VERANO de 247521 de Junio — 20 de Septiembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
¿Qué ficha moverás?
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Febrero
Se siente bien volver al trabajo. Aún tengo algunas vendas en mi abdomen que no comprendo bien para qué son pero que al sanador que me está siguiendo le pareció una buena idea mantener. De todas formas no son una gran molestia, no estoy construyendo un enorme robot sino que no dejo de teclear en la computadora para buscar la opción más económica para ampliar nuestra señal y así capturar a los muggles que nos hicieron la terrible jugarreta durante el entierro de la ex presidenta. Dinero, todo siempre se reduce al dinero, pero es lo que mueve al mundo y he aprendido a no llevar propuestas a mis superiores que requieren más del capital mínimo, es inútil pues luego de ver los números ni siquiera se detienen a pensar en si realmente podría ayudar o no.
Mantener la mente ocupada me ayuda a ignorar el hecho de que mamá aún no despierta. No soy idiota, sé a dónde va a terminar ésto y no sé si me siento más culpable por no sentir nada al respecto o por el hecho de que no la estoy acompañando en lo que son sus últimos días. Al menos sé que está acompañada por a persona que la dejó en ese estado, una señora que me dijo que pensó que mi madre era uno de los rebeldes que mató a su hijo en el atentado, y no ha dejado de disculparse desde ese entonces. Así me doy cuenta de que la he sacado barata, Riorden no estaba en sus cabales pero al menos no se puso en modo ultra asesino.
Tuve la suerte de no cruzármelo en el hospital y claramente no lo ví mientras estuve en cama, pero ahora es cuando. Tengo que llevarle los avances e ir a preguntar si los aurores han conseguido algo de información para así comparar el trabajo de campo con lo que captan las computadoras y hacerme a una mejor idea de si estoy bien orientado o no. Al parecer hay un casi genio del otro lado también y odio que no me resulte sencillo vencerlo o vencerla, Hermann "No sé conectar la pantalla" Ritcher claramente no lo es.
- Buen día, ministro - saludo con una mueca al asomar la cabeza en su despacho que encontré con la puerta entreabierta - ¿Podemos hablar un momento?
Se siente bien volver al trabajo. Aún tengo algunas vendas en mi abdomen que no comprendo bien para qué son pero que al sanador que me está siguiendo le pareció una buena idea mantener. De todas formas no son una gran molestia, no estoy construyendo un enorme robot sino que no dejo de teclear en la computadora para buscar la opción más económica para ampliar nuestra señal y así capturar a los muggles que nos hicieron la terrible jugarreta durante el entierro de la ex presidenta. Dinero, todo siempre se reduce al dinero, pero es lo que mueve al mundo y he aprendido a no llevar propuestas a mis superiores que requieren más del capital mínimo, es inútil pues luego de ver los números ni siquiera se detienen a pensar en si realmente podría ayudar o no.
Mantener la mente ocupada me ayuda a ignorar el hecho de que mamá aún no despierta. No soy idiota, sé a dónde va a terminar ésto y no sé si me siento más culpable por no sentir nada al respecto o por el hecho de que no la estoy acompañando en lo que son sus últimos días. Al menos sé que está acompañada por a persona que la dejó en ese estado, una señora que me dijo que pensó que mi madre era uno de los rebeldes que mató a su hijo en el atentado, y no ha dejado de disculparse desde ese entonces. Así me doy cuenta de que la he sacado barata, Riorden no estaba en sus cabales pero al menos no se puso en modo ultra asesino.
Tuve la suerte de no cruzármelo en el hospital y claramente no lo ví mientras estuve en cama, pero ahora es cuando. Tengo que llevarle los avances e ir a preguntar si los aurores han conseguido algo de información para así comparar el trabajo de campo con lo que captan las computadoras y hacerme a una mejor idea de si estoy bien orientado o no. Al parecer hay un casi genio del otro lado también y odio que no me resulte sencillo vencerlo o vencerla, Hermann "No sé conectar la pantalla" Ritcher claramente no lo es.
