eso de la gente y ella parecía buena gente.

- Pues mira. - A si que mejor se lo explicaba. - Una playa es el sitio donde se une la tierra y el mar. - Bueno, creo que mi explicación era bastante mala. - Pero no cualquiera. Sino el sitio donde se une y es normalmente de arena o piedritas. Y entonces la gente va allí a bañarse o hacer cosas con cosas raras de deporte. - Si, cuando fui yo los vi. Pero yo solo me bañé un poco por que estaba fría. - Y entonces pues la gente también toma el sol. Y a veces en el agua hay pececitos. Y unas plantas verdes así correosas que ugg, dan mucho asco. - Eso no me había gustado nada. De hecho se me pegó una a la pierna y salí corriendo por que creí que era un bicho que me iba a picar.

Me quedé viendo como lanzaba otro cuchillo antes de hablar más, pero a la chica se le cayó al suelo. - Casi! - Alcé un puño y después le sonreí. - Tira más fuerte. - Por que a mí me había pasado eso al principio y no molaba. - Pero seguro que algo guay tiene también el cinco. - Por que lo que me había dicho no molaba. A si que... mientras tiré otro cuchillo.

Destreza: 4
Defensa: 5
Vitalidad: 50/50
Resultado:  

4 + = (destreza) - 4 (defensa-Becca) = de daño

No respondí a si sabía o no lo que era una playa, pero por lo rojas que se me pusieron las orejas fue fácil de adivinar. Fruncí los labios y agaché la cabeza solo quedándome ahí, a la espera de que cambiara de tema o se distrajera con otra cosa. Pero al final cayó en cuenta de lo obvio. Realmente no sabía lo que era una playa. Nunca me alejaba mucho de mi casa, no teníamos dinero; por conocer, ni siquiera conocía del todo mi distrito, solo la peor parte, llena de drogadictos y mala gente porque era un barrio supremamente pobre.

Le escuché, y asi sin más, pensé que solo se lo estaba inventando. No podía imaginarme un lugar así, sobre todo porque se veía más bonito en mi cabeza de lo que probablemente era en realidad. — Hacen que me den ganas de conocer ese lugar — Y no, no era algo bueno, no en las circunstancias en donde estábamos en ese preciso momento, con la muerte respirándonos en la nuca así que solo suspiré. Mis palabras habían salido con un tono ligero de reclamo, y otro de melancolía, que hizo que bajara mucho la voz.

Cuando me dio aquel consejo me sorprendió. No porque se estuviera tomando la molestia de enseñarme algo a pesar de las circunstancias que nos rodeaban, sino de que me estuviera prestando atención. — Es que no tengo mucha fuerza. — Confesé. Lo intentaba, de verdad, aunque no lo pareciera. Podía coger impulso pero entonces perdería precisión y no estaba segura todavía de que era lo mejor. Supongo que darle a algo, aunque fuera un pie, porque eso era mejor que no darle a nada en absoluto así que esta vez, hice eso. Puse más fuerza inclinándome más hacia atrás y lancé. El cuchillo se fue zumbando esta vez, lejísimos, pero sin golpear nada más que la pared detrás del objetivo.

Destreza: 3
Defensa: 4
Vitalidad: 50/50
Resultado: Fallo
3 (Destreza) - 5 (defensa-nick) = - de daño