TEMAS
Golpeo la espada de madera una y otra vez contra la de mi compañera, con una técnica que no practico desde hace tiempo pero que la memoria muscular me ayuda a desarrollar. Puede que tenga el doble de edad que la mayoría del escuadrón, pero puedo afirmar con total seguridad que no hay ninguno, absolutamente ninguno, que pueda vencerme en éste estilo de batalla... En cuanto a la resistencia, ese ya es otro tema, pues aún sin terminar la pelea tengo que llamar a una tregua levantando mi pseudoarma y dedicándole una sonrisa a Alecto frente a mí. En raras ocasiones pongo ésta expresión en mi trabajo, pero entrenando soy feliz así que es difícil mostrarme como la persona seria que suelo ser.
- Buen trabajo - indico acercándome a la banca para dejar la madera y tomar un par de toallas, una se la arrojo a ella - Sé que quizás resulte algo anticuado pero cuando le pillas el truco a éste estilo de pelea, es mucho más sencillo trasladarse en el campo de batalla - porque he visto a lo lejos como Jensen escapaba de Benedict Franco corriendo como una niña... Y eso no puede pasar, no, los movimientos de escape deben ser justos y precisos, como en el esgrima.
Me seco la transpiración de los brazos y luego tomo mi chaqueta de cuero para colgarla sobre mi hombro... Que en realidad ésto no era un entrenamiento, sino una charla con los reclutas que están por entrar al escuadrón, pero supongo que es fácil entretenerse en el camino cuando hay tantos gimnasios disponibles - Quiero conocer tu opinión, Alecto... De tus compañeros. Hoy tenemos la posibilidad de reemplazar a algunos - digo sin ninguna clase de filtro - Tengo una lista en mente, pero me gustaría ver si los demás coinciden conmigo.

Estoy poniendo todo mi esfuerzo en que no me golpee en la cabeza con la madera que porta y que nada tiene que ver con la finura y elegancia de una varita, pero no es como que pueda criticar los métodos de mi superiora y me atengo a las bases que explica. Parece que me he emocionado un poco más de la cuenta, tal vez porque he imaginado tener a mi madre frente a mí siendo que lo único que tuvimos la última vez fue un combate verbal, de modo que cuando la morena levanta el arma tengo que dar un paso hacia atrás, recomponiéndome. La sigo hasta la banca en silencio a pesar de que no me siento y en su lugar tomo la toalla que me lanza y la paso por mi frente, sin quitarle un ojo de encima. — Sin ánimos de ofender, sigo prefiriendo la varita. Es más ligera, resulta como una extensión de los dedos y para mi gusto es más fácil de manejar. No tiene nada que ver el equilibrio de su madera con la de esta. — elevo un poco el arma para después depositarla en el suelo con cuidado. — Por no mencionar que la siento mucho más fiel a mí que un arma inerte, ¿no cree? — por mucho más sencillo que sea trasladarse, ¿quién es un mago sin su varita? Nada.
Claro que esto no era solo una sesión cualquiera, me huelo sus intenciones mucho antes de que abra la boca para declarar el objetivo principal de esta reunión y, no lo voy a negar, me sorprende que siquiera busque mi opinión. En especial porque no estoy tan segura de que no vaya a ser yo la reemplazada. — ¿Todo esto es por lo que pasó en el nueve? — inquiero en un principio, a pesar de que no está en mi posición el exigir nada, quizá por eso me corrijo. — Lo lamento, no es que quiera excusar nada, ni a mí ni a mis compañeros, pero… se siente algo incorrecto el hablar sobre ellos cuando bien podrían echarlos. — a mí también, por supuesto, que yo también formé parte del escuadrón que enviaron y no es que terminara muy bien parada.


