No sabía que hora era ni donde estaba, solo que la noche estaba muy bonita y el viento refrescaba mi cara. Escuchaba música a lo lejos y paso por mi mente algo de un cumpleaños y Hero, pero la arena donde me había sentado estaba comoda y el mar acariciaba mis pies haciendo que me adormeciera en mi lugar.

Flashes de la noche pasaron por mi mente, camarones, Hero y una rubia, un jugo con sabor amargo, muchos colores y bailar, creo que me olvidaba de algo pero no sabía que. Me hacía doler la cabeza de solo tratar, por lo que me tire para atras y deje que el frío me curara.

Entonces sentí arena cayendo en mi cara, lo que me hizo despertarme de golpe y ponerme a escupir. Me giré y ahi estaba, lo que quería olvidar.

- Maeve - dije arrastrando las palabras como si se tratara de mi enemiga mortal, y tal vez lo era no me acordaba mucho - Si me quedo ciego vas a tener que compensar mi futura carrera como cazador.

Por una vez tengo que agradecer que no se me haya ocurrido a mí la idea de volcar una botella de vodka en el ponche de la fiesta de Hero, aunque también me siento ligeramente decepcionada conmigo misma por no haber sido el cerebro de esa operación. Estoy segura de que mi amiga me mataría si se enterara que yo he sido la culpable de que todo el mundo termine borracho y vomitando por las esquinas el día de su cumpleaños, pero sin ir más lejos, teniéndome a mí por amiga no sé como no se le ocurrió chequear la bebida antes de empezar a repartir copas de lo que se suponía eran jugos sin alcohol a diestro y siniestro.

No voy a dármelas de entendida porque tengo apenas quince años y el alcohol que he probado está lejos de considerarse como tal, pero puedo decir que mi cuerpo aguanta la sustancia mucho mejor que los compañeros de clase que aparentemente no hacen más que reírse y decir tonterías mientras tratan de caminar recto. Es así como la mayor parte de la noche se pasa más rápido que el recreo de media hora en el colegio, y pronto los primeros invitados se van retirando hasta que solo quedamos los cuatro bobos de siempre.

De alguna manera, arrastro mis pies por la arena alzándolos un poco más de lo que debería cuando veo una figura reconocida tirada en la playa. Me cuesta un poco enfocar la mirada antes de que la propia arena termine en su cara, pero me es imposible no diferenciar su voz una vez remarca mi presencia. - ¿Cazador de qué? ¿Gamusinos? - Suelto antes de comenzar a reírme. - Pero para eso no necesitarás los ojos, tranquilo, ¡incluso te dará ventaja si realmente estás ciego! Considéralo un favor, Singleton, ni hace falta que me des las gracias. - Porque no se puede imaginar a Patrick de otra manera que no sea cazando criaturas imaginarias.

¿Ga que? realmente no entendía a Maeve para nada, siempre decía cosas raras, no entiendo por que Hero es su amiga. O sea Hero también dice cosas que no entiendo pero nunca sentí que hubiera mala intención, tal vez no supiera que decía pero podía ver su mueca burlona y era una señal de que Maeve era malvada. Debía rescatar a la princesa de esta relación.

Asi que sacudiendome los restos de arena, me pare y enfrente a la villana más malvada de mi universo, tal vez después de los rebeldes y los Black, pero de lo que había visto ocupaba el puesto número 1.

- Yo tengo un futuro brillante como cazador de quidditch, a lo sumo puedo cazar brujas - creo que eso no estaba bien pero no podía pensar mucho más - Y voy a empezar contigo si no te portas bien conmigo - le dije apuntandole con un dedo - ¿Por qué te portas mal conmigo?

Al principio crei que podía querer llamar mi antención, pero no hacía lo que hacian los personajes en "XoXo Witch" cuando buscaban llamar la anteción de quien les gustaba pero a la vez actuaban todas orgullosas. Mi teoría más reciente era que gustaba de Hero y estaba celosa como Cloe con Hayley y Ryan en la temporada 3.

