Soul estaba acostumbrada a moverse por los distintos distritos pero la verdad es que últimamente pasaba la mayor parte del tiempo en los más desfavorecidos porque era el mejor lugar para dar caza a repudiados y traidores, pero lo que la llevaba aquel día al seis era algo totalmente distinto a lo que siempre la movía a viajar, iba a visitar a una amiga.

Podría decirse que había tenido buena suerte, de encontrarse en la otra punta de Neopanem cuando los repudiados atacaron en la gala benéfica, por otro lado también se sentía mal consigo misma por no haber estado allí para hacer su trabajo, para impedir todas las muertes que se sucedieron aquel día, podía decirse que ese era el motivo principal para visitar a Talysa, ella había estado presente y necesitaba información de primera mano, de alguien en quien pudiera confiar totalmente.

Se para frente a la puerta de su amiga y toca el timbre mientras espera a que abra no puede evitar darse la vuelta para inspeccionar la zona, desde niña tenía la costumbre de mantenerse alerta en cualquier parte, aunque estuviera a las puertas de su propia casa Soul siempre echaba un repaso visual antes de entrar, los recuerdos del viejo régimen todavía estaba grabados a fuego en su cabeza, imágenes de los días en los que se vio obligada a huir, a esconderse, retazos de los cuerpos sin vida de sus familiares, todas aquellas cosas impedían a la Auror vivir en paz, y lo harían para siempre, jamás superaría su pasado, era algo que había aceptado hacía mucho.

Finalmente la puerta se abre y dedica una tenue sonrisa a su amiga, había perdido la capacidad de sonreír sinceramente hacia mucho, triste, porque de niña siempre tenía una en el rostro, y ahora lo más que conseguía era eso, torcer un poco los labios – Puedo pasar? – pregunta dedicándole una mirada sombría, no por ella, si no por el tema que quería tratar.

Habían pasado muy pocas cosas en muy poco tiempo, y yo, tenía sentimientos encontrado al respecto.

Mi participación, como victima, en la trampa de la gala benéfica, solo había echo que iniciara una semana horrible; La tasa de heridos leves había sido alta, la de heridos graves más alta aún y de la de muertos...mejor no intentar expresarla.

Los hospitales estaban a rebosar. Los medimagos estábamos haciendo más horas seguidas de las que habíamos echo en años. Y por si fuera poco, la luna llena había pasado hacía tan solo un par de días;  En resumen, estaba destrozada.

El timbre de la puerta sonó y elevé un rostro demasiado pálido y muy cansado; A pesar de que había conseguido todos los ingredientes para el matalobos no me había atrevido a hacerlo. Necesitaba tiempo, seguridad y muchas horas de estudio; Horas de las que en ese momento no tenía.

Abrí la puerta, no sin antes revisar por la mirilla de quien se trataba. Y sonreí cansada, echándome a un lado para dejarla pasar: Soul Dankworth, una de las pocas personas que saben qué soy. Una de las pocas personas que en su día me ayudó a mantenerme oculta en esta sociedad...y a la que probablemente le debo más de lo que jamás seré capaz de pagar. Una de las dos únicas personas que considero mi amiga...y la jefa de Aurores.

-Diría que me alegro de verte... pero no recuerdo la ultima vez que nos vimos por el mero placer de hablar. - Era complicado, Soul y yo habíamos tenido vidas muy diferentes, pero igual de duras. Que nuestra amistad hubiese sobrevivido al tiempo era un milagro...y vernos a menudo no era conveniente para mi situación. -Ponte cómoda, estas en tu casa... Aunque con un toque más humilde. - Dije cerrando la puerta después de que se adentrara en mi austero piso.

Nunca había necesitado demasiado: No tenía familiar, no tenía muchos amigos... y dedicaba mi vida por completo al trabajo. Mis únicas cosas de valor sentimental estaban en una caja bajo la cama, las paredes estaban libres de fotografías y los muebles eran los que venían con el piso; Mi único espacio personalizado era una pequeña habitación prohibida cuya puerta estaba hechizada para que a nadie le apeteciera entrar. Sus paredes insonorizadas...y bueno, respecto al interior supongo que podía poblar las pesadillas de cualquier niño pequeño sin problemas.  

