The Mighty Fall
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
PRIMAVERA de 247521 de Marzo — 20 de Junio
Registro General
H. Merneith Bahati
Foreman, Wilhemina
The Mighty Fall
It's a matter of blood [0.4]
Laurence B. Dickens
The Langdons [0.2]
Phoenix D. Langdon
Cierre de Temas
The Mighty Fall
Little bróðir — 0.1
Syver A. Nygaard
Band of Blood [2.4]
Phoenix D. Langdon


ÚLTIMOS
TEMAS
Muggles & Squibs
5000 G
Extranjeros
4000 G
Miembros de Defensa
5000 G
Estudiantes
4000 G
Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

¿Qué ficha moverás?
VISÍTANOS EN TUMBLRREVISA NUESTRAS BÚSQUEDAS Y NUESTRAS PROMOCIONES
31.03¡Estamos de regreso!, no olviden revisar sus MP y pasar por el boletín oficial para ponerse al día con los sucesos de Neopanem.
31.03¡Hay nuevas habilidades disponibles! Podrán leer más sobre ellas aquí.
31.03Estudiantes, ¡los estamos buscando! Pasen a revisar nuestra nueva búsqueda Aquí.
07.11¿Quieren crearse un nuevo personaje? Aquí pueden encontrar las búsquedas de nuestros usuarios.
07.10¡Felices 11 años en línea! Gracias por todos estos años compartidos.
NOTICIAS
IMPORTANTES

2 participantes
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Recuerdo del primer mensaje :

Cualquiera se podrá preguntar por qué de todas las personas del planeta se me ocurre invitar a Hero Niniadis a mi casa a pasar una noche de desenfreno. Ni yo misma sabría que responder, aunque el hecho de que haya pasado de vivir en una habitación de dos metros cuadrados en un orfanato a una de las mejores casas de la zona residencial tiene algo que ver. Nunca he sido de presumir, básicamente porque las ocasiones que he tenido de hacerlo vienen siendo muy pocas, pero hoy he hecho una excepción. Además, tampoco se me ocurría nadie al que le importara ni siquiera un poco que he pasado de ser una don nadie a la hija misteriosa de un vencedor de los juegos. Aunque no es que lo haya ido pregonando por ahí, los cotilleos siempre tienen un lugar reservado en los pasillos entre clase y clase.  

Cuando le pregunté a mi padre – sí, después de varios meses me he acostumbrado a la idea de llamarle como tal – si le parecía bien que invitara a una amiga (¿que ya no pase de mi culo significa que somos amigas? Tendrá que valer), al principio no pareció muy agraciado, y quizás tiene que ver con que podría ser perfectamente mi hermano, al final terminó por aceptar. La etapa de dejarme hacer todo lo que se me antoje se le está acabando, así que tengo que aprovechar. Tampoco es como si pudiera negarse, no es que vaya a montar aquí la fiesta del siglo, mucho menos tratándose de la hija de la presidenta, que apuesto a que no ha probado el alcohol en su vida, muchísimo menos fumar un cigarrillo.

Hasta yo resulté sorprendida cuando la pelirroja aceptó, no sin antes consultar su apretadísima agenda de futura reina del mambo y preguntarle a su madre, quien estoy segura ya habrá hecho un análisis completo de quién soy, dónde vivo, quiénes son mis padres y cuantos pelos tengo en el dedo derecho del pie. Acabó por decir que sí, así que me imagino que he pasado el test de personas decentes con las que se puede llevar. Además, seguro que es una forma de asegurarse de que no estoy vendiendo droga para ganar la pasta que supone vivir en una casa así, o algo por el estilo. Ahora que lo pienso, lo de la droga no es tan mala idea, me lo apuntaré para la próxima.

Cuando le dije que podía pasarse sobre las nueve de la noche no esperaba escuchar el sonido del timbre literalmente a esa hora. Bajo las escaleras a trompicones y por poco no me mato con uno de mis zapatos que dejé ahí al regresar de la escuela, y cuando digo por poco me refiero a que mi frente acaba estampada en la pared que tengo en frente. Maldigo en voz baja mientras recorro el último tramo del pasillo y abro la puerta aún con una mano acariciándome la cabeza. - ¿Lo de los guardaespaldas era necesario? - Murmuro casi dejando soltar una risa irónica cuando dos hombres del tamaño de gigantes se plantan frente al marco de la puerta.

