- Hans, te traigo los casos que sentencíe esta semana - le digo mientras me acerco a su escritorio.
En otra ocación haría nota mental de su pelo un poco despeinado por haberse pasado la mano pero arreglado al toque o que tenía la camina arremangada y recordarme que es mi jefe y debería tener algo de decoro, y que bueno que no me había cruzado borracho. Pero hoy no puedo pensar en ello, mi mente esta hecha un revuelo hace semanas y no puedo entender por qué no hay juicio.
- Pero también quería hablar contigo - los nervios me agarrotan el estómago, pero también esta la ira así que mantengo una cara seria e impertubable mientras clavo mis ojos en los suyos- Veras, me he estado preguntando estas últimas semanas que vamos a hacer con esa....esa mujer - control, control, control - Cuando...la tragedia ocurrió la verdad no tenía mente para otra cosa que no fuera Rory, pero creo que ya nos hemos logrado adaptar y estoy muy agradecido contigo y Lara por toda la ayuda que me han brindado - realmente no sabía cuanto había significado su apoyo y el de su compañera para mí y por eso no quería sonar irrespetuoso - Así que, me empecé a preguntar cuando hariamos el juicio y conseguir justicia por...los padres de Rory.


— Muy bien, Ernest, acércate — es mi mero saludo en lo que muevo mi silla hacia atrás para acomodarme frente al escritorio y así dejar de mirar la televisión. Tiro de mi computadora para acercarla a mí, no termino de hacerlo que él sigue hablando y por primera vez levanto mis ojos en su dirección. Estoy acostumbrado a su aire descontracturado, no al hombre que tengo delante. No me toma mucho tiempo el descubrir qué es lo que lo tiene así y separo los labios, pero no digo nada; sí tomo algo de aire. La muerte de Jack y Rose sigue siendo algo que no acabo de procesar. Sigo creyendo que un día simplemente recibiré un mensaje de su parte para juntarnos a beber unas cervezas, como cuando éramos más jóvenes y no existía una guerra abierta corriendo por cada rincón del país. Puedo comprender de dónde viene el dolor de Ernest, porque a él también le arrebataron parte de su familia.
Acomodo el chaleco que tengo sobre la camisa en estos días de verano y apoyo mi espalda contra el asiento — Siéntate, Ernest — le invito con toda la amabilidad que puedo tener con alguien que conozco fuera de estas oficinas — Mira… Sé que es frustrante. Le he reclamado al presidente justicia, que en los tiempos que corren no podemos darnos el lujo de tener asesinos con vida y, aún así, parece que Magnar no cree que la muerte sea castigo suficiente — sé muy bien por qué quiere a Franco, pero Ballard es una enorme incógnita y no estoy seguro de querer saber lo que están haciendo con ella — Insiste en que aún la necesita, pero estoy seguro de que acabará por ejecutarla como se debe — nuestra constitución te condena por al menos la mitad de las cosas que ella ha hecho, así que no me espero otra cosa. Ladeo la cabeza, echándole una mirada escrutadora — ¿Quieres beber algo? Tengo whisky, si necesitas algo fuerte. Te ves bastante para la mierda.
- Comparto el que tal vez la muerte no sea castigo suficiente para lo que ha hecho - una vez me había desviado de mi trabajo e ido a ver como la llevaban a los laboratorios. Se veía bien, sana - Pero no creo que realmente la esten castigando - dejo el vaso sobre el escritorio, la rabia vuelve a invadirme y la frustración de no haber sacado mi varita y terminado con su vida en cuanto la ví - ¿Tal vez si yo voy a hablar con Magnar? Realmente no entiendo que tiene de importante una squib cuando hay cientos de otros para experimentar, además ni cadenas tiene.
Quería creer en nuestro presidente, que lo estuviera haciendo fuera lo correcto y lo mejor para nuestra nación, pero me estaba costanto mucho y saber que esa mujer estaba bien y viviendo comodamente como si no hubiera hecho nada me carcomía por dentro.


— Ernest, respeto tu trabajo como juez y abogado, pero si quieres que sea honesto contigo, no eres un político como para comprender ciertas cosas. Magnar solo se reirá en tu cara si le dices algo como esto y eso es si tienes la suerte de que te conceda una entrevista y no hace que su secretaria solo tome tu mensaje — de una buena vez, me llevo la bebida a los labios y le doy un trago suave — La razón por la cual mantiene a Ava Ballard, en primer lugar, es que es su pase de negociación con Benedict Franco. Sé que tener rebeldes trabajando para él es un modo de burlarse de aquellos que aún siguen en libertad, se trata más bien de un juego de poder. Ahora… No puedo decirte qué es lo que planea hacer con ella, porque no es mi terreno. Si te sirve de consuelo, la he visitado en prisión y no la tenía entre paños de seda — no quiero poner en palabras lo que he visto, es desagradable hasta para mí. Apoyo el vaso con cuidado, una vez más — ¿Quieres mi consejo? Sé paciente, pon tu preocupación en Rory y asegúrate de que crezca sano. No dejaré que los asesinos de Jack y Rose pasen la vida sin pagar por ello, eso te lo puedo jurar.