No quiero que se me note que estoy enojada, pero lo estoy. ¡Y no debería, porque estoy siendo caprichosa! Pero es que… bien, es el primer día en el cual estoy completamente libre después de toda la locura y solo lo he tomado porque Benedict me ha obligado a descansar, así que estoy sentada en la sala de mi nueva casa en total soledad, porque Sage y Jim se han ido a jugar a la pelota y me han dejado… sola. Sola como un perro, sin nadie a quien molestar o con quien compartir los chocolates que traje conmigo anoche y ni hablemos de que encima me estoy aburriendo. La pobre de mí, que quería aprovechar a salir con su novio como se debe de una buena vez y el muy idiota me cambió por James… ¡A quien tampoco puedo molestar porque me cambió por Sage! Bah, que se hagan la cena entre ellos entonces, estúpidos chicos. Puedo hacerlo sola.

Es así como lleno una pequeña mochila de todo lo que necesito y salgo en busca de la única compañía femenina que, sospecho, va a apreciar todo lo que tengo para compartir. Lo malo de ser menor es que he quedado desplazada de los horarios que otros utilizan para hacer cosas importantes, así que si no estoy custodiando que Kendrick no haga una estupidez, no estoy haciendo nada y los demás tienen actividades que valen la pena. Beverly va a entenderme, no solo porque tenemos la misma edad sino también porque la pobre es la única a la cual le pude robar algo de maquillaje durante todos estos meses desde que nos conocimos. No tiene muy buen gusto para la ropa, pero ahora que hay más opciones, quizá se pueda arreglar.

Es bueno saber que vivimos todos relativamente cerca y mentiría si dijera que no dudé de estar tomando el camino correcto, porque lo hice varias veces. La casa que han escogido Ben y Arianne como su nuevo nidito de amor es bastante linda, algo rústica y con esos aires que me recuerdan a los cuentos de hadas europeos. No sé cómo será para Beverly el tener que vivir con ellos, pero supongo que, a su manera, lo harán funcionar como una familia algo extraña; que todavía no entiendo muy bien sus relaciones. En cuanto abre la puerta, doy las gracias de que sea ella quien me atiende y no alguno de los adultos, que deben estar ocupados en la alcaldía ahora que lo pienso. Ya saben, esa que ahora llamamos sede del consejo — ¡Hola, Bev! — creo que he sonado demasiado efusiva — Como estamos las dos libres pensé que podríamos pasar algo de tiempo de calidad juntas. Ya sabes, traje chocolates, podemos conversar y ver alguna película… — muevo mis hombros como si de esa manera no pudiese resistirse, en lo que voy sonriendo de manera tentativa — ¿Qué dices? ¿O tenías planes? — por favor, que diga que no

La última semana había sido una locura; entre la mudanza, organizarnos, establecer nuevas reglas de convivencia con la parejita, pasar tiempo afuera luego de más de un año de no tener nada más para ver que cada una de las paredes de la fabrica. Ahora tenía hectareas de campo para recorrer, espacio para un verdadero jardin y un invernadero descente. Un lugar que podía llamar mi hogar. Y no tener que volver a ver los calzones de Jim colgados mientras se secan en la cocina, realmente si no fuera tan lindo no podría llevar esa ropa tan bien.

Así que, a pesar de que me gusta dar mi toque personal cuando llego a un lugar nuevo, recien una semana después de mudarme me econtraba desempacando y decorando mi habitación. Que debo decir que ¡Me encanta! Al igual que el exterior de la casa, el interior es acogedor y hogareño, parece sacada de una pelicula de Ghibli o un cuento de hadas, siento que en cualquier momento van a aparecer hadas a tocar mi ventana y recostarse en las violetas que coloque en la cornisa o bailar entre los vidrios de colores que colgue del techo. Incluso Noel esta muy emocionado recorriendo el cuarto de punta a punta.

El timbre me toma por sorpresa porque realmente no esperaba a nadie, habiamos quedado con Kyle de ir a elegir un terreno el día siguiente para plantar el cannabis y con Syv de ver a Alice hasta el lunes. Cuando abro me vuelvo a sorprender de ver a Hero allí, incluso pestaneo un poco mucho por si estoy imaginando cosas. No que no hubieramos compartido momentos en la fabrica, pero normalmente surgian porque necesitaba maquillaje o quejarse de algo que había hecho Sage ya que su amiga no estaba disponible. ¿Podía ser que al fin estaba más comoda y quería realmente mejorar nuestra relación? Bueno, un nuevo ambiente siempre mejoraba el estado de animo de todos, aun cuando faltara una persona importante y dejara una sensación agridulce.