Le doy pie a que pase mientras me despido de los hombres con un saludo militar que pretende ser amistoso, pero ninguno de los dos se mueve de su sitio hasta que cierro la puerta tras de nosotras. Porque sí, lo compruebo mirando por la mirilla, capaces son de quedarse toda la noche ahí parados. - Espero que te guste la pizza, la he pedido de queso. - Y si no le gusta va tener que aguantarse. - Puedes dejar el abrigo por ahí, y quítate los zapatos si quieres, ¿has traído pijama o quieres que te preste uno? - Me muevo por el pasillo apartando cosas que yo he dejado tiradas con anterioridad, apartándolas de lado para que pueda pasar.
Maeve P. Davies
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 RB81poB
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Apenas me sorprende su reacción puesto que estamos hablando de Hero Niniadis y ella y la palabra dramática son casi sinónimos, pero aún así no puedo evitar echar mi cabeza un poco hacia atrás mientras se lamenta por su castidad. Me entra la risa floja cuando intento imaginarme la situación, cosa que no es muy complicada porque me la narra con pelos y señales. — Bueno, ¡quién sabe!, igual solo quería una mano para quitarse el chocolate de encima. — De acuerdo, creo que ese comentario no ayuda a que se calme. — Seguro pensó que sería sexy y todo. — No conozco bien a Sage, las pocas visitas que he hecho a la mansión de los Niniadis me han dado a conocer que es un esclavo educado, callado y poco problemático, suficiente para saber que de todas las cosas que podría hacer a propósito, bañarse en chocolate para que Hero lo limpie no es una de ella. Pero aún así tiene su gracia. La idea me saca una risotada que intento disimular con una tos jocosa desde lo profundo de mi garganta, sin mucho éxito. — Vale, ya me callo. — Dios sabe que más cosas se me podrían ocurrir si llego a seguir hablando.

Estoy segura de que la mascarilla cubre la mayor parte de mis expresiones faciales, como también lo estoy de que se distingue perfectamente la forma que tienen mis cejas de elevarme y mis labios de torcerse en una sonrisa traviesa, mirándola de arriba abajo cuando asegura que su esclavo no le atrae. — Ajá... — Vamos, que está muy claro lo que está ocurriendo. — Eso no hay quien se lo crea. Si no te sintieras atraída por él no hubieras dicho lo bien que se ve con la ropa mojada, ¿o me equivoco? — No puede tener ningún argumento contra eso porque han sido sus propias palabras las que la han delatado. Levanto las palmas de las manos y echo el cuerpo un poco hacia atrás cuando menciona a su hermano, no queriendo ni muerta tirar por ese tema, en especial después de la miradita que me echa. — Oh, sí, como olvidarnos de Patrick. Tremendo partidazo. Estoy segura de que su cara de pato y la forma que tiene de sacarse los mocos cuando nadie le ve resultan de lo más interesante para las revistas de cotilleo. — Suelto otra risotada como si no me pudiera creer que me está hablando en serio. — No te culpo, con la de especímenes que tenemos en clase, es normal que se te vaya el ojo a lo que tienes en casa. — ¿Y qué más da que se sienta atraída por Sage? Hasta donde yo sé la anatomía de un muggle y de un mago viene a ser la misma, ¿o no?