- Buen día, ministro - saludo con una mueca al asomar la cabeza en su despacho que encontré con la puerta entreabierta - ¿Podemos hablar un momento?
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Me gustaría decir que he podido pasar los últimos días con mi familia, tranquilizando a mis hijos, en especial al pequeño, pero estaría mintiendo. Quizá si no se hubieran llevado a todos esos esclavos del mercado y no hubiera sido más que un aviso, las cosas serían diferentes y nada sería tan caótico. Pero lo es. Paso los días entre el Ministerio y la base de seguridad, leyendo informes y preguntando a los escuadrones que van llegando si han conseguido alguna noticia sobre dónde están esos muggles, pero no consigo nada. Es como si hubieran desaparecido de la faz de la tierra, con la diferencia de que no pueden hacer uso de ningún tipo de magia, si de verdad son todos humanos y no hay ningún mago traidor entre ellos. Es algo que a estas alturas, y viendo el panorama de un desastre tras otro, ya ni me extrañaría.
El informe de hoy no es más que uno donde explican que han cogido a dos muggles que merodeaban por el distrito 12, unos que consiguieron escapar después de que el fuego abrasase el Mercado de Esclavos. Pudieron alejarse bastante, pero supongo que después de toda una vida viviendo en ciertas condiciones, ni siquiera saben cómo sobrevivir por sí mismos porque no están hechos para ello. Imagino que por eso mismo acabaron perdidos del resto, o desertaron de donde sea que quisieran llevarles, porque por mucho que lo intenten, solo saben servirnos. Son como elfos domésticos, solo que con más orgullo.
Al final, acabo tirando la hoja sobre mi mesa, al lado de un montón de informes de esta última semana. Paso la mano por mi cara y suspiro, resignado y cansado de leer papeles que, al final, no nos llevan a ninguna parte. A veces me dan ganas de mandarlo todo a la mierda y de irme a vivir a una casita en los bosques del 7 con mi familia, lejos de todo. Pero si no lo hago es porque he luchado demasiado por todo esto para que unos imbéciles terminen con mi paciencia. Eso y porque quiero que mis hijos tengan la mejor vida posible, lo que conlleva un buen gasto de galeones y, por lo tanto, necesito conservar mi trabajo... y sobre todo mi sueldo.
Todavía tengo el rostro enterrado en la mano cuando oigo a alguien hablar desde la puerta, así que la aparto y levanto la cabeza para mirar hacia allí. — Buenas, Kavalier — saludo. No había hablado con él hasta el día de la última catástrofe, pero después de lo que vivimos, creo que nunca olvidaré ni su nombre, ni su cara. — Sí, pasa. ¿Hay alguna novedad? — pregunto mientras le señalo una de las sillas para que se siente. Quizá por fin alguien me diga algo esperanzador en relación a la ubicación de esa gente.
El informe de hoy no es más que uno donde explican que han cogido a dos muggles que merodeaban por el distrito 12, unos que consiguieron escapar después de que el fuego abrasase el Mercado de Esclavos. Pudieron alejarse bastante, pero supongo que después de toda una vida viviendo en ciertas condiciones, ni siquiera saben cómo sobrevivir por sí mismos porque no están hechos para ello. Imagino que por eso mismo acabaron perdidos del resto, o desertaron de donde sea que quisieran llevarles, porque por mucho que lo intenten, solo saben servirnos. Son como elfos domésticos, solo que con más orgullo.
Al final, acabo tirando la hoja sobre mi mesa, al lado de un montón de informes de esta última semana. Paso la mano por mi cara y suspiro, resignado y cansado de leer papeles que, al final, no nos llevan a ninguna parte. A veces me dan ganas de mandarlo todo a la mierda y de irme a vivir a una casita en los bosques del 7 con mi familia, lejos de todo. Pero si no lo hago es porque he luchado demasiado por todo esto para que unos imbéciles terminen con mi paciencia. Eso y porque quiero que mis hijos tengan la mejor vida posible, lo que conlleva un buen gasto de galeones y, por lo tanto, necesito conservar mi trabajo... y sobre todo mi sueldo.
