VERANO de 247521 de Junio — 20 de Septiembre
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Tras años de represión y batallas libradas, hoy son los magos los que caminan en las calles más pulcras del Capitolio. Bajo un régimen que condena a los muggles y a los traidores a la persecución, una nueva era se agita a la vuelta de la esquina. La igualdad es un mito, los gritos de justicia se ven asfixiados.
Existen aquellos que quieren dar vuelta el tablero, otros que buscan sembrar la paz entre razas y magos dispuestos a lo que sea para conservar el poder que por mucho tiempo se les ha negado. La guerra ha llegado a cada uno de los distritos.
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Off: Haré post cortitos para agilizar el rol
Que ese día vayas a Hogsmeade y te des cuenta que Londres está siendo atacado, son unos de esos días que preferirías no despertar nunca más. Otro ataque más, la historia se repite. Un día si y otro también. La noticia me llega por la pronta palabrería de los ciudadanos del pueblo y mi corazón late desbocado entre la culpa por haberme tomado el día libre para estar con mi hija y el miedo por quien puede morir. En mi cabeza se forma, sin yo darme cuenta, la silueta de Elle, pero pronto me doy cuenta de que estaba de viaje y mi cuerpo se relaja solo un poco. Mis compañeros están allí, luchando y yo aquí. Mi tiempo se detiene, todo parece correr a cámara lenta y la gente corre, pegando empujones a mi hija y a mi.
Agarro con fuerza la mano de ella y corro en dirección hacia la salida. Golpeando a la gente a mi paso para divisar a lo lejos un hospital de campaña. Mi cabeza solo muestra una palabra y eso solo puede significar la destrucción del hospital San Mungo. Sigo corriendo hasta salir del mar de gente agolpada y mis pasos se paran junto en el hospital. Suelto la mano de mi hija y le digo que se esconda en una de las tiendas, que no salga y me dirijo al primer herido que encuentro
Agarro con fuerza la mano de ella y corro en dirección hacia la salida. Golpeando a la gente a mi paso para divisar a lo lejos un hospital de campaña. Mi cabeza solo muestra una palabra y eso solo puede significar la destrucción del hospital San Mungo. Sigo corriendo hasta salir del mar de gente agolpada y mis pasos se paran junto en el hospital. Suelto la mano de mi hija y le digo que se esconda en una de las tiendas, que no salga y me dirijo al primer herido que encuentro
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En cuanto aterrizamos en hogsmeade Jared toma cómo prioridad buscar a alguien que pueda salvar lo que queda de Allen y yo voy detrás de él ayudando a Arturo a arrastrar a Denisse. Cuando están todos en buenas manos empezamos a trabajar, no podemos quedarnos a la intemperie así que con ayuda de algunos cuantos más conseguimos levantar una carpa con el suficiente espacio como para cubrir dentro de ella a varias personas a la vez. Ese es el único motivo de que Jared se mueva del lado de Allen, pero ni siquiera así consigue concentrarse.
Conforme pasan las horas la alarma va bajando. Hay muchos muertos, pero la calma se restaura, ya no llueven bombas, las amenazas de morir se han reducido drásticamente. Voy por todas partes ayudando en lo que puedo, hay momentos donde me gustaría poder echarme en el suelo y morirme ahí mismo porque me cuesta mucho caminar, pero entonces recuerdo que Jared se tambalea y si no estoy yo para que se apoye, se derrumbará por completo. Choco contra alguien y al retroceder las propias manos de éste detienen mi caída porque ahora mismo soy incapaz de estabilizarme. - Jared, cuidado - Le escucho balbucear una disculpa aunque no estoy segura de si balbucea de verdad o soy yo quien no le entiende.
De pronto todo mi peso deja de ser sostenido por mis piernas y me desplomo. Sus brazos me sostienen, sé que grita mi nombre y sé que yo intento contestarle varias veces pero mis labios no se mueven. Internamente repito que estoy bien, que no pasa nada, pero no estoy bien. La herida de las costillas ha derramado ya suficiente sangre como para que ni siquiera sea capaz de mantenerme en pie. Farfullo un par de cosas, prácticamente cosas de lo que deberíamos estar haciendo a la par que busco el modo de mantener los ojos abiertos y golpear al imbécil que ha decidido que es buena idea meterme tortazos en las mejillas cómo modo de mantenerme consciente.
