The Mighty Fall
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
PRIMAVERA de 247521 de Marzo — 20 de Junio
Registro de Recompensa
Finnegan R. Burke
Registro General
Willa M. Foreman
Foreman, Wilhemina
The Mighty Fall
It's a matter of blood [0.4]
Laurence B. Dickens
The Langdons [0.2]
Phoenix D. Langdon
Cierre de Temas
The Mighty Fall
Little bróðir — 0.1
Syver A. Nygaard
Band of Blood [2.4]
Phoenix D. Langdon


ÚLTIMOS
TEMAS
Muggles & Squibs
5000 G
Extranjeros
4000 G
Miembros de Defensa
5000 G
Estudiantes
4000 G
Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

¿Qué ficha moverás?
VISÍTANOS EN TUMBLRREVISA NUESTRAS BÚSQUEDAS Y NUESTRAS PROMOCIONES
31.03¡Estamos de regreso!, no olviden revisar sus MP y pasar por el boletín oficial para ponerse al día con los sucesos de Neopanem.
31.03¡Hay nuevas habilidades disponibles! Podrán leer más sobre ellas aquí.
31.03Estudiantes, ¡los estamos buscando! Pasen a revisar nuestra nueva búsqueda Aquí.
07.11¿Quieren crearse un nuevo personaje? Aquí pueden encontrar las búsquedas de nuestros usuarios.
07.10¡Felices 11 años en línea! Gracias por todos estos años compartidos.
NOTICIAS
IMPORTANTES

3 participantes
M. Meerah Powell
Fugitivo
Recuerdo del primer mensaje :

Creo que el aire de mar no me hace del todo bien, porque me siento mareada y algo desorientada. Debe ser por eso que terminé con el culo en la arena sin siquiera poner mi abrigo debajo para no manchar mi vestido. He perdido a Hero en algún momento de la noche y no estaba muy segura de qué hacer, se supone que luego de la fiesta me quedaría a dormir en su casa, pero con esto del mareo no quería ser inoportuna; era su cumpleaños y no tenía por qué lidiar conmigo sintiéndome mal. Así que hago lo más sensato que se me ocurre en el momento y decido salir en busca de Hans; es mi padre, ¿no se supone que los padres saben qué hacer cuándo te sientes mal?

Me doy vuelta como puedo y termino gateando un poco antes de poder incorporarme, no sin dificultad, para dirigirme al camino principal bordeando la gran mansión de los Niniadis. Aún es de noche, pero las luces iluminan la acera, y puedo distinguir un par de casas a unos metros; todas igual de imponentes, pero ninguna que me suene familiar. Tiene sentido, nunca he visitado la casa de Hans. Aún así, camino con una certeza que no creía que fuese capaz de poseer, y cuando llego a la entrada de la mansión, toco el timbre tres veces y me alejo unos pasos. La persona que sale es una mujer rubia, muy alta y muy parecida a la Ministra de Educación; tan parecida, que me veo obligada a enderezarme todo lo que puedo antes de preguntarle por la casa de mi padre.

- ¿Acaso dices que Hans Powell es tu padre? - La sonrisa que tiene me hace sonreírle también, y luego de responderle con seguridad que sí lo es, me coloca una mano en el hombro, se agacha hasta estar a mi altura y me indica la casa vecina. Claro que antes me pregunta si estoy bien y no me deja marchar hasta asegurarle que lo estoy, pero cuando lo hace y me alejo, puedo jurar que la escucho bufar con diversión.

Repito exactamente el mismo proceso de tocar el timbre tres veces y me quedo esperando por un par de minutos antes de tocar la puerta con algo de insistencia. ¿Acaso no estaba? - ¿Hans? ¿Estás? Sé que es tarde, pero… - ¿Pero? Estaba mareada, no era la muerte de nadie y nunca había venido acá. ¿Qué se me había pasado por la cabeza? - ¿Podrías abrir? Tu vecina dijo que esta es tu casa.
M. Meerah Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 4dvfy4n
https://www.themightyfall.net/t8295-powell-margareth-meerah
Hans M. Powell
Ministro de Justicia
¿Cómo es posible que mi sábado de distracción y relajación haya terminado en una situación que habría evitado hasta el fin de los tiempos? — Claro que no lo sabe… — al menos, no por mí. Me ahorro el empezar a darle explicaciones a Annie, porque los detalles que mi hija va soltando se van a la lista de razones por las cuales empezaré a cuestionarme el cómo mantener los votos de silencio de ciertas personas — Espero probar esas pastas algún día — es un murmullo entre dientes que deja implícito el factor de que una cena es lo último en lo que estoy pensando ahora mismo. De verdad… ¿Era realmente necesario?