Antes de que pueda decir nada más, Hero sale disparada por la puerta incluso antes de que mi cerebro procese que alguien ha llamado a la puerta. Suelto un suspiro a la vez que dejo que mi espalda caiga sobre los cojines y me estiro durante un segundo mientras la escucho abrirle la puerta al repartidor. Cuando vuelve a entrar al cuarto ya me he reincorporado y puedo sentir el olor de la pizza llegar a mi nariz al mismo tiempo que se me hace la boca a agua. Cojo un trozo del cartón cuando la posa sobre las sábanas y me llevo la esquina a la boca, casi pasando por alto la manera que tiene de acelerar la conversación como si no fuera a darme cuenta. Venga hombre, así es como acostumbro a hablar yo en mi día a día. — Mmmm, sí, bueno, no está mal, creí que sería algo peor, ¿en cuánto tiempo se supone que podré quitarme este pastajo? — Antes de que termine de preguntar ya he llevado un dedo a la propia piel de mi cara para comprobar si se ha secado, lo cual no tardo en averiguar cuando siento su pegajosidad entre mis dedos. — ¡Ahora me toca a mí! — Me tiro sobre su bolso con cuidado de no manchar la colcha de grasa y empiezo a sacar cosas extrañas con la mano que tengo libre. — Uhhh, ¿qué se supone que es esto? ¿alguna clase de tortura china? — Pregunto sosteniendo entre mis manos una cosa rara de metal que por alguna razón asocio a las pestañas. — Y no creas que he olvidado nuestra pequeña charla, en algún momento vas a tener que admitirlo y créeme, es más seguro que lo hagas aquí que no en tu casa. — Dejo caer con total naturalidad mientras sigo sacando cosas de los bolsillos de su bolso. Salta a mi curiosidad un pequeño spray que no tardo en apretar al aire hasta que sale un líquido transparente con olor a rosas. Madre mía, qué cantidad de mierdas usa esta mujer.
Maeve P. Davies
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 RB81poB
Hero N. Niniadis
Fugitivo
No me gusta admitirlo, pero creo que Maeve tiene razón y eso solo puede significar una cosa: tengo que hacer algo para solucionarlo. El solo recuerdo hace que me muerda los labios hasta que sus insultos hacia Patrick me hacen mirarla en mal modo a forma de reproche, tratando de ignorar ese último comentario — Patrick no está mal cuando te tomas la molestia de conocerlo como yo lo hago — hemos compartido helados y caminatas de la mano y sí, puede ser que a veces hable mucho de su estúpida consola y no se fije en lo bonita que voy ese día, pero no es un mal chico. Al menos tiene muy en claro lo que quiere para su vida y eso yo lo encuentro encantador.

La pizza no sabe mal. El queso se me patina dentro de la boca y estoy segura de que hace mucho que no ingiero tanta grasa en un solo mordisco, pero puedo hacer la excepción por hoy — Solo unos minutos más. Luego te limpiaremos, pondremos crema y quedará excelente. Y siempre podemos… ¡No manches mi bolso! — es más una petición sufrida que una orden cuando la veo moverse de esa manera, poniendo mi voz de sufrimiento más delatora. Si alguno de mis estuches queda manchado con grasa, se verá arruinado y tendré que comprar uno nuevo. Me meto lo que queda de la pizza en la boca, limpio mis manos con las servilletas que venían con la caja y, de paso, también trato de dejar mis labios sin rastros de la porción. Doblo la servilleta para dejarlo y trato no reírme de ella, porque es su casa y me han enseñado que hay que ser educados en situaciones como esta — Es para darle forma a tus pestañas. Las arquea y tus ojos se ven mucho más grandes. Deberías probarlo — no quiero decir que la miro como si quisiera darle a entender que tiene ojos que necesitan ser resaltados, pero sí, sí lo hago.

Hubiera agarrado otra porción si no fuese porque me entretengo más echándole una mirada de reproche — Vas a agotarlo sin usarlo — mascullo al sentir el aroma a rosas, quitándoselo de un manotazo para volver a taparlo — Ven, déjame quitarte eso — me arrodillo para estar más cerca de ella, tomo uno de los extremos de la mascarilla y empiezo a tironear, empezando a quitarle toda la porquería que estaba contaminando su piel. Es una tarea que requiere de mi concentración, así que pensar en Sage y en lo que hemos hablado no parece tan preocupante en el mientras tanto — Nadie en casa me haría nada. Bueno, mi madre no puede tocarme — es sabido que hay inmunidad diplomática entre nuestra familia, pero jamás permitiría que algo como esto me convirtiese en una deshonra — El problema se lo llevaría Sage y si su nombre se mancha con algo como esto, también lo haría el mío. No estoy aceptando que me guste — me apresuro a aclarar, dando un último tironcito para quitarle la mascarilla de la nariz — Es solo que no deseo que… ya sabes. Pudo ser un irresponsable, pero es un buen esclavo.