- ¡Claro que si! - respondo a su entusiasmo inicial con una sonrisa y la tomo de la mano para guiarla a mi cuarto - Debo advertirte que esta un poco desordenado porque me encontraba decorando, pero la cama esta hecha así que estaremos bien - abro la puerta y la invito a pasar - Sientete como en tu casa, que lo es porque eres mi tía y eso te hace familia.

Hay algunos montones de ropa que aun no acomodé y mi mesa de trabajo esta llena de telas, agujas, frascos y libros, pero ella llego sin avisar así que no puede juzgarme. Al menos Noel se metió en su cuevita.

- Sabes, con mi mamá soliamos hacer noche de chicas unas veces al año, donde comiamos los chocolates que ahorrabamos y nos pasabamos la noche peinandonos y hablando - era increible como estando en los barrios más pobres de Neopanem, incluso en una fabrica, me llegaban más chocolates que todos esos años en el 14.

Genial, acepta mi propuesta y me encuentro desarmando la postura tensa de mis hombros con obvio alivio y una sonrisa más relajada. Jamás he visto a Beverly rechazar a nadie con su personalidad burbujeante, pero tengo que admitir que no la conozco demasiado y a veces creo que mis relaciones con estas personas no han comenzado del todo bien, con algunas ni siquiera han comenzado en primer lugar.  Antes de que pueda hacer más que abrir mi boca para enseñar mi entusiasmo ella ya está arrastrándome hasta su cuarto, el tirón es lo suficientemente fuerte como para que apenas pueda echarle un vistazo a la sala, la cual se ve bastante acogedora. ¿La habrán encontrado así o de dónde sacaron casi todas las cosas? ¿Quién ha vivido aquí antes que ellos? Son curiosidades que no tendrán respuesta y puedo vivir con eso —  No está realmente confirmado que seamos familia… —  acoto con toda la inocencia del mundo, pero me silencio en cuanto veo su habitación.

¿Cómo es que consiguió decorar todo en tan solo una semana? Dejo de mirar alrededor solo por la educación de que me está hablando y de seguro puede notarlo, así que me acomodo en su cama y me quito la mochila, la cual coloco a mi lado —  Oh… —  ¿Qué le puedo decir con respecto a eso? ¿Que lo lamento, porque mientras ellos ahorraban chocolates yo los tenía por montones? Sé que hay millones de cosas que me diferencian con estas personas y no todas tienen que ver con señalar con quién mató a quién,  sino que recaen en cosas pequeñas que se evidencian de la manera más extraña —  Bueno, ahora no tienes que guardar chocolates. Sé que no es lo mismo que compartirlos con tu madre, pero… —  abro la mochila de un tirón y saco una pequeña caja, la cual está repleta de bombones y sonrío al sacudirla en el aire — ¡Tadán!

La abro con toda la intención de tentarla con lo bien que huelen y me quito los zapatos, que si voy a subirme a su cama no quiero llenársela de tierra. Eso es lo malo del nueve, los caminos son tan rupestres que me vuelvo un montón de polvo con rapidez — Mi madre y yo jamás compartíamos estas cosas — admito —  Creo que, en general, no compartíamos nada — con la distancia me he dado cuenta de que pasaba más tiempo tratando de ser la hija perfecta que ella deseaba que siendo parte de su vida, lo cual es un poco deprimente y frustrante. Intento no pensar demasiado en ello, no cuando no quiero manchar lo que me queda de ella porque, a fin de cuentas, Jamie Niniadis sigue siendo mi mamá. Jamás me entendió como papá, pero supongo que algún vínculo tuvimos. Fui su única hija, al fin y al cabo —  ¿Quieres peinarme? —  sugiero repentinamente, forzando una sonrisa —  No tengo el mejor cabello para eso, pero de algo sirve. El tuyo es perfecto para hacer trenzas. Y puedes ponerme al tanto de cómo es que funcionan algunas relaciones por aquí, que después de todos estos meses aún no les tomo la mano.