Conforme pasan las horas la alarma va bajando. Hay muchos muertos, pero la calma se restaura, ya no llueven bombas, las amenazas de morir se han reducido drásticamente. Voy por todas partes ayudando en lo que puedo, hay momentos donde me gustaría poder echarme en el suelo y morirme ahí mismo porque me cuesta mucho caminar, pero entonces recuerdo que Jared se tambalea y si no estoy yo para que se apoye, se derrumbará por completo. Choco contra alguien y al retroceder las propias manos de éste detienen mi caída porque ahora mismo soy incapaz de estabilizarme. - Jared, cuidado - Le escucho balbucear una disculpa aunque no estoy segura de si balbucea de verdad o soy yo quien no le entiende.
De pronto todo mi peso deja de ser sostenido por mis piernas y me desplomo. Sus brazos me sostienen, sé que grita mi nombre y sé que yo intento contestarle varias veces pero mis labios no se mueven. Internamente repito que estoy bien, que no pasa nada, pero no estoy bien. La herida de las costillas ha derramado ya suficiente sangre como para que ni siquiera sea capaz de mantenerme en pie. Farfullo un par de cosas, prácticamente cosas de lo que deberíamos estar haciendo a la par que busco el modo de mantener los ojos abiertos y golpear al imbécil que ha decidido que es buena idea meterme tortazos en las mejillas cómo modo de mantenerme consciente.
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Hemos salido de lo que sin duda ha sido una revuelta que ha durado más de lo que tenía en mente que durara. Londres está en llamas, de eso no me cabe la menor duda, pero me niego a pensar que todo esto es así, que todo esto es real. Quiero hacerme a la idea de que no es más que un sueño pero el tener que irnos de lo que antaño fue nuestro hogar es el detonante final para hacerme dar cuenta de que, de una forma u otra, esto está perdido y que Hogsmade lo será durante varias semanas, meses... o quien no dice incluso que años.
Estoy completamente desganado, cargo con un Allen el cual no responde a ninguna de mis palabras, a mi lado Tine trata de arrastrar el cuerpo de una Denisse completamente desmayada con ayuda de Arturo, el cual seguramente esté mucho más herido que todos nosotros pero que no se queja ni tan siquiera para preguntar a dónde nos dirigimos. No tardamos en llegar pues tampoco estábamos tan lejos, y lo primero que tengo en mente es abrir una zona donde poder atender a los heridos, que no son pocos. Jamie me ayuda como puede pero siento que se le va la vida en ello, y entonces trato de hacer que pare, no tardará en desmayar si se presiona. Aunque si hablamos de mi, tampoco es que podamos decir que esté en mis plenas facultados. ¿La sangre existe? Porque si existe ya no está en mi cuerpo, de eso estoy seguro. He perdido tanta como la mayoría de todos los presentes, pero obviamente nadie se queja. Todos estamos demasiado demacrados y con pocas energías como para ello.
Cuando todo está en pie dejo a Allen al cuidado de varias personas que se ofrecen, parece ser que el hecho de que sea mi protegido hace que la gente tenga más ganas y arda en deseos de salvarle la vida a una de las personas por las que ahora mismo daría la mía si con ello lo salvara. Me despido de él con un ligero roce de mis dedos en su mejilla y sigo con Jamie, pero entonces ella parece caer y yo trato de ayudarla. Lo primero que escucho es un gesto de queja, pero luego se calla y me quedo más pálido de lo que ya estoy - Dime que es una broma Tine, ¡despierta! - si ella se hunde, yo me hundo con ella. Y si los dos nos hundimos, entonces es para tener más que claro de que todo esto se hunde con nosotros.