Meto mi mano libre en el bolsillo del pantalón y comienzo a caminar por los pasillos de la academia. Es un sitio que ha cambiado de ideales pero que sigue con el mismo propósito desde hace años, así que lo siento como el único lugar que realmente no ha cambiado en todo Neopanem - Por lo que pasó en el nueve, por lo que pasó en las minas, en el ministerio, por los escuadrones desaparecidos... ¿Debo seguir? - que los errores de los aurores vienen desde hace tiempo. Sé que es el departamento más atacado porque es cuyos errores se notan más, pero ya no tenemos tiempo para seguir siendo imperfectos - No voy a despedir a alguien porque tú lo digas de esa forma, pero sí podría reconsiderar a personas que hasta ahora creo que no tienen propósito - respondo con tono serio para dejarla tranquila, su opinión no vale tanto, al igual que Percy... Son solo otros puntos de vista - Sí necesitaré tu ayuda para ver quiénes son los mejores de aquí - agrego señalando las paredes de forma simbólica, Alecto es quién hará las audiciones.

Esos errores que antes mencionaba son los que no se tarda Wu en señalar, enumerándolos como si me hiciera falta el recuerdo de todas las veces que le hemos fallado al país hasta convertirnos en el hazmerreír de la nación. Me llevo la toalla al hombro mientras la sigo por los pasillos de la Academia, puedo hacer un poco de memoria e imaginarme a mí misma no hace tanto tiempo recorriendo estas mismas paredes en mis días de formación. — No tengo problema en señalar quiénes podrían hacer un mejor esfuerzo, no soy conocida por ser precisamente afable y sí es verdad que muchos creen estar sobre terreno seguro solo por llevar tiempo en el escuadrón. — me encojo de hombros. Nunca fui la llama de la sociabilidad y prefiero centrarme en mi trabajo antes que en el de otros, pero si alguien va a pedirme opinión, tampoco tengo problema en ofrecerla. — ¿Y de quién es que tiene dudas con respecto a su trabajo? — pregunto, quizás algo más curiosa de lo que me gustaría aceptar.


Sonrío pues es cierto lo que dice, peor también comprendo que la parte legal nos impide simplemente despedir a aquellos que llevan más tiempo que yo aquí... Esos que creen que el puesto debería haber sido suyo y no para alguien que pasó más tiempo en seguridad privada que trabajando en equipo en un escuadrón - Tendríamos que pagarles muchísimo dinero de despedirlos, en ese sentido tienen un punto - y si hay algo que no hay estos días es dinero. No dinero para nosotros, no para salud... pero sí para un coliseo. Bueno, cada quien gasta las cosas como quiere.
-King, Rowling y Collins - digo con voz firme. Ya hice mi intento de deshacerme de ellos y... bueno, ni siquiera sirvieron de carnada para ver con qué nos enfrentamos en los límites del nueve - Hoy buscaremos a tres chicos para poder reemplazarlos, eso ya es seguro.

Ruedo los ojos sin ocultarlo demasiado, alzando también las cejas en el proceso en lo que dejo clara cuál es mi postura al respecto. — Supongo que las indemnizaciones a las familias de los caídos también están siendo tramitadas como para desperdiciar más dinero en despidos, ¿no? — si no es por ese motivo, no le veo mucha lógica. No sé hasta qué punto podemos sacrificar un par de galeones por tener a personas que ni siquiera hacen el trabajo como se debe y tan solo se aprovechan del sueldo por antigüedad. Tampoco sé por qué me sorprende en una sociedad que cada poco está más corrompida.
Intento hacer recuerdo de mis compañeros, con dos de ellos he coincidido alguna vez y hasta hemos entrenado juntos en los años de formación, el otro no me dice nada en lo absoluto. — ¿Y a quién tiene en mente para eso? Si busca entre los recién salidos de la academia seguro encuentra nuevo talento, pero también pueden resultar torpes en plena actuación por la poca experiencia. — vamos, aun recuerdo mis primeros días bajo dirección de otro auror porque ni siquiera nos dejan armar turno solos por si acaso la cagamos.


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