Y a regañadientes, debería decir que también es una buena persona, aunque no cuente como una. Ya con el rostro de mi amiga limpio, saco la crema hidratante, abro el potecito y empiezo a pasarle un poquito por la cara con la punta de mis dedos. ¡Adoro esta crema! Tiene un aroma perfecto a flores silvestres y siempre me ha dejado la piel preciosa, como si no hubiese entrado en lo absoluto a la pubertad. Su creadora es prácticamente una heroína para cualquier jovencita que ande pasando por problemas con su cutis — Maeve… ¿Tú qué crees que deba hacer? — Por favor, ruego que no diga alguna burrada. Ella sabe más de chicos que yo, pero también tiene modos que yo jamás utilizaría. Quizá debería arrepentirme de hacer esa pregunta.
Hero N. Niniadis
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 IqWaPzg
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Ruedo los ojos y casi se me puede escuchar bufar por lo bajo, pero opto por no hacer ningún comentario y dejarlo estar cuando defiende a Patrick. Aunque pensándolo mejor, lo haré. — Muy listo no debe de ser si anda detrás de Violet y no de ti, y no lo digo solo porque seas mi amiga. — En cuanto lo digo, pese a haber estado mirándola directamente a ella, aparto la mirada casi de inmediato cuando me pongo a analizar mis palabras. No es que sea nada del otro mundo llamar a alguien con el que compartes algo de tiempo fuera del colegio amigo, sin embargo, aún me cuesta imaginarme si Hero se siente de la misma manera. Quiero decir, ella tiene millones de amigas, todas esas que la siguen por detrás como perritos falderos durante el recreo o las que se sientan con ella a almorzar y charlan sobre vete tú a saber qué, pero yo no hago ninguna de esas cosas. Puede que no comparta la misma afinidad que el resto de sus compañeras, pero yo sí que he llegado a considerarla una amiga.

Con un pequeño suspiro me termino el trozo de pizza y procedo a limpiarme las manos con una servilleta para que no me mate por tirar unas pequeñas migas encima de su preciado bolso de piel, ese que probablemente cueste más que la mitad de esta casa. — Mmmm… Se ve un poco doloroso. — La idea de poner eso directamente sobre el ojo desde luego no suena agradable. Estar hablando sobre maquillaje y belleza me recuerda a algo que, si bien no me ha quitado el sueño por las noches, sí me ha dado curiosidad en lo que se refiere a Hero. — Supongo que te habrás enterado del baile de primavera que están organizando en el colegio, ¿ya sabes qué te pondrás? — No me importa tanto el vestido como con quien irá, pero me parece una forma más discreta de preguntar. Solo espero que no diga Patrick porque entonces sí que la acabaré matando a palos.

Entre dientes se me puede escuchar murmurar un sí, señora en lo que me acerco para que me quite la mascarilla de la cara, la cual se ha acabado secando en mi piel hasta el punto de que puedo sentir como la misma se estira cuando intento mover las cejas o la boca intentando hablar. Es una sensación extraña pese a que no podría definirla como incómoda. — Puedes decir que te importa, ¿sabes? — El tenerla tan cerca me permite apenas susurrar, como si estuviéramos hablando de algo que nadie debería escuchar, pese a que lo más probable es que sea así. — No que te importa que se vea bien porque si no tu reputación se va al carajo, sino que te importa de verdad. No hay nada de malo en eso, ¿no? — Le pregunto puesto a que a estas alturas no me queda claro qué se nos tiene permitido sentir en lo referente a los humanos. Quiero decir, es evidente que somos diferentes en muchos aspectos, no sé hasta que punto somos mejores que ellos, pero lo que está claro es que, si de sentimientos se tratara, no somos tan distintos. ¿O sí?