La cojo en brazos haciendo acopio de mis últimos esfuerzos y la llevo corriendo hacia el hospital de campaña. Aún recuerdo las últimas palabras que me dijo antes de encontrarlos a todos, me necesita para salvar a Seth, para traérnoslo de vuelta. Y no seré yo quien le quite esa desilusión. Entro completamente alarmado hacia dentro y choco contra el primero de los médicos, el cual conozco tanto como ellos me conocen a mi - ¡HAZ ALGO LARSEN! CAMBIA ESA CARA Y HAZ ALGO, SE MUERE - estoy henchido en ira pero no por odio ni nada por el estilo hacia ellos, es todo lo que he estado conteniendo para no empezar a despotricar delante de personas que, realmente, no se merecen eso. Tumbo a Tine en la cama y yo me quedo al lado, agarrándome uno de mis hombros donde tengo la herida del palo incrustado y espero. Nadie me atenderá hasta estar completamente seguro de que Jamie sale con vida de esto, y no hace falta mirarme más que una vez para entenderlo.
Estoy completamente desganado, cargo con un Allen el cual no responde a ninguna de mis palabras, a mi lado Tine trata de arrastrar el cuerpo de una Denisse completamente desmayada con ayuda de Arturo, el cual seguramente esté mucho más herido que todos nosotros pero que no se queja ni tan siquiera para preguntar a dónde nos dirigimos. No tardamos en llegar pues tampoco estábamos tan lejos, y lo primero que tengo en mente es abrir una zona donde poder atender a los heridos, que no son pocos. Jamie me ayuda como puede pero siento que se le va la vida en ello, y entonces trato de hacer que pare, no tardará en desmayar si se presiona. Aunque si hablamos de mi, tampoco es que podamos decir que esté en mis plenas facultados. ¿La sangre existe? Porque si existe ya no está en mi cuerpo, de eso estoy seguro. He perdido tanta como la mayoría de todos los presentes, pero obviamente nadie se queja. Todos estamos demasiado demacrados y con pocas energías como para ello.
Cuando todo está en pie dejo a Allen al cuidado de varias personas que se ofrecen, parece ser que el hecho de que sea mi protegido hace que la gente tenga más ganas y arda en deseos de salvarle la vida a una de las personas por las que ahora mismo daría la mía si con ello lo salvara. Me despido de él con un ligero roce de mis dedos en su mejilla y sigo con Jamie, pero entonces ella parece caer y yo trato de ayudarla. Lo primero que escucho es un gesto de queja, pero luego se calla y me quedo más pálido de lo que ya estoy - Dime que es una broma Tine, ¡despierta! - si ella se hunde, yo me hundo con ella. Y si los dos nos hundimos, entonces es para tener más que claro de que todo esto se hunde con nosotros.
La cojo en brazos haciendo acopio de mis últimos esfuerzos y la llevo corriendo hacia el hospital de campaña. Aún recuerdo las últimas palabras que me dijo antes de encontrarlos a todos, me necesita para salvar a Seth, para traérnoslo de vuelta. Y no seré yo quien le quite esa desilusión. Entro completamente alarmado hacia dentro y choco contra el primero de los médicos, el cual conozco tanto como ellos me conocen a mi - ¡HAZ ALGO LARSEN! CAMBIA ESA CARA Y HAZ ALGO, SE MUERE - estoy henchido en ira pero no por odio ni nada por el estilo hacia ellos, es todo lo que he estado conteniendo para no empezar a despotricar delante de personas que, realmente, no se merecen eso. Tumbo a Tine en la cama y yo me quedo al lado, agarrándome uno de mis hombros donde tengo la herida del palo incrustado y espero. Nadie me atenderá hasta estar completamente seguro de que Jamie sale con vida de esto, y no hace falta mirarme más que una vez para entenderlo.
Me muevo con rapidez y le encargo a uno de los enfermeros que rondan por la zona que dispongan una camilla. Recuesto a Jamie en ella con la ayuda de ellos y la entro en una de las tiendas.- Deja de protestar y tiéndete tú también en una de las camillas, muerto no nos sirves de nada.- muestro una voz neutral, careciente de emoción, totalmente puesto en lo que hago. Le ordeno a otro enfermero que coloquen a Jared en otra, al lado de Jamie. El poco instrumento médico que queda es todo una locura para tratar de curar heridas que necesitan tanto, pero mis capacidades están basadas en las peores locuras sin disponer a veces de nada por lo que cojo un trapo y aprisiono fuerte en la herida de las costillas para que deje de sangrar. Le pongo una vía en el brazo para meterle la morflina la cual la relajará.