Aquí, de verdad. Y Kirke… bueno, no es nadie a quien me gustaría presentarte — de tan solo pensarlo, puedo decir que me calificaría a mí mismo como un pésimo padre. No es que sea un mal tipo, pero no creo que sea la clase de compañía que me gustaría para mi hija menor de edad, quien parece tener un muy bajo nivel de resistencia al alcohol. Pensarlo me hace meditar en que se parece más a mí de lo que me gustaría admitir, incluso en nimiedades como esa.

El reproche de Annie acentúa el breve disfrute de la situación, dedicándole una mueca indefinida que se remarca con el encogimiento de mis hombros. Pongo mi mejor expresión de completa inocencia y alzo las manos, manteniéndolas en el aire como si de esa manera ella no pudiese discutirme — No es que sea demasiado para mí, sólo estoy tratando de ser respetuoso. Creo que Meerah está lo suficientemente grande como para que su padre la cambie — y sí, obviemos que la risa se lleva parte de la culpa, tanto como conocerla lo suficiente como para saber que no es justo que ella tenga algo de entretenimiento esta noche y yo no. A pesar de que me cruzo de brazos en una obvia postura que busca discutirle a la negativa de mi hija, no me tardo en descruzarlos cuando amago a querer atajarla, cosa que ella hace por su cuenta al aferrarse de Annie.

Puede que vacile un poco, pero me decido por la honestidad — Ella es Annie. Trabaja conmigo en el ministerio y sí, ella sí es una de mis mejores amigas — aprovecho la situación para dar unos pasos hacia la puerta, recargándome en el marco como quien no quiere la cosa. Parece que estoy huyendo y, para qué mentir, no está lejos de la realidad — Antes de que lo preguntes: no, no estamos saliendo. Y como sé que vas a sacar tus propias conclusiones, ni me molesto en hacer aclaraciones que no vienen a cuento. Y como sé que estás en buenas manos… — apoyo mis dedos alrededor del pomo de la puerta y muevo mi cuerpo hasta encontrarme más fuera que dentro de la habitación, dedicándole una rápida y divertida sonrisa a la morena — Estaré aquí fuera hasta que me llamen — probablemente acabo de sentenciarme a una noche sin las razones principales para cuales nos juntamos, pero al menos sé que podremos reírnos aunque sea cinco minutos de esto luego.
Hans M. Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 Oxzp2zI
https://www.themightyfall.net/t8234-powell-hans-michael
M. Meerah Powell
Fugitivo
Escuchar de su boca que soy lo suficientemente grande, sin importar bajo qué situación es que lo menciona, me alegra. No me gusta que me traten como niña, aunque en cierta forma lo haga al sugerir que necesito ayuda para cambiarme de ropa. Lo mío son las prendas, incluso en todo mi mareo no me debería ser difícil el salir de mi vestido, sin importar cuantos cierres tenga.

Presenta a su amiga, y aunque estoy agarrada de su brazo la examino de arriba abajo y de abajo arriba. - Entonces se acuestan, pero no son nada más que amigos.- No es una pregunta. No es difícil leer a los adultos y cuando Hans dice que saque mis propias conclusiones, no me es complicado acertar si considero todo el escenario en el que estábamos. No había que ser muy inteligente para suponer que estaban haciendo a la madrugada de un sábado con él en calzoncillos. - Es bonita. - Se me escapa, y rápidamente me rectifico al recordar que no me gusta que hablen de mí como si no estuviese en la habitación. - Perdón, eres bonita. Soy Meerah, Margaret Meerah Niniadis, pero odio que me digan Margaret. Me giro a mirarla cuando me presento, y aunque la suelto para tratar de deshacer el moño que está detrás de mi espalda, sigo analizándola.

Hans desaparece por la puerta y es cuando lo hace que me giro para darle la espalda a Annie, pidiéndole de esa manera que sí me ayude a quitarme el vestido. No es que no pudiera, que no podía, pero no quería que mi padre viese realmente el nivel de inutilidad que estaba manejando. No tardo en estar fuera de mi atuendo, y cuando la mujer me ayuda a pasar la vieja remera por mi cabeza, me obligo a no juzgar la prenda y solo agradezco que me llegue casi hasta las rodillas. - Griacias. - Apenas y es un murmullo, pero estoy segura que puede escucharlo, porque me palmea la cabeza en respuesta. - ¡Ya puedes pasar! - Grito mientras me arrodillo a mitad de la cama y trato de quitar el cobertor que está enganchado por debajo de la almohada. No hace frío, pero me gustaba dormir con las sábanas puestas.

