The Mighty Fall
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
PRIMAVERA de 247521 de Marzo — 20 de Junio
Registro de Recompensa
Laurence B. Dickens
It's a matter of blood [0.4]
Laurence B. Dickens
The Langdons [0.2]
Phoenix D. Langdon
Cierre de Temas
The Mighty Fall
Registro General
The Mighty Fall
Little bróðir — 0.1
Syver A. Nygaard
Band of Blood [2.4]
Phoenix D. Langdon
Family with no name — 0-4
Birdie É. Barlowe


ÚLTIMOS
TEMAS
Muggles & Squibs
5000 G
Extranjeros
4000 G
Miembros de Defensa
5000 G
Estudiantes
4000 G
Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.

Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.

¿Qué ficha moverás?
VISÍTANOS EN TUMBLRREVISA NUESTRAS BÚSQUEDAS Y NUESTRAS PROMOCIONES
31.03¡Estamos de regreso!, no olviden revisar sus MP y pasar por el boletín oficial para ponerse al día con los sucesos de Neopanem.
31.03¡Hay nuevas habilidades disponibles! Podrán leer más sobre ellas aquí.
31.03Estudiantes, ¡los estamos buscando! Pasen a revisar nuestra nueva búsqueda Aquí.
07.11¿Quieren crearse un nuevo personaje? Aquí pueden encontrar las búsquedas de nuestros usuarios.
07.10¡Felices 11 años en línea! Gracias por todos estos años compartidos.
NOTICIAS
IMPORTANTES

Ivar Lackberg
Director del Servicio Social
Febrero

Hay pocas personas que agradecen tener poco trabajo, pero yo lo hago. Porque situaciones como lo ocurrido en el atentado suelen dejar muchos huérfanos y en esta ocasión no fue así, una desgracia con suerte pero desgracia a fin de cuentas. Aun le debo una vista a la joven que ataqué y una gran disculpa, aunque si el ministro de defensa no me ha removido de mis obligaciones quiere decir que en realidad no hay rencor alguno. Supongo que no es tan mala idea simplemente dejarlo pasar, otros lo han hecho. El punto es que por esta falta de trabajo puedo volver temprano a casa, mucho más rápido que de costumbre ya que no tengo el bastón retrasándome y mi pierna funciona como siempre lo ha hecho. Era psicosomático, solo necesitaba otro trauma para superarlo. Curiosa es la mente.

- ¡Syv, Simon! Ya estoy en casa - informo con la voz fuerte para que se escuche en la planta baja mientras atravieso la sala quitándome el saco. Aflojo un poco la corbata y subo las escaleras, extrañado porque no escucho los ladridos de Kendrick ni tampoco el entusiasmo de mi hijo para que hagamos algo juntos en lo que queda de la tarde. Así que asomo la cabeza por las habitaciones pero no encuentro nada ni a nadie, curioso.

Voy hacia mi despacho y al intentar abrir la puerta noto que está encantada ¿Qué demonios? Saco mi varita con rapidez y la abro para luego apuntar a lo que sea que haya en el interior. Pero lo que me encuentro no es para nada lo que esperaba, se trata de Synnove con el rostro rojo del llanto, papeles en el suelo y un ambiente cargado de emociones que no me gustan para nada. No sé lo que ocurre pero sé que algo está mal porque me pongo nervioso, me tiemblan un poco las manos y busco respuestas en el escenario.

- ¿Syv? ¿Estás bien? ¿Qué ocurre? - pregunto extendiendo mis brazos para envolverla en un abrazo.
Ivar Lackberg
Icono :
Not everything is unicorns and rainbows - Priv IqWaPzg
Invitado
Invitado
Han pasado horas desde que la puerta cerró, horas en las que lloré todo lo que no he llorado en un buen tiempo. La última vez fue en el invernadero abandonado de la casa de mi madre en distrito nueve, la noche de Año Nuevo en que nos escapamos con Kendrick. Todo mi pecho se sacude como en ese entonces, liberando en sollozos lo mal que me sintió por lo que acaba de ocurrir y la bofetada verbal de mi hermano para que deje de mentirme a mí misma. ¿Eso es lo que hago todo el tiempo? ¿No diferencio entre lo que son mis fantasía y la realidad? Papá lo ve todos los días en los niños con los que trabaja, Kendrick lo experimentó en carne propia y Simon es uno de esos niños que papá salvo. ¿A la larga me convertiré en alguien como mamá? ¿Alguien que llegó a depender de pastillas y pócimas para enfrentarse al día a día? No lo sé, no sé qué estoy haciendo y estoy atrapada. Probé abrir la puerta para correr detrás de Simon cuando se marchó, pero estaba cerrada y por mucho que forcejeé, también pese a mis intentos de llamar a Ken, no vino nadie.