Todavía tengo el rostro enterrado en la mano cuando oigo a alguien hablar desde la puerta, así que la aparto y levanto la cabeza para mirar hacia allí. — Buenas, Kavalier — saludo. No había hablado con él hasta el día de la última catástrofe, pero después de lo que vivimos, creo que nunca olvidaré ni su nombre, ni su cara. — Sí, pasa. ¿Hay alguna novedad? — pregunto mientras le señalo una de las sillas para que se siente. Quizá por fin alguien me diga algo esperanzador en relación a la ubicación de esa gente.
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Riorden me recibe, así que paso y cierro la puerta detrás de mí antes de caminar hacia el asiento frente a su escritorio. Al ver su rostro respiro profundo pues no deja de ser el rostro que me lanzó dos estatuas para que me muelan a golpes, pero no era él completamente así que debo recordármelo para mantener la calma y sobre todo hablar con la seguridad que el tema requiere. Aún así me abrazo a la tableta que llevo entre mis brazos y reprimo el quejido de dolor cuando mi espalda da contra la parte trasera de la silla.
- Sigo bombardeando el escudo que los protege, solo eso - claro que él bombardea de una forma y yo de otra, pero creo que el trabajo que se requiere para hacerlo es el mismo. Guardo silencio unos segundos más pues junto con Kenna se nos ha ocurrido una forma de conseguir la señal, pero eso significaría ser enviados a hacer algo que ninguno de los dos quiere hacer y ¿Realmente vale la pena? Poner nuestras vidas en riesgo por una batalla que no comenzamos... Soy fiel al ministerio pero no al punto de ponerme en plan kamikaze.
- En realidad venía a preguntar si tu equipo - porque desde lo ocurrido me tomé la libertad de empezar a tutearlo - ha conseguido algo en las frontera - finalizo tomando la tableta para enseñar el diagrama de lo que creo que es que está bloqueando la señal, o al menos lo que yo construiría para hacerlo - Cualquier dato podría ayudarme, si encontraron aparatos electrónicos allí, si sus teléfonos funcionaban en la zona, si han atrapado a alguien que haya dado alguna pista - preguntas que debo hacer porque no conozco la zona y no quiero conocerla tampoco, y respecto a lo último, es información que no llega precisamente a oídos de los científicos.
Sea lo que sea, a fin de cuentas alguien tendrá que encontrar el lugar de forma analógica y destruir la fuente que los protege para así avanzar con la tecnología - Intenté ponerme en los zapatos de éste Hermann y crear un diseño de algo que podría mantener las señales ocultas tan y cómo lo están haciendo. No sé si sirve de algo saber contra qué nos estamos enfrentando sin saber cómo destruirlo pero es todo lo que tengo de momento.
- Sigo bombardeando el escudo que los protege, solo eso - claro que él bombardea de una forma y yo de otra, pero creo que el trabajo que se requiere para hacerlo es el mismo. Guardo silencio unos segundos más pues junto con Kenna se nos ha ocurrido una forma de conseguir la señal, pero eso significaría ser enviados a hacer algo que ninguno de los dos quiere hacer y ¿Realmente vale la pena? Poner nuestras vidas en riesgo por una batalla que no comenzamos... Soy fiel al ministerio pero no al punto de ponerme en plan kamikaze.
- En realidad venía a preguntar si tu equipo - porque desde lo ocurrido me tomé la libertad de empezar a tutearlo - ha conseguido algo en las frontera - finalizo tomando la tableta para enseñar el diagrama de lo que creo que es que está bloqueando la señal, o al menos lo que yo construiría para hacerlo - Cualquier dato podría ayudarme, si encontraron aparatos electrónicos allí, si sus teléfonos funcionaban en la zona, si han atrapado a alguien que haya dado alguna pista - preguntas que debo hacer porque no conozco la zona y no quiero conocerla tampoco, y respecto a lo último, es información que no llega precisamente a oídos de los científicos.