La primera imagen que recibe de su amiga es la de una mujer cansada, más que cansada totalmente agotada, ella también lo estaba pero a su manera, el desgaste de Soul era más bien psicológico, todos los problemas a los que se veía obligada a enfrentarse como jefa de aurores eran demasiados, pesados e importantes, no podía volver a descuidarse, muchos de sus conciudadanos habían muerto, incluso amigos, por su aspecto podía asumir que casi había perdido a Taly, de las pocas personas que le quedaban en el mundo después de cada uno de los reveses que había venido sufriendo a lo largo de su vida y eso no podía permitirlo.

- Lo sé, a mi también me gustaría pasarme por alguna buena razón y no cada vez que el caos se desata – sonríe un poco entrando a la vivienda de la mujer, la verdad es que últimamente ninguna de ellas tenía el tiempo que desearía para socializar, ambas mujeres tenían puestos de trabajo que exigían mucho de ellas pero no siempre había sido así, hubo una época en las que las cosas eran diferentes, cuando Soul todavía era Auror, cuando había hecho lo imposible para ayudar y ocultar el secreto de Taly.

La jefa de aurores no era de ese tipo de personas que tuviera problemas con los seres mágicos, no, su único problema era con los muggles, los metía a todos en el mismo saco por lo sucedido con su familia, por cómo se lo arrebataron todo, era consciente de que estaba generalizando, de que probablemente habría algunos que no eran malos, que no querían lo que estaba sucediendo como ella en pasado, pero le daba igual, estaba rota – Me encanta tu casa – sonríe un poco.

Dada su posición y demás la jefa de aurores tenía una residencia un poco más lujosa que esa pero tampoco demasiado, además no le daba ninguna importancia a lo material, había crecido sin apenas nada, estaba acostumbrada a ello, más que a vivir entre opulencias, ella prefería la sencillez. Camina hasta el salón y toma asiento sin ser invitada, ya no necesitaban esas cosas entre ellas – No tienes buen aspecto, deberías tomarte unos días de descanso – le dice sonriendo un poco, sabe que eso no va a pasar, pero tenía que intentarlo.

“Me encanta tu casa”

El comentario hizo que desviara la mirada de sus cabellos rubios y la pasease por la habitación; Yo no tenía claro si me gustaba mi casa, era sencilla y poco personal, probablemente por eso le gustase a Soul: Sin excesos, sin pasado, ni recuerdos... mi casa, podía ser tranquilamente la suya, o la de cualquier otro.

-Creo que eres la primera persona que dice eso.- Respondí negando levemente con una media sonrisa.  “No tienes remedio Dankworth ” pensé con cierto cariño pintado en cada palabra mental.

Seguí a mi invitada hasta el salón y dejé que tomara asiendo, acomodarse mientras sus ojos me examinaban a conciencia, y yo me sentaba a su lado, tranquila y divertida por su comentario.

-No es la mejor época para hacer vacaciones. - La medimagia es rápida, sana heridas a una velocidad increíble... pero solo funciona con heridas físicas. Las mentales, como no estuvieras dispuesto a que te desmemorizaran, tenias que superarlas a tu ritmo -Imagino que por eso estas aquí ¿no? -La otra posibilidad era que en la luna llena que recientemente habíamos pasado a algún licantropo se le hubiera ido de las manos y Sould necesitara saber que no había sido yo; La piel se me pone de gallina, odio esa idea tan pronto como nace en mi mente y me esfuerzo por deshecharla. -¿No estuviste? - Era una fiesta de mascaras, por mi mente no había pasado la posibilidad de que la jefa de Aurores no hubiera estado, ya fuera en la otra punta del estadio, o como vigilante. -Que suerte.

