Primera Infancia
Su llegada fue inesperada, puede que incluso indeseada por sus progenitores, ambos sangres puras, que, no pudiendo hacerse cargo del hecho de tener un bebé decidieron darla en adopción.

Siquiera le dieron un nombre, o al menos no lo recordaba, y allí transcurrieron los primeros tres años de su vida. Viviendo en un orfanato del Capitolio, ya que fue dejada allí aunque nació en el Distrito4 pero su madre, con el deseo que de que no se supiera de su existencia la alejó de su distrito natal, siendo una niña más del muestrario que se les enseñaba a las adineradas familias capitolianas que se negaban a destrozar su cuerpo, las mujeres, con un embarazo y preferían adoptar. En cierto modo era beneficioso para la sociedad que pensaran de aquella manera.

Niñez
Era verano, quedaban escasos meses para que se cumplieran los tres años en aquel lugar, sitio que era completamente natural para ella y no preguntaba por lo que sucedía a su alrededor cuando, un buen día, un matrimonio la señaló.

Alexander y Violet Brawn fueron el matrimonio que la adoptaron, los cuales, años antes, habían adoptado también a un niño, Marco. La explicación de que hubiera pasado tanto tiempo en aquel lugar era simple, se trataba de un sitio donde se encontraban los niños cuando sus padres trabajaban demasiado y no podía ocuparse de ellos tanto como les hubiera gustado. Creyendo a pies juntillas, como era normal, las palabras de aquellos que decían ser sus padres y prometían llevarla a casa; una casa cerca del mar. Y allí le dieron un nombre. Arianne, como su abuela materna, y de segundo Lune, como su abuela paterna.

Su vida no era mala. Tenía un hermano mayor que la cuidaba, una madre que la adoraba y… un padre. Alexander solo adoptó por tener  a su mujer contenta, realmente detestaba a los pequeños porque no eran sus verdaderos hijos, no eran de su propia sangre. Los años pasaban y aquel odio no cesó, convirtiéndose en un infierno. Ambos sufrían vejaciones y golpes por parte de su padre, Marco recibía más golpes físicos por ser mayor y ella, en cierto modo, la peor parte. Alexander abusó de ella, no una ni dos veces, amenazándola con matarla si se lo decía a su madre, consiguiendo que la pequeña no fuera capaz de abrir la boca por temor a su propio padre. En el mismo momento en el que Marco lo supo lo amenazó con ir a los Agentes de la Paz, siendo expulsado por su padre de la casa, sin que Violet pudiera hacer nada para que se quedara.

Aquel momento fue en el que abrió los ojos, supo todo lo que les había estado haciendo a sus hijos y comenzó a odiar a su marido, sabiendo que el daño que les había causado era irreversible, aunque, al menos, podría hacer algo por ellos. Así fue como Violet, de manera clandestina contactó con un viejo amigo de Europa, el cual conocía la magia, y puso una protección sobre los recuerdos de la niña, escondiendo todos los recuerdos traumáticos que pertenecían a su padre. Desde ese momento todo cambió. Su vida dio un giro de trescientos sesenta grados. Violet siguió con su marido, aunque su relación era irreparable, y este intentó crear nuevos recuerdos con Arianne, en esta ocasión felices, llevándola con él en sus viajes a otros distritos y presentándole a sus amistades, que quedaban prendados de la pequeña. Dos años más tarde hubo una revuelta en la que Alexander murió.

Adolescencia
Su padre había hecho demasiado daño como para que Marco quisiera regresar, aun cuando este ya había muerto. La relación entre ellos, prácticamente, desapareció y los años pasaron sobre ellos dos.

Por otro lado, Arianne comenzó a sentir admiración por el Capitolio, no siendo consciente de sus ideas, pero admirando todo lo que rodeaba a la isla y sus personas. Por aquella razón no dudó cuando su madre consiguió que acabara siendo la acompañante del vencedor de los Juegos de aquel año, Benedict Franco. Todo se torció, acabando encerrada en Alcatraz, acusada de traidora por los actos que, en su momento su padre hubo cometido y la ideología que defendía. Seis meses estuvo allí hasta que salió, mas su libertad fue breve al ser nombrada tributo femenina de aquella edición, en la que acabó siendo coronada como vencedora. Diagnosticándole trastorno por estrés agudo y, desde ese momento, aislándose de la sociedad por completo.

Presenció el asedio a la Isla de los Vencedores, siendo ella liberada por poseer sangre mágica, y regresando al Distrito 4 donde comenzó a vivir con Marco, que cuando supo que era libre le pidió que vivieran juntos donde ella deseara.