Me mantengo en silencio mientras esparce por mi rostro una crema que huele demasiado bien a rosas, tratando de intentar descifrar lo que piensa por sus gestos hasta que ella misma habla por sí sola. Al principio su pregunta me confunde, aunque no dejo que eso se me note y alzo la barbilla con total seguridad. — Deberías aclarar tus ideas primero, es un poco complicado entender tus sentimientos si ni siquiera tú sabes como te sientes al respecto. Y luego, sería buena idea que tuvieras una charla con Sage. — Son pocos, pero tengo mis momentos de seriedad y tiene que aprovecharse de que no me esté mofando y comparando su situación con la de cualquier película románticoa que acaba con los protagonistas suicidándose. — No estoy diciendo que vayas y le confieses tu amor como si esto fuera una tragicomedia, pero quizás te serviría de ayuda saber si él se siente de la misma manera. — La verdad es que nunca me habían pedido consejo sobre temas serios, o consejos de ningún tipo si vamos al caso, de manera que termino por encogerme de hombros. — Y si no siempre puedes utilizar una poción multijugos con Patrick sin que se dé cuenta. — Oye, eso no sería tan mala idea. Siempre que se pueda utilizar una poción de ese calibre con pelo humano. Acabo por reírme ante la propia ridiculez de la idea y sacudiendo la cabeza como para indicarle que no debe tomar en serio mi último comentario.
Maeve P. Davies
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 RB81poB
Hero N. Niniadis
Fugitivo
¿Me considera su amiga? No sé si es porque siempre he visto a Maeve como alguien un poco ortodoxa o tal vez algo extraña, pero esa declaración me llama más la atención que el resto de las palabras que ha dicho, por lo que mi rostro se transforma en una tierna expresión de “ow” cargado de conmoción. Lo malo es que el momento de ternura se evapora en segundos porque me recuerda al baile y hago rodar mis ojos en gesto de obviedad — He estado ayudando a repartir las entradas, obvio que lo tengo bien presente. Estuve demasiado ocupada en ayudar con la organización así que aún no he planificado cómo iré esa noche. ¿Tú tienes algo en mente? — hay un chico divino que usa mucho producto para el cabello que de seguro estará encantado en llevarla si no tiene pareja.

¿Nada de malo con que me importe? ¿Recuerdas quien es mi madre? — el tono de voz se me agudiza porque sé que no estoy negando lo que me ha dicho, pero creo que no es necesario hacerlo. Decir que Sage me importa es prácticamente suicidio y, además, ¿lo hace? Sé que siempre ha estado allí para mí, pero es parte de su trabajo. También sé que se ha tomado la molestia de cuidarme y salvarme cuando fue necesario, pero eso no quiere decir que sienta algo por él debido a que estaba simplemente cumpliendo parte de su empleo y obligación. No puedo decir que me importa solo porque me siento agradecida de tenerlo cerca. ¿No?

Dejo flotando mis dedos frente a su cara en segundos de confusión, sintiendo como la crema se patina entre mis yemas — ¿Confesar mi amor? — incluso paso por alto lo último que dice sobre Patrick, porque estoy más ocupada en comprender todo lo que está diciendo y, para mi horror, lo está diciendo en serio. ¡En serio! No he visto a Maeve hablar con seriedad en todo el tiempo en el cual la conozco y eso solamente me informa de la gravedad de la situación — Yo no estoy enamorada de Sage… ¡Oh por Merlín! — no sé por qué me sale ese grito exactamente. Si es por mi indignación o porque el calor que siento en la nuca me sacude como una verdad que solamente quiero sepultar. Sea cual sea la razón, me llevo una mano a la mejilla al sentirme invadida, incómoda y extremadamente sucia — ¡Eso es tan ilegal! ¡Maeve! ¡Iré a prisión! O peor… ¡No me dejarán ir al baile! ¡Mi madre va a matarme! — soy una Niniadis, tengo inmunidad diplomática, pero no debería siquiera mirar a un muggle con otros ojos. ¡No son como nosotros! Ellos no han hecho otra cosa que pudrir la existencia de los magos a lo largo de la historia y nuestra familia lo sabe muy bien.

Las lágrimas que brotan de mis ojos son de pura desesperación y angustia porque, terrible para mí, soy una decepción para mi familia o para cualquier mago o bruja que se respete. Intento contener el llanto tomando aire con fuerza y termino de pasarle la crema, manteniendo la compostura como una reina. Hero Niniadis no llorará por culpa de un muggle, jamás — No podría hablar con Sage de esto. Sería tan humillante… ¡Y se reiría de mí! — explico con un dejo de angustia — Incluso aunque le dijera que… eh… me llama la atención — carraspeo, cerrando la crema al ver finalizada mi tarea — es simplemente imposible. Nada que sea contra la ley puede terminar bien.
Hero N. Niniadis
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 IqWaPzg
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Tratándose de Hero, me sorprende que no se haya preocupado por tener el mejor vestido de la fiesta hecho por el mejor estilista del país, lo cual me hace soltar un suspirito de nostalgia porque eso significa que quizás esté empezando a madurar como persona. — Aún no he decidido si iré. — La directora del colegio se encargó de que todo el mundo tuviera una entrada a su disposición para que nadie se sienta excluido del evento, pero si queremos o no asistir es nuestra propia decisión. Para mí el baile anual de la escuela siempre ha significado una excusa para gastar dinero, y como mucho para llenar los pasillos de rumores sobre quién besó a quién las próximas dos semanas. Aunque admito que debe de sentirse bien vestirse con uno de esos vestidos vaporosos de seda que todas las niñas llevan para conmemorar el comienzo de la primavera. — Pero si lo hago te lo haré saber, al fin y al cabo alguien me tiene que ayudar a comprar un vestido. — Dejo caer medio en broma. Suena a cliché, y me cuesta admitirlo, pero la idea de ir de tienda en tienda en busca del traje ideal me produce en ese instante algo parecido a la emoción. Puede que no sea tan mala idea lo de asistir al baile, a fin de cuentas.

