OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Es uno de esos días en la semana en los que mamá invita al primo Brian a comer después del colegio, por lo que los dos hemos tomado el mismo traslador para venir hasta casa y poder atiborrarnos a macarrones con tomate para después poder encerrarnos en mi habitación hasta que sea la hora de que la tía Sigrid aparezca para tomar el café previsto que ninguna de las dos se salta, es algo así como su padre nuestro. Pero para que llegue esa hora todavía falta mucho tiempo, de modo que ambos dejamos a un lado la tarea de la escuela, esa que a cada poco se va convirtiendo en más complicada, para concentrarnos en lo que verdaderamente es importante. Llevo varias semanas, por no decir meses, elaborando esta hipótesis que le presento a mi primo como si fuera el asunto de más relevancia a tratar en el país. Golpeo la pared, esa que está llena de papeles, chinchetas y cordones que unen unos datos con otros, con la varita sin perder la expresión de seriedad en mi rostro, mientras me muevo de un lado a otro, también mostrándole otras pruebas que saco de mi archivador porque son demasiado importantes como para caer en el error de colgarlas en la pared y que venga mi madre a gritar que qué narices hago marcando la misma con clavillos. Uno no comete el mismo error dos veces.
— Y después de esta profunda recopilación de datos que me costó meses conseguir... — miro al culpable de la sala por haberse comido páginas importantes de un libro de la biblioteca, me importa poco que sea perro, yo sé que en el fondo entiende, pero ahora se las quiere dar de santo. — He llegado a la insólita revelación de que la piedra filosofal fue robada, no destruida como datan libros del siglo XIX, esa es la verdadera excusa que dieron para no atemorizar a la población. — coloco mis manos sobre mi cintura a modo de jarra, echándole un vistazo a mi primo a ver si me sigue. — ¿Entiendes ahora por qué es muy importante que la encontremos? ¡Estamos ante la peor amenaza de esta época, Brian! — ¿rebeldes? Nah, magos malvados inmortales, eso sí que es un problema. Me acerco para tomar a Milo de la cama y colocarlo entre mis brazos, él sí que se estaba durmiendo y lo delata el bostezo que me suelta en toda la cara. Tendré que lavarle los dientes en los próximos días, porque su aliento podría tumbar hasta un troll. — Creo que esa es tu madre. — el timbre de la puerta suena en el piso inferior, manifestando el final de nuestra diversión. Con un gesto de mi cabeza lo aliento para que bajemos, que la hora del café también es nuestra hora de bocadillos de chocolate y zumos, pero para cuando estamos bajando las escaleras me sorprendo con que la voz de la tía Sigrid de repente se parece mucho a la del tío Nick.
Qué extraño, el tío Nick no acostumbra a hacer visitas entre semana, está demasiado ocupado en el ministerio, seguro ayudando a ocultar el secreto de la piedra filosofal. Por eso mismo, dejo al perro en el suelo y le hago una seña a Brian para que mantenga silencio, colocando mi dedo índice sobre mis labios. Doy pasos pequeños y silenciosos que nos ayudan a terminar de bajar las escaleras, también a recorrer el pasillo que lleva hasta la puerta de la cocina y descubrir que la han cerrado. — Vamos a espiar por debajo de la puerta, ¿de acuerdo? No hagas ruido, seguro el tío Nick tiene información interesante que revelar. — apenas es un murmullo, pero estoy segura de que me capta porque han sido años de profundizar en nuestro propio idioma. Lo que pasa es que cuando me tumbo a un lado de la puerta, para tratar de ver por debajo del hueco, no suena a conversación muy interesante, si voy a ser sincera. Miro a mi primo con la expresión de extrañeza en mi cara, alzando las cejas y torciendo la boca en sinónimo de que no estoy entendiendo nada de lo que dicen. — ¿De quién crees que están hablando?
— Y después de esta profunda recopilación de datos que me costó meses conseguir... — miro al culpable de la sala por haberse comido páginas importantes de un libro de la biblioteca, me importa poco que sea perro, yo sé que en el fondo entiende, pero ahora se las quiere dar de santo. — He llegado a la insólita revelación de que la piedra filosofal fue robada, no destruida como datan libros del siglo XIX, esa es la verdadera excusa que dieron para no atemorizar a la población. — coloco mis manos sobre mi cintura a modo de jarra, echándole un vistazo a mi primo a ver si me sigue. — ¿Entiendes ahora por qué es muy importante que la encontremos? ¡Estamos ante la peor amenaza de esta época, Brian! — ¿rebeldes? Nah, magos malvados inmortales, eso sí que es un problema. Me acerco para tomar a Milo de la cama y colocarlo entre mis brazos, él sí que se estaba durmiendo y lo delata el bostezo que me suelta en toda la cara. Tendré que lavarle los dientes en los próximos días, porque su aliento podría tumbar hasta un troll. — Creo que esa es tu madre. — el timbre de la puerta suena en el piso inferior, manifestando el final de nuestra diversión. Con un gesto de mi cabeza lo aliento para que bajemos, que la hora del café también es nuestra hora de bocadillos de chocolate y zumos, pero para cuando estamos bajando las escaleras me sorprendo con que la voz de la tía Sigrid de repente se parece mucho a la del tío Nick.
Qué extraño, el tío Nick no acostumbra a hacer visitas entre semana, está demasiado ocupado en el ministerio, seguro ayudando a ocultar el secreto de la piedra filosofal. Por eso mismo, dejo al perro en el suelo y le hago una seña a Brian para que mantenga silencio, colocando mi dedo índice sobre mis labios. Doy pasos pequeños y silenciosos que nos ayudan a terminar de bajar las escaleras, también a recorrer el pasillo que lleva hasta la puerta de la cocina y descubrir que la han cerrado. — Vamos a espiar por debajo de la puerta, ¿de acuerdo? No hagas ruido, seguro el tío Nick tiene información interesante que revelar. — apenas es un murmullo, pero estoy segura de que me capta porque han sido años de profundizar en nuestro propio idioma. Lo que pasa es que cuando me tumbo a un lado de la puerta, para tratar de ver por debajo del hueco, no suena a conversación muy interesante, si voy a ser sincera. Miro a mi primo con la expresión de extrañeza en mi cara, alzando las cejas y torciendo la boca en sinónimo de que no estoy entendiendo nada de lo que dicen. — ¿De quién crees que están hablando?
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Peino con la palma de mi mano los pelos del lomo de Tusa, que está cómodamente recostada en el hueco que se forman entre mis piernas dobladas en cruz, mientras sigo el recorrido que Kitty va trazando entre papeles, hilos y clavillos. Mi cuello va de un lado al otro con brusquedad tratando de no meterme detalle. Entonces sí… ah, ya, eso lo explica todo… ¡un momento! Qué… ¡con razón!... ¡canallas! Suelto a Tusa que abre un ojo cuando uso ambas manos para enmarcar la expresión de sorpresa en mi rostro, mis labios se entreabren al formar una O. —¡Seguro que la usa para seguir siendo un mago poderoso e invencible!— ¡Un villano! ¡De los peores! —Pero, ¿dónde crees que puede estar?—. Uno de mis rulos se dispara hacia arriba por la repentina idea que se me ocurre. — ¿¿¿Crees que en el ministerio???— mi pregunta suena tan alto que la señora Tusa decide que ya no soy una cama digna así que se va a buscar a Milo.
Me enredo con mis piernas al tratar de ponerme de pie al escuchar los sonidos en la puerta que deben ser por la llegada de mi mamá, ¿tan pronto? ¡No, ahora! ¡Justo estábamos planeando como recuperar la piedra filosofal! Sigo hablando en susurros mientras vamos bajando la escalera. —¿Y si alguno de los ministros es un viejo de mil años que usa la piedra para mantenerse en su lugar?— le consulto a mi prima. —¿Crees que el tío Nick sepa algo?— sospechoso que haya una piedra filosofal escondida en algún recoveco del ministerio y que nuestro tío se llame Nicholas, ¡no puede ser! Conozco al tío Nick desde que abrí los ojos. No puede ser. ¿Sabrá algo? Como si lo llamara, escucho el eco de su voz respondiendo a la voz de la tía Ingrid. Ella no debe saber nada de nada, nunca ve más allá de su nariz. —¡Quizá el tío Nick está pidiéndole a la tía Ingrid que es auror que le ayude a transportar a la piedra a otro lugar!— mi grito es un susurro que solo lo escucha Kitty.
Hago lo mismo que mi prima al tirarme de panza al suelo, mi coronilla choca con la suya y entrecierro un ojo para poder ver mejor los zapatos de mis tíos. Se escucha algo sobre… hace veinte años, un hombre… la tía iba a hacer un viaje con un hombre… ¿¿UN HOMBRE QUE TENÍA LA PIEDRA FILOSOFAL?? —Necesitamos conseguirnos de esas orejas extensibles, Kit Kat…— murmuro y a otro rulo se le ocurre otra genial idea. — ¡No! ¡Ya sé! Le diré a Jenna que me arme un escarabajo micrófono que podamos arrojar a cualquier parte y podamos escuchar con auriculares— mi voz en murmullos tapa la conversación entre mis tíos, que al prestar atención de nuevo lo que escucho es que Luka podría no ser un Romanov. ¡NO, PARA! ¿No irá a apellidarse Helmuth, verdad? Que copión, siempre nos copia todo a Oliver y a mí que somos más geniales, hasta el apellido ahora…
Me enredo con mis piernas al tratar de ponerme de pie al escuchar los sonidos en la puerta que deben ser por la llegada de mi mamá, ¿tan pronto? ¡No, ahora! ¡Justo estábamos planeando como recuperar la piedra filosofal! Sigo hablando en susurros mientras vamos bajando la escalera. —¿Y si alguno de los ministros es un viejo de mil años que usa la piedra para mantenerse en su lugar?— le consulto a mi prima. —¿Crees que el tío Nick sepa algo?— sospechoso que haya una piedra filosofal escondida en algún recoveco del ministerio y que nuestro tío se llame Nicholas, ¡no puede ser! Conozco al tío Nick desde que abrí los ojos. No puede ser. ¿Sabrá algo? Como si lo llamara, escucho el eco de su voz respondiendo a la voz de la tía Ingrid. Ella no debe saber nada de nada, nunca ve más allá de su nariz. —¡Quizá el tío Nick está pidiéndole a la tía Ingrid que es auror que le ayude a transportar a la piedra a otro lugar!— mi grito es un susurro que solo lo escucha Kitty.
