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  • The Mighty Fall
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    OTOÑO de 247421 de Septiembre — 20 de Diciembre


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    Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

    Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

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    Let's cook ramyeon

    Llevaba ya un par de meses como ciudadano de la Isla ministerial y decir que su nuevo hogar puede compararse con su antigua mansión en el capitolio es una jodida mentira. Se habían agregado más habitaciones, la piscina era enorme en comparación a la que tenía anteriormente y sin mencionar que se había tomado la molestia de ampliar la cocina porque joder, amaba cocinar y más cuando toda su infancia y adolescencia, su madre y padre le inculcaron ese gusto por la comida tradicional que sus abuelos les enseñaron y pasaron por medio de recetas escritas, en un libro que su propia madre sigue atesorando. Si bien en Europa e incluso en el distrito 11 no tuvieron muchos ingredientes para cocinarla, una vez llegaron al Capitolio y dispusieron de todos los ingredientes y la frescura de los mismos fue como los Kwon se hicieron de renombre con su restaurante, porque obviamente brindaban algo diferente a lo que todos conocían. Por ello, en cuanto pudo tomarse un día libre del trabajo y aprovechando que su prometida aún se encontraba trabajando en el hospital, fue como decidió que una visita al restaurante familiar no era tan mala idea, después de todo llevaba varias semanas deseando comer Ramyeon con kimchi preparado por su madre y no podía desaprovecharlo.

    Con ropa casual pero no demasiado ya que joder, es una figura pública, aparece frente al restaurante familiar, abre las puertas y entra, siendo saludado por todos y cada uno de los empleados mismos que saluda en general agitando la mano derecha con una carismática sonrisa dibujada en el rostro. Se abre paso hasta la cocina y decide que espantar a su hermano es la mejor puta idea del mundo por lo que, en cuanto lo pilla, hace señas a los demás cocineros para que guarden silencio y avanza con cautela, posicionándose atrás de su hermano para poder asomarse por encima de su hombro — ¿Puedo saber si esto que estás cocinando es para tu querido y amado hermano mayor? — pregunta, con un tono de voz ligeramente más alto para poder asustarle, soltando una carcajada posterior a eso, debido a que ni después de los treinta dejará de ser ese crío jodelón.

    10:00 hrs - Restaurante Kwon - Jonghyun
    Anonymous
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    let's cook ramyeon




    Jong Hyun tendía a ser algo obsesivo cuando se lo proponía, y tendía a hacerlo demasiado, esto se acentuaba cuando algo le ponía nervioso o ansioso, y era frustrante cuando no sabía qué era exactamente lo que lo ponía así, pero al menos tenía una manera para salir del estrés, supiera o no, siempre había una manera de contrarrestarlo y lo haría. Había pasado gran parte de la noche analizando el procedimiento, los ingredientes, temperaturas, vio la luz del sol salir por la ventana y él seguía despierto pensando hasta el último detalle, no era de extrañar que hubiera sido el primero en llegar al restaurante, normalmente era el último, pero tenía mucho que planear y revisar antes de ponerlo en practica. Otra cosa común era el que se encerrase en la oficina a hacer papeleo y no saliera hasta pasada la hora del cierre, pero era temprano y él ya estaba en la cocina moviendo cosas de aquí para allá, muchos de los que ahí trabajaban ya conocían su modus operandi, por lo que se hacían a un lado cuando le veían ir y venir, no era una persona paciente cuando estaba en ese humor, tampoco solía prestar atención a sus alrededores, así que si se ponían enfrente seguro se los llevaba por delante sin siquiera darse cuenta, así era él cuando se lo proponía.

    Estaba colocando los últimos ingredientes cuando escuchó la voz de su hermano y dio un pequeño salto en su lugar por el susto, lo que provoco que, sin querer, pusiera un poco más de lo necesario, rechinó los dientes y le miró con molestia por sobre su hombro - pues en este momento, creo que lo será, y más te vale decir que esta delicioso porque tu lo acabas de arruinar - le reprendió, como si el otro no fuera el mayor, al diablo los modales, su obra de arte de toda la noche y todo lo que iba del día acababa de irse con una espolvoreada de más, tendría que empezar de cero. Levantó la mirada hasta notar como todos les veían como esperando su explosión y sonrió para sus adentro, en lugar de eso, apagó la hornilla y se volvió en redondo, pasando sus brazos sobre los hombros de su hermano y poniendo su mejor gesto de inocencia agregó - si te enfermas, yo te cuido - su tono estaba lleno de promesas que muchos podría llevar para el lado de la coquetería, él sabía que simplemente era como decir morirás lentamente en mi cuidado, pero adoraba hacer incomodar a los curiosos, era su naturaleza fastidiar, además, así se quitaba de encima algunas de sus empleadas... y se las quitaba a su hermano también, le agradecería después.