Tengo que darle la razón en ese punto, moviendo mis cejas y ladeando la cabeza como para darle a entender que no puedo discutirle eso. Son pocas las personas que a día de hoy me causen temor, y una de esas es Jamie Niniadis. La otra es la cocinera del orfanato donde antiguamente vivía, aún tengo pesadillas de cuando me perseguía escaleras arriba sartén en mano por haber intentado robar unas galletas. Pero bueno eso ahora no viene a cuento. — Seriamente, Hero, tienes que dejar de ser tan dramática. — Van tantas veces que le dije eso que creo que ya perdí la cuenta, ¿por qué no se metió a arte dramático? — Nadie irá a la cárcel, y nadie va a matar a nadie. ¡Dios, Hero! ¿Si vas a ponerte así de roja por qué no cambias de esclavo y problema resuelto? — Si hubiera sabido que se pondría de esta manera le hubiera dicho que se deje de tonterías y vaya a besar al imbécil de Patrick si es que tanto le gusta. — Yo que sé, alguien mayor con arrugas y apenas pelo en la cabeza. — Mis comentarios están completamente fuera de lugar, y lo más probable es que me quiera matar o tirar algo a la cabeza, pero de verdad que no sé que espera sacar de una situación que ni ella misma quiere arreglar.

No me puedo creer que se esté a punto de echar a llorar por Sage, ¡Sage! Si no fuera por que me quedo pasmada observándola sin decir palabra hubiera intentado consolarla de alguna manera. ¿Cómo se consuela a la hija de la presidenta enamorada — o casi enamorada — del esclavo que ella misma escogió para ella? Uhh, qué turbio todo. — Bueno, técnicamente no podría reírse de ti, por eso de la educación y su esclavitud. Y eso... — Trato de objetar, moviendo las manos como para explicarme hasta que entiendo que mi participación no tiene ningún aporte positivo a la situación. — ¿Alguien te dijo que las normas están hechas para romperlas? — Si nadie lo hizo, creo que soy la persona más indicada para tener ese honor, puesto que viene siendo mi frase de guía por excelencia. — Bah, en verdad tendría que darte igual, Sage es indiferente para ti. — Termino por decir, poniendo mucho énfasis en la última parte de la frase mientras la observo por el rabillo del ojo con aire desinteresado para ver el efecto que tiene ese comentario sobre ella.
Maeve P. Davies
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 RB81poB
Hero N. Niniadis
Fugitivo
¡Pero, Maeve, debes ir! ¡No puedes perderte el baile de primavera! — los bailes de la escuela son de los mejores eventos que cualquier ciudadano menor de edad puede asistir. Además, es una excusa perfecta para verse bonita y comprar un vestido nuevo, no sea cosa que uses la misma prenda dos veces — Seré tu estilista, ya verás. Y si no tenemos con quien ir, siempre podemos ir juntas — he estado muy ocupada así que no he pensado en el tema de la pareja, además de que he asumido que Patrick me lo pediría por su cuenta. Todavía tiene unos días para corregir su error.