Y pese a ese comentario, estaba segura de que de haberlo sabido, habría ido de todos modos a ayudar; Muchas vidas se salvaron gracias a la presencia de varios los medimagos en la fiesta; Me acurruqué en el sofá y suspiré, olvidándome por completo de ofrecerle algo de beber.

-¿Que necesitas saber? - No estaba segura de poder aportar nada extra a lo que ya había aportado, pero podía intentarlo.

Se encoge de hombros ante las palabra de la rubia, Soul era de ese tipo de personas que no guardaba apego por las cosas materiales, probablemente porque tampoco tenía ningún tipo de implicación personal con nada, ella no poseía un cuadro que hubiera pertenecido a su familia, un sofá en el que se sentara su abuela, no, no tenía absolutamente nada, por lo que todo le daba bastante igual, la casa de Taly era impersonal y sencilla, a ella le encantaba por eso, la suya tal vez con algo más de lujos pero era exactamente igual. – La gente de la que te rodeas tiene muy poco criterio– bromea.

Niega con la cabeza – No es buen tiempo para casi nada, estamos en guerra, pero lo que no puedes permitirte es caer enferma – no le había sugerido que se fuera de relax, lo que le estaba pidiendo es que se cuidara, que se tomara algo de tiempo para recuperarse y volver al trabajo, ella tampoco concebía la idea de descansar estando como estaban, pero sí de mantenerse fuertes para luchar otro día.

Podía parecer una suerte no haber estado en aquella fiesta, pero no a Soul, creía que de haber estado podría haber marcado alguna diferencia en lo sucedido, organizar a los aurores de otra forma, o vete tú a saber qué, pero de haber estado sentía que podría haber ayudado y no estaría culpándose en ese momento – Estaba trabajando en la otra punta de Neopanem, quien iba a pensar que el peligro nos seguiría prácticamente a casa – suspira y nuevamente clava sus azules ojos en Talysa, mientras se acomoda un poco en el sofá.

Tenía detalles de lo sucedido, informes, de todo pero lo que realmente la había llevado allí, inicialmente era mucho más personal que profesional – Quería ver con mis propios ojos que estabas bien – sonríe un poco, se preocupaba por ella, siempre lo había hecho y desde todo el tema del licántropo más, en las lunas llenas intentaba mantenerla vigilada y ayudarla siempre que podía que a su pesar no era muy a menudo. – Físicamente lo estas, pero como llevas la situación? – lo que vio probablemente no era fácil de digerir.

-Creo Soul, que las que perdimos el criterio hace tiempo... fuimos nosotras. - Le continuo la broma con una pequeña sonrisa cansada. A continuación, asiento levemente a sus palabras; No tengo intención de hacerle mucho caso, pero agradezco que se preocupe por mi, no es algo que haga mucha gente. Tal vez por eso me resulta tan...extraño.

-Intentaré descansar...- susurro antes de que una de las personas más importante de mi vida, empiece a explicar porque no estaba en la fiesta cuando ocurrió el ataque.- No tienes que culparte por no haber estado. No puedes estar en todos lados.- Digo, imaginando perfectamente lo que pasa por su cabeza en estos momentos: Culpabilidad; Soul y yo no tenemos mucho que perder...y de alguna manera sé que ambas sentimos que de tener que morir alguien...pues mejor nosotras ¿no?
Yo me llevo sintiendo así mucho tiempo...he mirado a los ojos de la muerte demasiadas  veces, igual que ella...y todas ellas hemos sobrevivido. ¿Porque? ¿Suerte, casualidad?

La pregunta de la rubia me sorprende y tengo que hacer un esfuerzo para pensar una respuesta. No es que quiera mentirle...es que ni siquiera yo sé si estoy bien por dentro.