Bla bla bla, ni siquiera sé por qué me molesto en intentar escuchar las palabras de Patrick cuando todo lo que que sale por su boca son tonterías. ¿Jugador de Quidditch? A quien quiere engañar, a la único que podría jugar este niño es a ver quien es el más idiota del barrio. No puedo frenar la risa que brota desde mi garganta cuando me apunta con el dedo en un gesto que viniendo de una persona más adulta hubiera resultado amenazador, pero que viniendo de él se queda en un intento penoso de demostrar quien tiene el control.

- No estamos en el siglo quince, Patrick, deja ya de decir estupideces. Si observaras un poco a tu alrededor y dejaras de mirarte tanto al espejo te darías cuenta de que la mitad de la población son brujas. - No me sorprendería que no se hubiera percatado de ello si tenemos en cuenta lo mucho que le gustar ser el centro de atención. Duh, todavía no entiendo como Hero puede siquiera hablar con este tipo, mucho menos que le guste. - ¿Qué piensas hacer con eso? - Suelto con gracia haciendo un leve gesto con la cabeza para señalar el dedo que me apunta. Parece mentira que vivamos en el mismo planeta, donde existen objetos muchísimo más eficientes que un dedo, como las varitas.

- No me porto mal contigo, simplemente no me caes bien. - Ni siquiera trato de ocultarlo porque él lo sabe, yo también, ¿de qué serviría hacer el esfuerzo? Bastante hago con no querer pegarle un puñetazo por los pasillos de clase y de incluso advertir su existencia cuando la pelirroja va en su búsqueda.

¿En qué siglo estamos? ¿Acaso viajamos en el tiempo y por eso dice siglo quince? Me duele la cabeza, ¿Qué fue lo que tome de nuevo?

- Estamos en la playa, no hay espejos aqui - le digo extendiendo los brazos, pero volviendo a apuntarle.

¿Habiamos quedado en una isla desierta y eramos las 2 únicas personas vivas? Definitivamente nos ibamos a extinguir si dependía de nosotros.

- Poner distancia - le contesto cuando pregunta por mi dedo - Mi madre me enseño a no apuntar a las damas con algo más peligroso que el indice - tuve que acercar mi mano a mi cara para fijarme si realmente era el dedo correcto - Y si, te portas mal conmigo, por eso la distancia.
Yo entiendo que estes enamorada de Hero, pero realmente no tienes porque sentir celos de mi, solo somos amigos, nos conocemos desde el kinder - le explique, al fin y al cabo nunca sería un Ryan, la manera en la que uso a Hayley para ocultar su amor por Bree me resulta totalmente cobarde y Cloe tenía razón en proteger a Hayley.

Me cruzo de brazos, mirando a mi alrededor cuando él mismo extiende los suyos para abarcar toda la playa. Meto los labios hacia dentro en un intento de que no se me escape otra risa, pero que al final termina por salir. - Wow, enhorabuena, ¿cuántas neuronas te han costado para llegar a esa obvia conclusión? - Honestamente, si no fuera porque acepté a que mi padre me viniera a buscar juro que me hubiera marchado hace rato de aquí. De todas las personas con las que podría estar manteniendo una conversación, tenía que ser con Patrick, quien estoy segura solo le queda una neurona después de esto. - Ohh, qué tierno, pero creo que los dos podemos estar de acuerdo en que no soy ninguna dama. - De manera que, si quisiera, podría sacar la varita, pues yo estaría encantada de demostrar quien es la verdadera damisela en apuros aquí.

- Como digas. - Chisto rodando los ojos cuando evidencia la distancia, como si siquiera fuera a hacerle algo después de todo. Por ganas lo haría, no me malinterpretéis, pero el pobre me da pena, está de resaca, lleno de arena hasta el culo y completamente desorientado. Lo siguiente que dice, sin embargo, hace que no pueda contener las ganas de soltar una carcajada. - ¿Enamorada de Hero? Siento ser la que tiene que decirte esto y romper con tus sueños de tener un trío lésbico, pero no me van las tías. - Pongo cara de circunstancia mientras elevo ambas manos hacia delante en señal de cómico lamento. - No te tomaba por esa clase de chicos, Patrick, sí que engañan las apariencias. - Creo que he encontrado un nuevo hobby favorito, y es vacilar al rubio. - Para ser solo amigos tienes pensamientos muy turbios, Pat, ¿puedo llamarte Pat? Voy a llamarte Pat. - Esta conversación realmente ha tomado un giro inesperado.

