Historia

the beginning:

Su vida se había convertido en un profundo pozo sin fondo, una ansiedad que no parecía tener un fin claro. Hasta que un buen día regresó. La razón por la que sentía que no podía seguir viviendo, la razón por la que dejó todo en su busca pero no consiguió dar con ella. Regresó. Su hija había vuelto a casa. La felicidad del regreso de Lëia fue empañada por la persona que la retornó, Riorden, y en especial por las malas escusas en las que se escudó para no haberle dicho donde se encontraba antes. No era capaz de ver más allá del hecho de que había sido separada un año y medio de su hija, de la única razón de su existencia. Por aquella razón se mudó de nuevo al Capitolio, donde poder estar cerca de sus padres y su hermano, y alejarse de la familia Weynart.

No le sorprendió. Sabía que el tiempo no había pasado en balde, que el año que estuvo con ellos no podría ser borrado de la memoria de su hija, no podía anular aquellos recuerdos que había creado junto a ellos, y tampoco le podía negar las peticiones o preguntas con respecto a las ganas de querer verlos. Así fue como, cinco años después, permitió visitas en su casa, y vigiladas por ella misma, de la familia Weynart, comenzando, incluso para sorpresa de ella misma, una pequeña relación de tolerancia  respeto respecto de ellos, impulsada inicialmente por la propia Lëia que siempre quería que jugara con ellos cuando la visitaban.

Los primeros años los centró en su reingreso en la medimagia; reincorporándose en el hospital del Capitolio, y escalando poco a poco entre las diferentes ramas. Aunque lo quisiera negar, su relación con Riorden Weynart se volvió más cercana, siendo incluso capaz de hablar con él sin echarse cosas en caras, comportándose como nunca pensó que haría. No le importaba que pudiera tener un comportamiento infantil con él, habían cosas que no eran fáciles de olvidar ni perdonar del todo.

Todo en su vida estaba consiguiendo un cierto orden. Su trabajo era correcto, Lëia crecía con las dos partes de su familia, y Violet estaba centrada en sus estudios. Por una vez podía decir que su familia era perfecta. Pero pecó de decirlo en voz alta. Un accidente químico se desencadenó, viéndose Violet envuelta en el mismo. Fuertes quemaduras cubrieron su cuerpo, teniendo que ser tratadas con fuertes fármacos y varios calmantes; pero, gracias al gran avance, las marcas desaparecieron poco a poco, pero no la adicción a los calmantes que desarrolló la joven. Ni siquiera se percató de ello, incluso pecó de ser gran culpable de lo que pasaría en el futuro. Ella misma le recetaba calmantes para el dolor, sin prestar atención a si esos dolores eran reales o había algo más detrás de aquellas peticiones; como si había.

Su inconsciencia y descuido le pasó factura. Nunca olvidaría aquella noche en la que despertó con el sonido de su busca, llamándola de urgencia por el ingreso de Violet por una sobredosis de fármacos. El corazón casi saltó de su pecho. Era culpable, en gran medida, de lo que estaba aconteciendo, ella misma había propiciado la situación ante la que se encontraba en aquel momento. Mas no era todo lo que se sabría sino que, también, la joven estaba embarazada. El mundo se derrumbaba, poco a poco, a su alrededor. Acabó refugiándose en Riorden, con el cual había desarrollado una relación que distaba mucho de ser una mera amistad o relación de cortesía desde hacía casi dos años, y en el que confiaba más que en cualquier otra persona.

El pesar por haber sido la causante de la adicción de Violet no desapareció con el paso del tiempo, se esmeró en prestar mucha más atención a sus hijas, intentando casarlo con el hecho de ser Jefa de Área en el hospital del Capitolio.  Actualmente mantiene todavía una relación estable con Riorden Weynart, Lëia aprende magia en el colegio Royal y Violet vive con ellas, junto a su bebé, en el Capitolio.

Estadísticas del personaje

VITALIDAD: 30 pts
FUERZA: 4
DESTREZA: 4
DEFENSA: 5
AGILIDAD: 4
RESISTENCIA: 3