-Creo que lo superaré. Mi situación siempre a sido complicada. Un trauma más un trauma menos...- Aprieto las piernas entre mis brazos y suspiro. -Al menos esta vez no he causado ningún daño. - Sino todo lo contrario. ¿Compensaré algún día todas las muertes que provoque en mis primeras transformaciones? A lo largo de mi carrera e salvado muchísimas vidas... y aun me siento en deuda con el universo.  Si no fuera por Soul... probablemente esa vez si habría muerto.

-Me han dicho que todo fue una especie de farsa... que la ministra no estaba al final muerta...¿Se sabe con que fin atacaron? Nunca antes se habían organizado de esta manera. - Digo refiriéndome a los traidores y  repudiados; El grupo al que yo pertenecería si se supiera que soy una mujer loba.  

Probablemente Taly tenía razón y las que de verdad carecían de criterio para eso de la decoración eran ellas, pero cuando naces estrellado en lugar de con estrella es lo que toca, no pasar demasiado tiempo preocupándote por cosas que al final de día no son importantes, tienes otras de mucho más peso de las que preocuparte – También es cierto, pero no me importa demasiado carecer de criterio para eso – sigue con la broma incluso llegando a reírse un poco con todo ese asunto.

Si tenía que elegir a una persona en todo el mundo de la que preocuparse, por la cual daría lo que fuera para que estuviera a salvo esa era Taly, tal vez no se veían a menudo, porque ahora sus carreras pesaban más, pero Soul siempre se preocuparía por ella, era su mejor amiga, no le quedaba casi nadie en el mundo, pero la tenía a ella y por eso se preocupaba – No me hagas obligarte – le dedica una sonrisa cómplice, esperando que finalmente entienda que su salud tiene que ser lo primero, que sí, que vendía consejos que después ella no seguía, pero esperaba que le hiciera caso.

-Pero la seguridad es mi trabajo – la mira un momento a los ojos, en cualquier otra situación no estaría sintiéndose como se sentía, pero en ese caso era como si hubiera fallado estrepitosamente, como si por estar trabajando en otra parte hubiera desatendido totalmente sus responsabilidades, tendría que haber previsto un ataque, que haber estrenado la seguridad, y haber luchado codo con codo con los suyos, pero ahora solo quedaba lamentarse y por eso suelta un gran suspiro.

-Lo superarás porque eres una de las personas más fuertes que conozco y no porque sea “un trauma más” – le sonríe, pero no mentía en lo que decía, pasar cada luna llena por lo que ella pasaba tenía que ser un infierno y por eso Soul realmente la admiraba y siempre la protegería, había que tener mucha voluntad para seguir en pie después de todo eso. – No causas daño de manera premeditada, pero si mucho bien – le sonríe esperando reconfortarla.

Menos mal que la ministra estaba a salvo, si no, sí que habría sentido que había fracasado, que no se merecía el puesto - No, aún no sabemos nada, creo que los hemos subestimado, que no esperábamos que pudieran organizarse así y llegar a tanto, pero no volverá a pasar, no van a pillarnos otra vez como lo han hecho – niega apretando un poco los dientes, cada vez que cerraba los ojos veía morir a su familia y se aferraba con más fuerza a su trabajo, tal vez se movía por venganza, pero era un motivo tan válido o más que cualquier otro.

-Recuerdas algo que me pueda ayudar? – pregunta mirando a su amiga a los ojos – Dijeron algún nombre? Tal vez algún rostro conocido? – especula, entre los atacantes podría haber posibles criminales famosos o cualquiera que ella en algún momento conoció y ahora podía desenmascarar para que los aurores le dieran caza.

Me gustaría verla intentando obligarme a que me cuide, sería divertido e interesante a partes iguales. Niego con una pequeña sonrisa cansada y agradezco sus palabras, creo que Soul es una de las dos únicas personas en el mundo interesada en cuidarme; También una de las pocas a las que se lo permitiría llegado el caso.

-La salud es el mío...y se muere gente todos los días. - Le respondo encogiéndome de hombros; Supongo que ser medimaga me ha hecho pasar por demasiadas tragedias laborales, he aprendido que no se puede salvar a todo el mundo... por mucho que duela.

