Los Ruehl eran una familia de criminales que residían en el distrito 2 y traficaban con objetos malditos y pócimas. Una familia unida que luchaba por hacer prosperar su negocio frente a la competencia y marcar una línea que nadie pudiese cruzar y solo les perteneciese a ellos.  Dentro de este clan, un 4 de junio de 2439 nació un pequeño bebé al que llamaron Margery. Hija de Kaine, segundo al mando del clan y su esposa Charlotte. Un matrimonio que siempre estuvo muy implicado en la importancia del negocio familiar y su desarrollo.

Sus primeros años de vida transcurrieron de forma tranquila, sin sucesos que pudiesen marcar ningún hito en su corta vida. Quizás, algo que si sucedió y que se convertiría en parte indispensable de su vida fue cuando al poco de nacer, tras una rabieta, su cabello se tornó de un color azul eléctrico por unas horas. Mostrando así que la niña había heredado la metamorfomagia que ya tuvo alguno de sus antepasados. Salvando este detalle, la niña dio sus primeros pasos y su primera muestra de magia entre calderos y pociones. Le encantaba ver a su madre prepararlas, igual que otros bebé disfrutaban jugando con un osito de peluche, ella disfrutaba viendo como las pociones cambiaban de color.

Pero toda esta tranquilidad se vio truncada tres años después cuando la hija del hermano de Kaine decidió traicionar a su familia y revelar toda la información criminal que inculpaba y descubría los negocios de los Ruehl. Kaine y Charlotte se vieron obligados a huir, junto a su pequeña niña, al norte. Allí buscaron hacer desaparecer todo rastro que los pudiese conducir a ellos, retomando a los pocos meses sus negocios, pues mala hierba nunca muere. Margery a pesar de su corta edad supo apreciar que algo no marchaba bien, que toda su vida feliz se había visto truncada de un día a otro. Pero sus padres no iban a permitir que la vida de su hija quedase arruinada por el mal juicio de otros. La educaron en casa, le enseñaron todas aquellas cosas que podría haber aprendido en el colegio, además de enseñarle cosas como el manejo de la magia y las pociones y por supuesto, el control de su habilidad. La niña aprendía todo aquello que le daban con bastante facilidad, mostrándose curiosa y despierta a cada nuevo problema que planteaban ante ella. Sus padres fueron continuamente contando lo que había ocurrido con los Ruehl, como todo su “imperio” se vino abajo de un día para otro, algo que podo a poco iría calando en Margery.

Y esta crece con esta mecánica hasta que Niniadis toma el poder en 2452. Sus padres, tras meditarlo durante meses, ahora que la magia estaba permitida, deciden darle a su hija la oportunidad de tener una vida mejor, lejos de la clandestinidad y el secreto con el que había crecido hasta entonces. Gracias a sus contactos y conocidos, la llevan a vivir al distrito 3 con unos viejos conocidos. Allí le consiguen papeles para que conste como hija de los mismos, bajo el nombre de Circe Kedward y adoptando un nuevo aspecto que se convertiría en parte de ella. Una vez con todos los tramites arreglados, Margery, ahora Circe, comienza sus estudios en el Royal. A pesar de esta nueva familia y toda la treta, sigue siendo visitada continuamente por sus padres, los cuales continúan con sus enseñanzas particulares, incluyendo en esto el negocio familiar y las pociones que ella siempre adoró.  

Cuando cumple los 17 años, decide estudiar la rama de ciencias en el colegio, demostrando una vez más su excelente capacidad para las mismas. Cuando termina el mismo, comienza a trabajar en el ministerio en el departamento de Ciencias, siempre bajo la identidad de Circe. Por otro lado, bajo su verdadero aspecto e identidad y de forma clandestina y siempre oculta en la sombra, continúa ayudando a sus padres con el negocio familiar. Especializándose en la parte de pociones, las cuales maneja y desarrolla con dedicación y el disfrute de quien adora las mismas.

Su vida continúa desarrollándose en la misma línea. Son muchas las cosas que ocurren, relaciones que van y vienen. Negocios buenos y otros no tantos, cosas que van construyendo la historia de esta chica que ya puede ser considerada mujer. Y es en el año 2468, que tras la toma de poder de Magnar y la creación del nuevo departamento de misterios, Circe pasa a ser nombrada Inefable en el mismo, considerando interesante el estudio de todas aquellas cosas que aún hoy en día se escapaban a nuestro entendimiento.

Pero es durante el año 2470 que su pasado vuelve a ella para mostrarle que debía luchar por lo que le pertenecía. Cuando Rebecca Hasselbach es nombrada Ministra de defensa, descubre en esa mujer a su prima Anne Ruehl, aquella que había destruido su vida y la de su familia por mero capricho. Desde ese día su mente empieza a buscar que hacer ahora que aquella mujer había vuelto a la vista de todos. Margery se había mudado pocos años antes al distrito 6 desde el 3 en la búsqueda de un apartamento propio que le permitiese la flexibilidad que necesitaba para sus negocios y sus experimentos y ventas de pociones, lo que en estos momentos le resulta de mayor utilidad.

Pero no es solo ella quien decide actuar. Sus padres encuentran en la vuelta de Anne la llave que les faltaba para poder poner punto y final a la historia de de su tío Abel y así obtener aquello que durante tantos años les había pertenecido por derecho y trabajo, el negocio de los  Ruehls. Este estaba protegido gracias a la magia para que nadie con su propia sangre pudiese matarlo, pero hay un pequeño detalle en todo esto, Anne no posee la sangre de los Ruehls. Sabiendo del odio de esta hacia su padre, organizan el modo de que sea ella misma quien se encargue de quitar del medio a Abel. Algo que surge de manera exitosa.

Todos, incluyendo la propia Margery, quien ayudó con todo ello desde la sombra, celebran la desaparición del primogénito que hacía muchos años tenía que haber desaparecido. Solo les queda por terminar de limpiar un pequeño nuevo problema que surge meses después a raíz de aquello. La vuelta de Anne Ruehl con el apellido de la familia a la que no pertenecía ni nunca había pertenecido. Kaine y Charlotte consideran que con la ausencia de Abel, ahora son ellos y Margery a quienes les corresponden todos los derechos y negocios de la familia Ruehl y que Anne no merece si quiera llevar el apellido con ella.

Margery, quien comparte la misma opinión de sus padres, decide que ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto. El momento de salir de las sombras y encontrarse con su “querida” prima. Prima de la que apenas tiene recuerdos de cuando era una niña pequeña, antes de que todo se viniese abajo y la contraria firmase su sentencia al traicionarlos. El cómo se desarrollará esto es algo que solo el tiempo podrá ir mostrando.