Hubiera preferido que fuera mamá la que me encontrara, no papá. No entre los papeles que no me molesté en recoger, que han quedado en desorden a mi alrededor, sentada con mi rostro oculto en las rodillas, alzándose con timidez hacia él. Su abrazo me desarma, no lloro porque creo que las lágrimas se me agotaron para el resto de mi vida, me quedan los ojos vidriosos y las mejillas de un rojo fuego, al hablar todavía me tiembla la voz. —Simon… Simon, él…— susurro, atorada por esa bola en mi garganta que no me deja articular palabras y cuando lo hago van acompañadas de otro sollozo. —Se fue, él se fue…— tomo una bocanada de aire para decir lo que más me cuesta, porque mi padre podrá entenderlo todo con facilidad y se dará cuenta que estaba en su despacho, hurgando entre sus cosas, que por mi culpa Simon tuvo la confirmación de algo que era un secreto, entre tantos otros secretos. —Se fue porque no es tu hijo— se me rompe del todo la voz, —porque dice que no es mi hermano, que no pertenece a esta familia. Y yo le dije que sí, que lo es. Pero… estaba tan enojado… al enterarse de toda la verdad— musito.
Anonymous
Ivar Lackberg
Director del Servicio Social
Son solo unos segundos de silencio en los que Synnove termina de pronunciar la idea en voz alta, pero son suficientes para formar los peores escenarios en mi mente. No busco detalles específicos ni tampoco intento que la historia tenga sentido, nada más lloro porque la preocupación de ella podría ser porque Simon tuvo un accidente, porque se enfermó, porque no sabe cómo decirme que fue capturado, que los muggles atacaron el Royal estando él adentro... No, pero no es nada de eso, si bien la verdad no es tan grave como lo pensaba sigue siendo terrible porque ha ido quién sabe dónde sintiéndose traicionado por mi culpa, por no haber sido honesto desde un principio. Una vez más, las mentiras causan mal a esta familia y lo odio, creí que ya habíamos dejado eso atrás.

- Lo siento, Syv - me disculpo entre sollozos y la abrazo fuerte pues lo necesito, necesito saber que ella está a salvo y que al menos no he fallado con ella. Cierro los ojos por un segundo y luego los abro para observar con más atención el panorama. Es la carpeta de Simon la que está en el suelo, con sus papeles de adopción y también el certificado de defunción de Donna... Oh, por qué tuve que mantenerla en secreto.

Me aparto de ella por un segundo pero busco apoyo en el escritorio para poder ir por los papeles. Los levanto del suelo y desparramo por la mesa para poder ver todos a la vez, no ayuda de nada pero quiero saber cómo recibió Simon la noticia, ésta fue la forma, a través de una imagen clara - Te... Tenemos que encontrarlo, no puede andar por ahí solo - me cuesta juntar aire suficiente para hablar, pero al final lo logro - Hay que... Tengo que... - no sé que tengo que hacer, solo sé que debo hacer algo.