¿Yo, dramática? — Tú no eres la que podría ser juzgada en el Wizengamot por romper el decreto tres de la constitución“Según la constitución de Neopanem, las relaciones tanto afectivas como sexuales entre magos y humanos, son consideradas traición y por ende, cualquier ciudadano de Neopanem que haya sido encontrado haciéndolo, será penado con la muerte”. Hemos leído de la constitución en NeoPanem y como la hija de la ministra ya me la sabía de memoria al momento de verlo en clase. Además, he ido a suficientes juntas legales y juicios como para señalar los nombres de las primeras personas que me juzgarían. Ojalá la jueza Brawn fuese quien me juzgase, porque ella es mucho más linda que otros, como el viejo de cara de sapo, la señora con la verruga o el ministro buen mozo. La idea de cambiar de esclavo no me parece una mala opción, es fácil poner una excusa si deseara hacerlo. El tema es que es obvio que no quiero y se lo respondo prensando los labios, evitando decirlo en voz alta y pretendiendo estar muy interesada en el tratamiento de belleza.

Tengo que concederle la razón sobre lo primero, pero es lo segundo lo que sorpresivamente me hace reír a pesar del llanto contenido — No quiero ser una criminal — he visto muy bien lo que las relaciones con los muggles le ha hecho a mi familia y eso que no me he atrevido a hacer todas las preguntas. Me acomodo en mi lugar volviendo a apoyar mis pompis en el suelo y rebusco entre el neceser para encontrar la base que va a dejar su piel sin una mínima marca, hasta que detengo por un momento el movimiento de mis manos — Me importa lo que opine de mí. No quiero que crea que soy una niñita boba — no medito demasiado mis palabras, solamente las dejo salir con el tonito que es respaldado por mi ceño fruncido. Es horrendo, pero decir las cosas en voz alta me ayuda a entender mejor lo que ha estado pasando estos últimos días y solo puedo decir que mi gran problema es que sé lo que sucede, lo malo es que no quiero que suceda. ¿Por qué a mí? No he hecho nada malo en toda mi vida. ¡Incluso he organizado cenas de caridad y donado mis mejores zapatos!

Saco la base líquida y empiezo a maquillarla con cuidado de dejarla perfecta, cubriendo principalmente las zonas de las líneas de expresión — No le dirás a nadie. ¿Verdad, Maeve? — murmuro en modo confidencial. Esto es una pijamada de chicas, se supone que lo que digamos no va a salir de aquí — Nadie puede saber que… bueno, ya sabes — como ni loca lo digo en voz alta, hago un gestito con la mano sacudiéndola en círculos y modulando unas palabras que jamás van a salir de mi boca. Algo que suena a “que me gusta Sage” — ¡Y debes jurarlo! ¡Por el chico del delivery!
Hero N. Niniadis
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 IqWaPzg
Maeve P. Davies
Miembro del Escuadrón Licántropo
Muevo los labios y me encojo de hombros pensativa, aún planteándome el si ir o no ir al baile, al fin y al cabo va a estar lleno de niñatos insoportables alardeando del dinero que tienen sus padres. Que no es como si el mío no tuviera dinero, pero creo que si le pidiera un pony como lo hizo la semana pasada una niña en mi clase, me mandaría a tomar por culo. Con razón además, ¿para qué narices quiere un caballo si tiene dos pies izquierdos? — Bueeeno, está bien. Siempre podemos colar una botella de vodka en el ponche, de seguro eso sí será divertido. — Lo que daría yo por ver a media clase borracha, en especial las chicas que van de pulcras y que no han roto un vaso en su vida.

Oh, vamos, deja de ser tan quejica, eres Hero Niniadis, ni muerta podrían ponerte una mano encima. Hay gente que va a la cárcel por cosas más tontas y no tienen la misma suerte que tú que por el simple hecho de llevar un apellido ya eres intocable. — Bufo molesta, en especial porque ninguno de mis padres tuvo esa suerte. Su destino aún me es desconocido, así como las razones por las que se los llevaron en un principio. Jasper dijo que intentaría hacerse con esa información, pero han pasado meses desde que estoy viviendo bajo el mismo techo y ningún dato ha llegado a mis oídos sobre su paradero. He acabado por aceptar que, si bien se molestó en buscarlos, no encontró nada útil que usar en su favor.  

De igual manera, el enfado me dura apenas unos segundos porque sus ojos de perrito me dan la suficiente pena como para suspirar y acercarme hacia donde está para rodear sus hombros con uno de mis brazos. – No eres ninguna criminal, y no creo que Sage piense que eres una niñita boba, si acaso un poco egocéntrica, ¿pero tonta? Bah, de seguro se asombra que alguien tan pequeño pueda memorizar la constitución entera del país. – Bromeo con una semi sonrisa en la boca con la intención de hacerla reír y le doy un apretón antes de volverme a sentar frente a ella para que pueda continuar con su tarea de dejarme como una puerta.