Hago lo mismo que mi prima al tirarme de panza al suelo, mi coronilla choca con la suya y entrecierro un ojo para poder ver mejor los zapatos de mis tíos. Se escucha algo sobre… hace veinte años, un hombre… la tía iba a hacer un viaje con un hombre… ¿¿UN HOMBRE QUE TENÍA LA PIEDRA FILOSOFAL?? —Necesitamos conseguirnos de esas orejas extensibles, Kit Kat…— murmuro y a otro rulo se le ocurre otra genial idea. — ¡No! ¡Ya sé! Le diré a Jenna que me arme un escarabajo micrófono que podamos arrojar a cualquier parte y podamos escuchar con auriculares— mi voz en murmullos tapa la conversación entre mis tíos, que al prestar atención de nuevo lo que escucho es que Luka podría no ser un Romanov. ¡NO, PARA! ¿No irá a apellidarse Helmuth, verdad? Que copión, siempre nos copia todo a Oliver y a mí que somos más geniales, hasta el apellido ahora…
Frunzo el ceño en sinónimo de estar pensándome su teoría, pues tendría toda la lógica del mundo que personas importantes, tan importantes como el tío Nick, sean los que le estén dando refugio a la piedra filosofal, solo para aprovecharse de sus poderes más tarde. Pero no… no podía ser. — Si el tío Nick sabe algo, estoy segura de que le han ocultado información importante. No se ve tan viejo como para estar abusando del elixir de la vida eterna, ¿verdad? — ¿cuántos años tenía en realidad el tío Nick? Entrecierro mis ojos para así poder enfocar lo que sí alcanzo a ver por debajo de la puerta, pero solo consigo toparme con sus zapatos bien cuidados y los de mamá a un lado. Sé que mamá es la mediana, porque siempre le gusta meterse con la tía Sigrid, pero también le tiene respeto al tío Nick, el de alguien que está por encima de ella. Todo como hermanos, por supuesto. — ¿Tú crees? Mamá siempre dice que mis historias sobre la piedra son ridículas y algo estrafalarias, ¡quizá esa sea su tapadera y tengas razón! — ahora que lo pienso mejor, sus intentos para que deje a un lado mis invenciones y atienda a los deberes siempre han sido desmesurados, como si no quisiera de verdad que investigara sobre aquello. ¡Definitivamente tiene que estar relacionado!
Así que el tío Nick y mamá guardan secretos con respecto a lo que dicen no saber sobre la piedra… — La próxima que vayamos a la tienda compraremos unas, estoy ahorrando de mi paga semanal, si no podemos sobornar a Jenna con un par de knuts. — porque dudo que la prima Jen vaya a hacernos el trabajo gratis, como también sospecho que mi par de knuts en realidad no tienen mucho valor. — Pero ahora, shhh, que no estoy escuchando. — es lo que le digo cuando la conversación pasar a ocupar parte de mi interés y tengo que pegar la oreja a la puerta, sin importa que eso interrumpe mi campo de visión. Tampoco me hace falta, lo que más me preocupa ahora es el haber escuchado bien cuando mi madre parece hablar sobre alguien que definitivamente no es papá y produce que mis cejas traten de buscarse en una línea amarga. — ¿Qué están diciendo…? — me cuesta controlar la tentación que me pide a gritos que abra la puerta, que sea esa la pregunta que vaya dirigida hacia mi madre, quien se ha vuelto protagonista de la conversación. En su lugar, me giro hacia mi primo, tan confusa que cuesta diferenciar otra expresión en mi rostro. — Tiene que ser un error, ¿no? Tal vez hayamos escuchado mal, desde aquí tampoco se les oye tan bien… — vuelvo a pegar la oreja a la madera, convencida de mi propia hipótesis porque me niego a creer lo que estoy escuchando. ¿Que Luka podría no ser mi hermano? — ¿Acostarse es otra forma de decir hacer el amor o es cosa mía? — quizá no debería estar hablando estas cosas con Brian, es menor que yo, pero bueno, yo lo estudié en clase de biología.
Así que el tío Nick y mamá guardan secretos con respecto a lo que dicen no saber sobre la piedra… — La próxima que vayamos a la tienda compraremos unas, estoy ahorrando de mi paga semanal, si no podemos sobornar a Jenna con un par de knuts. — porque dudo que la prima Jen vaya a hacernos el trabajo gratis, como también sospecho que mi par de knuts en realidad no tienen mucho valor. — Pero ahora, shhh, que no estoy escuchando. — es lo que le digo cuando la conversación pasar a ocupar parte de mi interés y tengo que pegar la oreja a la puerta, sin importa que eso interrumpe mi campo de visión. Tampoco me hace falta, lo que más me preocupa ahora es el haber escuchado bien cuando mi madre parece hablar sobre alguien que definitivamente no es papá y produce que mis cejas traten de buscarse en una línea amarga. — ¿Qué están diciendo…? — me cuesta controlar la tentación que me pide a gritos que abra la puerta, que sea esa la pregunta que vaya dirigida hacia mi madre, quien se ha vuelto protagonista de la conversación. En su lugar, me giro hacia mi primo, tan confusa que cuesta diferenciar otra expresión en mi rostro. — Tiene que ser un error, ¿no? Tal vez hayamos escuchado mal, desde aquí tampoco se les oye tan bien… — vuelvo a pegar la oreja a la madera, convencida de mi propia hipótesis porque me niego a creer lo que estoy escuchando. ¿Que Luka podría no ser mi hermano? — ¿Acostarse es otra forma de decir hacer el amor o es cosa mía? — quizá no debería estar hablando estas cosas con Brian, es menor que yo, pero bueno, yo lo estudié en clase de biología.
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—No puede estar usándola, ¡hemos visto fotos del tío Nick de bebé! — ¿o es todo un engaño? ¿Y si los álbumes de fotografías de la familia son un engaño? Sacudo mis rizos al meter los dedos dentro, así suelo aclarar los pensamientos que se me ocurren, tenemos un misterio por resolver, en el que mis tíos están involucrados, ¡lo sé! Todo ese cuchicheo detrás de la puerta, la insistencia de la tía Ingrid de que Kitty no investigue más de la cuenta, ¡aquí hay gato encerrado! Un gato muy grande, muy gordo. Un gato llamado Luka, por lo que alcanzamos a escuchar. Presiono mi oreja contra la madera, creo que escucho menos que tratando de oír lo que se filtra por debajo de la puerta. Si Luka no es un Romanov, entonces…
Cruzo mis brazos en el piso para poder apoyar allí mi mentón al mirar con atención a mi prima, no hubiera esperado tener este tipo de charla tumbados en el suelo del pasillo, con cuidado de ser pillados por quienes estamos espiando. — Acostarse no es necesariamente hacer el amor con alguien, Kit— se lo aclaro con un bufido, si es que a ella también me tengo que poner a aclararle cosas para que no ande con ideas equivocadas. —Si vas a un campamento con alguien y te dice que se acuesten a dormir en la carpa, eso no es hacer el amor— ya veo que luego Kitty cree que está embarazada por tomar de la mano a alguien. —Hacer el amor es… es…— ay, que no quiero tener que explicárselo así. —¿Acaso no viste el vivo en Wizzardface de Oli? ¡ESO! Y ellos… no estaban acostados, estaban en un sillón.
Cruzo mis brazos en el piso para poder apoyar allí mi mentón al mirar con atención a mi prima, no hubiera esperado tener este tipo de charla tumbados en el suelo del pasillo, con cuidado de ser pillados por quienes estamos espiando. — Acostarse no es necesariamente hacer el amor con alguien, Kit— se lo aclaro con un bufido, si es que a ella también me tengo que poner a aclararle cosas para que no ande con ideas equivocadas. —Si vas a un campamento con alguien y te dice que se acuesten a dormir en la carpa, eso no es hacer el amor— ya veo que luego Kitty cree que está embarazada por tomar de la mano a alguien. —Hacer el amor es… es…— ay, que no quiero tener que explicárselo así. —¿Acaso no viste el vivo en Wizzardface de Oli? ¡ESO! Y ellos… no estaban acostados, estaban en un sillón.
Tiene razón, hemos visto fotos del tío Nick cuando era pequeño, aparece con mamá y Sigrid junto a una casita no muy diferente de la que ocupamos nosotros hoy en día en el dos, también jugando en el parque y está más que claro que son ellos. Los tres se ven bien rubitos y nadie puede negar que sus caras son las mismas que tienen ahora, algo más envejecidos que entonces. Definitivamente, si hacemos uso de esos datos, tío Nick no está usando el poder de la piedra filosofal, se nota que los años le han ido pasando factura. — Pero quizá la esté resguardando para que otros la usen, ¿sí? Ya te he contado mil historias de como un hombre antes ya lo hizo, proteger la piedra para que no cayera en manos equivocadas. — capaz es lo que está haciendo el tío, porque él es una buena persona, ¿no? No podría estar detrás de algo como aquello. Principalmente porque nos daba a escondidas a Brian y a mí algunas monedas para chucherías en los domingos familiares, y sería una verdadera pena el tener que rechazar esa ventaja por ser quien anda detrás de la piedra filosofal. Tendré que poner en orden mis prioridades…
Me distraigo de la conversación que está teniendo lugar dentro de la cocina, a pesar de que mi cabeza sigue dándole vueltas a lo que han escuchado mis oídos, porque mi primo menor decide que es una buena oportunidad para hacer aclaraciones de lo que es y no es el sexo, cuando de los dos yo soy aquí la que tendría que saber más del tema, que soy la mayor. — No, no lo vi, no tengo teléfono, y prefiero no hacerme una cuenta en Wizzardface para terminar llenándola de boberías. — eso y porque estoy segura de que mamá la usaría para controlarme, tengo que tener derecho a ser una adolescente normal sin tener a mi madre respirándome en la oreja porque subí una foto del patio del colegio cuando no era hora del recreo. No es que yo me haya saltado ninguna clase hasta ahora, claro está… es lo que hacen los niños más mayores. Me pregunto si mamá sabrá sobre ese vídeo del primo Oli. — Pues yo he oído que cuando dices ‘acostarte con’ significa que has hecho el amor con fulano, o con fulana. — aunque también… yo he ido a campamentos antes, no recuerdo bien si algún compañero me dijo de acostarme con él en la carpa, qué cosas. — Como sea… mamá no haría una cosa así, sentada o acostada, con otra persona que no fuera papá. Tienen que estar hablando en clave. — aseguro, que los escucho por las noches cuando creen que no lo hago. Me vendrían bien unos tapones, lo apuntaré en mi lista de cosas para las que ahorrar junto a las orejas extensibles. Voy a tener que empezar a buscar un trabajo si quiero pagar por todas estas cosas.