Todavía estoy luchando con las frazadas cuando reparo en algo y no puedo evitar frenarme en mi tarea y preguntar. - ¿Por qué no sales con nadie? Digo Lara y Annie son muy bellas... no como tu secretaria que tiene muy mal gusto para vestirse.
M. Meerah Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 4dvfy4n
https://www.themightyfall.net/t8295-powell-margareth-meerah
Annie C. Weynart
Jefe de Área en Investigación
Hago una mueca divertida con lo de Kirke porque ese hombre era alguien que uno no quería presentar en general, ni a hijos, ni a padres, ni a hermanas… Podía dar fiestas excelentes, pero eso no era sinónimo de decencia, y definitivamente no eran lugares aptos para niños. Mis sobrinas se divertían cuando eran más chicas escondiéndose detrás de cortinas o arbustos; en esas fiestas la gente también se divertía en esos escondites, pero no como lo haría un menor de edad. Voy a hacer de cuenta que te creo, pero me lo voy a cobrar. - Lo miro con diversión hasta que recuerdo la presencia de la niña, y pienso en el cómo puede tomarse mi comentario. - No por tí, linda. Disculpa. - No me costaba nada el ayudarla con su ropa, y simplemente estaba jugando con su padre, no es que me quejase de ella.

Hans me presenta, y hago un ademán con  la mano que tengo libre a modo de saludo que queda a mitad de camino cuando la pequeña vuelve a abrir la boca. La risa que se me escapa muere en segundos, pero no dejo de sorprenderme con el terrible parecido que tiene padre e hija pese a que no han convivido juntos jamás. Gracias, tú también eres muy bonita. - Le aseguro agradeciendo que este en una edad en la que si me es posible tratarla sin querer salir corriendo por la puerta a la primera oportunidad. Y yo soy Anneliese Charlote Weynart, pero puedes decirme Annie como todo el mundo. - No creía que fuese a cruzarla en muchas ocasiones, así que no había necesidad de formalidades cuando Hans ya nos había presentado con simpleza.

La ayudo cunado Hans sale, y en cierta forma me da algo de ternura el ver como quiere quedar bien ante su padre. Al parecer Hans no debía temer demasiado por cómo opinaba su hija de él, porque era claro que ya lo tenía en una especie de pedestal.

Me doy vuelta para doblar la ropa que ha descartado la muchacha, y la apoyo sobre una cómoda no muy lejana en lo que Hans vuelve a entrar; y cuando la muchacha vuelve a hablar creo que hago mi labio sangrar de lo mucho que lo aprieto contra mi dentadura para no largarme a reír ahí mismo. Jamás pensé que una noche en esta casa cambiara tanto de rumbo, pero no me arrepentía ni un segundo de haber venido solo para presenciar esto. Cuando Reynald se enterase...
Annie C. Weynart
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 IqWaPzg
Hans M. Powell
Ministro de Justicia
Obvio, ella saca la carta correcta y tengo que hacer un enorme esfuerzo para no contestarle o rodar los ojos en evidencia. No voy a contestarle, Meerah no necesita que le confirme o niegue nada para formarse por sí sola una idea. El silencio además me ayuda a no mentirle en la cara tan descaradamente, cuando los tres sabemos que no tiene sentido el ir navegando con mentiras. Demasiadas presentaciones, demasiadas charlas tentativas y bromas que se mueren en mi lengua, porque tengo el decoro de pensar que no puedo terminar por hundirme en tan poco tiempo. Me apoyo en la pared del pasillo y me quedo observando por la ventana más cercana, notando como el sol empieza a asomar, al menos lo suficiente como para que el cielo no se encuentre tan oscuro como lo estaba hace un rato. Se me hace un tiempo corto el que queda entre un bostezo y el permiso que oigo de Meerah, así que me muevo con algo más de pereza de lo que hubiese pensado. Para cuando entro, mi hija está tratando de meterse en la cama y mi impulso me lleva a acercarme para tironear de las mantas, tratando de ser de ayuda. Claro que lo que dice hace que me congele un momento y tengo que recordarme el no mirar a Annie, porque si la conozco como la conozco, sé que tendré que verla ahogándose en su propia risa.