Tanteo mis bolsillos hasta que doy con el espejo y lo saco mirando a mi hija con algo de duda - Moira, Simon se fue, es probable que al norte... Encuéntralo, por favor - pido con la esperanza de que la preocupación en mi rostro sirva de explicación y no espero respuesta pues no estoy de ánimo para sus comentarios vivarachos sobre cómo dejé ir a otro hijo o cómo éstos empezaron a huir de mí al fin - Neces...Necesito agua.
Ivar Lackberg
Icono :
Not everything is unicorns and rainbows - Priv IqWaPzg
Invitado
Invitado
¿Cuántas veces vamos a tener que decir que lo sentimos como una disculpa eterna? No debería ser así, las familias no deberían lastimarse tanto. Cierro mis ojos con fuerza contra el hombro de mi padre donde encuentro el apoyo que necesito, inestable sí, toda mi vida ha sido ese pilar en el que me sostengo y también se esfuma en el aire como si nunca hubiera sido real. Eso es lo que hace al cabo de unos minutos, se aparta para dar un orden a todos los papeles que me incriminan. No me dice nada, estoy esperando un reto que no llega, no me acusa de nada, ni se enoja conmigo por haber dejado ir a Simon. ¿Por qué no lo hace? Se ve cansando, destruido al recargarse en su escritorio, la culpa me carcome porque fue uno de estos papeles el que reflejó la verdad para mi hermano. Todo mi cuerpo me pesa como para tratar de ponerme de pie, sigo con la mirada gacha cuando lo escucho hablarle a alguien, a una mujer.

¿Quién es Moira?— por primera vez, no dejo que una duda anide en mi interior, la pongo en mis labios al pasar por mi mente y espero a su respuesta. Esta vez no salto de mi lugar, ni corro a la cocina a buscar un vaso de agua para él, no tengo las fuerzas para tratar una obediencia complaciente, ni la preocupación real por su estado me sirven de motivación. —¿Por qué crees que está en el norte?— lo interrogo, puede que vuelva al cabo de un rato, ¿no? ¿Por qué se iría tan lejos? Sólo está enojado… él… Me inundan otra vez las ganas de llorar. —Tengo que ir a buscarlo, se fue por mi culpa. Puedo ir a buscarlo, Ken puede ir conmigo, él conoce el norte… yo… yo puedo encontrar a Simon y lo traeré de vuelta, lo prometo. Lo convenceré de volver a casa— farfullo, atragándome con las lágrimas y tosiendo para recuperar un poco de aire, porque el pecho me duele, me duele mucho.
Anonymous
Ivar Lackberg
Director del Servicio Social
Creo que el problema que tenemos frente a nuestros ojos es suficiente prueba de lo que pasa cuando mantienes secretos. Hemos sido esclavos de ellos por años e hice una promesa de que ya no sería así, probablemente habrá consecuencias, sí, pero me niego a que mi familia se destruya por querer mantenerlos a salvo... Lo que venga, lo enfrentaremos juntos - Moira es tu hermana - respondo mirándola de reojo para tener una idea de su reacción - Moira Dankworth, la enemiga del gobierno - agrego con una sonrisa que no quiero ni pensar que sea de orgullo.

Busco entre los papeles hasta dar con el de la adopción y se lo tiendo a modo de respuesta, señalando justo donde dice la dirección del sitio en dónde Donna dio a luz - Porque creerá que es su hogar, pero es nuestro trabajo demostrarle que no es así, que su hogar está aquí con nosotros - por un momento desearía ser un padre ordinario, poder permitirme entrar en pánico y llamar a la policía pero no es así, mi trabajo es meterme en la mente de niños como Simon y resolverlo de la mejor manera.

-Absolutamente no, no irás al norte - mi voz suena firme y no hay forma de que pueda cambiar mi opinión - Yo iré con Kendrick, pero tu te quedas aquí a salvo... Ya tengo suficiente con un hijo perdido, no quiero que ambos se pongan en peligro - además solo estría preocupado por su seguridad y no podría concentrarme en el trabajo - Tengo que estar concentrado para encontrarlo y llevarte solo dividiría mi atención ¿Comprendes?
Ivar Lackberg
Icono :
Not everything is unicorns and rainbows - Priv IqWaPzg
Invitado
Invitado
Su respuesta me abre otras dudas, quiero seguir haciendo preguntas sobre esta hermana que ni remotamente sospeché que tenía, convencida de que uno era todo lo que mi padre había dejado atrás cuando decidió formar esta familia… y luego otra para Simon. Sostengo mi cabeza con las manos, hundiendo los dedos en mi cabello, quiero saber más cosas y a la vez me da miedo, tengo que morderme los labios para atrapar mi voz dentro de mi garganta en lo que tardo en ordenar mis pensamientos. —¿Mi hermana está siendo buscada por aurores y…?—, mi otro hermano es uno. Tenemos en la casa al principal buscado por el país, ahora mi hermano menor se extravió. Nos empeñamos en hacer de esta casa un lío, uno que a mi madre siempre la ha puesto en dilema con sus manías de orden.