Sea lo que sea, a fin de cuentas alguien tendrá que encontrar el lugar de forma analógica y destruir la fuente que los protege para así avanzar con la tecnología - Intenté ponerme en los zapatos de éste Hermann y crear un diseño de algo que podría mantener las señales ocultas tan y cómo lo están haciendo. No sé si sirve de algo saber contra qué nos estamos enfrentando sin saber cómo destruirlo pero es todo lo que tengo de momento.
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Hay un momento en el que me debato si pedirle disculpas o qué hacer, pero al final, lo dejo correr. Ni siquiera sabría cómo hacerlo o qué decir, porque no todos los días golpeas a alguien y le lanzas no sé cuántos hechizos por culpa de una sustancia alucinógena. Supongo que, en situaciones como esta, lo mejor es tratar de no sacar a la luz el tema nunca más para no hacer sentir a nadie incómodo.
No puedo evitar una pequeña mueca de preocupación cuando me aclara por qué ha venido, pues de verdad tenía la esperanza de que sus trabajos hubieran tenido más fruto que los nuestros. — Nada importante. Encontraron a dos esclavos de los que escaparon cerca del 12, pero estaban perdidos y no tenían nada de información útil — explico. El suspiro que acompaña mis palabras deja bien claro que esta situación me preocupa porque, para empezar, los días pasan y cuanto más tardemos en encontrar a esa gente, peor será luego encontrarles. Ahora podemos tener una idea de dónde están gracias a Kavalier, ¿pero quién dice que de aquí a una semana no vayan a moverse de sitio y perdamos lo poco que sabemos?
Abro la carpeta con los informes de las dos últimas patrullas para asegurarme de que no me haya dejado ningún dato tecnológico de los que me nombra, y al final, niego con la cabeza. — No me han especificado nada. Imagino que los teléfonos y los rastreadores funcionaban como siempre por ahí, porque también me habría llegado algún aviso del departamento tecnológico automáticamente. — Pedí que me informaran de cosas así cuando murió el primer escuadrón que merodeaba cerca del ya destruido 14. No me importa si la señal se pierde porque alguien de fuera lo haga, o si es simplemente porque se alejan demasiado de nuestros límites; quiero saber cuando eso pase sea por las razones que sea. No estoy dispuesto a que perdamos a ningún otro escuadrón.
Presto atención a sus palabras, con el ceño fruncido mientras trato de imaginar cómo sería ese diseño, aunque se escapa a mis conocimientos. — Debería mandar a alguien más lejos de los límites para comprobar qué pasa con nuestras señalas — comento, no solo para él, sino también como una especie de nota mental para mí mismo. — ¿Cómo llevas ese diseño que dices? Podría sernos útil para probarlo con el escuadrón antes de mandarlo, así sabrían un poco con qué se pueden encontrar si se acercan al escondite de ese Hermann. — Es la única manera que veo de prepararnos.
No puedo evitar una pequeña mueca de preocupación cuando me aclara por qué ha venido, pues de verdad tenía la esperanza de que sus trabajos hubieran tenido más fruto que los nuestros. — Nada importante. Encontraron a dos esclavos de los que escaparon cerca del 12, pero estaban perdidos y no tenían nada de información útil — explico. El suspiro que acompaña mis palabras deja bien claro que esta situación me preocupa porque, para empezar, los días pasan y cuanto más tardemos en encontrar a esa gente, peor será luego encontrarles. Ahora podemos tener una idea de dónde están gracias a Kavalier, ¿pero quién dice que de aquí a una semana no vayan a moverse de sitio y perdamos lo poco que sabemos?
Abro la carpeta con los informes de las dos últimas patrullas para asegurarme de que no me haya dejado ningún dato tecnológico de los que me nombra, y al final, niego con la cabeza. — No me han especificado nada. Imagino que los teléfonos y los rastreadores funcionaban como siempre por ahí, porque también me habría llegado algún aviso del departamento tecnológico automáticamente. — Pedí que me informaran de cosas así cuando murió el primer escuadrón que merodeaba cerca del ya destruido 14. No me importa si la señal se pierde porque alguien de fuera lo haga, o si es simplemente porque se alejan demasiado de nuestros límites; quiero saber cuando eso pase sea por las razones que sea. No estoy dispuesto a que perdamos a ningún otro escuadrón.
