Desde muy chico vivió una buena vida. Nació siendo hijo de una pareja de magos de sangre muggle que lo llenaron de amor durante la infancia.

Todo empieza con su nacimiento. Fred nació siendo hijo de una pareja de magos nacidos de muggles, ambos eran jovenes e inexpertos, pero se arreglaron para poder a darle a su hijo recién nacido todos los lujos que pudieran. La madre de Fred manejaba un taller en el distrito 6 mientras que su padre, nacido en los límites del distrito 3 era un científico que ayudaba con nuevas investigaciones para ayudar a los mecánicos del distrito.

Vivió bien mientras creció, lleno de amor y sin tener que mover un sólo dedo de su cuerpo de ser necesario. Todo lo que necesitaba hacer era enfocarse en crecer.

El hecho de enterarse que tenía magia no era algo que a su familia le sorprendiera.  Mostró su afinidad desde muy chico y cuando, en una rabieta, hizo levitar distintos objetos que se encontraban en la cocina, sus padres tuvieron en claro enseguida que sería un mago como ellos.

Siempre fue un buen estudiante, a pesar de no tener las mejores notas. Lo único en lo que siempre destacó fue en el uso de su magia, a pesar de que él siempre encontraba la forma de utilizarla para hacer alguna travesura.

Toda su vida era ideal, sin sufrimiento. Aunque aquello cambió el día en que fueron a buscarlo mientras estaba en una de sus clases favoritas para informarle que a su padre habían pasado a considerarlo traidor. En ese mismo momento se enteró de la verdad, aquel hombre que empezaba a desconocer se asociaban con aquellos rebeldes que salían en las noticias. Y ese había sido esa razón suficiente para que su nombre fuera puesto en la cosecha.