Me giro hacia el enfermero de antes y le digo que llame a Elle lo antes posible. Le insto con voz agitada y antipática. Me importa bien poco en estos momentos por no decir que siempre soy así. Retiro el paño ensangrentado y rajo la prenda para tener una mejor visión de la herida, la cual limpio con desinfectante.- Ha perdido mucha sangre, necesita una transfusión.- todas las bolsas han sido destruidas en el bombardeo, por lo que rebusco en mi maletín, cogiendo la pequeña poción restauradora de sangre y se la inyecto por la otra vía. Mis manos tocan la zona afectada utilizando un sencillo hechizo curativo, luego impregno un algodón con poción regeneradora y cicatrizante por toda la herida. La limpio, la estabilizo ya fuera de peligro y le quito la morflina para sustituir el compuesto para unir huesos y le suturo la herida.
Me giro hacia Jared.- Ya está fuera de peligro, ahora tú.- hago que se levante de la camilla y le rajo la camiseta para ver mejor la herida. La lavo, la desinfecto, tirando ya el bote agotado, suturo la herida y unto un poco de poción cicatrizadora.- Presiona aquí.- le indico, señalándole la herida y cojo una venda para vendarle el hombro.
Me giro hacia el enfermero de antes y le digo que llame a Elle lo antes posible. Le insto con voz agitada y antipática. Me importa bien poco en estos momentos por no decir que siempre soy así. Retiro el paño ensangrentado y rajo la prenda para tener una mejor visión de la herida, la cual limpio con desinfectante.- Ha perdido mucha sangre, necesita una transfusión.- todas las bolsas han sido destruidas en el bombardeo, por lo que rebusco en mi maletín, cogiendo la pequeña poción restauradora de sangre y se la inyecto por la otra vía. Mis manos tocan la zona afectada utilizando un sencillo hechizo curativo, luego impregno un algodón con poción regeneradora y cicatrizante por toda la herida. La limpio, la estabilizo ya fuera de peligro y le quito la morflina para sustituir el compuesto para unir huesos y le suturo la herida.
Me giro hacia Jared.- Ya está fuera de peligro, ahora tú.- hago que se levante de la camilla y le rajo la camiseta para ver mejor la herida. La lavo, la desinfecto, tirando ya el bote agotado, suturo la herida y unto un poco de poción cicatrizadora.- Presiona aquí.- le indico, señalándole la herida y cojo una venda para vendarle el hombro.
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Me gustaría poder decirle a Jared que cierre el pico y que además deje de darme golpes en las mejillas pero no puedo, solo siento los bruscos movimientos mientras me trasladan de un lado a otro y de un sitio a otro. Sé que alguien me toca, incluso reconozco la voz de esa persona pero no soy capaz de abrir los ojos hasta que ya se han marchado. Una enfermera o intento de ella está acabando de vendarme, mi mano por fin puede moverse y acabo golpeándola de forma tan repentina que es más por la sorpresa por lo que cae al suelo que por el golpe en sí. - DEJA DE DARME GOLPES JODER - Miro a Jared y mientras le curan me doy cuenta de lo poco que le gusta que le toque otro médico que no sea Allen. Además de que si le están curando a él significa que yo voy con retraso.
Me reincorporo en la camilla doblándome del dolor mirando a la enfermera con mi mano extendida que por un momento parece pensar que voy a pegarle de nuevo. - Lo siento, creía que eras ese idiota - Señalo a mi amigo y dejo que termine su trabajo mientras me disculpo en más de una ocasión otra vez. No soy de irle pegando por ahí a la gente que no se lo merezca y en efecto él no se lo merecía. Cuando acaba me bajo de la camilla a pesar de sus indicaciones de que no lo haga y voy hacia mi amigo quedándome junto a él con mi mano sobre la suya y sus dedos enlazando los míos. - Tienes que dejar de arriesgarte de esa forma - Recuerdo que estoy cabreada con él pero no puedo gritarle ahora, no cuando está tan enfermito que me saca mi vena maternal, esa que corté de cuajo y tajo cuando abandoné a mis hijos en el distrito seis tras la muerte de uno de ellos.
