Historia

Delilah es hija de dos vencedores de los antiguos juegos, Kathleen Jhonson, vencedora del distrito 5 y Anderson Looper, vencedor del distrito 6 en años consecutivos. Se conocieron en la Isla de los vencedores y tuvieron una historia complicada, pero Delilah nunca lo supo. Siendo apenas un bebé, Jamie Niniadis condenó a la muerte a su madre y a su padre a una vida de esclavitud; habría hecho lo mismo con ella si no hubiera estado, de casualidad, con Sebastian y Vennet en el distrito 7 el día en que fue incendiada la isla donde nació. Si hay una figura paterna a la que ella pueda aferrarse, es a la que le dieron ellos durante sus primeros ocho años de vida.  

Llegaron al 14 por pura casualidad, ellos solo estaban escapando de un régimen que iba a acabar matándolos tarde o temprano; a Vennet por traicionar a la resistencia y a Sebastian por esconder a un traidor y a una muggle (bebé por entonces); pero encontraron algo más, un lugar en el cual vivir medianamente en paz. Lilah creció con las historias de Anderson y Kathleen, las personas que le habían dado la vida, pero nunca se apegó a ellas de la manera en la que Sebastian quería; no eran más que dos personajes en cuentos para dormir que oía todos los días, hasta que la persona que se los contaba se marchó y detrás de él, Vennet. No quedaron fotografías, no quedaron grabaciones, vídeos o cartas: solo ella y sus recuerdos cada vez más borrosos con el tiempo.

Se quedó sola, acomplejada por una enfermedad que desconocía pero al parecer, podría haber heredado. Hablar con los muertos era una habilidad que algunas personas muggles con una infinito decimal parte de sangre mágica, podrían desarrollar, lo supo por Seth, pero como por entonces casi nadie estaba relacionado con la magia, solo dos escasas personas, tenía miedo de acabar siendo el bicho raro que todos pensaron que sería por culpa de la genética así que durante años, ignoró las voces con todas sus fuerzas; hasta que se rindió a ellas, pero siempre en privado.

Cuando Vennet y Sebastian no volvieron, Echo la acogió en su casa y como siempre le tuvo algo de miedo, hacía hasta lo imposible por no decepcionarlo. Entrenaba más duro que ninguno, cada mañana a la misma hora, día tras día y un día metió la pata de forma tan horrible que pensó que la echaría. Ella no superaría los 10 años de edad, pero antes de que Echo le echara la bronca y encima, la tirara a la calle como si fuera un perro, ella cogió su mochila de Hello Kitty, metió ahí todas sus cosas y se marchó del distrito.

No llegó muy lejos, Kendrick la siguió y la hizo regresar. Al final Echo no estaba tan enfadado como ella se pensó.

Fue criada por varias personas en el distrito y confía en todos ellos con su vida, de la misma forma que espera que lo hagan los niños a los que ella cuida ayudando en sus tiempos libres en la escuelita.

Estadísticas del personaje

VITALIDAD: 30 pts
FUERZA: 1
DESTREZA: 7
DEFENSA: 5
AGILIDAD: 5
RESISTENCIA: 3