Luka no siempre le mostró dos caras diferentes al mundo, ni tampoco lanzó la piedra y escondió la mano desde que era pequeño. Las cosas derivaron unas detrás de otras de tal forma que su personalidad fue agriándose con el paso del tiempo; quizás pudiendo catalogarse de aquel modo por los demás, pero no por él mismo. Nada estaba mal desde su punto de vista, a fin de cuentas la mayor parte de lo aprendido lo había mamado en casa aunque hubiera acabado saliéndose del estricto camino que sus padres marcaron para él.

 
Su padre nunca estuvo demasiado presente, y si lo estuvo jamás le prestó atención, ya que tenía suficiente con tener que soportar los dramas de su hermana mayor. En ocasiones incluso le parecían divertidos y se quedaba sentado observando cómo el mundo parecía doblarse sobre sí mismo cuando no le hacían las trenzas como le gustaban. Por suerte la magia fue su fuente de entretenimiento; una que no pudo explotar al máximo hasta el definitivo cambio de Gobierno.
 
Demasiado joven para entenderlo, pero satisfecho con ser uno de los especiales. Disfrutó de cada momento de su época en el Royal, aprovechando al máximo las materias que llamaban su atención pero menospreciando las que no; en especial a los profesores que impartían tanto unas como otras… sin contar con sus compañeros. Descender de una familia de sangres puras le daba una status diferente, un lugar especial entre el resto de alumnos; una inmunidad que aprovechaba hasta el extremo de sobrepasar en demasiadas ocasiones la fina línea entre lo moral y lo inmoral. Sin contar con lo legal de lo ilegal, ya que se dedicó a mover cualquier tipo de sustancias mágicas en las fiestas del Capitolio.
 
La única persona a la que siempre le muestra su ‘buena’ cara es a su madre, Ingrid. Aunque lo moleste demasiado con sus normas y reglas hasta el punto de desear que desapareciera de su vista. La mujer permanece ciega a todas las cosas que hace Luka cuando no está en casa, sobre todo en lo relativo a lo legal.
 
Actualmente acaba de terminar de especializarse en el Royal, y aunque faltó a la mayor parte de las clases consiguió graduarse como auror; tanto para molestar a su hermana como para tratar de enorgullecer a su madre y que deje de tratar de controlar todo lo que hace.