Riley es el único hijo del matrimonio Kavalier. Vivió su infancia en el archipiélago de Neopanem pues su padre tenía un trabajo bien posicionado. Fue instruido en la magia desde pequeño y mostró una gran habilidad por sobre la media, pero a diferencia de sus padres, no mostraba demasiado interés en ella

Con el correr de los años se fue retrayendo cada vez más, para los 10 solo tenía conversaciones cortas con sus padres y carecía absolutamente de amigos.

Los juegos, la arena, los niños que morían, siempre le dieron igual. Para él era una realidad que no podía cambiarse y debía adaptarse a ello sin intentar comprenderlo. Esa parte de la sociedad, así como muchas otras le resultaban incomprensibles y le traían dolores de cabeza de solo pensarlo.

A partir de los quince comenzó el cambio. Si bien se convirtió en un alumno ejemplar en el Royal, las drogas comenzaron a formar parte de su vida y poco a poco lo fueron consumiendo sin que nadie se diera cuenta, aunque en realidad no había muchos para que lo notaran más que su mejor amiga, pero ella estaba muy ocupada perdiendo la conciencia también como para hacer algo al respecto.

Al terminar la escuela se convirtió en científico y se mudó al distrito 3 en dónde gracias a su padre pudo conseguir una casa con más comodidades de las que necesitaba. Vivió tranquilo por unos cuántos años, hasta que una serie de eventos desafortunados entre los cuales se encontró la muerte de su padre, lo llevaron a una sobredosis hizo que le de un giro de 360º a su vida.

Se internó en una granja del distrito 9 y tres cuartos. Allí se conectó con la naturaleza, descubrió cierto gusto en la agricultura y descubrió un poder que había tenido reprimido hasta ese entonces: controlar la electricidad.

Volvió tiempo después al Capitolio como un hombre nuevo. Si bien continúa siendo socialmente incómodo, le resulta mucho más sencillo relacionarse con las personas. Al regresar, trabajó con el alma como siempre, pero ahora en proyectos que apoyaban las necesidades del país.

Decidió tomar la postura pro-magos pues tras el atentado en el festival de Nimué se dio cuenta de que no podía permanecer neutral en una guerra en donde estaban atacando su hogar y lugar de trabajo sin pensarlo dos veces.

Sin embargo la aparición del coliseo fue otro choque para él. Al ver morir a los muggles y traidores de forma tan cruel no pudo lidiar con la idea de que él mismo estaba colaborando con sus inventos para llevar eso a cabo, entonces se realizó la pregunta ¿De qué lado quería estar?. La respuesta fue sencilla, ninguno. Así que renunció a su empleo y desde entonces trabaja de forma independiente en su propia empresa, intentando mantenerse al margen de la guerra.