Josephine no tiene tan mal gusto… — es una defensa dudosa, pero me sirve para volver a reaccionar y tiro un poco de la sábana para darle el empujoncito que necesita para estar dentro del lecho. No me espero a que se acueste, que ya la estoy cubriendo con las sábanas, sin detenerme a pensar demasiado en que jamás he arropado a nadie — Salir con alguien con formalidad incluyen cosas que simplemente no ocurren. Que alguien me guste físicamente no es suficiente como para una relación, pero creo que ya sabes esas cosas — cuando creo que ha quedado envuelta como un burrito, me siento en la cama y se me escapa una sonrisa divertida — Además, Annie aquí presente coincidirá conmigo en que las relaciones son complicadas y toman un tiempo que ninguno de los dos tenemos. Y en cuanto a Lara… — lo pienso un momento, torciendo los labios en un intento de disimular la risa que intenta escaparse, a pesar de que es un poco complicado explicarle la situación a una niña que no debería saber ni la mitad de lo que ha pasado entre la morena y yo — Sé que te agrada, pero jamás funcionaría de esa manera. Simplemente, somos muy diferentes— listo, creo que de ese modo no es nada comprometido.

Aprovecho un momento de silencio para acabar de acomodar el borde de la sábana para que no le dé en la cara y luego vuelvo a hablar — Jamás pensé que la primera vez que alzase o acostase a un hijo, sería por una borrachera. Vamos a conversar de eso mañana, espero que lo sepas — intento sonar lo más autoritario que puedo, pero un nuevo bostezo interrumpe la frase y tengo que hacer una mueca para acomodar los músculos de la cara — Si necesitas algo, solo llama a Poppy y ella aparecerá. Y esa puerta que está ahí, es un bañito — señalo con la cabeza al otro extremo de la habitación. No es un sanitario tan grande como el que tengo en mi dormitorio, pero esta es el único cuarto aparte del principal que tiene su propio baño y eso me ahorrará muchos problemas e interrupciones — ¿Puedo dejarte dormir o quieres que Annie te cuente un cuento? — bromeo, tratando de dar por finalizada esta situación, de la cual espero poder huir entero.
Hans M. Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 Oxzp2zI
https://www.themightyfall.net/t8234-powell-hans-michael
M. Meerah Powell
Fugitivo
- Pfff, ni tú crees eso. - Josephine se vestía peor que algunas compañeras de mi curso, y eso era decir bastante. Ninguna persona con un trabajo decente debería combinar las prendas como lo hacía ella. Había un límite para lo que es moda funcional, diseño y texturas, y su secretaria los había cruzado todos. Claro que luego hace algo que no me espero, y de golpe mi pelea con las sábanas termina gracias a sus manos más habilidosas que las mías a estas horas. No sé cómo, pero me veo envuelta como un burrito en un un plato gigante, aunque mucho más cómoda que la cerámica de casa.

¿Saber cómo son esas cosas? Que aparentara saber todo, no significaba que realmente lo hiciera. No podía considerarme ni cerca de ser en una experta en relaciones. - ¿Sabes que viví con mamá los últimos doce años de mi vida, no? No sé cómo son esas cosas. Para mi salir con alguien no implica casamiento, solo pasar tiempo con otra persona sin andar escondiéndose. - Y me encogería de hombros para remarcar mi punto, pero estoy muy cómoda, así que el gesto se convierte en un acurruco, seguido de un leve suspiro que nada tiene que ver con la conversación. No le veo la complejidad. - Termino por declarar, sin prestar mucha atención a las palabras de Annie secundando su opinión.

No comento nada más con respecto a Lara, porque tenía el leve presentimiento de que no llegaría a ningún punto si es que lo hacía. Si el quería creer que eran diferentes y quien sabe cuántas cosas más, allá él. Yo estaba segura de que no, y en algún momento se lo mostraría. Solo que ahora tenía sueño y muy pocas ganas de discutir. - Que no es borrachera… - Hago un puchero mientras frunzo el ceño, pero un bostezo se me escapa y vuelvo a acurrucarme contra las sábanas. - Ya, tengo doce, no seis. Hasta mañana papá. Un placer conocerte, Annie. - Me despido, cierro los ojos y ya no me entero de nada.
M. Meerah Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 4dvfy4n
https://www.themightyfall.net/t8295-powell-margareth-meerah
Annie C. Weynart
Jefe de Área en Investigación
Que me meta en una discusión con su hija de doce años acerca de relaciones, se siente como si tratara de meter a una prostituta en una escuela, básicamente, fuera de lugar. Sin embargo, expresa su opinión con toda franqueza, y al menos puedo coincidir con su punto de vista ya que los dos pensábamos lo mismo. - Complicaciones, tiempo, reclamos, compromisos… No es que no haya gente que pueda hacerlo funcionar, pero prefiero estar más abocada a mi trabajo. - Era tedioso tan solo pensar el tener que andar rindiéndole cuentas a alguien, sin contar que la monogamia en sí no estaba hecha para mí.