Me acerco un poco a ella en el sofá y me acurruco a ella, abrazándola en un gesto que pretende ser consolador; No sé si para mi...o para ella, quizás las dos necesitemos ese abrazo con la misma desesperación.

Cierro los ojos y pienso en su pregunta sin soltarla; Todas las personas que recuerdo, o me ayudaron...o murieron.

- Había una chica con la que me acosté hará algún tiempo... No recuerdo su nombre. -Y de recordarlo tampoco se lo diría, no pienso meter a Soul en un problema, y estoy segura que la morena no estaba en el bando adecuado de la gala... No la vi atacar a nadie, es más, diría que ayudaba a los nuestros. No sé qué hacía allí, pero no quiero meterla en problemas. - Pero ayudaba. También me acuerdo de un hombre...- Otro nombre desconocido. -Era grande, moreno, con barba... creo que tenía los ojos verdes- Vaya, me acuerdo de él más de lo que pensaba.  - Me salvó la vida...y diría... no sé, que estaba en el otro bando. - Sé que mis palabras no tienen sentido, pero espero que le sirvan de algo en su investigación.

Suspiro y me separo un poco de ella para mirarla a los ojos, desde que ha entrado quiero pedirle algo, pero... siento que de hacerlo estaré comprometiéndola a algo.

-Soul..¿Puedo pedirte algo? - Esa pregunta es extraña en mi, nunca le pido nada a nadie, y sé perfectamente como me va a mirar.

Está a punto de replicar a Taly, no sabe ni por qué, pero se queda en silencio cuando su amiga la abraza, corresponde respirando profundamente, sintiendo como aquel gesto les viene bien a las dos, estaban en una situación similar, Soul apenas tenía gente en su vida y sin duda ella era la más importante, la única que con algo tan insignificante como un abrazo podía devolverle la tranquilidad, no tenía familia de sangre, pero cuando estaba con la medimaga sentía que si la tenía.

Mientras están abrazadas escucha las palabras de su amiga sobre lo sucedido en la gala, había reconocido a dos personas, pero según ella no habían atacado a nadie, suelta un suspiro, podía pedirle que las identificara, intentar ponerles nombre, pero algo le decía que no iba a estar por la labor de hacerlo y tampoco podía obligarla, ella misma estaba incumpliendo la ley al protegerla, no podía negarle proteger a otros – Estas segura de que no estaban atacando a nadie? – necesita quedarse con la tranquilidad de que no le estaba permitiendo encubrir a un par de fugitivos asesinos.

Cuando finalmente se separa de ella y le suelta aquella pregunta la auror la mira algo confusa, claro que podía pedirle cualquier cosa, lo raro es que lo estuviera haciendo, normalmente era ella la que tenía que insistir para poder ayudarla en algo, Talysa era como ella, de ese tipo de mujeres que no necesitan nada de nadie, incluso cuando la persona a la que puedes pedírselo no dudaría en hacer cualquier cosa por ti.

-Claro, sabes que puedes pedirme cualquier cosa – dice colocándose su rubia melena detrás de una oreja y acomodándose un poco más en el sofá esperando que revelara la información, ahora tenía curiosidad por lo que su amiga podía necesitar de ella, seguramente era algún tipo de información, pero ¿Sobre qué?

Soul intenta asegurarse de que las personas a las que intento proteger fuera de la ley no la cagaron en la gala; Supongo que tiene que haber cierto toque de ansiedad en su interior, necesita encontrar culpables... y necesita saber que a los que yo reconocería no lo son.  Asiento para dejarla tranquila.

-Me ayudaron, mataron inferi y a  la gente que nos atacaba. -Estoy segura de ello, no puedo garantizar que sean buenas personas, que no hayan cometido crímenes... pero en la gala benéfica, estuvieron de nuestra parte.  

Suspiro; La conversación vuelve de nuevo a mi petición y yo no puedo evitar  sentirme confundida con lo que estoy a punto de pedirle. ¿Es realmente necesario? ¿Puedo colocarla sobre una pista que no quiero que siga?