Mis ojos se fijan en la dirección que me muestra y la memoriza en el segundo que me lo permite, porque me gustaría que su respuesta siguiente no fuera tan predecible, descarta mi ayuda para decir que irá sólo con Ken. Me pongo de pie de inmediato y lo enfrento, no va a dejarme en casa mientras lo resuelve todo por su lado y en compañía de un chico que es sólo un poco más grande que Simon, ¡y sí! Sé que Kendrick ha pasado por cosas que lo han formado y pese a lo torpe e inocente que puede ser a veces, también impulsivo y tonto, es a quien llevarías en una situación así. No a mí, no a alguien que dividiría su atención, porque estaría demasiado preocupado de que no hiciera nada estúpido. Pero, ¡soy una de las mejores estudiantes en mi generación! ¡Seré una graduada del Royal pronto! —¡También iré! ¡También buscaré a Simon!— grito, reafirmándome sobre mis pies. —Se fue por mi culpa, no esperaré que sea alguien más quien lo traiga, yo seré quien lo busque— decido. —Ni él ni yo somos niños, no me trates a mí como si lo fuera.
Anonymous
Invitado
Invitado
Me coloco en el marco de la puerta abierta del despacho de Ivar para ver y escuchar su conversación con Synnove, intervengo cuando la actitud de mi hija tiene la intención de hacer una discusión de las que son las medidas de su padre, cuando él no hace más que tratar de acomodarlo todo con su vocación de malabarista. —Te quedarás en la casa lo que nos tardemos en encontrar a Simon, no irás a clases de arte y te dedicarás exclusivamente a tus deberes del Royal— digo, marcando mis pasos al golpear las baldosas con mis tacones en su andar decidido hasta el escritorio de Ivar para colocarme detrás del mueble y buscar su laptop.

Si Simon se escapó fue, antes que nada, por estar hurgando en las carpetas de este despacho y por no medir las consecuencias que tendría revelarle algo así, cuando era decisión y responsabilidad de tu padre el momento que eligiera para hacerlo— digo, mi mirada puesta en su rostro que todavía tiene evidencia del llanto, Ivar siempre cedió a ese gesto de vulnerabilidad de su parte. Apoyo mis manos en el borde del escritorio, mi semblante tan severo como el que ha visto en otras ocasiones, pero nunca por una razón tan grave. —No quieres ser tratada como una niña, Synnove, pero en vez de actuar con la madurez de hacer frente a las cosas, eliges actitudes infantiles por la espalda como… ¿espiarnos? ¿revolver entre nuestras cosas?— pregunto, no espero una respuesta, ya tendrá tiempo para pensar en ello.

Preferimos que te quedes en casa porque, por sobre todas las cosas, nos preocupamos por la seguridad de cada uno de ustedes— y al decirlo abro la laptop de Ivar para usar las plataformas que nos ayudarán a rastrear cualquier dispositivo tecnológico que Simon haya llevado consigo, tendré que enviarle también un mensaje a Kavalier para que me ofrezca una mano con esto, que seguramente tendrá más ideas de cómo dar con el chico. —Resolveremos esto primero, luego hablaremos sobre tu necesidad de que no se trate como una niña. Sé que en parte tuvimos la culpa manteniéndote aquí, cumpliendo tus caprichos, dejando que redujeras tus amistades a una relación a distancia con una chica que quien sabe dónde está y que, como si tuvieras cinco años, trataras a tu perro como tu mejor amigo—. Mis ojos puestos sobre ella no son condenatorios, no podría, todo lo que siempre nos pareció dulce en Synnove, es prueba de que estuvimos criando a alguien incapaz de enfrentar al mundo real y debo hacer carne del mismo consejo que le di a Ivar hace tiempo. —Puedes irte a tu habitación si tu padre no tiene nada más que decirte.
Anonymous
Ivar Lackberg
Director del Servicio Social
Asiento sin demasiada importancia porque no necesito poner a analizar los peligros en los que se encuentra cada uno, solo perdería la cabeza y ahora debo estar concentrado. Porque sí... Viggo es víctima de un entorno salvaje en Europa, la cabeza de Moira tiene un precio, Syv tiene un padre horrendo que hace lo que puede pero solo le causa sufrimiento y Simon está perdido en un entorno incluso más salvaje que su hermano mayor. Bueno, ahí está, el panorama da la familia no es para nada bonito pero lo resolveremos. Tengo que hacerlo.

