Hoy había ido de compras mientras seguía con días libres, había que aprovecharlos cuando llegaban y hacer cosas mundanas me generaba cierta relajación. Así que allí estaba, decidiendo entre un Chardonnay o Sauvignon cuando llego a mis oidos el pedido de ayuda de alguien que no parecía estar en su zona de confort.

Resulta que había visto a Riley algunas veces en el ministerio pero nunca habiamos hablado, supongo que al ser de diferentes departamentos no nos daba temas en común. Pero allí estaba la oportunidad, el pobrecillo era nuevo en el barrio y como buen vecino me ofrecí a ayudarlo.

Lo invité esa noche a uno de mis bares favoritos de la zona para que se familiarizara y de paso mejoraramos nuestra relación, era realmente una pena que hasta este momento no hubieramos hablado, parecía agradable e interesante. Así que allí lo estaba esperando en la puerta ahora.

Le hice señas cuando lo vi acercarse y le dedique mi mejor sonrisa, viendo su atuendo me alegraba haber elegido un estilo más casual que elegante con unos jeans ajustados, una camisa floreada suelta y unos zapatos.

- Bienvenido vecino, espero que te gusté este lugar, tienen los mejores tragos - dije mientras lo guiaba adentro y le señalaba la mesa que ya había reservado.

Conseguir un departamento no habría sido difícil, pero se me metió en la cabeza la idea de comprar una casa para así contar con el espacio del jardín y de paso liquidar un poco más de lo que me queda de la herencia de papá. Ya tengo tres propiedades en el mundo y creo que con eso tengo para jubilarme a los 40 y vivir de los alquileres, vejez resuelta. El problema es que me costará algo de tiempo acostumbrarme de nuevo al Capitolio, no vivo aquí desde que tenía 20 y me resulta extraño encontrar todo abierto a todas horas ¡Hasta las marcas en el supermercado son distintas! Pero al menos mi confusión sirvió para conocer a uno de mis vecinos, me dijo que trabaja en el Wizengamot pero honestamente ni me acordaba de su cara.

Me invitó a tomar algo a un bar y accedí, claro que no le dije que no puedo beber alcohol porque soy un drogadicto en recuperación pero con algo de suerte no saldrá el tema ¿Deben servir agua en un bar, cierto? Chocolatada sería pedir demasiado...

Veo como ya está en la entrada y al ver su camisa temo no estar vestido para la ocasión, nomas me puse unos zapatos, pantalón negro y camisa azul ¿Debería ir más llamativo? Demonios que nunca en mi miserable vida he ido a un bar o cualquier sitio en dónde la gente se divierta - Espero que sin alcohol, no puedo beberlo porque estoy mal del estómago - improviso con una mueca una vez que estamos adentro.

Es un bonito lugar. No hay música a todo lo que da sonando como lo que imaginaba y de hecho hasta conozco al DJ que suena de fondo. Tampoco está abarrotado de gente, en realidad sí pero cada uno parece estar encerrado en su propio mundo y da una extraña sensación de privacidad - No está tan mal - comento con una sonrisa y las manos guardadas en los bolsillos - Creí que sería un sitio salvaje y sin control - bromeo aunque no tanto, sí lo pensé por un momento.

Lo de no tomar alcohol me tira un poco para atras y lo del estomago peor, pero supongo que podíamos hablar realmente...si al resto le funcionaba no veo porque a mi no, una noche tranquila no me mataría.

- He traido a mi sobrino aqui y tienen variedad de jugos - le comento, aunque eso era en día no creo que cambien mucho el menú - Me alegro que te guste, es mi bar favorito, pero si quieres salvaje conozco otros lugares - le devuelvo la sonrisa, al menos era lindo a la vista si no iba a tener acción esa noche.

Nos sentamos y al instante llega el mozo con las cartas, aunque yo ya se que voy a pedir le doy un tiempo a mi compañero para que elija.