Me distraigo de la conversación que está teniendo lugar dentro de la cocina, a pesar de que mi cabeza sigue dándole vueltas a lo que han escuchado mis oídos, porque mi primo menor decide que es una buena oportunidad para hacer aclaraciones de lo que es y no es el sexo, cuando de los dos yo soy aquí la que tendría que saber más del tema, que soy la mayor. — No, no lo vi, no tengo teléfono, y prefiero no hacerme una cuenta en Wizzardface para terminar llenándola de boberías. — eso y porque estoy segura de que mamá la usaría para controlarme, tengo que tener derecho a ser una adolescente normal sin tener a mi madre respirándome en la oreja porque subí una foto del patio del colegio cuando no era hora del recreo. No es que yo me haya saltado ninguna clase hasta ahora, claro está… es lo que hacen los niños más mayores. Me pregunto si mamá sabrá sobre ese vídeo del primo Oli. — Pues yo he oído que cuando dices ‘acostarte con’ significa que has hecho el amor con fulano, o con fulana. — aunque también… yo he ido a campamentos antes, no recuerdo bien si algún compañero me dijo de acostarme con él en la carpa, qué cosas. — Como sea… mamá no haría una cosa así, sentada o acostada, con otra persona que no fuera papá. Tienen que estar hablando en clave. — aseguro, que los escucho por las noches cuando creen que no lo hago. Me vendrían bien unos tapones, lo apuntaré en mi lista de cosas para las que ahorrar junto a las orejas extensibles. Voy a tener que empezar a buscar un trabajo si quiero pagar por todas estas cosas.
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—Eso suena como algo que haría el tío Nick— estoy de acuerdo en que cuidar de la piedra filosofal parece una tarea hecha para él, por algo es nuestro tío preferido. Oliver, que se parece mucho al tío, sería mi primo favorito si no fuera porque Kit Kat lo es, de a ratos se comporta como uno más de nosotros, pero es más cercano en edad a Luka y suelo sentir que lo prefiere a él. Con Kitty quedamos un poco de lado cuando se ponen en plan de que “los más pequeños no pueden escuchar”, como si no supiéramos de qué hablan, cuando nosotros también hablamos de eso en ocasiones, como ahora.
—Yo lo vi desde el teléfono de Jenna— cuento, que entre mis pasatiempos está quitárselo de la mano y toquetearlo antes de que se me nuble la pantalla, que si me tengo que poner a descifrar su clave, ¡uff! Ni Seguridad Nacional podría. Lo hago más que nada para molestarla. ¡Es Jenna! ¡En serio no voy a encontrarme NADA raro entre sus cosas! Tuve que tocar en el vivo guardado de Oli para que ver algo interesante en su teléfono. —Y también lo vio mi mamá, que se lo mostró a tu mamá. El otro día escuche gritar a la tía Ingrid si el video porno de Oli lo vieron todos, creo que hasta la escuchó nuestra vecina, la señora Mildred, que es sorda…— pongo al tanto a mi prima de toda la información guardada en mi memoria que, como buenos mini espías, todo dato luego se vuelve importante.
—Kitty, ¿te das cuenta que serás la niña más anticuada de la escuela si no usas teléfono, verdad? Se van a burlar de ti y te preguntarán si sigues usando lechuzas— suspiro, que conozco lo controladora que puede ser la tía Ingrid, pero no es justo para mi prima que la traten como si hubiera vivido a principios del siglo XXI, ¡ufffff! ¡Si en ese entonces apenas sabían usar computadoras! Leí una vez que en una de las crisis apocalípticas de ese entonces, porque me gusta leer mucho sobre apocalipsis, por culpa que unos científicos dementes estuvieron experimentados con un lethifold se propagó un virus por todos los países y las personas tuvieron que recluirse, ¡y no sabían usar internet! ¿Qué hay de nosotros? ¿Seguiremos usando walkie talkies hasta los veinte años? Hay que evolucionar, algo se me tiene que ocurrir. —Le pediré a mamá que me compre uno, pero cuando Jenna cambie el suyo, le diré qué me regale el viejo. Lo guardaré entre mis cosas y podrás usarlo cuando quieras— propongo como un plan a futuro.
—Claro— le doy la razón, —las mamás solo lo hacen con los papás, ¿palabra clave para qué? ¿Crees que “Luka” sea la palabra clave para hablar de la piedra filosofal?— hago una mueca al decirlo, siempre Luka, siempre Luka, la estrella de la familia porque es el niño consentido de la tía Ingrid. Oliver tiene mejor cara. ¿Y quién tiene rulos, eh? ¿Quién tiene rulos? — “Acostarse” tal vez sea una palabra clave para decir que recibió la piedra de alguien más… ¿escuchas? ¡Es eso! La tía Ingrid se “acostó” con este hombre y recibió a “Luka”, está claro, es eso… ¿a qué se referirá al decir que siente culpa por Lex? ¿Crees que “Lex” sea otra palabra clave? ¿Será que es otra piedra y no pudieron recuperarla? Espera, sí, sí pudieron… ¡Es la tía Ingrid la que tiene las dos piedras! ¿Puede ser que haya dos piedras filosofales, Kit Kat?— le pregunto a mi prima, que ella es la que sabe del tema.
—Yo lo vi desde el teléfono de Jenna— cuento, que entre mis pasatiempos está quitárselo de la mano y toquetearlo antes de que se me nuble la pantalla, que si me tengo que poner a descifrar su clave, ¡uff! Ni Seguridad Nacional podría. Lo hago más que nada para molestarla. ¡Es Jenna! ¡En serio no voy a encontrarme NADA raro entre sus cosas! Tuve que tocar en el vivo guardado de Oli para que ver algo interesante en su teléfono. —Y también lo vio mi mamá, que se lo mostró a tu mamá. El otro día escuche gritar a la tía Ingrid si el video porno de Oli lo vieron todos, creo que hasta la escuchó nuestra vecina, la señora Mildred, que es sorda…— pongo al tanto a mi prima de toda la información guardada en mi memoria que, como buenos mini espías, todo dato luego se vuelve importante.
—Kitty, ¿te das cuenta que serás la niña más anticuada de la escuela si no usas teléfono, verdad? Se van a burlar de ti y te preguntarán si sigues usando lechuzas— suspiro, que conozco lo controladora que puede ser la tía Ingrid, pero no es justo para mi prima que la traten como si hubiera vivido a principios del siglo XXI, ¡ufffff! ¡Si en ese entonces apenas sabían usar computadoras! Leí una vez que en una de las crisis apocalípticas de ese entonces, porque me gusta leer mucho sobre apocalipsis, por culpa que unos científicos dementes estuvieron experimentados con un lethifold se propagó un virus por todos los países y las personas tuvieron que recluirse, ¡y no sabían usar internet! ¿Qué hay de nosotros? ¿Seguiremos usando walkie talkies hasta los veinte años? Hay que evolucionar, algo se me tiene que ocurrir. —Le pediré a mamá que me compre uno, pero cuando Jenna cambie el suyo, le diré qué me regale el viejo. Lo guardaré entre mis cosas y podrás usarlo cuando quieras— propongo como un plan a futuro.
—Claro— le doy la razón, —las mamás solo lo hacen con los papás, ¿palabra clave para qué? ¿Crees que “Luka” sea la palabra clave para hablar de la piedra filosofal?— hago una mueca al decirlo, siempre Luka, siempre Luka, la estrella de la familia porque es el niño consentido de la tía Ingrid. Oliver tiene mejor cara. ¿Y quién tiene rulos, eh? ¿Quién tiene rulos? — “Acostarse” tal vez sea una palabra clave para decir que recibió la piedra de alguien más… ¿escuchas? ¡Es eso! La tía Ingrid se “acostó” con este hombre y recibió a “Luka”, está claro, es eso… ¿a qué se referirá al decir que siente culpa por Lex? ¿Crees que “Lex” sea otra palabra clave? ¿Será que es otra piedra y no pudieron recuperarla? Espera, sí, sí pudieron… ¡Es la tía Ingrid la que tiene las dos piedras! ¿Puede ser que haya dos piedras filosofales, Kit Kat?— le pregunto a mi prima, que ella es la que sabe del tema.
Abro la boca tan grande que no es difícil asumir mi expresión de pasmada cuando escucho las palabras de Alexander con respecto a los pasatiempos que mantiene nuestro primo. — ¿¡Un vídeo porno!? — se me olvida por un momento que estamos espiando y casi hago que nos pillen por la exclamación que suelto, por lo que me aseguro de rebajar el tono de mi voz a un susurro cuando continúo. — ¿El primo Oliver se encarga de grabar porno fuera de la escuela y mamá lo vio? Uff... qué marrón, ¿crees que se dedique al cine porno o es solo cosa de gustos peculiares? — tal vez no sería lo mejor el tener esta conversación justo pegados a la puerta, cuando mi madre se encuentra al otro lado de la misma y podría estar escuchándonos perfectamente, que ya sabemos todos que la mujer tiene oídos hasta en los pies. — Ahora entiendo porqué mamá está tan empeñada últimamente con preguntarme sobre los chicos de clase. — ¿y cuando me baje la regla? ¡Ojalá Merlín no castigue dos veces con una menstruación temprana, que ya me castigó con una madre pesada hasta las trancas!
— ¿Qué hay de malo en utilizar lechuzas? Son muy inteligentes, y, aunque la velocidad de mensaje no es la misma, prefiero que me llegue una nota vía lechuza a vía internet, que al menos de esa manera no te pueden interceptar los mensajes. — el ejemplo del vídeo del primo Oli es el mejor que poseo para afianzar mi postura, hasta asiento una vez con la cabeza para respaldarla. — ¿Qué tienen de malo los walkie talkies? — que agradezco su interés en que posea una maquinita táctil, pero en serio que el dinero no era ningún problema y estoy segura de que si le pido un teléfono a mi padre, hasta se alegraría de saber que por fin he aceptado a tener uno. Con los problemas que hay hoy en día con la seguridad en el país, de todas formas, poco voy a tardar en tener a mi madre haciéndome llamados cada dos por tres cada vez que salga de casa. Y es por esa misma razón por la que estoy bien sin teléfono móvil, gracias.
Intento ponerle una lógica a la teoría de mi primo, pero siento que se me hace un poco enrevesada y sin mucho sentido, y eso que yo soy la reina de sacarle sentido a las cosas sin sentido. — No lo sé... ¿eso no me haría a mí también una piedra? Digo... si tanto Lexie como Luka son palabras en clave para referirse a la piedra filosofal y coinciden con los nombres de dos de sus hijos... No, tiene que ser otra cosa. — ¿pero el qué? — Además, no pueden existir dos piedras, porque de toda la vida la piedra filosofal ha sido única en su especie, y que haya dos le quitaría lo especial. — con eso sí que no se puede discutir. Solo hay una y es nuestro deber encontrarla antes de que la utilicen para fines equivocados.
— ¿Qué hay de malo en utilizar lechuzas? Son muy inteligentes, y, aunque la velocidad de mensaje no es la misma, prefiero que me llegue una nota vía lechuza a vía internet, que al menos de esa manera no te pueden interceptar los mensajes. — el ejemplo del vídeo del primo Oli es el mejor que poseo para afianzar mi postura, hasta asiento una vez con la cabeza para respaldarla. — ¿Qué tienen de malo los walkie talkies? — que agradezco su interés en que posea una maquinita táctil, pero en serio que el dinero no era ningún problema y estoy segura de que si le pido un teléfono a mi padre, hasta se alegraría de saber que por fin he aceptado a tener uno. Con los problemas que hay hoy en día con la seguridad en el país, de todas formas, poco voy a tardar en tener a mi madre haciéndome llamados cada dos por tres cada vez que salga de casa. Y es por esa misma razón por la que estoy bien sin teléfono móvil, gracias.
