Los Walker jamás imaginaron que su hija sería un gran dolor de cabeza para ellos.

Los Walker son una familia que provienen de un gran linaje de Sangre Pura, se dice que desde mucho antes de que New Panem existiera creían en la superioridad del linaje mágico por sobre el de los muggles y es que ese territorio siempre fue igual, nunca creyeron en la posibilidad de que magos y muggles se enamorasen ni mucho menos formasen familia, esta era una historia que siempre contaban y de la cual estaban muy orgullosos, pero desde que uno de sus descendientes cumplió la edad suficiente para tener su propio juicio, la pregunta constante que se repetía era ¿Y siguen vivos? Wow.

Eran diez en la familia de Alex, ocho hermanos y sus dos padres. Podrían haber seguido engendrando hijos, pero el cuerpo cansado de Charlotte hizo que tuviese constante pérdidas luego de que su último hijo llegase a la familia. La pequeña Alexis nació en un día primaveral, en el cual sus dorados cabellos iluminaron la blanca sala en la que se encontraba su madre dando el último puje para que ella pegara el fuerte grito que hizo retumbar el hospital. Aunque claro, eso había sido una exageración.

Jamás le faltó nada y por años fue la hija modelo de sus padres, hasta que comenzó a ver y comprender que las cosas que ellos hacían no estaban en lo absoluto bien. Tenían esclavos y suponía que eso era de varios años atrás, que ya no debería si quiera existir, pero tampoco podía hacer mucho, ellos la financiaban para que pudiese estudiar y la mantenían con unos buenos lujos, a pesar de que no le eran relevantes era eso o pasar hambre. Ella había podido ver cómo con los juegos mágicos cada distrito se jugaba la vida por un mejor pasar.

Lo consideraba injusto, realmente injusto.

Estudió en la universidad especializándose en Historia de la magia, sin embargo, su pasión siempre fue cantar. Siempre que podía se grababa a sí misma o cantando canciones de alguien más o simplemente componiendo alguna cosa que se le viniera a la mente.