- Sea o no mi padre biologico Seth estuvo allí como figura paterna de alguna u otra manera así que para mi lo somos - desestimo su comentario sobre la duda de ser familia, de cualquier manera era una Redford primero así que no me importaba quien era mi padre.

Le sonrió cuando me ofrece los chocolates y me siento a su lado en la cama, aun me dejaba una sensación triste el saber que mamá no estaba allí y tal vez nunca sabría que fue de ella, pero estabamos en el ahora y no iba a hundirme de nuevo en aquel pozo, suficiente había dejado a todos hacerlo y como su hija era mi trabajo iluminar el camino hacía el gran poder del amor. Bendita sea Eowyn.

- Las relaciones con cada padre son diferentes pero hay que tener en cuenta que ellos también son personas con sus propios problemas - digo mientras tomo un chocolate relleno y me lo llevo a la boca - Tal vez no fue como de amigas como la mía - tengo que taparme la boca para que no me vea masticando y tragar, por los dioses que rico - Pero siempre sera tu mamá y la conociste, creo que ya eso es un vinculo importante, Ken no conoció a la suya y siempre tendra esa duda - supongo que deberiamos sentirnos afortunadas de saber de donde veniamos, de donde salian cosas que solo podian explicarse como genetica, más alla de los sentimientos que teniamos respecto a ellas ... pero si Hero había cambiado de tema significaba que no quería seguir hablando de su mamá y no iba a forzarla.

Me giré hacía la mesita de luz que por suerte había dejado mi caja de belleza ahí y la coloqué entre las dos. No solo estaba el peine, pero también mis maquillajes y esmaltes que había comprado con el dinero de la venta de cannabis con Kyle. Aunque había salvado algunas cosas del 14 hacía tiempo se habían secado o terminado y solo conservaba un frasquito de esmalte rojo que había sido de mamá.

- Puedo ver que me salé, puedes usar lo que quieras - comento mientras miro su cabello pensando que tal vez llegaría a hacerle alguna trencita pequeña - Y si, es mi mejor cualidad - digo acariciando el mio - Y acabas de elegir el mejor tema en mi opinión, creo que si estamos emparentadas después de todo - tomo el peine y comienzo a desenrredar sus puntas - Supongo que debería empezar por el más complicado de todos: Ben. Lo se, para ser tan brusco y parecer un salvaje uno diria que no puede ser tan mujeriego, pero al parecer a algunas mujeres les gusta eso. Pues su primer amor obviamente fue mi mamá, la cual siempre fue un espiritú libre así que supongo que eso lo marco un poco y que luego Seth se casara con Sophie lo termino de arruinar, aunque mamá siempre dijo que algun día Seth la dejaría y al fin irian a tener su romance en las montañas. Supongo que después de esperarlo por años se canso y empezó a salir con Alice, quien tenía una hija pero falleció - no iba a decirle cuando porque no quería hacerla sentir responsable por algo que hizo su madre - Aunque mamá me contó que también había estado con Ava, lo cual era muy loco porque la mamá de ella estaba casada con el papá de Ben, quienes s..eran los padres de Zenda. Ava también tiene otro hermano, Cale, quien es mi tercer papá. Pero la novela no termina allí, parece que Ben y Arianne se conocian de antes y este trato de meterla en el 14 en una ocación, pero Seth se puso super celoso y al final discutieron tanto que Ben termino yendose con ella y supongo ahí empezaron a salir - miro a Hero antes de empezar a ponerme con las trenzas - ¿Quieres un momento? Se que es mucho y cuando tenga tiempo hare una historia de esto y lo venderé a los productores de esa serie que me mostraste xoxo.

Es extraño hablar con ella de madres, si consideramos el factor de que nuestras familias siempre se encontraron enfrentadas. Ni hablemos de Ken y su prole, la única manera que tengo de contestar a eso es con una mueca que acompaña a mi silencio. Encuentro la excusa del peinado válida, así que me acomodo en la cama para quedar a su alcance; siempre me ha gustado que me toquen el cabello, así que quizá de esta manera logra tranquilizarme. De paso, me voy metiendo un bombón en la boca, en lo que trato de seguir su historia. Bien, no miraré a Ben de la misma manera, cuando parece haber tenido un drama con unas cuantas mujeres en un grupo tan reducido de personas.