Intento ponerle una lógica a la teoría de mi primo, pero siento que se me hace un poco enrevesada y sin mucho sentido, y eso que yo soy la reina de sacarle sentido a las cosas sin sentido. — No lo sé... ¿eso no me haría a mí también una piedra? Digo... si tanto Lexie como Luka son palabras en clave para referirse a la piedra filosofal y coinciden con los nombres de dos de sus hijos... No, tiene que ser otra cosa. — ¿pero el qué? — Además, no pueden existir dos piedras, porque de toda la vida la piedra filosofal ha sido única en su especie, y que haya dos le quitaría lo especial. — con eso sí que no se puede discutir. Solo hay una y es nuestro deber encontrarla antes de que la utilicen para fines equivocados.
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—¿Tal vez se quiera dedicar a la actuación? Y haciendo porno o terror son las maneras que la gente se hace famosa antes de que le den papeles importantes…— le explico a mi prima, su grito rivaliza con el de su madre, nunca se lo diré porque me comería un coscorrón en la cabeza, pero en ocasiones suele tener gestos sacados de la tía Ingrid. Todos dirán que Alexa es la más parecida, eso no se lo discute nadie, ¡si hasta su novio se parecía al tío Kostya así de rígido como es! Y lo peor es que engañó a Lex con una secretaria, que ni siquiera es su secretaria, igual sigue siendo tan cliché como esos dramas médicos que le gusta a mi madre. Yo le diría a Lex que se busque un novio entre los cazadores, los aurores tienen todos caras de rubios fríos. Si se pone de novia con un cazador, podremos ver wampus y nundus de contrabando con Kitty, ¡quizás también un hipogrifo! No me molestaría que Lex tenga otro novio ¡y daría la mitad de mi reino a quien se anime a salir con Jenna!, pero pensar en que Kit Kat pueda tener uno es lo que me hace poner cara de haberme tragado una gragea de vómito. —A todos tus compañeros de clase le están saliendo granos con pus en la cara, ¡qué asco, Kitty! No irás a besar a ninguno de ellos, ¿verdad? ¿Y si te salta la pus por toda la cara cuando tratas de besarlo?— un escalofrío me recorre todo el cuerpo.
Tengo que poner los ojos en blanco cuando rechaza mi oferta de invitarla al mundo moderno para decantarse por sus lechuzas. —No tienen nada de malo, no tienen nada de malo— suspiro, supongo que quedarán los walkie talkies hasta que tengamos veinte años y ella misma vea lo incómodo que será llamarnos de esa manera delante de nuestros amigos, tal vez para ese entonces salgan modelos más sofisticados, eso espero. Nuestras conversaciones en clave no son para cualquier oído, como tampoco parecen serlo la que sostienen el tío Nick y la tía Ingrid. —¿¿Crees que también podrías ser una piedra??— porque eso, en serio, ¡sería genial! ¡La piedra filosofal sería ella misma! Eso nadie se lo vio venir, ¡sería estupendo! Pero no, claro que no lo es. Porque si no puede haber dos piedras, menos aún puede haber tres. —Entonces no entiendo, ¿por qué la tía Ingrid se “acostaría” con otro hombre? ¿Qué tiene que ver Luka? ¿Crees que…?— de ideas descabelladas mis rulos están llenos. —¿Crees que Luka sea Nicholas Flamel?— inesperado, pero posible. Sé que parece un poco bobo a veces, su cara es la que me dice que es muy posible que sea un señor inmortal. ¡Y esa maldad! Nadie me cree, pero a veces mi primo me pincha más fuerte de lo que debería cuando dice hacerme cosquillas.
Tengo que poner los ojos en blanco cuando rechaza mi oferta de invitarla al mundo moderno para decantarse por sus lechuzas. —No tienen nada de malo, no tienen nada de malo— suspiro, supongo que quedarán los walkie talkies hasta que tengamos veinte años y ella misma vea lo incómodo que será llamarnos de esa manera delante de nuestros amigos, tal vez para ese entonces salgan modelos más sofisticados, eso espero. Nuestras conversaciones en clave no son para cualquier oído, como tampoco parecen serlo la que sostienen el tío Nick y la tía Ingrid. —¿¿Crees que también podrías ser una piedra??— porque eso, en serio, ¡sería genial! ¡La piedra filosofal sería ella misma! Eso nadie se lo vio venir, ¡sería estupendo! Pero no, claro que no lo es. Porque si no puede haber dos piedras, menos aún puede haber tres. —Entonces no entiendo, ¿por qué la tía Ingrid se “acostaría” con otro hombre? ¿Qué tiene que ver Luka? ¿Crees que…?— de ideas descabelladas mis rulos están llenos. —¿Crees que Luka sea Nicholas Flamel?— inesperado, pero posible. Sé que parece un poco bobo a veces, su cara es la que me dice que es muy posible que sea un señor inmortal. ¡Y esa maldad! Nadie me cree, pero a veces mi primo me pincha más fuerte de lo que debería cuando dice hacerme cosquillas.
— ¿No crees que Oli ya sería famoso solo por ser el hijo del tío Nick? Tengo entendido que los paparazzis buscan encontrar cualquier drama que ronde la isla ministerial, ¡de seguro las revistas de cotilleo exageraron el vídeo! — tengo que hacerme con el teléfono de mamá si es que ese link sigue en su historial, que siendo mis hermanos me han abandonado no puedo robarles el teléfono a ellos como hace mi primo con Jenna. Quizá sí debería comprarme un teléfono, solo en casos de urgencias familiares como esta, que de seguro mamá ya ha hecho algo al respecto y lo próximo que escuchamos de nuestro primo Oliver es que lo han enviado a un internado en alta mar. De mi madre no me extrañaría ni lo más mínimo, tiene esa capacidad de convicción que hace mi tío Nick termine por hacer todo lo que ella diga, aunque sospecho que tiene todo un rollo hipnótico montado para conseguirlo. — ¡Puajjjj! ¿Pero qué guarrerías dices? ¡Y no, no lo digo por los granos! No se me ocurriría besar a ningún baboso de mi clase, ¿no ves que a la mitad les falta un tornillo? No saben más que comportarse como gorilas todo el tiempo. — y no lo digo porque yo sea un poco más madura que eso, sino también porque mamá me enseñó a ser educada y hablar con propiedad. ¡Exacto! ¡Aunque no siempre lo ponga en práctica, la teoría la tengo!
Me encojo de hombros, yo, que suelo inventarme teorías e hipótesis conspiradoras a la velocidad de un rayo, me encuentro con que no tengo ni idea de por qué mi madre utilizaría esas palabras en una conversación con el tío Nick. — ¿Cómo va a ser Luka Nicholas Flamel? No digas tonterías, Nicolas Flamel hace tiempo que murió, o eso es lo que dicen los escritos, aún estoy debatiendo esa teoría… ¡pero eso no es lo que importa ahora mismo! — ¿en serio estoy diciendo eso, yo, Katerina Lyova Romanov, que no le doy ni un respiro a mis padres en las cenas hablando sobre la piedra filosofal? ¿Qué me está pasando? — Podría preguntárselo a Luka, quizá él sepa a lo que se refiere mamá, después de todo, están hablando sobre él, ¿no? — para mí tiene toda la lógica del mundo, seguro que eso nos saca de terminar en conclusiones precipitadas. Ante todo, uno debe mantener la cabeza fría para no entrar en una crisis. Eso también lo aprendí de mamá, por mucho que Kostya crea que me viene de él.
Me encojo de hombros, yo, que suelo inventarme teorías e hipótesis conspiradoras a la velocidad de un rayo, me encuentro con que no tengo ni idea de por qué mi madre utilizaría esas palabras en una conversación con el tío Nick. — ¿Cómo va a ser Luka Nicholas Flamel? No digas tonterías, Nicolas Flamel hace tiempo que murió, o eso es lo que dicen los escritos, aún estoy debatiendo esa teoría… ¡pero eso no es lo que importa ahora mismo! — ¿en serio estoy diciendo eso, yo, Katerina Lyova Romanov, que no le doy ni un respiro a mis padres en las cenas hablando sobre la piedra filosofal? ¿Qué me está pasando? — Podría preguntárselo a Luka, quizá él sepa a lo que se refiere mamá, después de todo, están hablando sobre él, ¿no? — para mí tiene toda la lógica del mundo, seguro que eso nos saca de terminar en conclusiones precipitadas. Ante todo, uno debe mantener la cabeza fría para no entrar en una crisis. Eso también lo aprendí de mamá, por mucho que Kostya crea que me viene de él.
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—¿Y qué si Oliver sí quiere ser actor porno? Es nuestro primo, el único que se sienta con nosotros cuando nos mandan a la mesa de los niños, si es lo que quiere ser, yo voy a apoyarlo— decido, dejo de lado lo mucho que me molesta que en ocasiones siento que prefiera a Luka por sobre mí, si esa es su vocación y está buscando hacer famoso en las redes, yo voy a seguir dándole visualizaciones a su vivo aunque tenga que ponerlo en mute porque, puaj, que sucio escucharlo, y ya luego que Jenna se preocupe porque le aparezca tantas veces como que lo ha visto. Y hablando de Jenna, otra razón por la que creo que estaría mal que Kitty se ande besuqueando con sus compañeros, es que mi hermana seguiría siendo la única no besada en la familia y, pobre, sabemos que algún día pasará que hasta Kit Kat tendrá hijitos y mientras mi hermana seguirá con el ojo metido en un microscopio, pero prefiero que ese día se atrase todo lo que pueda. —Pues si los niños se comportan como gorilas, las niñas como hienas. Siempre pasan en grupito y se ríen. ¿Por qué lo hacen? Es muy molesto, siempre tengo que fijarme si es porque huelo mal o será que lo hacen por algo peor, mucho peor— resoplo, que el otro día Ellie Schulz me dijo que tenía algo que decirme, así que cuando terminó la última clase salí corriendo a buscar a Jenna para que volvamos a casa.
Yo tengo muy claro que es lo peor de lo peor, me quedo dos segundos sin poder decir palabra cuando Kitty es quien parece haber olvidado que es lo más importante de lo importante. ¿Dónde está Kit Kat y quien es esta niña a la que no le interesa Nicholas Flamel? Achino mis ojos para estudiarlo, no, es ella, es la misma nariz. ¿Será que un misterio mayor superó a su fascinación pro Flamel? ¡Jamás! ¡Esa no es Kitty! —Yo propongo que también hablemos con Oli, por si él sabe algo de que su padre esconda la piedra o no, y de paso, le decimos que si quiere ser actor porno, nosotros lo apoyamos. ¡Y claro! Hablar con Luka, me parece una idea genial— así tirado en el piso como estoy, muevo mi brazo para que mi puño quede enfrente de mi nariz y poder alzar el dedo pulgar. —Yo lo sostengo mientras tú lo golpeas y le preguntamos qué sabe de ese hombre con el que se “acostó” la tía Ingrid— pego mi oreja a la puerta para comprobar si se escucha algo que nos de más información. —Oye, ¿y si la piedra filosofal la tiene la novia del tío Nick? Una mujer vieja como él no puede verse tan hermosa, la tía Ingrid tiene más arrugas que ella. ¿No te parece raro? O tiene la piedra o bebe sangre de unicornios— había un rumor sobre que a la novia del tío le gustaba beber mucho y siempre le sacan fotos con un vaso de líquido transparente, todo encajaría. La busqué en internet cuando me enteré que salía con el tío.
