OTOÑO de 247521 de Septiembre — 20 de Diciembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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By the way
Soul regresaba a casa después de un largo día de trabajo, últimamente no daban abasto con los preparativos para la arena, el puesto de jefa de Aurores iba acompañado de muchísimas responsabilidades cuando un evento de ese calibre estaba en el horizonte, además con la amenaza rebelde no podían bajar la guardia, la seguridad de todos los ciudadanos de Neopanem estaba en juego y ella era una de las principales responsables de que todo saliera bien, como se esperaba, que no hubiera sorpresa ni más desgracias.
Camina por las calles del distrito dos en dirección a su casa, ya era bastante tarde, pocas cosas podrían haber hecho que la rubia detuviera los paso, pero justamente una de esas cosas son las que se encuentra de frente al doblar en la siguiente calle, una pelea callejera, estaba tan cansada que poco le importaba esa premisa de que era su deber salvaguardar la paz en todos los distritos, y por una vez en su vida se habría ido a casa y mirado hacia otro lado, de no ser porque reconoció a uno de los implicados.
La auror saca su varita y con un par de movimientos consigue solventar la situación – Largo de aquí y por una vez os salváis, que esto no se vuelva a repetir – dice con tono autoritario, uno que estaba más acostumbrada a usar con sus empleados y no con civiles que incumplen las leyes, pero ese día no quería hacer detenidos y como es normal, los implicados en la pelea tampoco querían terminar pagando por aquel desorden público – Todos menos tu Weynart – si, él era el motivo por el cual había interrumpido la pelea y pospuesto su descanso.
Camina por las calles del distrito dos en dirección a su casa, ya era bastante tarde, pocas cosas podrían haber hecho que la rubia detuviera los paso, pero justamente una de esas cosas son las que se encuentra de frente al doblar en la siguiente calle, una pelea callejera, estaba tan cansada que poco le importaba esa premisa de que era su deber salvaguardar la paz en todos los distritos, y por una vez en su vida se habría ido a casa y mirado hacia otro lado, de no ser porque reconoció a uno de los implicados.
La auror saca su varita y con un par de movimientos consigue solventar la situación – Largo de aquí y por una vez os salváis, que esto no se vuelva a repetir – dice con tono autoritario, uno que estaba más acostumbrada a usar con sus empleados y no con civiles que incumplen las leyes, pero ese día no quería hacer detenidos y como es normal, los implicados en la pelea tampoco querían terminar pagando por aquel desorden público – Todos menos tu Weynart – si, él era el motivo por el cual había interrumpido la pelea y pospuesto su descanso.
Antes de los juegos - Calles - Keiran Weynart
BY THE WAY
Ethan. Ese pequeñajo tenía talento para combinar la tecnología con la magia, y dar el resultado de un aparato para escuchar música. No estaba mal, y las canciones que le había metido en él tampoco. Iba pasando la música, mientras se arrebujaba en el abrigo y pasaba desapercibido para el resto de la gente. Se concentraba en sus cosas e ignoraba las peleas de borrachos que se estaban formando en las esquinas de los bares. Puede que él hubiera participado en un pasado a puñetazo limpio o botellazo en la cabeza, pero eso ya pasó hace mucho y ahora intentaba pasar como alguien invisible a los ojos de cualquiera.
Eso pensaba él, pero no el resto del mundo.
Tardó en escuchar el "Ey Weynart" exactamente unos treinta segundos en que buscaba una nueva canción para el IMagic, nombre inventado por él, porque le molaba el rollo de como sonaba; para cuando un imbécil yonki se le acercó, llamándole la atención esta vez con un empujón.
—Weynart. Cuanto tiempo —La risa sarcástica con la que lo decía no le pasó a Keiran desapercibida y como tantas veces ya sabía lo que venía después —¿Sabes que tu hermano a mandado a prisión a mi madre? —La cantidad de veces que cobraba Kei por esas cosas era infinita, y todo por ser un Weynart y ser squib. Era con el único que tenían huevos a meterse, pero nadie se daba cuenta que ese squib sabía pelear bien y utilizar los puños sin ser un aficionado.
—Es su trabajo, a mí que me cuentas. Algo habrá hecho tu madre —Quiso pasar del tema y seguir caminando, pero el tipo lo persiguió, lo empujó y le quitó el aparato para tirarlo al suelo.
El cabronazo había firmado su sentencia.
