Sala Común de Hufflepuff

El lugar está adornado con sillones, plantas redondas (como cactus que bailan), estanterías acomodadas en las paredes, alfombras, etc. Toda la mueblería y el equipamiento están conjugados con los colores amarillo y negro (todos asociados con la casa de Hufflepuff).

También hace fundamental hincapié en la comodidad, se dice que es "la sala común mas cómoda de todas".

Está en un piso debajo de la tierra y muy protegida de todos los factores climáticos más peligrosos, por lo que, en general, permite a los estudiantes dormir mejor que en las torres (de Gryffindor y Ravenclaw).

En el sótano, hay una puerta redonda de madera que lleva a los dormitorios, también adornados con objetos de colores amarillo y negro, como los doseles de las camas, la alfombra y algunos colgantes.

La entrada a la sala común se encuentra "en un rincón en el lado derecho del pasillo de la cocina", oculto detrás de una pila de barriles. Con el fin de revelar la entrada, no se requiere contraseña. En su lugar, hay que golpear en el segundo barril de la parte inferior, en medio de la segunda fila, en el ritmo de "Helga Hufflepuff", que hará que el barril abra la tapa, dejando al descubierto un pasadizo que lleve al sótano cuando se arrastre a través. Sin embargo, si se toca la tapa de otro barril o el ritmo utilizado es incorrecto, el intruso será empapado en vinagre y se le prohibirá el acceso.

Sótanos - Sala Común de Hufflepuff

Quien quiera meterse

Me encontraba tirada en el sillon muy comoda y comiendo unos pochoclos. Hacía al menos una hora que me encontraba mirando fijamente a la tarea pero por más que lo intetara me resultaba tan aburrida y no podía concentrarme para hacerla.

Asi que había ido hasta la cocina por los pochoclos, ya había ido al baño dos veces (aunque la segunda solo fue para verme al espejo), ya había cambiado de posición en el sillon (actualmente me encontraba de cabeza para abajo para que circulara la sangre) y definitivamente ya me había contado las plantas del salón.

- Debo estar haciendo algo mal.

Con Beverly Redford

Hoy es mi día de descanso. Hace dos horas me han dado la nota del último trabajo que he entregado y he sacado un sobresaliente, así que es motivo de celebración y, por lo tanto, puedo permitirme el lujo de hacer el vago. Lo malo es que la mayoría de mis amigos no opinan igual que yo y han decidido que es día de estudiar, por lo que no me queda más remedio que pasar el día aburrido. Primero me termino algunas golosinas que todavía me quedaban, tirado en el césped cercano al lago, aprovechando las buenas horas de sol. Después, decido que ya va siendo hora de volver a la sala común y ver si alguien ha conseguido cambiar de opinión.

—¡Eh, Redford! — digo en voz bien alta nada más verla, lo cual provoca que algunos que están sentados estudiando casi me maten con la mirada. — ¿Te echo un cable? ¿Qué estás haciendo? — pregunto, esta vez en un tono bastante más bajo. Antes de que responda ya me estoy dejando caer en el sillón de al lado... y no sin antes robarle un puñado de palomitas que me llevo a la boca al instante, sin dejar tiempo a que proteste.

Con Kyle

- Hola Kyle - lo saludo desde el piso casi, me había estado patinando y mi cabeza y hombros ya tocaban las piedras - Ugh tengo que resolver los encatamientos para la clase de defensa - le explico mientras lo veo robarse mis pochoclos - Hey - pero ya era tarde.

Me termino dejando caer al suelo y lo miro desde abajo.

- La verdad no me interesa hacerlos, tu estas libre ¿no? ¡Hagamos algo divertido! Puedo adivinarte el futuro - le digo mientras me giro en el piso y alcanzo debajo del sillon mi mochila donde había guardado las cartas que me regalo mamá, se que adivinación sería hasta dentro de dos años más, pero era divertido.

Es escuchar simplemente que se refiere a deberes de la clase de defensa del otro día, y una enorme mueca se asco de forma en mi cara. Sé que estamos en nuestro primer año, pero... ¡los hechizos defensivos no son lo mío! Mamá era algo así como un genio en su etapa estudiantil, y Chloe parece que va por el mismo camino, lo cual no hace más que enfadarme cada vez que un hechizo me sale horriblemente mal.

Por suerte, es ella quien decide hacer algo divertido. Me froto las manos, impaciente, y cruzo mis piernas para sentarme en plan indio y mirarla bien, expectante. — ¡Vale! ¿Por dónde empezamos? — Nunca he hecho esto, pero es emocionante. — ¿Puedes saber si seré rico en un futuro? ¿Qué trabajo tendré, si me casaré...? — empiezo a enumerar todo lo que se me va pasando por la cabeza hasta que, al final, dejo reposar los brazos sobre mis rodillas y me limito simplemente a esperar.

Decido que tendrá más impacto y seriedad si también estoy sentada en vez de tirada en el suelo, por lo que me incorporo y lo enfrento.

- Calmate un poco - le digo mientras mezclo las cartas - Este tipo de adivinación no es del todo exacto y hay mucha interpretación de por medio - Empiezo a repartir haciendo un circulo como un reloj - Primero necesito que respires hondo y pongas tu mente en blanco, y luego elijas 5 de estas cartas sin mirarlas.

Disfrutaba leyendole la fortuna todas las semanas a mamá y a quien fuera a visitar a casa, que en parte lo extrañaba un poco, asi que me hacía feliz tanto entusiasmo por parte de Kyle.

- Una vez las eligas, ponlas en fila y te dire sobre tu salud, fortuna, familia, amor y suerte.