    10 hrs
    restaurante kwon
    wooseok



    NC

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    Let's cook ramyeon

    No puede evitar soltar una carcajada al ver su reacción y es que pocos realmente pueden ver esa faceta suya, puesto que ante el público nunca han recibido más que una sonrisa coqueta o amable y quienes trabajan directamente bajo su mando la mayor parte de las veces se llevan algún grito puesto que el mayor de los Kwon odia que no todo quede hecho como lo ha pedido, convirtiéndolo en un maldito perfeccionista adicto al control — Aigoo, ¿de verdad vas a hacerme comer eso? ¡Seguro que moriré por ello! — se queja, sintiendo la mirada helada de su hermano, quien claramente le hará pagar por haber arruinado su platillo.

    Dibuja un puchero y se cruza de brazos ante su siguiente respuesta, sintiendo que de una u otra forma debe librarse de tal maldad — No me ves en más de un mes y cuando aparezco ¿quieres intoxicarme? debí pensarlo mejor e ir a visitar a Chaeyeon, ella seguro que no me ataca con una bomba extra condimentada para poder decirme lo mucho que me quiere — rueda los ojos y se recarga en la pared, mirando a su alrededor y sonriendo porque sí, su hermano ha logrado que todos salgan de la cocina para darles algo de privacidad — ¿Por qué no mejor cocinas algo de Ramyeon para tu hermano mayor? con mucho kimchi, por favor — le dedica la mejor de sus sonrisas, esas que sólo él y Harper pueden ver cuando quiere conseguir algo y salirse con la suya —vamos…no seas así, muero de hambre y eres mi única salvación, amo de la espátula y la sartén — .

    10:00 hrs - Restaurante Kwon - Jonghyun
    Anonymous
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    Jong no mentía, era una de las tantas cualidades que tenía, a veces podía ser demasiado honesto que haría, no era muy bueno para darse cuenta qué podría lastimar a los demás y solo dejaba que saliera, podría decirse que no tenía un buen filtro cabeza-boca, además que frente a su hermano tendía a ser demasiado transparente, así que solo se le quedó viendo fijamente, aun mantenía su aura de intente coquetería, pero sus ojos eran otra historia, porque podía meterse con todo en su vida, seguro lo haría mejor y sus padres le aplaudirían y le dirían a JongHyun que tenía que ser un poco más como su hermano, su típico "¿por qué no eres un poco más como tu hermano? WooSeok es bueno en todo" o alguna tontería al respecto y Jong se sentiría mal y lo escondería con enojo, pero la cocina era lo suyo, se había esforzado demasiado para llevar el negocio familiar, afortunadamente había encontrado el amor al arte y ¡se había desvelado pensando ese platillo! Más le valía comerse hasta la última gota - te puedo hacer lo que quieras cuando te comas hasta la última gota de esto, no lo voy a tirar - le dijo omitiendo todos sus otros comentarios, sus brazos firmemente cruzados sobre su pecho en un obvio y muy infantil gesto de molestia, podía amar a su hermano, pero la cocina era sagrada...

    Aún así lo amaba demasiado. Así que fue por algunos implementos y empezó a mover de aquí para allá, no estaba seguro si todavía tenían suficiente kimchi, quizá debería poner a alguien a preparar más, pero ya sería después, solo haría un poco, para después de que probase su comida, porque claro que lo haría comerla, quizá no hasta que desapareciera, pero si al menos para que se grabase que los sustos en la cocina no debían existir o accidentes podían ocurrir, a ver si por fin se lo grababa, aunque honestamente lo dudaba. Dejó que se cocinase y mientras fue a servir su nuevo invento en uno de los platos hondos más grandes que encontró, le puso un par de cosas más para disminuir el sabor del condimento de más y darle un mejor olor, tomó una cuchara y lo dejó frente a su hermano - y te lo acabas, no te mueves de ahí hasta que no esté limpio - le advirtió con una mirada feroz y volvió a cuidar el ramyeon, moviendo de repente algunas de las otras cosas que había ahí, entendía que los empleados se fuesen para darles privacidad, su hermano no solía venir seguido ¡pero la comida se podría dañar si la dejaban desatendida mucho tiempo! Quizá debería darles nuevamente una lección, ellos tampoco parecían aprender.
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