Todo pasó muy rápido, y el puñetazo que le llegó al otro le llegó sin apenas darse cuenta. En cuestión de segundos estaban enzarzados en una pelea que paró una voz femenina conocida, y mientras los otros se iban cagando leches, Keiran se levantaba para ir a por su aparato de música, escuchando, como no, la voz de Soul indicándole que él no se movía de ahí —Buenas noches para ti también, auror Dankworth —sonrió con el labio partido, guardándose el aparato en el bolsillo. Siempre daba la casualidad que era ella quién lo encontraba metido en algún lío, después de tanto tiempo portándose bien —Me persigues. Empezaré a creer que te gusto —Levantó las manos, siendo fiel al protocolo —Pero esta vez no he sido yo, empezaron ellos, y tiraron un aparato valioso sentimentalmente y... Bueno, de dinero también, porque cuando esto salga al mercado mi sobrino se hará de oro —Se encogió de hombros.
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By the way
Los desconocidos que apaleaban a Weynart eran inteligentes, porque ni por un momento dudaron en largarse, suerte para ellos, la rubia no estaba para demasiadas bromas ese día, lo mínimo que les podía tocar era una maldición expulso y ya si se atrevían a abrir el pico una cruciatos, si, Soul no tenía el día para andarse con rodeos, pero con él era distinto, se trataba de el hermano menor del ministro, además aunque no fuera a reconocerlo abiertamente le caía bastante en gracia por la de veces que le había sacado de líos.
-Jefa Dankworth – le corrige con una sonrisa de suficiencia, había ascendido de puesto desde que se conocían y recalcárselo de vez en cuando le gustaba, además no podía evitar ser un poquito prepotente. Observa como guarda aquel objeto en el bolsillo sin decir nada sobre él, en cambio cuando escucha sus siguientes palabras no puede evitar poner los ojos en blanco – Oh, venga – niega – Ambos sabemos que es al revés y como no tienes ninguna posibilidad conmigo te haces el interesante – se mete con el acercándose para cogerle de la barbilla y mirarle el labio.
-No me des explicaciones, me da igual, sabes que iba a sacarte del problema fuera lo que fuera – le suelta y suspira – Sígueme, te curaré eso y podrás irte a lo que sea que estuvieras haciendo que no implicaba buscar pelea – dice con algo de sarcasmo en la voz pero sin esperar respuesta por su parte, simplemente asume que la va a seguir y no replicará, no podía evitar tratarle como a un adolescente rebelde, aun no se había quitado esa imagen de él y a pesar de que prácticamente tenía la misma edad la rubia se sentía con el derecho de regañarle.
-Jefa Dankworth – le corrige con una sonrisa de suficiencia, había ascendido de puesto desde que se conocían y recalcárselo de vez en cuando le gustaba, además no podía evitar ser un poquito prepotente. Observa como guarda aquel objeto en el bolsillo sin decir nada sobre él, en cambio cuando escucha sus siguientes palabras no puede evitar poner los ojos en blanco – Oh, venga – niega – Ambos sabemos que es al revés y como no tienes ninguna posibilidad conmigo te haces el interesante – se mete con el acercándose para cogerle de la barbilla y mirarle el labio.
-No me des explicaciones, me da igual, sabes que iba a sacarte del problema fuera lo que fuera – le suelta y suspira – Sígueme, te curaré eso y podrás irte a lo que sea que estuvieras haciendo que no implicaba buscar pelea – dice con algo de sarcasmo en la voz pero sin esperar respuesta por su parte, simplemente asume que la va a seguir y no replicará, no podía evitar tratarle como a un adolescente rebelde, aun no se había quitado esa imagen de él y a pesar de que prácticamente tenía la misma edad la rubia se sentía con el derecho de regañarle.
Antes de los juegos - Calles - Keiran Weynart
BY THE WAY
—¿Es eso cierto? ¿De tantas veces como me has sacado de líos te han hecho jefa? Eso quiere decir que gracias a mí eres lo que eres. Ya me lo tienes que ir agradeciendo —Se sacudió y puso de nuevo a buen recaudo el aparato para la música. En esos momentos, Keiran sintió como se acercaba, pero su reacción fue estarse quieto mientras ella le revisaba el labio. Le gustaba picarla y ponerla al borde de la histeria. Sin embargo, ahora era más tentador cuando su puesto era aún más importante.