Claro que, como digna hija de Hans, tiene un buen argumento ella también, y tardo unos segundos en pensar en como refutarlo. - Ojalá fuera tan sencillo, pero cuando comienzan los chismes de oficinas, todo se torna completamente molesto. - Y por chismes de oficina, me refería al radiopasillo que generaba Lollis y su séquito de huecas con tiempo libre. No me importaban demasiado los chismes, pero las juntas a veces eran una tortura por las constantes miradas molestas, y las risitas que terminaban quitando la atención del trabajo.

No digo nada más, y me aparto hasta la puerta en lo que dejo que Hans se meta de lleno en el rol de padre. De verdad lamentaba no tener una cámara en estos momentos, nadie creería jamás que el mismísimo Hans Powell había arropado a un niño antes de dormir. Bueno, tal vez Reynald, pero no sería tan mala person… ¿Cuento? - Igualmente - Me doy media vuelta, salgo de la habitación y espero hasta que Hans hace su aparición en el pasillo antes de volver a hablar. - Iba a tener piedad de tí, pero solo por eso último buscaré la manera de cobrarme. - Claro que luego veo su cara de agotamiento, y al final sí decido tener piedad de él.
Annie C. Weynart
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 IqWaPzg
Hans M. Powell
Ministro de Justicia
Triste pero cierto, no conozco a su madre. Tengo una idea de quien solía ser hace mucho tiempo, pero ahora somos adultos y extraños el uno para el otro. Por eso no puedo contradecir o aceptar su punto, ese que me hace alzar los hombros a pesar de que Annie secunde mis palabras. El chisme es lo de menos, el ser capaz de que me agrade alguien lo suficiente como para querer estar con ella es un poco menos probable. A decir verdad, ya no recuerdo cómo se siente — Verás la complejidad en un par de años — ahí se va, el tonito de “lo entenderás cuando seas mayor” que no pensé emplear jamás, pero supongo que viene incluido en el chip parental. Supongo que tendré que acostumbrarme.

Sus negativas solo me provocan el querer burlarme de ella, pero que la palabra “papá” salga de sus labios tan repentinamente, me deja un momento fuera de juego, observando el perfil dormido de una persona demasiado pequeña para el tamaño de su almohada. Es un momento de extraña calma, el que uso para estirar la mano y acomodar algunos de los mechones de su pelo antes de ponerme de pie cuidadosamente, buscando que el cambio de peso en su lecho no fastidie su sueño. El estremecimiento helado no se quita, ni siquiera cuando apago la luz, salgo al pasillo y cierro la puerta lentamente, apenas oyendo el click. Es la voz de Annie la que me regresa, haciendo que levante la vista en su dirección y reconociéndola entre la leve iluminación que ingresa por la ventana.

¿Debería tenerte miedo? — el cansancio hace que mi burla no cobre intensidad y la sonrisa apagada solo secunda mi falta de ánimos. Paso la lengua por mis dientes delanteros al despegarme de la puerta, sin saber muy bien dónde meter las manos. Acabo produciendo un chasquido con la lengua al cambiar la expresión y dignarme a hablar — Me llamó “papá— no sé si lo ha escuchado o no, pero creo que solo necesito expresar mi desconcierto — No creí que tendría que oír algo así como… bueno, nunca — supongo que ella me entiende. He hablado de mis miedos sobre la paternidad en más de una ocasión, pero tener a la bomba a punto de explotar durmiendo del otro lado de la pared no era algo que hubiera tenido en mente. Con un resoplido, me acerco lo suficiente como para picar su costado e incitarle a continuar por el pasillo — Como supongo que ya no hay ánimos… ¿Qué me dices de beber algo e ir a la cama? Creo que dejamos algo de vodka sobre la mesa…

Un último trago y descanso. Ya mañana será otro día y, espero, algunas cosas se acomoden.
Hans M. Powell
Icono :
Chandelier • Priv - Página 2 Oxzp2zI
https://www.themightyfall.net/t8234-powell-hans-michael
Contenido patrocinado
3 participantes
No puedes responder a temas en este foro.