Cuando le dice que presione no se donde presiono yo por él, porque con lo rejodido, bocazas y tocapelotas que es a veces seguro que solo por fastidiar al médico le dice que no, incluso si eso es perjudicial para él. Miro la herida que tiene y luego presiono en condiciones soltando un suspiro. - ¿No ibas a matar a esa zorra? - Ésta claro que no lo hizo, o no habríamos perdido Londres. - ¿En qué coño pensabas? - Acabo apoyándome en la camilla cuando el esfuerzo de estar en pie me supera, aunque intento que sea un movimiento la mar de sutil. Ya tendré tiempo de quejarme de mis propias dolencias en otro momento.
Recuerdo que le médico que está atendiendo a Jared tiene una niña pequeña y la busco alrededor. No parece estar herido así que es probable que sea de los pocos que han tenido suerte de no estar en Londres en el momento del bombardeo. - ¿Tu hija está bien? - Los niños son el futuro, si les perdemos a ellos perdemos también nuestro futuro. Ese pensamiento me recuerda a los míos y presiono de más la herida de Jared cosa de la que no me doy cuenta hasta que se queja. Eso me enfada, no quiero que se queje. - ¡No seas llorica!
Me reincorporo en la camilla doblándome del dolor mirando a la enfermera con mi mano extendida que por un momento parece pensar que voy a pegarle de nuevo. - Lo siento, creía que eras ese idiota - Señalo a mi amigo y dejo que termine su trabajo mientras me disculpo en más de una ocasión otra vez. No soy de irle pegando por ahí a la gente que no se lo merezca y en efecto él no se lo merecía. Cuando acaba me bajo de la camilla a pesar de sus indicaciones de que no lo haga y voy hacia mi amigo quedándome junto a él con mi mano sobre la suya y sus dedos enlazando los míos. - Tienes que dejar de arriesgarte de esa forma - Recuerdo que estoy cabreada con él pero no puedo gritarle ahora, no cuando está tan enfermito que me saca mi vena maternal, esa que corté de cuajo y tajo cuando abandoné a mis hijos en el distrito seis tras la muerte de uno de ellos.
Cuando le dice que presione no se donde presiono yo por él, porque con lo rejodido, bocazas y tocapelotas que es a veces seguro que solo por fastidiar al médico le dice que no, incluso si eso es perjudicial para él. Miro la herida que tiene y luego presiono en condiciones soltando un suspiro. - ¿No ibas a matar a esa zorra? - Ésta claro que no lo hizo, o no habríamos perdido Londres. - ¿En qué coño pensabas? - Acabo apoyándome en la camilla cuando el esfuerzo de estar en pie me supera, aunque intento que sea un movimiento la mar de sutil. Ya tendré tiempo de quejarme de mis propias dolencias en otro momento.
Recuerdo que le médico que está atendiendo a Jared tiene una niña pequeña y la busco alrededor. No parece estar herido así que es probable que sea de los pocos que han tenido suerte de no estar en Londres en el momento del bombardeo. - ¿Tu hija está bien? - Los niños son el futuro, si les perdemos a ellos perdemos también nuestro futuro. Ese pensamiento me recuerda a los míos y presiono de más la herida de Jared cosa de la que no me doy cuenta hasta que se queja. Eso me enfada, no quiero que se queje. - ¡No seas llorica!
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- No me pienso mover de aquí hasta que la curéis a ella antes - reprocho y me quejo constantemente ante las peticiones del médico, de Elijah, el cual como siempre no parece muy por la labor de dedicarnos una sonrisa ni nada por el estilo, no se, para darnos un poco de ánimos o algo así. Pero nada, éste médico es tan seco que recuerdo que desde que conocí a Allen no dejo que ningún médico más me de órdenes, así que me obligan de todas las formas posibles a permanecer en la cama. No me da tiempo ni tan siquiera de ver la herida de Jamie porque ya me han cogido entre varios y me han tumbado entre todos en la camilla, amarrándome para que no sea capaz siquiera de hacer el esfuerzo por zafarme de la prisión tan repentina en la que me encuentro y mirando de reojo a la camilla que tengo al lado, donde Jamie, aunque cansado, es capaz hasta de golpear a una de las enfermeras que ayuda en el proceso de sanación al doctor. Reprimo una carcajada - Oye, que estoy en la camilla de al lado, no te ofusques y le pegues a todos los que ves a tu alrededor, ya me pegarás luego cuando te recuperes - le digo tratando de sonar divertido, restándole importancia a algo que realmente la tiene.