—No te des tanta importancia, Dankworth —Retiró un poco la cara, y se pasó la lengua por el labio —Sanará, no te preocupes, y le diré a mi hermano que haces bien tu trabajo —Podía permitir que sólo se acercasen a él porque su familia era importante, después de todo estaba acostumbrado, pero que le dijeran mentiroso era otra historia muy distinta —Te he dicho que yo no he buscado pelea, ni la buscaré. Ya no soy como antes —Gruñó, y se retiró de ella sin seguirla —Puedes ir haciendo tu trabajo, que ya aquí has terminado —Podía ir él mismo al médico sin necesidad de la auror metomentodo, pero no podía asegurar que los mismos de antes lo estuviesen esperando en otro sitio al ver que la auror ya no estaba.
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By the way
Esboza una sonrisa torcida cuando le escucha – Hubo una temporada en la que trabajaba solo para cuidarte y eso fue lo que me dio mi gran puesto – comenta obviamente con sarcasmo, Soul no era una mujer que permitía que se tomaran con ella esas confianzas, que dejaran que la vacilaran y picaran como él lo hacía, por mucho que fuera hermano del ministro, de no ser porque le caía en gracia, jamás le permitiría aquello, pero él le caía bien, hasta le gustaba porque en el fondo le entendía, ser el squib de una familia importante, que todos te miraran como a alguien inferior, aquello tenía que ser un suplicio.
Se masajea un momento en la sien, no sabía si era cosas suya pero no recordaba a Keiran tan duro con ella en otras ocasiones, o era que su capacidad de meterse con el sin ofender se estaba viendo afectada por el cansancio que acarreaba por todo el trabajo con el cargaba en las últimas semanas, además si se paraba a pensarlo un poco, realmente si había cambiado, por eso se ofende ante el trato que la auror le estaba dando -Espera, por favor – levanta un poco más la voz en esas dos últimas palabras, unas que no acostumbraba a decir muy a menudo – Te creo, no esperaba que fueras a tomártelo tan mal, antes solías replicar y no enfadarte y marcharte como si realmente tuviera la capacidad de ofenderte – añade después, aquel era su mejor intento de disculpa por lo sucedido, realmente había pretendido ayudarle, no juzgarle, pero Soul era así, no podía dejar claro que lo hacía porque quería echarle una mano, debía parecer que lo hacía, pues porque no le quedaba más remedio por ejemplo.
Camina un poco detrás de el – Mira Keiran, estoy muy cansada, la gala benéfica, los juegos a la vuelta de la esquina, déjame ayudarte y no me hagas perseguirte – dice sin dejar de andar tras él, probablemente el agotamiento también ayudaba a que el carácter de la rubia se ablandara un poco, pero la verdad es que no tenía ganas de pelearse con él – Estoy tan de buenas que hasta te invito a tomar algo – añade esperando convencerle y que la acompañará para poder curarle la herida en un lugar menos público.
Se masajea un momento en la sien, no sabía si era cosas suya pero no recordaba a Keiran tan duro con ella en otras ocasiones, o era que su capacidad de meterse con el sin ofender se estaba viendo afectada por el cansancio que acarreaba por todo el trabajo con el cargaba en las últimas semanas, además si se paraba a pensarlo un poco, realmente si había cambiado, por eso se ofende ante el trato que la auror le estaba dando -Espera, por favor – levanta un poco más la voz en esas dos últimas palabras, unas que no acostumbraba a decir muy a menudo – Te creo, no esperaba que fueras a tomártelo tan mal, antes solías replicar y no enfadarte y marcharte como si realmente tuviera la capacidad de ofenderte – añade después, aquel era su mejor intento de disculpa por lo sucedido, realmente había pretendido ayudarle, no juzgarle, pero Soul era así, no podía dejar claro que lo hacía porque quería echarle una mano, debía parecer que lo hacía, pues porque no le quedaba más remedio por ejemplo.
Camina un poco detrás de el – Mira Keiran, estoy muy cansada, la gala benéfica, los juegos a la vuelta de la esquina, déjame ayudarte y no me hagas perseguirte – dice sin dejar de andar tras él, probablemente el agotamiento también ayudaba a que el carácter de la rubia se ablandara un poco, pero la verdad es que no tenía ganas de pelearse con él – Estoy tan de buenas que hasta te invito a tomar algo – añade esperando convencerle y que la acompañará para poder curarle la herida en un lugar menos público.
Antes de los juegos - Calles - Keiran Weynart
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