Yo tengo muy claro que es lo peor de lo peor, me quedo dos segundos sin poder decir palabra cuando Kitty es quien parece haber olvidado que es lo más importante de lo importante. ¿Dónde está Kit Kat y quien es esta niña a la que no le interesa Nicholas Flamel? Achino mis ojos para estudiarlo, no, es ella, es la misma nariz. ¿Será que un misterio mayor superó a su fascinación pro Flamel? ¡Jamás! ¡Esa no es Kitty! —Yo propongo que también hablemos con Oli, por si él sabe algo de que su padre esconda la piedra o no, y de paso, le decimos que si quiere ser actor porno, nosotros lo apoyamos. ¡Y claro! Hablar con Luka, me parece una idea genial— así tirado en el piso como estoy, muevo mi brazo para que mi puño quede enfrente de mi nariz y poder alzar el dedo pulgar. —Yo lo sostengo mientras tú lo golpeas y le preguntamos qué sabe de ese hombre con el que se “acostó” la tía Ingrid— pego mi oreja a la puerta para comprobar si se escucha algo que nos de más información. —Oye, ¿y si la piedra filosofal la tiene la novia del tío Nick? Una mujer vieja como él no puede verse tan hermosa, la tía Ingrid tiene más arrugas que ella. ¿No te parece raro? O tiene la piedra o bebe sangre de unicornios— había un rumor sobre que a la novia del tío le gustaba beber mucho y siempre le sacan fotos con un vaso de líquido transparente, todo encajaría. La busqué en internet cuando me enteré que salía con el tío.
Tiene toda la razón, el primo Oliver es el único al que no le importa tomar asiento con nosotros en las comidas familiares, esas que están diseñadas para que los mayores se sienten en un lugar y los pequeños en otro. Por eso se entiende que Brian y yo tengamos que estar alejados de todos y yo la verdad que no lo comprendo, si tampoco hablan sobre temas tan interesantes o que nosotros no podamos entender. Hay una norma que dice que solo te puedes sentar con los mayores a partir de los dieciséis, creo que se la inventó Jenna y me parece lo más estúpido que se dijo en el mundo. — Fíjate que le podemos hacer una campaña de apoyo, así con pancartas que digan “¡Nosotros sí te apoyamos!” Y mostrarlas el domingo en la comida, por eso de que los mayores estén tan escandalizados… — no es una tan mala idea, hasta hay fotos de Oli sin camiseta en Wizzardface, las vi desde el teléfono de mamá. También podríamos pegarlas y decorarlas con purpurina para hacerlo más brillante. — ¡No vamos en grupito! — al menos, yo intento no hacerlo. — Es porque los niños son muy babosos y creemos que nos van a acorralar con vuestras boberías, tú no Brian, tú eres de otra especie completamente diferente. — aseguro, que no voy a insultar a mi pobre primo a pesar de que le haya tocado tener espermatozoides.
— ¡Puede ser, puede ser! Hasta podremos pedirle que busque entre sus cosas, todo desde el más profundo secretismo, por supuesto, no podemos permitir revelar cosas a personas que no son de estricta confianza. — los cuales nos incluyen exclusivamente a Brian y a mí, por mucho que quiera a Oli. — ¿Crees que hará falta la fuerza bruta? Siempre podemos meterle la varita por la nariz… — ¡no, no! Que estamos hablando de mi hermano, no deseo que le pase nada malo, además que lo de meter cosas en la nariz como método de tortura es cosa de Brian, no mía. Yo prefiero el trabajo más sutil, como el de infectar con bombas fétidas. — ¿Te refieres a la ministra LeBlanc? ¿Te parece que es tan vieja? No lo sé… a mí me da un poco de miedo cuando se presenta en la escuela, ¿a ti no? Se le estira la cara cuando sonríe. — lo cual a mí, me da más desconfianza que otra cosa, ¿para cuando el tío Nick nos hará las presentaciones oficiales? — Quizá tengas razón, y es por eso que nunca la lleva a las comidas, para que no sospechemos al tenerla más cerca. — entrecierro un poco mis ojos, tratando de pensar en si mi sospecha puede llegar a ser verdad o no.
— ¡Puede ser, puede ser! Hasta podremos pedirle que busque entre sus cosas, todo desde el más profundo secretismo, por supuesto, no podemos permitir revelar cosas a personas que no son de estricta confianza. — los cuales nos incluyen exclusivamente a Brian y a mí, por mucho que quiera a Oli. — ¿Crees que hará falta la fuerza bruta? Siempre podemos meterle la varita por la nariz… — ¡no, no! Que estamos hablando de mi hermano, no deseo que le pase nada malo, además que lo de meter cosas en la nariz como método de tortura es cosa de Brian, no mía. Yo prefiero el trabajo más sutil, como el de infectar con bombas fétidas. — ¿Te refieres a la ministra LeBlanc? ¿Te parece que es tan vieja? No lo sé… a mí me da un poco de miedo cuando se presenta en la escuela, ¿a ti no? Se le estira la cara cuando sonríe. — lo cual a mí, me da más desconfianza que otra cosa, ¿para cuando el tío Nick nos hará las presentaciones oficiales? — Quizá tengas razón, y es por eso que nunca la lleva a las comidas, para que no sospechemos al tenerla más cerca. — entrecierro un poco mis ojos, tratando de pensar en si mi sospecha puede llegar a ser verdad o no.
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—¡Podríamos hacerle una pancarta que vaya de punta en punta!— exclamo, los carteles podemos tenerlos escondidos debajo de la mesa, entre nuestras piernas, y sacarlas cuando es el momento. O simplemente podríamos colgar una tela que vaya de una pared a la otra, con las palabras bien grandes así las leen nada más entrar, diciendo que nosotros lo apoyamos y no le vamos a hacer el feo porque ande haciendo porno de Wizzardface. ¿Qué la tía Ingrid no habla siempre de lo importante de la unión familiar? Bueno, ella es la primera que tiene que poner en práctica sus consejos. —¡Nosotros no hacemos eso!— replico, ofendido de que diga que los niños molestamos a las niñas, si yo las miro con una mueca cada vez que se me acercan a querer darme una golosina. — ¡Ah!— suelto aliviado de que me excluya de ese grupo, claro que… —¡Oye! ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué soy un cobayo? ¿Un mooncalf?—, ¿qué tan diferente dice que soy? Tengo cabeza, piernas, brazos como ella. Espero a que me responda con mi ceño fruncido advirtiéndole de que me diga algo bonito y nada que involucre pelos.
—En Oli podemos confiar — aseguro con un asentimiento de mi cabeza, más de una vez fue él mismo quien nos dijo que mejor no le contábamos a nadie cuando robamos parte del postre en Navidad o esa vez que se rompió el jarrón de cenizas de la tía abuela del tío Kostya por estar jugando con una quaffle dentro de la sala de la tía Ingrid, porque era domingo y llovía afuera como para salir. —¡Si hay que meterle la varita en la nariz, yo me lo pido!— exclamo con mi brazo en alto, que lo hice solo una vez por estar muy enojado, es la primera vez que me ofrezco como voluntario y el honor se lo lleva Luka. —Para mí es muy vieja, te das cuenta por sus ojos, también como se mueve… no sé, ¿no te parece que es tan elegante como…? ¿cómo esas reinas de otros tiempos? Mamá mira una de esas novelas, donde usan rodetes con rejillas y los cuellos de sus vestidos parecen abanicos. ¡Ya sé! ¡Cómo esa película de vampiros! La novia del tío Nick se parece a un vampiro… así que… o es un vampiro, o lleva viviendo milenios gracias a la piedra filosofal. Y acaso, ¿no es que el tío Nick la conoce de toda la vida? Tal vez… tal vez…— sigo con mis teorías conspirativas, esto es culpa de leer mucho de ese suplemento de The Guardian que propone respuesta impensadas a grandes misterios. —¿Tal vez el tío Nicholas sea una reencarnación de Nicholas Flamel y ella es la piedra filosofal que debe cuidar en cada vida?
—En Oli podemos confiar — aseguro con un asentimiento de mi cabeza, más de una vez fue él mismo quien nos dijo que mejor no le contábamos a nadie cuando robamos parte del postre en Navidad o esa vez que se rompió el jarrón de cenizas de la tía abuela del tío Kostya por estar jugando con una quaffle dentro de la sala de la tía Ingrid, porque era domingo y llovía afuera como para salir. —¡Si hay que meterle la varita en la nariz, yo me lo pido!— exclamo con mi brazo en alto, que lo hice solo una vez por estar muy enojado, es la primera vez que me ofrezco como voluntario y el honor se lo lleva Luka. —Para mí es muy vieja, te das cuenta por sus ojos, también como se mueve… no sé, ¿no te parece que es tan elegante como…? ¿cómo esas reinas de otros tiempos? Mamá mira una de esas novelas, donde usan rodetes con rejillas y los cuellos de sus vestidos parecen abanicos. ¡Ya sé! ¡Cómo esa película de vampiros! La novia del tío Nick se parece a un vampiro… así que… o es un vampiro, o lleva viviendo milenios gracias a la piedra filosofal. Y acaso, ¿no es que el tío Nick la conoce de toda la vida? Tal vez… tal vez…— sigo con mis teorías conspirativas, esto es culpa de leer mucho de ese suplemento de The Guardian que propone respuesta impensadas a grandes misterios. —¿Tal vez el tío Nicholas sea una reencarnación de Nicholas Flamel y ella es la piedra filosofal que debe cuidar en cada vida?
— Perfecto, me lo apuntaré en la agenda para ir mañana mismo a comprar lo que necesitemos. Podemos hacerla juntos, así queda como que somos un frente unido y le dará más apoyo a Oli. — afirmo con la cabeza, ya es un hecho que lo haremos, solo necesito robar un par de galeones del bolso de mamá, o mejor de la cartera de papá, que la primera siempre se da cuenta de que le falta algo y me hace devolvérselo, incluso cuando sabe que no tengo un duro. Mi padre creo que también se da cuenta, pero no lo apunta porque es consciente de que no me cae una moneda de parte de mamá, ¡qué desconsiderada! Ahora que tiene hija única… — No, quiere decir que tú perteneces a un rango muy superior al de niños babosos de escuela, ¿no te das cuenta? Como mi primo menor, tienes un status muy diferente. — ¡hasta soné como mamá! Y por status me refiero no a ningún juicio de sangre o posición laboral como dirían los mayores, sino a que Brian no se come los mocos cuando creen que no lo están viendo, por ejemplo. No volveré a acercarme a Billy Dempsey en lo que queda de curso, es capaz a pegarme un chicle en el pelo también con tal de llamar mi atención.