— Pensé que él y Arianne tenían una de esas historias de amor trágicas, marcadas por los juegos de hace años. No sabía que que se había enrollado con Alice y Ava... — tengo que admitirlo, suena a una de las historias de XoXo Witch. Me limpio los dedos para poder hacerme con uno de los bombones más cargados — Sabía que eran buenos amigos, pero eso es todo. ¿Y qué me dices de los que tienen nuestra edad? Sé que Ken anda con Syv, pero me niego a creer que es el único chisme de por aquí. ¿Quienes crees que tienen toda la tensión? — que si hay alguien que va a saber iluminarme en este camino, es ella.

- Bueno, supongo que Arianne también habra tenido sus amorios, tendré que preguntarle bien luego, pero cuando ella volvió a su vida Ben no volvió a verse con las otras A - tampoco quería dejar a Ben como el malo, aunque si había sido un poco mujeriego - En cuanto a Seth, es que no los has visto juntos, pero yo viví 14 años con ellos, creeme cuando te digo que se sentía la tensión - aun recuerdo las horas que pasabamos especulando con mamá cuando hacían viajes de recolección o iban a bañarse.

Empiezo a hacerle las trencitas y pienso en el grupo de jovenes con los que había compartido un viaje por el desierto y luego pasado meses en una fabrica.

- Hmm tensión... Bueno de nuestra grupo creí que Ken y Kyle lo harían en algun momento, pero el segundo me lo nego cuando se lo pregunté y ahora estando Syv no creo que se dejen llevar - por un lado me daba pena porque me arruinaba el repetir la historia de mamá pero por otro Syv era buena y realmente me parecian lindos con Ken - Mimi y Holly parecian muy unidas en la fiesta de la fabrica, aunque aun no las conozco bien pero mi sensor cupido no suele fallar. Otra que pude sentir tensión fue esa amiga que trajiste y Jim, pero tu los conoces más ¿tengo razón?Después lamentablemente no hay mucho más con el resto, hay algun que otro crush pero no al punto dar para chisme - lo cual era muy aburrido, era increible que hubiera más angst entre los adultos que los jovenes, se suponía que ellos tenían más experiencia y sabiduría. Le terminé de hacer la tercera trencita al costado - ¿Qué te parece? Solo te falta la ropa correcta y podrías pasar por una de nosotros - me rió porque era imposible imaginarse a Hero como una marginal y aun así allí estaba.

¿Por qué tengo la sensación de que Beverly se está inventando todo esto? Me refiero a que las parejas suenan a un montón de sueños de adolescente, que no había visto absolutamente nada entre Ken y Kyle, aunque no puedo decir que sé algo sobre las otras dos porque no les presté mucha atención. Lo que sí me hace reír es la mención de cierta rubia con cierto moreno — Oh… ¿Hablas de Meerah? — pregunto con obvia diversión, sin ser capaz de ocultar cierto tono pícaro — Es mi sobrina, por parte de mi media hermana. Su status de niña bien jamás le permitirá aceptar que le atrae alguien como James — suspiro con fuerza — Pero esa noche el alcohol hizo de las suyas y al menos se besaron… ellos dicen que no significa nada pero yo opino que hay algo ahí escondido — me encojo de hombros, que si ellos no dicen nada, será cuestión de ver cómo evoluciona. Yo ya intenté mi parte, no puedo obligarlos.

Aún me estoy saboreando un bombón cuando Bev anuncia que ha terminado con su tarea y me pongo de pie, buscando un espejo en lo que me tanteo la cabeza. Es una linda trenza, nacida desde la raíz y curvando mi cabello, así que se ve bastante bien — Tienes un toque — le concedo con una sonrisa,  esa que tiembla cuando me giro hacia ella en lo que abro mis ojos de par en par — ¿A qué te refieres exactamente con “la ropa correcta”? — pregunto, ni siquiera me preocupo en ocultar cierto tono de pánico — Hace meses que he dejado de usar mis prendas y me conformo con lo más cómodo o decente que pueda encontrar, pero no creo que tengamos… los mismos gustos. ¡Tampoco es malo! He aprendido a renunciar a ciertas cosas… — para demostrarlo, pincho mi abrigo ligero, de un color suave pero nada llamativo — ¿Qué me recomendarías tú?