No tardan con ella y se vuelven contra mi, quitándome las correas y dejando que me incorpore. No es hasta que empieza a toquetear la herida cuando me doy cuenta de lo profunda que es y de lo jodidamente doloroso que me resulta cuando alguien la roza. Si no fuera porque estoy completamente destrozado y cansado seguramente hubiera soltado un comentario muy propio de mi por el hecho de que es el doctor el que raja mi camiseta para observar mejor la profundidad de mi herida, pero no es el momento ni el lugar adecuado. Estoy muy reacio a que me toque otra persona, de hecho ni siquiera miro ni hago caso a las cosas que me pide - Salvad a Allen, iros de aquí ahora mismo, ¡él es más importante que yo y todos vosotros juntos! - les reprocho a todos, ¿dónde estaban cuando los ataques empezaron? ¿Por qué no han salido heridos? Seguramente estoy siendo muy egoísta pero me importa una mierda lo que puedan pensar. No me callo hasta que Tine presiona en la herida por mi y me hace dar un bote del dolor - ¡Con cuidado! Que no estás jugando a los doctores Tine - la fulmino con la mirada y acto seguido la agacho, mirándome los pies que se balancean suavemente al no tocar el suelo.
¿Qué pensaba? Pues lo que cualquier persona pensaría, acabar con ella y con todos nuestros problemas - Pensaba en liberaros a todos de todo, ¿no es eso lo que un líder hace? - vuelvo a fulminarla con la mirada, pero entonces no puedo más que achantarme y volverme tierno, porque dejo caer mi cabeza en su hombro completamente cansado y sin ánimos ni ganas para decir nada más - Estoy cansado, esto se me fue de las manos nada más llegué, parece que estuviera esperando el momento oportuno la muy... - me callo, pero entonces me doy cuenta de que todos somos mayores en este sitio -... puta - finalizo y entonces me dedico a observar como las manos del doctor terminan su trabajo. Me incorporo y me quedo de pie frente al a camilla, rehuyendo la mirada de Tine cuando le pregunta por su hija. ¿Cuántos niños habrán fallecido? ¿Cuántos desaparecido? - Pensar en números no hace más que me de más dolor de cabeza, ¿no podemos olvidar esto y pensar en lo siguiente? - qué pregunta, está claro que no.
No tardan con ella y se vuelven contra mi, quitándome las correas y dejando que me incorpore. No es hasta que empieza a toquetear la herida cuando me doy cuenta de lo profunda que es y de lo jodidamente doloroso que me resulta cuando alguien la roza. Si no fuera porque estoy completamente destrozado y cansado seguramente hubiera soltado un comentario muy propio de mi por el hecho de que es el doctor el que raja mi camiseta para observar mejor la profundidad de mi herida, pero no es el momento ni el lugar adecuado. Estoy muy reacio a que me toque otra persona, de hecho ni siquiera miro ni hago caso a las cosas que me pide - Salvad a Allen, iros de aquí ahora mismo, ¡él es más importante que yo y todos vosotros juntos! - les reprocho a todos, ¿dónde estaban cuando los ataques empezaron? ¿Por qué no han salido heridos? Seguramente estoy siendo muy egoísta pero me importa una mierda lo que puedan pensar. No me callo hasta que Tine presiona en la herida por mi y me hace dar un bote del dolor - ¡Con cuidado! Que no estás jugando a los doctores Tine - la fulmino con la mirada y acto seguido la agacho, mirándome los pies que se balancean suavemente al no tocar el suelo.