-Tienes que prometerme que lo harás como amiga...solo como amiga.- No necesito a la Aurora  que es en este campo, aunque si sus permisos en los archivos. No quiero que investigue más de lo necesario, ni que ponga patrullas a buscar a nadie; Sinceramente, me preocupaba que pueda intentar protegerme algún día de ese modo, y quiero confiar en que respetara mis deseos, y mi buen juicio, como siempre.  - Si no eres capaz de hacer eso olvidaremos el tema y no hablaremos más de ello. - Está claro, lo que quiero pedirle no es ni medio legal; Como aquella vez que le di una lista de nombres de posibles hombres lobo no censados, solo para saber si podía localizar alguno para que yo pudiera hablar con él...sin el gobierno de por medio.

No había otra persona en la que Soul confiara más que en Taly por eso cuando ella asegura que esos que reconoce no eran peligrosos la cree, no iba a poner en duda su palabra, nunca le había dado motivos para tal cosa, de todas formas sí que le vendría bien que los reconociera, por saber quiénes eran y tratar de averiguar sus motivos, pero no era un buen momento para presionar – Esta bien, no digo que los busque por traición, pero estaría bien poder identificarlos para aclarar sus motivos – espera que en algún momento su amiga termine por entrar en razón y quiera ponerles nombre y cara.

Cuando la conversación sobre aquella petición empieza de esa forma Soul sabe que se trata de algo importante para ella, lleva mucho tiempo guardándole secretos, igual que de tenerlos también se los habría confiado a ella, pero la auror era una mujer completamente sola en el mundo, transparente, lo que había es lo que veías.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, conmigo como amiga, que no antepondré mi trabajo a ti – le asegura, llevaba mucho tiempo haciéndolo, para ella su prioridad era la seguridad y bienestar de Taly, era un lobo ¿Y qué? No quería serlo, no quería dañar a nadie, no era una criminal, los que tenían que pagar eran eso, los asesinos, los monstruos, no la buena gente con mala suerte.

-Oye casi me ofende que lo dudes – le dedica una leve sonrisa para tranquilizarla, Soul tenía que cumplir su trabajo, pero también sabía que su amiga no le pediría algo que ella éticamente no pudiera hacer, lo único que limitaba a la joven era encubrir a criminales, nada más.

Suspiro. Sé que hay una parte de verdad en sus palabras, a mi también me ofendería que ella dudase de mi, pero dado su puesto de trabajo es normal que dude al respecto, una cosa es que me proteja a mi, otra muy distinta que esté dispuesta a encubrir a aquellos que yo crea inocentes.

-He tenido un encuentro algo extraño no hace demasiado...- No tenía intención de decirle donde, ni cuando, porque casi me pillan los Aurores en el distrito menos adecuado, comprando las cosas menos adecuadas, y sé que de decírselo me regañara por no pedir su ayuda. Supongo que ella podría haber conseguido acónito ilegal con más facilidad que yo... pero siempre intento evitar meterla en ese tipo de asuntos. Ironico, porque estoy apunto de meterla en uno de lleno.

-No estoy segura de quien es... pero necesito saber más de él. - Es raro escucharme decir eso, por regla general evito a la gente, pero mi asunto con Scott se a vuelto personal; Ahora viene la parte en la que tengo que confesar porqué ella puede ayudarme. -Estoy segura de que tiene que ser alguien buscado. - Desvío la mirada de los ojos de mi amiga. -No sé el crimen...ni el asunto, pero quiero saberlo. - Si vuelvo a encontrarme con él quiero jugar con ventaja. ¿De verdad quiero volverme a encontrar con él? Parpadeo tras pensar en ello, se supone que quería saber más por mera curiosidad...no porque tenga intención de volver a pelearme con él.

