En una casa acomodada del distrito uno, Oswald y Anthea conformaban el matrimonio Shelby, una pareja de magos puristas cuyo enlace había sido determinado por la limpieza de su sangre, con el fin de mantener en secreto la magia que ambos poseían y que durante muchos años permaneció oculta al ojo exterior. Así fue como de su unión surgieron tres hijos, los tres varones, siendo Stephen el mayor de todos, siguiéndole Christian cinco años más tarde y, por último, un trienio después, Alan.

Debido a la época en la que crecieron los hermanos, poca magia fue la que se desarrolló en la vivienda y fueron otras las atracciones que se atendían en el hogar. Aquello implicaba una buena educación, buenos modales y entretenimientos clásicos, pero los niños nunca dejan de ser niños y siempre surgen imprevistos que se salen del control adulto.

Una tarde calurosa de verano, para ser más concretos, durante el octavo cumpleaños del mediano, Alan, de entonces cinco años, tropezó y cayó dentro de la piscina cuando la fiesta ya estaba terminando. Christian, al ser el único que presenció el evento, trató de socorrerlo, pero su todavía no desarrollado cuerpo tan solo conseguía hundirlos a ambos más profundo en el agua y, cuando su hermano mayor apareció, ya era demasiado tarde.

Desde entonces, no volvieron a ser los mismos. Jamás habían sido niños extremadamente alegres y risueños, pero hubo un cambio en la atmósfera del hogar desde el entierro del pequeño Alan.

Aun así, de manera inevitable, los años pasaron y con ello, nuevas situaciones se fueron apareciendo en la casa Shelby. Christian comenzó a desarrollar pequeñas muestras de magia de tanto en tanto, de forma abrupta las primeras veces, después de manera más controlada al verse en la necesidad de ocultar el don que heredó de su familia. Su hermano mayor, por el contrario, parecía cada vez más evidente con el transcurso del tiempo que no poseía los mismos talentos que el resto. Ante el temor de ser diferente, de no ser aceptado por los suyos, huyó al momento de que la noticia de la caída de los Black fuera anunciada.

Otro golpe más para el matrimonio Shelby, que había pasado de tener tres hijos a solo quedarse con uno. Colocaron todas sus nuevas esperanzas en su hijo mediano, quien continuó sus estudios por la misma vereda que todos con el nombre familiar y se dedicó a la economía. Estudió varias ramas dentro de la ciencia, razón por la que cuenta con un amplio abanico de oportunidades en el mundo de la moneda, pero en el presente lleva unos cuantos años de trabajar como banquero en el Banco Central del país.