- ¿Qué tienen que ver las neuronas en todo esto? - realmente no entendía que estaba diciendo Maeve para nada, yo le hablaba de playa y ella me salía con el cerebro, porque yo sabía que las neuronas estaban en el cerebro.

Me salio con lo de no ser una dama porque seguro se veía asi misma como una rufían, pero mamá me había preparado para estas situaciones.

- Tal vez no seas una dama, pero yo soy un caballero y un caballero no agrede fisicamente a una chica, por más que sea de clase baja, y tampoco se deja provocar por alguien con intensiones malvadas, como tu - mi madre me había educado y no iba a decepsionarla incluso aunque no supiera donde estaba o la cabeza me doliera.

Su negación a no estar enamorada de Hero me parece falsa cuando desvía la conversación a que yo tuviera fantasias con ella, hasta un temblor me recorrió de solo pensar una imagen.

- Uhg no me hagas vomitar, nunca tendría ese tipo de pensamientos sobre tí, a decir verdad nisiquiera quiero pensar en ti en ningun momento - le digo, aunque eso sono bastante hiriente, pero bueno si ella quería ser la Heather, personaje que solo sabe empujar a todos con comentarios malvados, yo no iba a ser su Will - Y claro que no puedes llamarme así, no eres mi amiga, Maeve.

Golpeo la palma de mi mano contra mi frente en lo que suelto un quejido de incredulidad, realmente no había conocido a alguien tan abobado en toda mi vida, no me extraña que no sepa ni lo que son las neuronas, ¡si no posee ni una! Empiezo a perder mi paciencia por segundos, la cual de por sí no es muy grande, menos cuando tengo que tratar con semejante espécimen. - Pfft, clase baja, ya ves tú, ¿acaso no sabes quien es mi padre? - Que no es que necesite de su posición si quisiera darle su merecido, pero ese comentario me da a pensar que sigue creyendo que vivo en un orfanato apestoso. - Es una pena, porque a mí me encantaría demostrar en un duelo quien de los dos lleva la ventaja. - Me parece que su excusa de no querer agredir a una chica no es más que una justificación barata para no tener que enfrentarse al fracaso y pérdida que supondría tener un duelo mágico conmigo.

- Bueno, entonces me alegro, porque creo que me hubiera provocado pesadillas el pensar que me has imaginado desnuda por la noche. - Y se me escapa un pequeño ugh acompañado de una cara de asco y movimiento de mis manos como para querer sacarme ese pensamiento de la cabeza. Nada de esta conversación me la estoy tomando en serio, no hay más que ver su estado, pero tengo que admitir que tiene su gracia cuando quiere. - UF, afortunadamente no, pero seguiré llamándote Pat si no te importa, te pega con los labios de pato que pones cuando estás enfadado. - Me río.

Tal vez había herido los sentimientos de Maeve con mi comentarío sobre su estatus social, mamá decía que las chicas sufrían más las palabras insesibles de otros, pero supongo que por el dolor de cabeza y mareo no estaba viendo nada de eso.

- Podemos tener un duelo, pero con las medidas apropiadas y cuando dejes de hacerte una doble - dije señalandola a ella y a su obvio hechizo espejo - No creo que porque seas mujer seas menos, solo que ahora se que lo haces porque me quieres hacer enojar.

Tal vez sea mejor que me aleje, además tengo ganas de irme a casa y acostarme en mi cama.

- Ves, mala - le digo sonriendo yo cuando se rié de algo sobre mis labios, ¿Había estado prestando atención a mi boca? - Si insistes, haz lo que quieras, pero a mis amigos los abrazo - asi que solo me dejo caer donde creo que esta la real y por suerte si era y la estrujo - Hasta luego Mae, me alegro que ahora seamos amigos - me despido.