Intento pensar en cómo se mueve la ministra, la he visto por la tele en varias ocasiones, las suficientes como para darme cuenta de lo erguida que coloca la espalda, tal como hace mamá por deporte, y esa sonrisa que enseña… No se puede decir que no es bonita, pero a mí me causa más terror que tranquilidad, si vamos al caso. — No lo sé, no lo sé… la teoría del vampiro me convence más, jamás he visto uno, pero sé que existen, se encuentran escondidos en Transilvania y el que los lidera se llama Rakoczi, que es su príncipe y vivió tanto tiempo que por eso ganó su fama como vampiro. — explico, siendo consciente de que nos estamos alejando un poco del tema principal, pero me emocionan tanto estos temas que me da igual. — Como sea, no creo que ella sea la piedra filosofal, ni que el tío Nick sea la reencarnación de Nicolas Flamel, pero sí opino que guardan más secretos de los que creemos. Debemos elaborar un plan para la próxima vez que la comida sea en casa de Oli, ¿sí? Podríamos colarnos en su despacho y averiguar algo más. — capaz también encontramos algo sobre el asunto de mamá, que en esta familia parece que solo se mueven por secretos. Matamos dos pájaros de un tiro, efectividad completa.
Intento pensar en cómo se mueve la ministra, la he visto por la tele en varias ocasiones, las suficientes como para darme cuenta de lo erguida que coloca la espalda, tal como hace mamá por deporte, y esa sonrisa que enseña… No se puede decir que no es bonita, pero a mí me causa más terror que tranquilidad, si vamos al caso. — No lo sé, no lo sé… la teoría del vampiro me convence más, jamás he visto uno, pero sé que existen, se encuentran escondidos en Transilvania y el que los lidera se llama Rakoczi, que es su príncipe y vivió tanto tiempo que por eso ganó su fama como vampiro. — explico, siendo consciente de que nos estamos alejando un poco del tema principal, pero me emocionan tanto estos temas que me da igual. — Como sea, no creo que ella sea la piedra filosofal, ni que el tío Nick sea la reencarnación de Nicolas Flamel, pero sí opino que guardan más secretos de los que creemos. Debemos elaborar un plan para la próxima vez que la comida sea en casa de Oli, ¿sí? Podríamos colarnos en su despacho y averiguar algo más. — capaz también encontramos algo sobre el asunto de mamá, que en esta familia parece que solo se mueven por secretos. Matamos dos pájaros de un tiro, efectividad completa.
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—¿Vamos después de la escuela?— propongo, eso nos deja unas horas antes de que los comercios se cierren y quizá podemos ir a una de las salas de juego luego, LUEGO. Tengo en claro que las prioridades son apoyar a Oliver en su meta en la vida, lo de los juegos es por si nos queda tiempo, ¿no está mal, verdad? —¡Mamá puede llevarnos! Y si le contamos lo que pensamos hacer, tal vez también se apunta, todos sabemos que Oli es su sobrino favorito… sí, lo siento, Kat, Oliver es su favorito…— se lo tengo que decir, suelo creer que es algo evidente, así que espero no estar lastimando su corazón. —Si te sirve de consuelo, eres su segunda favorita. Eso quiere decir que entre las chicas, vas primera. También te diría que Jenna que es su hija va después de ti… ¿nunca has pensando en que podríamos pedirle a mamá y a los tíos que reorganicen sus hijos como debe ser? Oliver, tú y yo podríamos vivir con mamá, Jenna y Lex con la tía Ingrid, a Luka tendremos que devolverlo con sus padres biológicos, esos pogrebins que vimos una vez en el zoológico del distrito nueve…— comento, eso dejaría sin hijos al tío Nicholas, podríamos comprarle un perro. —¡Ah! ¡Ya entiendo! Es porque soy más listo que los otros niños de mi edad, ¿verdad?— hay una nota de pomposidad en mi voz que no disimulo, es que lo sé, Jenna será la nerd de ciencia, pero suelo sacar las más altas calificaciones en matemáticas en mi grupo y pienso armar construcciones perfectas que respeten el número áureo algún día, como las pirámides de Egipto.
A todo lo que me dice sobre vampiros yo solo tengo una duda. —Si la novia del tío Nick es vampiro, ¿pueden tener bebés?— ¡Y no! ¡No necesito que me explique cómo nacen los bebés! No soy tan tonto, lo que quiero saber es si esas criaturas mágicas pueden tener uno, ¿no es que están muertos pero no se pueden morir? Si ya están muertos, todo lo de adentro también debería estar muerto, entonces no podrían tener bebés… pero puede que sí, porque… magia. Que frustración cuando la respuesta a todo es… magia. —Entonces ese Rakoczi… no era vampiro, solo vivió muchos años. ¿Cuántos? ¿Tendría algo parecido a la piedra filosofal? ¿Será que también tomaba whisky de unicornio?— chasqueo los dedos por la deducción a la que he llegado. —Estoy cada vez más seguro que esa tal Eloise LeBlanc es una vampiro y por alguna razón, el tío Nick está con ella. Escucha esto, mamá tiene una amiga que es licántropo, siempre viene a la farmacia porque están trabajando con mamá en una poción. Ellas no saben qué lo sé. Los vampiros y los licántropos desde siempre han sido enemigos mortales, te lo dicen todos los cuentos, así que le preguntaré cuanto sabe de los vampiros… y podremos revelar la verdadera identidad de LeBlanc, por qué el tío está con ella, por qué mencionan a Luka como un secreto, y quién de todos ellos está escondiendo la piedra filosofal… Kit Kat, ¿me estoy olvidando de algo?— creo que tenemos que volver a su habitación para seguir colocando hilos y nuevos papelitos con hipótesis.
A todo lo que me dice sobre vampiros yo solo tengo una duda. —Si la novia del tío Nick es vampiro, ¿pueden tener bebés?— ¡Y no! ¡No necesito que me explique cómo nacen los bebés! No soy tan tonto, lo que quiero saber es si esas criaturas mágicas pueden tener uno, ¿no es que están muertos pero no se pueden morir? Si ya están muertos, todo lo de adentro también debería estar muerto, entonces no podrían tener bebés… pero puede que sí, porque… magia. Que frustración cuando la respuesta a todo es… magia. —Entonces ese Rakoczi… no era vampiro, solo vivió muchos años. ¿Cuántos? ¿Tendría algo parecido a la piedra filosofal? ¿Será que también tomaba whisky de unicornio?— chasqueo los dedos por la deducción a la que he llegado. —Estoy cada vez más seguro que esa tal Eloise LeBlanc es una vampiro y por alguna razón, el tío Nick está con ella. Escucha esto, mamá tiene una amiga que es licántropo, siempre viene a la farmacia porque están trabajando con mamá en una poción. Ellas no saben qué lo sé. Los vampiros y los licántropos desde siempre han sido enemigos mortales, te lo dicen todos los cuentos, así que le preguntaré cuanto sabe de los vampiros… y podremos revelar la verdadera identidad de LeBlanc, por qué el tío está con ella, por qué mencionan a Luka como un secreto, y quién de todos ellos está escondiendo la piedra filosofal… Kit Kat, ¿me estoy olvidando de algo?— creo que tenemos que volver a su habitación para seguir colocando hilos y nuevos papelitos con hipótesis.
Asiento con la cabeza, después de la escuela me parece un horario adecuado porque nadie nos irá por detrás advirtiéndonos del toque de queda, además las tiendas están abiertas y podemos darnos un recorrido más amplio. — Oohhhhhh, ¿crees que nos acompañaría? Si lo hace, siempre podemos cargarle las compras a ellas y colar alguna que otra chuchería en el carro. ¡Además así no tenemos que pagarlo nosotros! — exclamo entusiasmada, la verdad es que me hacía cero gracia tener que gastar de mis ahorros, aunque fuera por el bien del pobre Oli y su futuro. A la tía Sigrid tampoco creo que le importe, porque ella es así, creo que se da cuenta de que el ochenta por ciento de la compra son tonterías y el otro veinte restante cosas que en serio necesitan en su casa, pero creo que hasta ella misma lo disfruta. — Pobre tío Nick, se quedaría sin hijos entonces, y no parece que sea tan malo vivir con el tío Nick, ¡si no debe estar nunca en casa! Ya sé, tú yo podríamos irnos a vivir con él, así nos quedaríamos con su piscina grande, ¿has visto que enorme que es la habitación de Oli? — porque yo sí, que además no estoy para quejarme porque nuestra casa es bastante grande también, pero nada en comparación con la mansión ministerial en que viven nuestro tío y primo. Encima son solo dos. — Estoy segura de que se tienen que perder ahí dentro. — digo como último comentario. — Exacto, tú les das mil vueltas a todos tus compañeros gorilas, Alex. — afirmo, que si eso le va a hacer sentir mejor y menos de su clase, que así sea.
— No lo sé. — confieso, pasando a plasmar la duda en mi rostro cuando me limito a pensarlo. — Lo buscaré en internet y haré toda una investigación sobre ello para que mañana tengamos una base de la cual partir. — es importante saber esto de los bebés, no vaya a ser que de repente nos aparezca un primo inmortal. — ¡No tenía algo parecido, Brian, él tenía la piedra! O eso dicen… nadie lo sabe con certeza. Rakoczi también era conocido como el Conde de Saint Germain, ¿sabes? Y estudió mucho sobre la alquimia y los poderes de la piedra, pero nunca se descubrió si tuvo en su poder realmente la piedra. — explico, emocionada por poder hablar sobre ello con alguien que muestre el mismo interés que yo. — Espera… ¿la tía Sigrid trabaja con una mujer lobo para elaborar una poción y ella se lleva mal con los vampiros? ¡Qué lío, Brian, qué lío! ¿Por qué tu madre la ayudaría? Digo… si LeBlanc está saliendo con el tío Nick… ¡Para! ¡Capaz el tío Nick esté engañando a la ministra para debilitarla y con ayuda de Sigrid acabar con ella! ¿Es un poco sádico, no crees? — definitivamente nos hemos salido por completo de la línea de pensamiento que nos etiquetaría como niños normales, hemos llegado al punto donde creo que estamos hasta delirando.