- No es tu culpa, Synnove, es la mía por no haber sido honesto con él desde un principio - intento tranquilizarla. Mi mandíbula empieza a temblar y por suerte Amalie llega a poner un poco de orden. Aprovecho los primeros segundos para recuperar la compostura, pero el tono de la pelirroja va subiendo tanto que se me es imposible no querer intervenir. Creo que está poniendo demasiada presión en Syv, ella no tiene la culpa y aunque no la deje ir, dudo que merezca ser castigada. Así solo querrá desafiarnos aún más.

Voy caminando lentamente hacia mi prometida y me ubico detrás de ella para poner mis palmas sobre sus hombros e intentar tranquilizarla. Casi que puedo sentir su latido y eso ya dice mucho, así que hago pequeños círculos con mis pulgares pero no sirven de mucho pues la discusión vuelve de nuevo a mí y no pude hacer nada para impedir que Syv se lleve los golpes - Ya que muestras interés en revisar las cosas... - mi voz suena mucho más calmada que la de su madre, más como una recomendación que una reto - Simon se ha escapado varias veces, así que quizás tenga algún contacto por ahí del que no sabemos - continúo - Podrías rebuscar en su habitación a ver si hay algo que pueda ayudarnos - pero no debo desautorizar a Amalie así que rápidamente agrego - Luego sí, habitación y tarea. Nada más.
Ivar Lackberg
Icono :
Not everything is unicorns and rainbows - Priv IqWaPzg
Invitado
Invitado
El aire en el despacho cambia rotundamente cuando mi madre entra, me echo hacia atrás en mi intento de imponerme a mi padre, que no hace más que pedirme disculpas y se coloca al margen cuando es ella quien se encarga de decir lo que haré, porque esa es su manera de recuperar el control sobre una situación que nos desbordó a todos, en la que nadie esperaba que Simon simplemente se fuera. Sigo sin poder entenderlo, quizá porque a mí nunca se me ocurrió ir más allá del Capitolio, por enojada que esté. Este es mi sitio conocido, al que pertenezco. Y estaría dispuesta a dejarlo para ir por él, pero alguien más tomó una decisión, mi padre diciendo que irá con Ken y mi madre indicándome que me vaya a mi habitación.

De alguna manera consigo tragarme el nudo que está haciéndose en mi garganta, pero me niego a llorar delante de mi madre. Mis ojos se inundan de auténtico desconcierto cuando mi padre me retiene unos minutos más para entrar en una clara contradicción al pedirme que sea quien espíe entre las cosas de Simon, podría hacerlo porque al parecer es lo único que se me permitirá y necesito sentir que hago algo, pero lo tomo por lo que es. Simon se enojó conmigo al saber la verdad, se fue de la casa, ¿cómo será cuando se entere que también revolví sus pertenencias? Y no se me permite que vaya con ellos, que sea quien le pida perdón en primer lugar. Así que hago lo único que creo que mis padres se merecen en este momento, me giro para darles la espalda y salir de la habitación con un portazo que hace sacudir el marco. Sigo de largo al dormitorio de Simon, no entraré ahí, y me encierro en mi habitación lo que resta del día, con llave, así ni siquiera el perro puede entrar.
Anonymous
Contenido patrocinado
No puedes responder a temas en este foro.