- Así que, ¿qué es lo que hacen en el laboratorio de ministerio? - le pregunto - Realmente no estoy muy informado de los otros ministerios más alla del de seguridad y el mió.

Quizás no soy un experto en bares y salidas pero hasta yo puedo darme cuenta de que no es un sitio apropiado para niños, al menos no a esta hora del día... o noche mejor dicho. Puedo ver en un rincón dos personas besándose como lo hacen en esa película horrible que me hizo ver Lara sobre el diario de no se qué, hay demasiado alcohol dando vueltas y tanta igual cantidad de gente bajo su influencia - ¿Cuántos años tiene tu sobrino? - pregunto algo espantado, aunque quizás estoy juzgando mal y es adulto... Porque eso puede pasar ¿No?

Al menos sé que puedo pedir un jugo, pero Ernest necesitará algo más fuerte que eso si quiere tolerar mis explicaciones sobre lo que es mi trabajo... Debo controlarme, creo que a la gente no le gusta escuchar divagar apasionadamente de cosas que no logra entender - ¿Seguro quieres saber? - pregunto con media sonrisa pues no sé ni por dónde empezar. Tenía muchos proyectos antes de ir a rehabilitarme y ahora tengo ninguno porque han quedado destruidos. La parte física tengo que armarla otra vez y eso llevará tiempo.

- Pienso dedicarme a ayudar a los otros departamentos para potenciarlos... ¿Los jueces necesitan algo? Puedo construir lo que sea - comento orgulloso, quizás estoy exagerando un poco - Incluso lo que no existe - bromeo, ahora sí me estoy pasando - Pero no quiero aburrirte con mi trabajo... De hecho esperaba hablar de cualquier otra cosa menos de eso, es algo nuevo que estoy intentando - soy honesto - ¿De qué se suele hablar o hacer en situaciones como ésta?

- Tiene 3 - le digo sonriendo, Rory es un niño alegre y sociable, amó a ese pequeño - En el día es otro ambiente - explico imaginando de donde viene la pregunta.

Me da un poco de ternura cuando no sabe si contarme o no sobre su trabajo, y más cuando empieza a divagar, puedo notar su inexperiencia lo que me hace sentir viejo.

- No pregunto sino me interesa, pero si quieres cambiamos de tema - le dedico una mirada picara - O de acción - se siente mal me recuerdo - Ya que no vamos a hablar del trabajo podemos pasar a familia, ya te conté que tengo un sobrino, viajes ¿Has hecho alguno recientemente? o que haces en tu tiempo libre.

Le hago señas al mozo para que venga tomar nuestros pedidos, necesito algo fresco.

Guardo silencio unos cuantos segundos con los ojos bien abiertos de solo imaginar a un niño de 3 años en un ambiente como este, quizás el pobre se sentiría igual que me siento yo ahora o mejor... Pero confío en su palabra y si dice que durante el día es otro ambiente seguramente será así. Tengo entendido que es habitual que los tíos sean una mala influencia en los pequeños pero dudo que Ernerst llegue a ese punto, o cualquier tío en realidad - Me gustaría tener un sobrino a quien mantener despierto jugando videojuegos toda la noche - confieso con media sonrisa. Lástima que mis padres no quisieron tener más hijos luego de mí y suerte para ese hipotético hermano no nato.

Me sonrojo un poco cuando dice que podríamos cambiar de acción pues no se a qué se refiere, pero cómo lo dice suena a algo atrevido - Estuve en el distrito 9 por unas cuántas semanas - comento encogiéndome de hombros. No necesita saber los detalles al respecto y dudo que deduzca la razón con ese simple dato - Hasta ese momento solo había llegado hasta el 6 y solo de visita, fue interesante - agrego recordando los bellos momentos que viví allí, algunos en solitario y otros acompañado - Y en mi tiempo libre... Estoy descubriéndolo, hasta hace poco solo solía trabajar. Esto es nuevo.