— No lo sé. — confieso, pasando a plasmar la duda en mi rostro cuando me limito a pensarlo. — Lo buscaré en internet y haré toda una investigación sobre ello para que mañana tengamos una base de la cual partir. — es importante saber esto de los bebés, no vaya a ser que de repente nos aparezca un primo inmortal. — ¡No tenía algo parecido, Brian, él tenía la piedra! O eso dicen… nadie lo sabe con certeza. Rakoczi también era conocido como el Conde de Saint Germain, ¿sabes? Y estudió mucho sobre la alquimia y los poderes de la piedra, pero nunca se descubrió si tuvo en su poder realmente la piedra. — explico, emocionada por poder hablar sobre ello con alguien que muestre el mismo interés que yo. — Espera… ¿la tía Sigrid trabaja con una mujer lobo para elaborar una poción y ella se lleva mal con los vampiros? ¡Qué lío, Brian, qué lío! ¿Por qué tu madre la ayudaría? Digo… si LeBlanc está saliendo con el tío Nick… ¡Para! ¡Capaz el tío Nick esté engañando a la ministra para debilitarla y con ayuda de Sigrid acabar con ella! ¿Es un poco sádico, no crees? — definitivamente nos hemos salido por completo de la línea de pensamiento que nos etiquetaría como niños normales, hemos llegado al punto donde creo que estamos hasta delirando.
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—No sé si mamá no se da cuenta o está esperando a que cumpla diecisiete años para pasarme la cuenta. Tendrás que ayudarme entonces con tus knuts— le advierto, que no voy a cargar solo con esa deuda millonaria. Si me voy a poner a contar las tonterías que vamos metiendo a los canastos y las bolsas desde los cinco años, tendremos que pedirle también un préstamo al tío Nick, quien si pasa a ser nuestro padre legal, ¡podría pagarlo por nosotros! —¡Oye! ¡Esa es una idea estupenda! Vamos a pedirle al tío Nick que nos adopte, que Oliver pase a vivir con mi mamá, Jenna y Lex con tu mamá, Luka en el bosque— esa repartición de hijos me agrada, tendríamos todo el cuarto de Oliver para nosotros, ¡podríamos convertirlo en un mini estadio de quidditch! Puedo hacerlo, empezaré a diseñar los planos. —Si pasamos a ser los hijos del tío Nick… ¡estaríamos más cerca de los secretos también!— más cerca de su despacho y de su novia que bien podría ser una vampiro, tendríamos más posibilidades de espiarla para poder descubrir dónde está la piedra.
—Ese conde... podríamos preguntarle a la novia del tío Nick si lo conoce, ponerla entre la espada y la pared. Nos daremos cuenta en sus ojos si lo reconoce— se me ocurre, eso sí vamos por un ataque directo para conseguir respuestas, en principio tocaría recoger toda la información que haga falta para comprobar nuestras hipótesis que cada vez van tomando más forma y yo diría, son tan lógicas que no se por qué no se nos ocurrieron antes. —Entonces… nuestra familia de magos está metida en una batalla milenaria entre licántropos y vampiros, donde todos quieren la posesión de la piedra. ¡Kitty! ¡Te das cuenta! ¡Esto es grande! Y sigo creyendo… que Luka debe saber dónde está, porque siempre… siempre… en todas las historias, dan al más bobo lo más importante, porque ni siquiera sabe que lo tiene. ¡Él no lo sabe, Kit Kat!— deducciones igual de lógicas que nuestras hipótesis, tengo que aplastarme los rulos con la mano porque siento que se están alborotando de tantas ideas. —¡Rápido, rápido!— grito de pronto cuando los zapatos que veo por debajo de la rendija de la puerta van avanzando hacia nosotros. Me pongo de pie lo más a prisa que puedo, tirando de Kit Kat para llevarla conmigo a lo alto de la escalera, hay una curva así que podemos espiar de ahí y salvo que los tíos levanten la vista, no podrán vernos. Escucho apenas lo que susurran. —¿Lo oíste? Están hablando de la sangre de Luka, una muestra… ¿o un pelo? Lo de la sangre lo entiendo, pero ¿por qué un pelo?— le susurro a mi prima, —¿La sangre sirve de algo en alquimia? ¿..o un pelo?
—Ese conde... podríamos preguntarle a la novia del tío Nick si lo conoce, ponerla entre la espada y la pared. Nos daremos cuenta en sus ojos si lo reconoce— se me ocurre, eso sí vamos por un ataque directo para conseguir respuestas, en principio tocaría recoger toda la información que haga falta para comprobar nuestras hipótesis que cada vez van tomando más forma y yo diría, son tan lógicas que no se por qué no se nos ocurrieron antes. —Entonces… nuestra familia de magos está metida en una batalla milenaria entre licántropos y vampiros, donde todos quieren la posesión de la piedra. ¡Kitty! ¡Te das cuenta! ¡Esto es grande! Y sigo creyendo… que Luka debe saber dónde está, porque siempre… siempre… en todas las historias, dan al más bobo lo más importante, porque ni siquiera sabe que lo tiene. ¡Él no lo sabe, Kit Kat!— deducciones igual de lógicas que nuestras hipótesis, tengo que aplastarme los rulos con la mano porque siento que se están alborotando de tantas ideas. —¡Rápido, rápido!— grito de pronto cuando los zapatos que veo por debajo de la rendija de la puerta van avanzando hacia nosotros. Me pongo de pie lo más a prisa que puedo, tirando de Kit Kat para llevarla conmigo a lo alto de la escalera, hay una curva así que podemos espiar de ahí y salvo que los tíos levanten la vista, no podrán vernos. Escucho apenas lo que susurran. —¿Lo oíste? Están hablando de la sangre de Luka, una muestra… ¿o un pelo? Lo de la sangre lo entiendo, pero ¿por qué un pelo?— le susurro a mi prima, —¿La sangre sirve de algo en alquimia? ¿..o un pelo?
— ¡Pero soy pobre, Brian! Los ahorros solo me dan para emergencias. — explico, con voz de pena, seguro que él puede convencer a su madre de ayudarnos, la tía Sigrid siempre ha sido muy de apoyarnos en nuestros intereses. Y con emergencias evidentemente me refiero a cuando tengo que comprar golosinas en el kiosko de la esquina del colegio. — Pobre Luka… también podría vivir en la casita del jardinero, seguro que el tío Nick debe tener una… — ¿no es allí también donde solía vivir el ama de llaves? Creo que me estoy liando con los cuentos que leía cuando era más pequeña, no, me estoy liando con el juego en el que hay que descubrir quién de la mansión asesinó al muerto, ese al que solíamos jugar en las quedadas de primos, hasta que se volvieron aburridos y quedó en evidencia que Brian y yo no podíamos jugar solos, porque así no funciona. — Exacto, nuestro plan se haría mucho más fácil si viviéramos en la casa de Nick, si no acepta, también podemos pedirle a Oliver que nos deje hacer una pijamada en su cuarto, así mientras duerme podríamos rebuscar entre sus cosas. — nada en el plan debería fallar, a no ser que el tío Nick tenga seguridad láser, de ese que se ve rojo y si lo tocas empiezan a saltar las alarmas. Por si acaso, hago la nota mental de conseguirnos todo un equipo de ropa oscura, gafas para ver en la oscuridad y usar la varita como linterna. ¿También se lo podremos colar a la tía Sigrid o tendremos que pedir un préstamo al banco?
— Para eso primero tendríamos que tenderle una trampa a LeBlanc, ¿qué tan complicado sería robarle el teléfono al tío Nick en la próxima comida familiar y enviarle un mensaje con una hora y un lugar concreto? Así… ¡estaremos allí esperándola! — entonces sí no tendrá escapatoria, tendría que contarnos acerca de sus orígenes sí o sí, nadie resiste bajo presión. Asiento con la cabeza, veo que mi primo me capta, bien. — Capaz por eso se mudó, porque sabe que ya andamos desvelando su secreto sobre la piedra, ¡maldito perro traidor! — exclamo tan alto que me asusta el hecho de pensar que ese grito ha sido lo que ha provocado que pies dentro de la cocina se muevan, en dirección a la puerta. Si no me tropiezo con mis propios pies es porque uso las escaleras para subir rápidamente con ayuda de mis manos, casi a cuatro patas, para después esconderme detrás de la esquina, ojos puestos sobre las dos cabezas rubias. Quizá la de Nick esté empezando a ponerse un poco de color gris, imposible que haya usado los poderes de la piedra. — ¡Ssssssshhh! Que no escucho. — en realidad, sí, pero necesito de silencio para poder asimilarlo. — No… quieren hacerle una prueba de sangre a Luka, o eso he entendido. — si quizá nos asomáramos un poco más… Escondo rápidamente mi cabeza cuando veo que me expongo demasiado, la conclusión a la que llego no me gusta demasiado. — Brian, esto es por lo de que mi madre se acostó con alguien, no tiene nada que ver con la piedra, mi hermano puede no ser mi hermano.
— Para eso primero tendríamos que tenderle una trampa a LeBlanc, ¿qué tan complicado sería robarle el teléfono al tío Nick en la próxima comida familiar y enviarle un mensaje con una hora y un lugar concreto? Así… ¡estaremos allí esperándola! — entonces sí no tendrá escapatoria, tendría que contarnos acerca de sus orígenes sí o sí, nadie resiste bajo presión. Asiento con la cabeza, veo que mi primo me capta, bien. — Capaz por eso se mudó, porque sabe que ya andamos desvelando su secreto sobre la piedra, ¡maldito perro traidor! — exclamo tan alto que me asusta el hecho de pensar que ese grito ha sido lo que ha provocado que pies dentro de la cocina se muevan, en dirección a la puerta. Si no me tropiezo con mis propios pies es porque uso las escaleras para subir rápidamente con ayuda de mis manos, casi a cuatro patas, para después esconderme detrás de la esquina, ojos puestos sobre las dos cabezas rubias. Quizá la de Nick esté empezando a ponerse un poco de color gris, imposible que haya usado los poderes de la piedra. — ¡Ssssssshhh! Que no escucho. — en realidad, sí, pero necesito de silencio para poder asimilarlo. — No… quieren hacerle una prueba de sangre a Luka, o eso he entendido. — si quizá nos asomáramos un poco más… Escondo rápidamente mi cabeza cuando veo que me expongo demasiado, la conclusión a la que llego no me gusta demasiado. — Brian, esto es por lo de que mi madre se acostó con alguien, no tiene nada que ver con la piedra, mi hermano puede no ser mi hermano.
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Pongo los ojos en blanco al oír del cambio de residencia de Luka por un sitio más lujoso que el que propongo, no quiero ponerme a discutir con Kitty por culpa de él, así que me guardó mis comentarios al respecto. Por muy enojada que esté con su hermano porque tuvo la crueldad de abandonarla con la tía Ingrid y, para mí, eso se merece todo el odio del mundo, comprendo que ella todavía le tenga aprecio tras años de tener que vivir con él. Yo no le perdono, no pudo hacerle eso a Kit Kat, ¿qué clase de ser humano es? Antes podía llamarlo a él si quería hablar con Kitty, ahora tengo que pasar por el filtro de Lex o la tía Ingrid, quien siempre insiste en acompañarnos a donde sea que vayamos ¡y no! Es una suerte que el tío Nick con su visita la haya distraído hoy, sino hubiéramos tenido su nariz en nuestras nucas toda la tarde. Ojalá fuéramos hijos del tío Nick… —¡Hecho! Digámosle al tío Nick que nos lleve con él y hagamos pijamada con Oliver, para convencerlo de que nos ayude vamos a decirle que nosotros lo apoyamos con pancartas y remeras a que sea actor porno si así quiere. ¿Crees que estampar remeras salga caro?— que ya hablamos del poco presupuesto con el que contamos como equipo.