Presto atención a sus palabras, con el ceño fruncido mientras trato de imaginar cómo sería ese diseño, aunque se escapa a mis conocimientos. — Debería mandar a alguien más lejos de los límites para comprobar qué pasa con nuestras señalas — comento, no solo para él, sino también como una especie de nota mental para mí mismo. — ¿Cómo llevas ese diseño que dices? Podría sernos útil para probarlo con el escuadrón antes de mandarlo, así sabrían un poco con qué se pueden encontrar si se acercan al escondite de ese Hermann. — Es la única manera que veo de prepararnos.
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El que no tenga reproches ni comentarios ingeniosos me relaja un poco, solo una respuesta completamente razonable sin una pizca de arrogancia que hace que me sienta cómodo y en confianza... Cosa que no suele ocurrir con los altos mandos. De acuerdo. Puede que me haya molido a golpes, pero antes de eso fue a buscar la computadora que le pedí y la trajo él mismo así que creo que me cae bien. Sí. Definitivamente acudiré a él en el futuro para hacer mis reportes y haré lo posible por darle una mano en lo que pueda - Ya vendrán noticias mejores - intento ser un poco más positivo aunque la verdad lamento que hayan atrapado a los esclavos. A uno de su clase le debo la vida, así que el que estén siendo cazados ahora mismo no es de mi completo agrado.
Asiento mientras escucho el reporte y frunzo el ceño pensativo pues eso descarta que estén ampliando su propia señal en la zona. Al menos no estamos peor y la situación es tan desesperada que podrían considerarse buenas noticias - Tener antenas del otro lado nos ayudaría y mucho - comento cruzándome de brazos. Claro que el término "antena" quedó por como eran los diseños del pasado, ahora son mucho más pequeñas y definitivamente no tan llamativas como las primeras hace cientos de años atrás. Podríamos meterlas a escondidas, si alguien se atreviese a ir más allá.
- Es ingeniería inversa a ciegas porque no tengo ni una sola pieza, solo la idea - confieso con una sonrisa de lado - Pero el diseño es ese, solo tengo que armarlo de forma física y probarlo a corta escala, no debería llevarme más de una semana - el problema es que necesitaría la aprobación de Silas y para eso debería ir a hablar con ella... Cosa que no me agrada para nada - Digo a corta escala porque no podemos anular la señal de todo Neopanem solo para comprobar una teoría - aclaro imaginando el caos que eso significaría - Aunque... - me interrumpo a mí mismo al caer en la cuenta de algo - Si armo el diseño para que los escuadrones lo identifiquen, creo que debería hacerlo con materiales precarios, para que sea lo más similar posible - Hermann no cuenta con nuestra tecnología así que es imposible que haya hecho el diseño exacto que tengo en la tableta - ¿Qué materiales hay disponibles en el norte?
Asiento mientras escucho el reporte y frunzo el ceño pensativo pues eso descarta que estén ampliando su propia señal en la zona. Al menos no estamos peor y la situación es tan desesperada que podrían considerarse buenas noticias - Tener antenas del otro lado nos ayudaría y mucho - comento cruzándome de brazos. Claro que el término "antena" quedó por como eran los diseños del pasado, ahora son mucho más pequeñas y definitivamente no tan llamativas como las primeras hace cientos de años atrás. Podríamos meterlas a escondidas, si alguien se atreviese a ir más allá.