-Se llama Scott. No tengo claro que sea su nombre real. -Porque yo no le di el mio. -Pero estoy segura de poder reconocerlo. -Me pongo más técnica con la información, como si de un paciente se tratara. - Varón caucásico, cabellos oscuros, ojos azules, mandíbula cuadrada. - Sonrisa arrolladora y Oh amiga mía, estoy segura de que tu también lo considerarías muy guapo. - Debe rondar los cuarenta... tal vez algo menos. - añado. -Si pudieras buscar en los archivos...con tus claves, podría identificarlo. - Solo necesito que estríe y vuelva con una de esas tablets del gobierno...o una contraseña...o algo.  

La cautela con la que le habla del asunto a ella que es su mejor amiga hace preguntarse muchas cosas a Soul, sabe que a Taly no le gusta comprometer su trabajo, ponerla en una situación de riesgo, pero son amigas, al final del día confían la una en la otra, pero aquel celo con el que trata el tema provoca que la auror desconfié un poco.

Escucha con atención a su amiga, la conoce, y ese él del que habla parece que de alguna forma la ha marcado tanto como para ponerla a ella en esa situación, de tratarte de una persona insignificante, de un hombre cualquiera con el que tiene algo una noche, si, Soul conoce los escarceos de su amiga, no le estaría pidiendo eso, que lo hiciera es porque se trataba de algo completamente distinto, de algo más.

-Podemos quedar en mi oficina cualquiera de estos días para buscarle – no duda en concederle aquello, para ella tampoco suponía nada que ojearan los archivos buscando a alguien, por aquello no iba a jugarse la cabeza, el problema venía después, cuando averiguaran lo que ella quería saber y tuvieran que tomar la decisión de que hacer con esa información.

-Pero que va pasar cuando sepamos quién es? – lanza aquella pregunta de manera estudiada, quería ver la reacción de su amiga, saber lo que ese hombre podía significar o no para ella ¿Le habría hecho daño? La auror barajaba muchas posibilidades, porque realmente no podía saber el interés que la loba tenía en encontrar a ese hombre – Que pasa con el Taly? Te ayudaré ya lo sabes, pero necesito que me cuentes que sucede – no podía seguir sacando conclusiones por si sola, prefería que fuera ella la que se lo contara todo.

Asiento cuando dice que podemos quedas en su oficia; Supongo qué que la jefa de Aurores lleve a alguien que estuvo en la gala benéfica a mirar fotos de gente buscada no es algo que realmente la ponga en peligro. Sonrio ligeramente más tranquila.

"¿Pero qué va a pasar cuando sepamos quién es?" La pregunta me pilla un poco por sorpresa; Me quedo en silencio.  ¿Qué va a pasar? ¿Quiero que pase algo? ¿Estoy buscándole por solamente por orgullo?

"¿Qué pasa con él Taly?  Te ayudaré, ya lo sabes, pero necesito que me cuentes que sucede..." Sus palabras están llenas de preocupación; No era lo pretendía, no quería asustarla, ni preocuparla por mí. Supongo que simplemente no estoy acostumbrada a que eso suceda...y claro, con ella es diferente.

-Nada, no pasará nada, solo tengo...curiosidad. -En parte es la verdad más grande que puedo decir ahora mismo, pues ni yo misma estoy segura de que quiero de Scott. ¿Venganza? ¿Algo que echarle a la cara si vuelvo a verle?

-Me ayudó hace unos días, pero no sé nada realmente de él, solo puedo intuir que lo buscan...por cómo se comportó -  Omito que después de ayudarme me tendió una trampa, me amenazó creyendo que era un Auror. ¿Qué habría pasado si hubiera sido un Auror? ¿Qué habría pasado si hubiera sabido que mi mejor amiga es la jefa de ellos? Seguramente nada bueno. - Quiero saber si hizo algo realmente grave. - En los buscados hay delitos realmente estúpidos, ambas lo sabemos, yo podría estar en la lista si se supiera lo que soy y lo que en su día hice sin querer.