Me agrada la manera de pensar que tiene mi prima, golpeo el puño de una mano contra la palma de la otra, porque su plan para acorralar a Leblanc es simplemente perfecto. ¡Perfecto! Estamos cada vez más cerca de revelar la verdad… y también de ser pillados por los tíos, así que nos escondemos lo mejor que podemos en lo alto de las escaleras, desde donde creo poder entender lo que dicen y al parecer, no entiendo ni j, porque mi prima lo entiende de una manera muy distinta. Entonces, si mi primo no es el hermano de Kitty… ¿en serio es hijo de los pogrebins? Muerdo mi lengua antes de que esa pregunta tonta salga de mi boca, la gravedad con la que ella dice eso de… «mi hermano puede no ser mi hermano» ¡es muy fuerte! Me quedo sin aliento por unos segundos, mi sorpresa es mayúscula, ¡no puede ser! Coloco mi mano en la espalda de Kit Kat. —No suena a algo que haría la tía Ingrid, tal vez escuchamos mal. Tal vez lo que quiso decir es que Luka necesita que le laven el pelo, tal vez… lo siento, Kitty, no deberíamos haber escuchado— me siento mal por ella que se enteró así y ¿cómo nunca pudimos verlo? ¡Nosotros! ¡Que resolvemos todos los misterios y acertijos! Como que Leblanc es una vampiro, ¡nos llevó minutos! ¿Cómo no pudimos ver que Luka no era un Romanov? —Vamos, ya no hay nada que hacer aquí— tiro de ella porque no se me ocurre que más hacer, preguntarle a la tía es una locura, robarle nosotros un pelo a Luka para hacer el examen es algo que puedo sugerirle luego, por el momento lo que nos queda es volver a nuestro refugio y ver si ha quedado algo en la reserva de golosinas para pensar ideas brillantes.
Me agrada la manera de pensar que tiene mi prima, golpeo el puño de una mano contra la palma de la otra, porque su plan para acorralar a Leblanc es simplemente perfecto. ¡Perfecto! Estamos cada vez más cerca de revelar la verdad… y también de ser pillados por los tíos, así que nos escondemos lo mejor que podemos en lo alto de las escaleras, desde donde creo poder entender lo que dicen y al parecer, no entiendo ni j, porque mi prima lo entiende de una manera muy distinta. Entonces, si mi primo no es el hermano de Kitty… ¿en serio es hijo de los pogrebins? Muerdo mi lengua antes de que esa pregunta tonta salga de mi boca, la gravedad con la que ella dice eso de… «mi hermano puede no ser mi hermano» ¡es muy fuerte! Me quedo sin aliento por unos segundos, mi sorpresa es mayúscula, ¡no puede ser! Coloco mi mano en la espalda de Kit Kat. —No suena a algo que haría la tía Ingrid, tal vez escuchamos mal. Tal vez lo que quiso decir es que Luka necesita que le laven el pelo, tal vez… lo siento, Kitty, no deberíamos haber escuchado— me siento mal por ella que se enteró así y ¿cómo nunca pudimos verlo? ¡Nosotros! ¡Que resolvemos todos los misterios y acertijos! Como que Leblanc es una vampiro, ¡nos llevó minutos! ¿Cómo no pudimos ver que Luka no era un Romanov? —Vamos, ya no hay nada que hacer aquí— tiro de ella porque no se me ocurre que más hacer, preguntarle a la tía es una locura, robarle nosotros un pelo a Luka para hacer el examen es algo que puedo sugerirle luego, por el momento lo que nos queda es volver a nuestro refugio y ver si ha quedado algo en la reserva de golosinas para pensar ideas brillantes.
— Depende… si son solo para nosotros capaz podemos apañarnos, si van a ser para que toda la familia tenga una remera, deberíamos empezar por mirar en todos los bolsos de nuestras madres, siempre hay alguna moneda por ahí, o debajo de los cojines de los sofás. — sugiero, que no sería la primera vez que caigo con la suerte de encontrarme con un galeón si intento colar la mano, a mamá también se le cae el dinero en los bolsos, podría revolver esta noche entre ellos a ver si encuentro algo para nuestro pequeño proyecto. — Apuntaré todo lo que necesitaremos para la pancarta, los detalles de los que tenemos que acordarnos, así no se nos olvidará nada. — esto último no es algo que me suela ocurrir, pues siempre encuentro el modo de plasmar en libretitas y hojas todo lo que necesito para mis propias cosas, como investigaciones y datos que encuentro en internet. Mi habitación llena de carpetas con información CONFIDENCIAL (mamá, me estoy refiriendo a ti) y paredes llenas de hojas detalladas sobre mis planes lo demuestran. Me recuerda también que pronto tendré que empezar a poner una seguridad más reforzada en mi cuarto, mamá me tiene prohibido usar la magia para cerrar la puerta así que una silla sobre la manilla ha sido mi último recurso en este último tiempo. Tendré que mejorarlo.
No, la verdad que no es algo que haría mi madre, si acaso, es lo último que se me ocurriría pensar de ella, probablemente la razón por la que no hemos caído en lo que significaba la conversación hasta que sus palabras claras lo han hecho evidente. — No, no deberíamos haber escuchado… — coincido con mi primo, ¿qué se supone que debo hacer ahora con esta información? Mi primer impulso me dice que vaya directamente con el cuento a mi madre, pero decírselo resultaría en una incriminación que sé que ella no se tomaría bien: primero porque ni siquiera deberíamos haber estado escuchado detrás de la puerta; segundo que sé de sobra cual sería su respuesta, más bien su reacción, negarlo por completo es la opción más probable. No… necesito pensar en otra cosa, ya lo hago mientras nos movemos hacia mi cuarto, ahí donde me siento más segura entre mis papeles, cama bien hecha y armario estampado con toda clase de pegatinas y posters en sus puertas internas, pero como está abierto de par en par, no es complicado notar su decoración. — ¿Crees que Luka lo sabrá? … ¿¡O mi padre!?
No, la verdad que no es algo que haría mi madre, si acaso, es lo último que se me ocurriría pensar de ella, probablemente la razón por la que no hemos caído en lo que significaba la conversación hasta que sus palabras claras lo han hecho evidente. — No, no deberíamos haber escuchado… — coincido con mi primo, ¿qué se supone que debo hacer ahora con esta información? Mi primer impulso me dice que vaya directamente con el cuento a mi madre, pero decírselo resultaría en una incriminación que sé que ella no se tomaría bien: primero porque ni siquiera deberíamos haber estado escuchado detrás de la puerta; segundo que sé de sobra cual sería su respuesta, más bien su reacción, negarlo por completo es la opción más probable. No… necesito pensar en otra cosa, ya lo hago mientras nos movemos hacia mi cuarto, ahí donde me siento más segura entre mis papeles, cama bien hecha y armario estampado con toda clase de pegatinas y posters en sus puertas internas, pero como está abierto de par en par, no es complicado notar su decoración. — ¿Crees que Luka lo sabrá? … ¿¡O mi padre!?
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Mala idea, muy mala idea. ¿Es demasiado temprano para decirle a mamá que venga a buscarme? Podría convencerla de invitar a Kitty para cenar esta noche, así no tiene que quedarse en su casa, conociendo su carácter y el de la tía Ingrid, ¿van a poder estar en un mismo lugar sin que mi prima le pregunte todo sobre Luka? Quiero sacarlo lo más a prisa que puedo de nuestro escondite en la escalera, de todo este sitio, escondernos debajo de la cama si hace falta con nuestras varitas alumbrando, lo que sea que nos permita ignorar lo que acabamos de escuchar o si lo hablamos, que sea en susurros, hasta que cobre sentido. Porque el hecho de que Luka sea hijo de unos bichos raros es hasta lógico para mí, ¿pero que sea hijo de la tía Ingrid y no del tío Kostya? Debió ser algún experimento raro de laboratorio, tal vez Luka sea un bebé de frasco, él no… ¡en serio no puedo creerlo! La tía Ingrid engañó al tío Kostya, le puso los cuernos, así, como un ciervo con la cornamenta más grande de todo el condado. — ¿Crees que mi mamá lo sepa?— pregunto, me giro hacia ella para susurrarle de cerca. —¿Crees que debamos contárselo?— sigo, salvo que Kitty diga que si, por mi honor y deber, este secreto no saldrá de nosotros, ¡pero creo que debemos contárselo a alguien!
Rodeo su muñeca con mi mano para poder guiarla de regreso a su dormitorio, no sea que en el shock termine con la nariz aplastada con la pared. ¿Tendré que buscarle un poster de Nicholas Flamel para que lo mire y se calme? Reviso con mis ojos los que están a la vista, encuentro algo mejor que es un cuaderno con un bolígrafo, la suelto para ir a buscarlo y tendérselo. —Toma, para que puedas hacer un esquema y le des sentido a todo esto— le ofrezco, coloco mis manos en sus hombros para que se siente en el borde de la cama y me acomodo a su lado. —Entonces… cuando hablaron de Lex… ella ya había nacido cuando tu mamá engañó a tu papá, quizás el único que lo sepa sea el tio Nick. Kitty, ¿te das cuenta?— pregunto, se me va la voz por el pánico de esta posibilidad. —Si tus padres se hubieran separado, tu no habrías nacido. No habría Kit Kat en el mundo. Y seguro que yo hubiera nacido en alguna choza del distrito siete, con algún padre pelirrojo— que miedo.
Rodeo su muñeca con mi mano para poder guiarla de regreso a su dormitorio, no sea que en el shock termine con la nariz aplastada con la pared. ¿Tendré que buscarle un poster de Nicholas Flamel para que lo mire y se calme? Reviso con mis ojos los que están a la vista, encuentro algo mejor que es un cuaderno con un bolígrafo, la suelto para ir a buscarlo y tendérselo. —Toma, para que puedas hacer un esquema y le des sentido a todo esto— le ofrezco, coloco mis manos en sus hombros para que se siente en el borde de la cama y me acomodo a su lado. —Entonces… cuando hablaron de Lex… ella ya había nacido cuando tu mamá engañó a tu papá, quizás el único que lo sepa sea el tio Nick. Kitty, ¿te das cuenta?— pregunto, se me va la voz por el pánico de esta posibilidad. —Si tus padres se hubieran separado, tu no habrías nacido. No habría Kit Kat en el mundo. Y seguro que yo hubiera nacido en alguna choza del distrito siete, con algún padre pelirrojo— que miedo.
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