- Es ingeniería inversa a ciegas porque no tengo ni una sola pieza, solo la idea - confieso con una sonrisa de lado - Pero el diseño es ese, solo tengo que armarlo de forma física y probarlo a corta escala, no debería llevarme más de una semana - el problema es que necesitaría la aprobación de Silas y para eso debería ir a hablar con ella... Cosa que no me agrada para nada - Digo a corta escala porque no podemos anular la señal de todo Neopanem solo para comprobar una teoría - aclaro imaginando el caos que eso significaría - Aunque... - me interrumpo a mí mismo al caer en la cuenta de algo - Si armo el diseño para que los escuadrones lo identifiquen, creo que debería hacerlo con materiales precarios, para que sea lo más similar posible - Hermann no cuenta con nuestra tecnología así que es imposible que haya hecho el diseño exacto que tengo en la tableta - ¿Qué materiales hay disponibles en el norte?
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Asiento levemente con la cabeza a su comentario, porque yo también quiero creer que de verdad vendrán tiempos mejores. Bueno, realmente no es que quiera creerlo, es que necesito creerlo para ser capaz de venir aquí día tras día, sabiendo a lo que me enfrento ahora, sabiendo quién nos gobierna, y sabiendo también que ese niñato Black anda por ahí perdido. Son demasiadas cosas como para dejarme llevar por el agobio, así que lo único que puedo hacer es intentar conservar algo de esperanza. — Merlín te oiga — comento al final, y acompaño la frase con un pequeño suspiro. Después, centro mi atención en ordenar los papeles de la carpeta antes de cerrarla y dejarla a un lado del escritorio, donde no moleste por ahora.
Escucho todo lo que me va diciendo, con los brazos cruzados sobre la mesa, e intentando no perderme en ninguna de sus palabras. Por suerte, emplea un vocabulario con pocos tecnicismos, así consigo mantener el hilo de la conversación para no quedar como un idiota. Él es el experto en esta área, yo quien tiene que garantizar la seguridad del país con los medios que conozco,. Pero si un invento, si algo innovador que desconozco, puede ayudarnos, bienvenido sea. — En una escala del uno al diez, ¿cuánta confianza tienes en tu idea? — Quiero creer que es un número bien alto como para estar aquí, pero aun así, tengo que preguntarlo. Llevarlo a cabo nos va a costar más recursos, y no es que vayamos precisamente sobrados últimamente. Pero si de verdad está seguro, valdrá la pena gastar el dinero y utilizar a los efectivos que haga falta.
Responder a su pregunta sobre los materiales es algo más sencilla. Me levanto de la silla para rebuscar entre las estanterías un archivador, donde básicamente constan las pertenencias, armas, radios, tipos de comunicaciones... todo lo que hemos conseguido averiguar sobre algunos traidores y repudiados que hemos ido capturando en la última década. No es que haya demasiada información porque en la mayoría de los casos acaban en nuestras manos sin nada, pero algo es algo. — Normalmente son materiales que roban de antiguas fábricas y estaciones y vías de tren. Cableado viejo, tuberías, hierro, cobre, baterías y procesadores antiguos... — respondo, todavía con el archivador en la mano, mientras me vuelvo a sentar en la silla. — Si quieres, puedo enviarte una copia de los documentos a tu departamento para que lo leas con calma.
Escucho todo lo que me va diciendo, con los brazos cruzados sobre la mesa, e intentando no perderme en ninguna de sus palabras. Por suerte, emplea un vocabulario con pocos tecnicismos, así consigo mantener el hilo de la conversación para no quedar como un idiota. Él es el experto en esta área, yo quien tiene que garantizar la seguridad del país con los medios que conozco,. Pero si un invento, si algo innovador que desconozco, puede ayudarnos, bienvenido sea. — En una escala del uno al diez, ¿cuánta confianza tienes en tu idea? — Quiero creer que es un número bien alto como para estar aquí, pero aun así, tengo que preguntarlo. Llevarlo a cabo nos va a costar más recursos, y no es que vayamos precisamente sobrados últimamente. Pero si de verdad está seguro, valdrá la pena gastar el dinero y utilizar a los efectivos que haga falta.