Soul frunce ligeramente el ceño, sabía que Taly no se lo estaba contando todo, que pasaba algo más, serían sus instintos de auror, o simplemente que se conocían bien, lo que sí que no podía determinar era la calidad de lo que le estaba ocultando, personal, profesional, algo se le escapaba pero no quería forzar a su amiga – Está bien, iremos a ver si conseguimos saber quién es, pero si pasa algo de verdad dímelo, sea lo que sea sabes que te apoyare – la jefa de aurores sabía que tenía una responsabilidad por ese título, pero ella era lo más cercano a una familia que tenía y la lealtad a los seres queridos siempre es lo primero.

-Te creo, pero sé que pasa algo más, no te preocupes no tienes que contármelo – sonríe ligeramente, a veces con ese tipo de cosas no podías estar segura de como comportante, la misma Soul se cuestionaba cosas en muchas ocasiones. – Estaré mucho por la oficina las próximas semanas, están cerca los juegos, solo tienes que enviarme una lechuza y pasarte, te haré un hueco –le explica esbozando una ligera sonrisa, los próximos días iban a ser caóticos para ella en cuanto a trabajo, viviría en su despacho.

-Pero una cosa, si resulta que hizo algo de gravedad no iré a por él si tu no quieres, pero espero que no se te ocurra volver a buscarle – seguía sin saber el interés de Taly en aquel hombre, pero necesitaba asegurarse de que no se pondría en peligro – Porque si me pasa algo, no habrá lugar en el que tu fugitivo pueda esconderse, lo buscaré con toda la fuerza que tengo a mi disposición – aclara, porque eso le parecía importante dejarlo claro y sobre la mesa, si ella resultaba herida, Talysa su hermana, le encontraría y le mataría.

Asiento; De acuerdo, en las próximas semanas me pasaré por su oficina y ojearé esos letreritos clasificados en su búsqueda. ¿Lo encontraré? ¿Que habrá echo?

-No voy a buscarle...- Respondo a su aviso. Joder ¿Quiero buscarle? Una chispa de rencor me recorre las entrañas, me siento traicionada por su persona...y bueno, técnicamente es imposible ya que no lo conozco de nada.

-De acuerdo mamá lobo. - Digo intentando suavizar la situación; No quiero que Soul se ponga en lo peor, no me gustaría tener que recurrir a ella para nada parecido...y menos me gustaría que ella lo hiciera porque lo creyera necesario. ¿Y si Scott me hubiese matado en aquel bar de mala muerte? Tal vez esto me va grande, debería dejarlo estar...

-Deja de llenarme la casa de negatividad. -La regaño, empujándola suavemente con un hombro y levantándome a por algo de beber. -¿Quieres cenar? Puedo improvisar algo. - Le digo intentando trasmitirle serenidad; Vamos, estoy bien...todo va bien, solo estoy cansada: La fiesta, las pruebas, el trabajo, la vida... LA LUNA.

Por mucho que a veces fuera consciente de que se pasaba de sobreprotectora no podía evitarlo, había perdido mucho, todo para ser más concretos, con el paso del tiempo había recuperado poco a poco cosas, ahora tenía a Taly que la consideraba de su familia, y no estaba dispuesta a perder de nuevo a los suyos. Está a punto de replicar algo más cuando ella le da el empujoncito, la mira de reojo y esboza una ligera y cómplice sonrisa.

-Está bien, está bien, pero que quede claro que todo este asunto del fugitivo no me gusta y que si tengo que intervenir lo haré – añade medio refunfuñando y termina por dejar el tema pasar, no tenía caso seguir insistiendo en lo mismo, sabía que Taly podía cuidarse por sí misma, pero claro, todo depende de quien fuera aquel misterioso él.

- Te echaré una mano – dice tranquilizándose y poniéndose en pie para ir a la cocina – Pero no te quejes de mis dotes culinarios - bromea ya por fin relajando la situación entre ellas, ahora les tocaba disfrutar un poco de la compañía que ambas se brindaban.