¿Qué pensaba? Pues lo que cualquier persona pensaría, acabar con ella y con todos nuestros problemas - Pensaba en liberaros a todos de todo, ¿no es eso lo que un líder hace? - vuelvo a fulminarla con la mirada, pero entonces no puedo más que achantarme y volverme tierno, porque dejo caer mi cabeza en su hombro completamente cansado y sin ánimos ni ganas para decir nada más - Estoy cansado, esto se me fue de las manos nada más llegué, parece que estuviera esperando el momento oportuno la muy... - me callo, pero entonces me doy cuenta de que todos somos mayores en este sitio -... puta - finalizo y entonces me dedico a observar como las manos del doctor terminan su trabajo. Me incorporo y me quedo de pie frente al a camilla, rehuyendo la mirada de Tine cuando le pregunta por su hija. ¿Cuántos niños habrán fallecido? ¿Cuántos desaparecido? - Pensar en números no hace más que me de más dolor de cabeza, ¿no podemos olvidar esto y pensar en lo siguiente? - qué pregunta, está claro que no.
Termino de vendarle el brazo a Jared, escuchando la conversación de ellos en silencio. No soy de los que hablan mientras trabaja, mi silencio es mi concentración y mi aparente tranquilidad de ver las cosas bien hechas. Cuando el paciente ya está fuera de peligro y mi trabajo hecho, ahí en cuando me permito hablar un poco. Lo suficiente para responder, dar ánimos y ya está. Me giro hacia Jamie y asiento con la cabeza.- Está bien, por suerte estaba conmigo.- no podía perderla a ella también. Las ganas de llorar por lo que podía haber pasado, el nudo de mi estómago. Todo estaba ahí concentrado, queriendo salir de allí, pero no lo iba a permitir. Mi voluntad y nervios de acero me lo impedían, el muro que había construido a mi alrededor me lo impedía. Insensibilidad. Esa era la clave de todo.
Cogí dos botecitos y se los tendí a cada uno.- Tomad esto tras cada comida o cada ocho horas.- y cogí otro para meterselo a cada uno por la vía del suero.- La primera toma ya os la he puesto ahora mismo. Y Jared, tranquilo, que Allen ya está siendo atendido.- les sonreí a ambos.- Tengo que seguir tratando a los heridos, cualquier cosa me avisáis.- y me dirigí en busca de otro herido.
Cogí dos botecitos y se los tendí a cada uno.- Tomad esto tras cada comida o cada ocho horas.- y cogí otro para meterselo a cada uno por la vía del suero.- La primera toma ya os la he puesto ahora mismo. Y Jared, tranquilo, que Allen ya está siendo atendido.- les sonreí a ambos.- Tengo que seguir tratando a los heridos, cualquier cosa me avisáis.- y me dirigí en busca de otro herido.
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Cuando me dice que su hija estaba bien suspiro y asiento. Una cosa menos por la que preocuparnos, creo que ya hemos visto demasiados muertos como para añadir a la lista a una pequeña de más de 7 años. Le sonrío mientras acaba con Jared y me limito a pegarle algún que otro guantazo para que se calle porque no para de hablar, hablar y quejarse. Pasados varios minutos tanto él como yo estamos listos para ponernos en marcha otra vez, independientemente de si estamos o no curados del todo. - Gracias. - Piso a mi amigo antes de que diga cualquier cosa mordaz cuando Elijah habla de Allen y me despido de él.
Después de un último codazo avanzo hacia el exterior de la tienda procurando no tambalearme demasiado y no dejar que el dolor de cabeza me invada de más. - Me llevaré un escuadrón de búsqueda a Diagón, a ver si tenemos suerte. Tu deberías hacer lo mismo con Londres, aún hay sitios que no hemos revisado. Puede que encontremos a alguien - Me cruzo de brazos mientras andamos, al principio juntos y en cuanto decidimos las tareas que cada uno acabará por hacer nos separamos. Él por su camino, yo por el mío.
Después de un último codazo avanzo hacia el exterior de la tienda procurando no tambalearme demasiado y no dejar que el dolor de cabeza me invada de más. - Me llevaré un escuadrón de búsqueda a Diagón, a ver si tenemos suerte. Tu deberías hacer lo mismo con Londres, aún hay sitios que no hemos revisado. Puede que encontremos a alguien - Me cruzo de brazos mientras andamos, al principio juntos y en cuanto decidimos las tareas que cada uno acabará por hacer nos separamos. Él por su camino, yo por el mío.
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