Cierro los ojos porque así es más cómodo de aplicar la base de maquillaje, siendo lo más paciente que puedo y no ir a por el primer espejo que encuentre. Es una suerte que las dos seamos bastante pálidas, puesto que no me quiero imaginar el resultado que esto podría tener si alguna de las dos fuera tan morena como lo son la mayoría de las chicas en el cuatro. A veces me dan tanta envidia con su cuerpo y pelo perfecto. – Tranquila, tu secreto está a salvo conmigo, nadie sabrá nada. – Murmuro una vez abro los ojos, aunque procedo a llevarme una mano al pecho mientras elevo la otra a un lado de mi cabeza cuando pronuncio las siguientes palabras. – Juro que no diré nada, lo juro por el chico del delivery, que por cierto tiene nombre, Leo, ¿no te parece un nombre precioso? ¡Además le pega con los ojos! – Tengo que suspirar para que no se me caigan las bragas ahí mismo. Y me estoy saliendo de tema, ya vuelvo, ya vuelvo. – En fin, lo juro por Leo, y por la pizza maravillosa que me trae todos los sábados, y por ese cuerpo esculpido por los dioses… y bueno creo que vas pillándolo. – Una risa se me escapa en el último segundo.
Maeve P. Davies
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 RB81poB
Hero N. Niniadis
Fugitivo
Sé que tiene razón, pero por la expresión que le pongo dejo bien en claro que jamás se lo voy a decir en voz alta. Soy intocable, pero nunca permitiría que mi reputación se viera manchada por una sentencia social. Quizá no puedo ser encarcelada, pero la mancha estaría allí y mi consciencia me lo recordaría por el resto de la vida. No me espero ese apretón en los hombros, pero me dejo consolar por una amiga que jamás sospeché tener y, tengo que admitirlo, se siente extrañamente bien. El elogio me hace reír a pesar del estúpido llanto que intento contener y acaba sonando como un ruido algo raro y ahogado, pero igual ladeo la cabeza para poder sonreírle y apretarle amistosamente una mano — Eres una buena amiga, Maeve — le aseguro — A pesar de que eres una terrible mala influencia. ¿De veras quieres embriagar a toda la escuela? — no puedo no poner mis ojos en blanco, porque es imposible.

Detengo la sesión de maquillaje para evaluar su expresión y chequear si merece que le crea. Por extraño que parezca, lo hago. No tengo motivos para desconfiar de ella y esto de estar en pijamas debería contar como un juramento implícito — ¿Cómo es que un nombre como “Leo” le pega con los ojos? — le pregunto sin saber si reírme o no, porque no me lo puedo imaginar. Aunque tiene cara de Leo, así que no me sorprende mucho que digamos. No sé cómo no me horroriza lo que está diciendo y en su lugar me río, volviendo a cuidar de cómo le coloco la base para darle los toques finales. ¡Ya dije yo que iba a dejarla como una muñeca de porcelana! — Lo pillo, lo pillo. ¿Alguna vez has intentado hablarle en lugar de solo pedir que te traiga la pizza? No parece que sea muy complicado — Ya tienen el objeto en común, que es la comida. ¿Qué es lo que puede salir mal? Aunque tampoco es que sepa mucho de estas cosas, así que en lo que me concierne, absolutamente todo puede ser lo que falle en un momento como ese.

Lo bueno del resto de la noche es que no volvemos a hablar de Sage y solamente me dedico a conversar de las cosas que podemos hacer si vamos al baile juntas, alcohol aparte porque me niego a que una noche perfecta sea arruinada por un comportamiento barbárico. Además, tengo que usar las horas que pasamos juntas para aprenderme las canciones de su banda favorita y ayudarla a comernos toda la pizza mientras quedamos perfectamente maquilladas y peinadas, tal y como he predicho en cuanto llegué. Ni me doy cuenta de que a Patrick no lo vuelvo ni a pensar, lo cual debe ser bueno para Maeve. Puede ser que quizá tiene un poquito de cara de pato.
Hero N. Niniadis
Icono :
Girls just wanna have fun ✧ Hero - Página 2 IqWaPzg
Contenido patrocinado
2 participantes
No puedes responder a temas en este foro.