Meerah se llamaba, debería recordarlo porque al parecer tambíen era familia. Me había tratado de poner al día con todos los chismes que pude recolectar de la farandula de Neopanem una vez llegamos, desde leer revistas a ver programas desde una tablet que me presto Mimi, pero no había querido ahondar mucho en la familia que tenía por parte de Seth, no quería ver o saber de aquellos que se lo llevaron y dejaron a Sophie y Jared hechos un mar de lagrimas.

Obvio que no podía evitar que me llegaran noticias de Hero y que salía con una sobrina, pero no mire nunca las fotos así que no la había podido ubicar como tal en la fiesta. Aunque si la reconocía como la hija de uno de los ministros y quienes tenían a Ava. Pero como a Hero, no iba a juzgarla por lo que hacía su padre.

- La suya puede ser una historia de amantes desaventurados - digo pero al instante me arrepiento porque con la situación actual puede salir mal - Aunque tratemos que sea más estilo Jane Austen y no Shakespeare.

Le devuelvo la sonrisa con orgullo por su cumplido, y la veo algo sorprendida ante su ataque de panico modistico. Doy una rápida mirada a su ropa y le sonrió más amplimente.

- Se que nunca podría competir con una modista del Capitolio, pero puedo defenderme - me bajo de la cama y voy hasta la pila de ropa que había dejando al lado del mueble para acomodar, la levanto y la lanzó a su lado - Aunque solo estaba bromeando ya que al vivir fuera del sistema no hay un estilo correcto puedo ayudarte, mi estilo son colores y adornos, pero he vestido al resto y puedo adaptar algo para tí - empiezo a revolver entre las cosas y voy sacando conjuntos que se asemejan aunque sea en color a las fotos que había visto de ella. Remeras blancas y una con brillantes, un pantalon celestito y otro marron, una pollera con botones lila y un saco gris - He comprado telas y refaccionado algunas de estas prendas para que le entren a Zenda o Delilah, pero puedo arreglarlas para tí - me da un poco de verguenza ahora que lo pienso ya que había vivido con ropa hecha especialmente para ella - Se que no es lo mismo, pero puedes usar lo que quieras. Exepto el vestido violeta, ese es especial - digo sacandolo del monton y estrujandolo contra mí.

—  No hace falta que sea como el Capitolio —  siento que tengo que decirlo de inmediato, porque hay algo que se me estruja por dentro cuando la veo tan dispuesta a darme de su ropa cuando, en definitiva, personas como ella son las que no tuvieron nada mientras yo bailaba en un armario gigante. Hasta me da vergüenza, creo que estoy empezando a ponerme roja y tengo que llevarme las manos a la cara para sentir mi propia temperatura corporal. Doy algunos pasos, esos que me aproximan a ella y me permiten estirar el cuello para ver qué es lo que tiene para mí y, a decir verdad, es mejor de lo que pensaba. ¡Y no, no quiero juzgarla! Solo que estoy demasiado acostumbrada al Capitolio y, aunque he adoptado otro estilo desde que me fui de casa, hay costumbres que jamás se pierden —  Oh, me gusta esto… — tomo una de las remeras más delicadas, cuyos pequeños detalles se reducen solamente a algunas puntadas y que, a decir verdad, debe verse a las mil maravillas con esa falda. La tomo con un pedido de permiso y pronto me estoy acercando al espejo, probándolo al apoyarlo contra mí.

La miro por el reflejo, sonriendo ante sus palabras pero sin poder contener la curiosidad — Es lindo. ¿Qué tiene de especial? — ¿Habrá sido un regalo o es meramente un capricho personal? Me giro para poder empezar a acomodar las prendas que ha sacado, así podemos ponerlas sobre la cama y empezar a armar conjuntos — El violeta no es un color que suela quedarme bien, no te preocupes —  hago un gesto para pedirle una opinión sobre cómo he acomodado una de las blusas con el pantalón celeste y, sin apartar la mirada de ella, dejo salir una nueva duda — ¿Te gusta vivir aquí, Bev? ¿Es cómo lo imaginabas? — porque supongo que toda su vida habrá escuchado de NeoPanem y haber conseguido un distrito entero para moverse, debe ser un cambio tan inmenso que yo no podría ni imaginar.