Responder a su pregunta sobre los materiales es algo más sencilla. Me levanto de la silla para rebuscar entre las estanterías un archivador, donde básicamente constan las pertenencias, armas, radios, tipos de comunicaciones... todo lo que hemos conseguido averiguar sobre algunos traidores y repudiados que hemos ido capturando en la última década. No es que haya demasiada información porque en la mayoría de los casos acaban en nuestras manos sin nada, pero algo es algo. — Normalmente son materiales que roban de antiguas fábricas y estaciones y vías de tren. Cableado viejo, tuberías, hierro, cobre, baterías y procesadores antiguos... — respondo, todavía con el archivador en la mano, mientras me vuelvo a sentar en la silla. — Si quieres, puedo enviarte una copia de los documentos a tu departamento para que lo leas con calma.
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Siempre tengo la máxima confianza en mis ideas, una vez que me dejo llevar las cosas fluyen solas y me cuesta poco y nada conseguir lo mejor de cada cosa. El problema es que solo hace falta una palabra en contra de un tercero para perder esa confianza y ahí es cuando cometo los errores... Pero, solo he fallado en un invento hasta ahora así que creo que la evidencia dice que soy una buena apuesta en cuanto a ingeniería se trata - Un diez, definitivamente puedo lograrlo y darnos una ventaja - no he dicho ésto jamás, pero creo que el cambio de personalidad ha venido para mejor en éste sentido también. El nuevo Riley es capaz de decir con confianza y respetuosamente a un alto cargo que puede hacer el trabajo.
Veo el recorrido que hace mientras va enumerando las cosas con las que el equipo de Ritcher pordría trabajar. Me sorprende reconocer muchos de esos materiales, los he visto en cierto taller mecánico a lo largo de los años y se me escapa una sonrisita de solo pensar que Lara estuvo recorriendo el norte para conseguir esas cosas. Ésta mujer... Bueno, al menos creo que ya abandonó esas costumbres, creo... Y es hora de que yo las retome.
- Eso sería de mucha ayuda, sí - digo sin prestar verdadera atención. Creo que no hay mejor chance de que vaya yo mismo a buscar las cosas o quizás guiar a algún auror a través de una transmisión en directo o algo así. Pero ésto último me deja mal sabor en la boca, sería muy cobarde ¿No? Enviar a otro a que ponga al pecho mientras yo me quedo en la seguridad de un cuarto... Aún cuando ese es el trabajo de los aurores.
- Una vez que tenga una idea y el diseño definitivo armado podría... ¿Ir? - pregunto mucho menos seguro que antes - Al norte, a buscar los materiales y quizás buscar ésta señal que nos está bloqueando - propongo tragando saliva - Si encuentro el aparato original podré pensar una mejor forma de combatirlo - ¿Por qué estoy proponiendo hacer eso que específicamente dije que no quería? - Solo necesito tiempo para prepararme para algo así, pero puedo hacerlo.
Veo el recorrido que hace mientras va enumerando las cosas con las que el equipo de Ritcher pordría trabajar. Me sorprende reconocer muchos de esos materiales, los he visto en cierto taller mecánico a lo largo de los años y se me escapa una sonrisita de solo pensar que Lara estuvo recorriendo el norte para conseguir esas cosas. Ésta mujer... Bueno, al menos creo que ya abandonó esas costumbres, creo... Y es hora de que yo las retome.
- Eso sería de mucha ayuda, sí - digo sin prestar verdadera atención. Creo que no hay mejor chance de que vaya yo mismo a buscar las cosas o quizás guiar a algún auror a través de una transmisión en directo o algo así. Pero ésto último me deja mal sabor en la boca, sería muy cobarde ¿No? Enviar a otro a que ponga al pecho mientras yo me quedo en la seguridad de un cuarto... Aún cuando ese es el trabajo de los aurores.
- Una vez que tenga una idea y el diseño definitivo armado podría... ¿Ir? - pregunto mucho menos seguro que antes - Al norte, a buscar los materiales y quizás buscar ésta señal que nos está bloqueando - propongo tragando saliva - Si encuentro el aparato original podré pensar una mejor forma de combatirlo - ¿Por qué estoy proponiendo hacer eso que específicamente dije que no quería? - Solo necesito tiempo para prepararme para algo así, pero puedo hacerlo.
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